Por Belén de la Banda
Dice Noor que cuando tuvo que huir de la guerra de Siria y llegó a un campo de refugiados improvisado en Líbano, la gente allí se alegró: pensaron que por fin sus niños tendrían oportunidades de aprender, incluso en medio de la guerra. Y así fue.
Noor es profesora. Tiene 30 años y huyó de la guerra de Siria, como todos sus vecinos del asentamiento. Lo hizo con su marido, que sufre una discapacidad, y sus dos hijos, una niña de cuatro años y un niño de tres. En Siria había sido profesora de árabe durante 10 años, y cuando llegó al asentamiento improvisado en el norte del Líbano donde vive creó una pequeña escuela. La he conocido en este video, sencillo y emocionante, que se difunde estos días por las redes, y donde se ve la alegría de los niños por aprender en medio de la guerra: