Entradas etiquetadas como ‘desahucios’

Vivir un desahucio con ocho años

Por Irene Yagüe

Me he enganchado al canal de Instagram de Isita. Lo último que ha publicado es una foto mostrando el nuevo piercing que se ha hecho en casa, a escondidas, con una aguja. Isita tiene 13 años. Nos conocimos cuando ella tenía apenas 8 y estaba a punto de ser desahuciada de su casa. En esa época, allá por el año 2013, le gustaban los cómics de Gardfield y jugar en el rellano de su casa con las vecinas.

Por aquel entonces ella y su familia vivían en un edificio de ladrillo visto en el barrio madrileño de Villaverde, a los márgenes del río Manzanares. En “El Cuadrado”, como ellas llamaban a ese bloque de viviendas, convivían familias realojadas de otros barrios, muchas en régimen de alquiler social del Ayuntamiento. Durante ese verano de 2013, varios fondos de inversión especulativos compraron miles de Viviendas Públicas -como la de Isabel- que el Ayuntamiento de Madrid les vendió a precio de ganga. Pocas semanas después, muchas vecinas fueron expulsadas de sus casas como parte de una oleada de desahucios patrocinados por los gobiernos locales.

Foto de Isita en Instagram

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Sin casa pero con demasiados techos

Por Ana Gómez Pérez-Nievas

O por qué las mujeres enfrentan más obstáculos, también, a la hora de ver satisfecho su derecho a la vivienda en España

Sofía quita un móvil de las manos a su hijo de un año, que va cogiendo con rapidez todo lo que se le pone al alcance, mientras mira de reojo a su madre, también agotada y enfadada. “Llevo tanto tiempo peleando que hay momentos en los que te cansas, pero creo que es importante seguir luchando”, asegura con una mezcla de dulzura y fiereza.

Sofía se ha entrevistado con Amnistía Internacional para el informe “La crisis de vivienda no ha terminado. El derecho a la vivienda y el impacto de los desahucios de viviendas de alquiler sobre las mujeres en España”, porque sufrió las peores consecuencias de la falta de protección a este derecho que existen en España, y acumuló tres sinónimos de desamparo: mujer, sola y pobre.

Parece dispuesta a todo para denunciar cómo, siendo madre en ese momento de dos hijos y afrontando ella sola todos los gastos, su vivienda social fue vendida a lo que comúnmente se conoce como “fondos buitre” en Madrid, y cómo vio que las condiciones de su alquiler supuestamente social fueron cambiando hasta que llegó un momento en el que no pudo afrontarlas. Parece dispuesta a contar cómo finalmente fue desahuciada, y ahora vive en una casa que no reúne las condiciones adecuadas para ella y sus hijos. Dispuesta, hasta que la desigualdad y la discriminación se imponen de nuevo en su vida: mediante el miedo a que su ex marido maltratador pueda llevar a cabo represalias contra ella si sale en las noticias.

Ahora Sofía no ha dejado de luchar, pero tiene que hacerlo a escondidas. Y es que, como ella, muchas mujeres se enfrentan a un número mayor de obstáculos para el acceso a la vivienda en España por el hecho de ser mujer. Por un lado, porque son quienes “acaparan” la tasa más alta de paro, un 20,3% frente a un 17,2% en el caso de los hombres. Por otro, porque son quienes encabezan el 83% de los hogares monoparentales, sufriendo como consecuencia un mayor riesgo de exposición a la pobreza: un 37,5% de estos hogares la sufre, frente a la media española del 22,1%. Y de esta manera se perpetúa, por desgracia, el círculo vicioso que implica tener a personas al cuidado, que supone una mayor tendencia a tener que asumir empleos precarios y parciales, ya que las mujeres acaparan el 72,1% de los puestos a media jornada. Pero es que además, tampoco aunque sean víctimas de violencia de género tienen asegurada, en muchas ocasiones, una prioridad a la hora de acceder a la vivienda social.

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Aida Quinatoa: lideresa por tradición

Por Laura Martínez ValeroLaura Martínez Valero

¿Qué lleva a una mujer a convertirse en la cara visible de un movimiento social? Cuando Aida Quinatoa llegó a España en el año 2000, como consecuencia de la crisis que sufrió Ecuador entre 1998 y 2002, ninguno de nosotros se tomó la molestia de conocer su historia. Era una más entre miles de inmigrantes ecuatorianos.

La crisis llamó a nuestra puerta y nos sorprendimos. Esas cosas sólo ocurrían en otros países de por ahí, de América Latina. Aún así, seguimos sin mirar a los inmigrantes. ¿Qué iban a saber ellos de lo que estaba ocurriendo aquí? Y precisamente ellos fueron las primeras víctimas de los desmanes de los bancos y cajas de ahorros españoles.

Aida fue una víctima más de la estafa de los avales cruzados. Como requisito para acceder a su hipoteca, tuvo que avalar a otros inmigrantes a los que ni siquiera conocía y a su vez otros inmigrantes la avalaron a ella. El resultado, obviamente, fue un efecto dominó. Cuando algunas personas dejaron de pagar, cayeron todas las demás. Lo que no sabían las cajas de ahorros ni los ‘banqueros ladrones’, como les llama Aida, es que esta mujer tiene pasado. Muchos inmigrantes ya han pasado por estas y otras situaciones de injusticia en sus países y no se van a callar.  Porque Aida, originaria de una familia campesina quechua, ha sido educada en un valor fundamental: ‘el valor de la solidaridad y del compartir’. “Mi abuelo me dijo: ‘Nunca te olvides de tu gente’”. Y desde niña nunca lo ha hecho.

Aida Quinatoa en la sede de CONADEE en Madrid

Aida Quinatoa en la sede de CONADEE en Madrid

Así que se puso en marcha y como presidenta de la Coordinadora Nacional De Ecuatorianos en España (CONADEE) organizó el 20 de diciembre del 2008 la primera manifestación para visibilizar su situación. Aunque invitaron a la prensa española, no asistió. No había interés. Habría que esperar hasta que comenzaran los desahucios a españoles para que los medios se fijaran también en los inmigrantes.

Y es que los españoles hemos estado dormidos. Creo que es justo que se nos reproche. “Con el 15M los españoles se dieron cuenta de que la lucha es el único camino, de que es posible cambiar el mundo”, explica Aida. En Ecuador, existe una Sociedad Civil fuerte, acostumbrada a exigir cambios en el poder. Y en muchos, muchísimos,  casos son las mujeres de las comunidades quienes tiran de los demás para organizarlos y reclamar derechos. ‘Cuando una mujer decide no hay fuerza humana que la pueda parar”, afirma Aida.

Desde 2011, Aida es portavoz en Madrid de la Plataforma de Afectados por las Hipotecas (PAH) y ahora sí cree que van a lograr grandes cambios. Ya no hay diferencia de nacionalidad. Todos, españoles e inmigrantes, acuden unidos por un problema común: las prácticas abusivas de los bancos.

Es triste que hayan tenido que esperar a que los españoles, que creíamos que los emigrantes y los que perdían sus casas eran ‘los otros’, nos hayamos caído del pedestal. Sin embargo, aún podemos lograr el cambio. “Hay que seguir adelante, pero con alegría. En España hay mucha alegría. Y esa alegría tiene que salir a flote ahora y ayudarnos a construir”.

Aida Quinatoa estará presente en el encuentro de mujeres Avanzadoras que organiza Intermón Oxfam los próximos 10, 11 y 12 de octubre en Madrid. Allí, podrá compartir experiencias con otras mujeres que avanzan y hacen avanzar a sus comunidades en la construcción de una sociedad más justa.

Laura Martínez Valero es estudiante de Periodismo y Comunicación Audiovisual. Colaboradora del equipo de comunicación de Intermón Oxfam.