Entradas etiquetadas como ‘Comisión para la Investigación de Malos Tratos a Mujeres’

La manada: mucho más que un debate jurídico

Por Susana Martínez Novo

Como jurista pienso que no se puede hablar de justicia en términos absolutos. Detrás de las leyes, mejores o peores, hay en la mayoría de los casos una labor de depuración e interpretación y esa labor corresponde a los jueces y magistrados, que diariamente nos ilustran con sus sentencias.

Pero en este caso la sentencia de la manada ha supuesto un mazazo moral para gran parte de la sociedad. Una vez más, vemos con estupor como en los procesos de género se investiga e interroga sobre la reacción de la víctima y su comportamiento frente a las agresiones y sin embargo se minimiza el valor de su testimonio, obviando que el miedo es libre, así como múltiples las reacciones que cada individuo pueda experimentar ante una situación límite.

Movilización del 8 de marzo en Madrid. Imagen de Pablo Tosco / Oxfam Intermón.

Igualmente se olvida que, en los delitos de género, el entorno, los estereotipos y el dominio de un grupo sobre otro generan una violencia ambiental que sumada a una posición de inferioridad física y numérica y a unas circunstancias de aislamiento, me resulta muy difícil pensar que no constituyan una intimidación.

En efecto, podemos hablar de la sentencia y de la interpretación, a mi juicio absolutamente benevolente y desmarcada de la realidad social, que se ha dado a los hechos probados en la misma.

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¿Cómo abolir un sistema que prostituye?

Por Rosa Moro Rosa Moro

‘La prostitución no es un trabajo, es violencia sexual y sexista, porque además de la realización de actos sexuales por obligación, física o económica, la prostitución se inscribe en una tradición patriarcal que pone a las mujeres a disposición de las supuestas necesidades sexuales irrefrenables de los hombres.’

El director ejecutivo de la Coalición Internacional para la Abolición de la Prostitución, CAP, Grégoire Théry, lo dijo así de claramente la semana pasada en Madrid, cuando vino para participar en la Jornada Internacional sobre Prostitución y Trata organizada por la Comisión para la Investigación de Malos Tratos a Mujeres.

Este politólogo tiene una larga experiencia en la lucha por la ilegalización de la prostitución, como miembro del Mouvement du Nid, (Movimiento del Nido), en Francia, del que es Secretario General.

Fotograma del documental 'Chicas nuevas 24 horas', de Mabel Lozano.

Fotograma del documental ‘Chicas nuevas 24 horas’, de Mabel Lozano.

Desde su posición, Grégoire es uno de los mayores impulsores del proyecto para la abolición de la prostitución iniciado en Francia. ‘La abolición del sistema prostituidor no es una utopía’ defiende, ‘La abolición de la esclavitud, hace 150 años, no ha erradicado todavía las situaciones de esclavitud, pero ha establecido un nuevo consenso social que permite tomar todas las medidas oportunas para luchar contra la esclavitud y proteger a sus víctimas. Con la prostitución pasa lo mismo’.

En una de sus intervenciones en la Jornada Thery comparó a las supuestas prostitutas voluntarias con los esclavos que afirman que aceptan “voluntariamente” trabajar por un ínfimo salario, o las personas que venden un riñón “voluntariamente” por dinero. Su situación de vulnerabilidad social, económica y/o psicológica aboca a estas personas a una única salida que jamás hubieran elegido de haber tenido otras opciones.

Para él, la abolición de la prostitución no es un fin, sino un punto de partida que permita trabajar de forma coherente en la política global, ya que esta forma de violencia, es un obstáculo insalvable para la igualdad entre hombres y mujeres. Según Grégoire Théry es determinante el surgimiento de movimientos de mujeres supervivientes de la prostitución, mujeres que se unen y toman la palabra en la esfera pública para denunciar esta violencia sexual y la impunidad de los llamados clientes, son ellas las que han roto el muro del tabú. Ahora la sociedad debe aprovechar ese camino abierto para reflexionar y posicionarse en contra de un sistema prostituidor.

Por supuesto que no es un camino fácil, y él lo está comprobando en Francia, donde un senado conservador está bloqueando la ley abolicionista. ‘Los proxenetas operan en un sistema patriarcal, pero su objetivo no es patriarcal, su objetivo es el dinero‘. El negocio de la prostitución mueve miles de millones en Francia y en todo el mundo, y las redes que se enriquecen con ella tienen medios para bloquear la ilegalización y la educación de una sociedad que no normalice esta violencia contra las mujeres y niñas más desfavorecidas.

Rosa Moro es periodista y activista. Le apasionan África, la comunicación y la revolución. Colabora con la Comisión de Investigación de Malos Tratos a Mujeres.

Apología en el estadio

Por Rosa Moro Rosa Moro

Unos cientos de aficionados del Betis ‘se cubrieron de gloria’ el pasado domingo. Toda España pudo ver una grabación donde en lugar de dedicarse al fútbol, se dedicaron a hacer apología del terrorismo. Sí, porque el terrorismo machista ha asesinado en 20 años más mujeres que el terrorismo político en 40 años. Con sus cánticos demostraron ser integrantes de esa parte enferma de la sociedad que alienta, minimiza y tolera la violencia siempre que sea solamente contra las -inferiores- mujeres.

Rubén Castro, jugador del FC Betis, fue denunciado por su pareja en 2013 por haberla golpeado brutalmente en varias ocasiones. Está imputado en un procedimiento penal por maltrato habitual y por las lesiones ocasionadas durante su relación a la que era su pareja. La afición del Betis aúpa al presunto maltratador, denigrando a la mujer que le ha denunciado. No solo no rechazan, ni condenan que un hombre maltrate a su pareja, es que lo admiten como cierto, lo justifican y encima lo alaban. Para colofón, culpabilizan a la víctima.

‘Rubén Castro ale, Rubén Castro ale, no fue tu culpa, era una puta, lo hiciste bien’

captura youtube

Captura de pantalla del video en el que se ve cantar la canción a los aficionados del Betis. Fuente: YouTube.

Al día siguiente se produjeron las reacciones de directivos y representantes del club, autoridades deportivas y políticas, todo el mundo calificó los cánticos de vergonzosos e inadmisibles. Algunos esperaban que todo quedase ahí: unas palabras de condena y arreglado, ‘que la violencia, cuando es contra las mujeres, tampoco es para tanto’. Según la abogada de la ex novia de Rubén Castro, los cánticos llevaban produciéndose desde hacía tiempo y nadie se alarmó entre la directiva ni el resto del público hasta que el asunto saltó a los medios. Incluso el presidente del Real Betis, Juan Carlos Ollero, que los calificó de ‘repugnantes’, al principio aseguró que no había escuchado nada.

La Comisión para la Investigación de Malos Tratos a Mujeres y otras organizaciones de derechos humanos exigieron inmediatamente a la dirección del Betis que tomase medidas contundentes contra estos afiliados y aficionados. Llama la atención que en ningún momento anterior el club haya sancionado ni reprendido al jugador. Ni este ni ningún club de fútbol se ha posicionado públicamente contra la violencia machista desde que se produjera la denuncia contra el presunto maltratador del Betis. El club no ha mostrado apoyo a la víctima. Ninguno de ellos ha tomado en cuenta el lamentable y peligroso ejemplo que todo esto supone para los jóvenes que tienen como referente los valores del deporte que el fútbol dice defender.

La Fiscalía ha abierto diligencias por los hechos, a petición de la abogada de la víctima, algo exagerado para muchos. La Comisión Antiviolencia ha solicitado el cierre parcial temporal de la grada del estadio como sanción, aunque para el presidente Ollero esto es una medida ‘discriminatoria y oportunista‘ ¿oportunista por qué? ¿Discriminatoria para quién? Siguen demostrando que en el fondo disculpan la violencia de género. Toleran la violencia y la injusticia siempre que sea solo contra las -¿inferiores?– mujeres. Hay que actuar, y hacerlo con contundencia. No hay excusas. Seamos serios por fin en la lucha contra la lacra de la violencia machista.

Rosa Moro es periodista y activista. Le apasionan África, la comunicación y la revolución. Trabaja en el Departamento de Comunicación de la Comisión para la Investigación de Malos Tratos a Mujeres y colabora con diversos medios y organizaciones. Es autora del blog África en Mente.

Corresponsabilidad y malentendidos

SusanaMartinezNovo70

Por Susana Martínez Novo

Nuevamente se plantea desde instancias gubernamentales dar salida al Proyecto de Ley de corresponsabilidad parental, fundamentado entre otros motivos en el fomento de la responsabilidad de ambos progenitores para el ejercicio de las relaciones paternofiliales tras la ruptura de la convivencia.

La corresponsabilidad es fundamental en la crianza de los niños. Imagen: Towar / CC0 Public Domain

La corresponsabilidad es fundamental en la crianza de los niños. Imagen: Towar / CC0 Public Domain

Se olvida el legislador que la realidad social continúa azotando a las mujeres, siendo estas el sector que más se ha visto perjudicado por las medidas de restricción económica. La precariedad en el empleo afecta más a las mujeres, y son las mujeres las que más tiempo dedican al cuidado de la prole y de los mayores.

En este contexto, pretende nacer una ley sobre las bases de una premisa errónea. Me pregunto por qué no empezamos por fomentar las medidas de inserción laboral e independencia económica de las mujeres para lograr que la implicación de ambos progenitores sea análoga durante la convivencia y logrado este primer y básico objetivo, adaptamos la norma a la realidad social que se pretende regular.

Por otra parte, no existen en nuestro país estudios fundamentados sobre el efecto que las medidas de custodia compartida han tenido sobre los menores, cuando ha sido impuesta por nuestros tribunales, premisa que igualmente considero necesaria.

Pero es más, la custodia compartida es posible y ya está siendo acordada en la praxis de nuestros tribunales cuando las circunstancias del caso y el interés de los hijos e hijas así lo aconsejan.

En tal sentido es reiterada la jurisprudencia del Tribunal Supremo, y a tal efecto cito la reciente Sentencia nº 619/2014, de 30 de octubre de 2014, que establece que la guarda y custodia compartida se acordará cuando ‘concurran criterios tales como la práctica anterior de los progenitores en sus relaciones con el menor, y sus aptitudes personales, los deseos manifestados por los menores competentes, el número de hijos, el cumplimiento por parte de los progenitores de sus deberes en relación con los hijos y el respeto mutuo en sus relaciones personales‘.

También se establece que la custodia compartida conlleva como premisa la necesidad de que exista entre los padres ‘una relación de mutuo respeto, que permita la adopción de actitudes y conductas que benenficien al menor y no perturben su desarrollo emocional’.

La excesiva normativa y el exceso de celo, llevan al quienes legislan a introducir en el Anteproyecto de Ley de corresponsabilidad parental medidas tales como la posibilidad de otorgar una guarda compartida aun cuando ninguno de los progenitores solicite su ejercicio compartido, o incluso cuando sobre ambos puedan pesar indicios fundados de haber cometido actos de violencia, entre ellos o respecto de sus hijos e hijas. Esto conculca de forma palmaria el criterio lógico y razonable del Tribunal Supremo.

¿Es un buen progenitor o progenitora quien resuelve sus conflictos con violencia? ¿Puede considerarse en algún caso que un comportamiento violento redunda en interés del menor?

Considero que debemos hacer un llamamiento a la cordura, y más cuando se trata de decidir sobre el desarrollo y cuidado de nuestros hijos e hijas. Hay que dar un mínimo margen de confianza a los padres para que decidan sobre las medidas que van a regir el futuro de sus relaciones, interviniendo solo en caso de conflicto y, por supesto, sin llegar al punto de imponer por la fuerza lo que ninguno de los dos padres quiere.

Donde impere la sensatez, no tiene que imponerse la norma.

Susana Martínez Novo. Abogada y activista. Presidenta de la Comisión para la Investigación de Malos Tratos a Mujeres, participa también en la Asociación Española de Abogados de Familia.

Identidad a la fuga

Por Angélica Guzmán Angelica Guzmán

A menudo,  tras años en una relación de pareja alguna de las partes, o incluso ambas, comienza a ser consciente del malestar que la propia relación le genera, y  aparecen de forma recurrente preguntas del tipo ¿cómo hemos llegado aquí? Relaciones en las que la falta de respeto y la pérdida de libertad, o lo que es peor, de identidad se ha ido haciendo cada vez más latente.

Imagen basada en la fotografía promocional de la película 'Novia a la fuga', que protagonizaron Julia Roberts y Richard Gere en 1999.

Imagen basada en la fotografía promocional de la película ‘Novia a la fuga’, que protagonizaron Julia Roberts y Richard Gere en 1999.

Muchas veces restamos valor a factores como la asertividad, el ser capaz de manifestar en cada momento nuestras sensaciones, positivas y negativas, sin que ello tenga que implicar de forma inequívoca una discusión o una situación de tensión. El espacio personal, el diálogo, la manifestación de los sentimientos y  la negociación de condiciones son algunos aspectos que, especialmente en las primeras etapas, se dejan de lado en beneficio de complacer a la otra persona como medio para que la pareja llegue a buen fin.  Muchas veces creemos que renunciar a nuestros pequeños deseos no tiene importancia, y posiblemente en muchas ocasiones sea así, pero ¿dónde está el límite en el que esas pequeñas cosas comienzan a tener importancia? ¿Cuándo el ‘si no te apetece salir nos quedamos en casa’ se convierte en ‘es que ya nunca salimos, nunca tienes en cuanta lo que yo quiero’?

Poco a poco, de forma ‘natural’, tendemos a ir abandonando el ‘yo’ para convertirnos en un ‘nosotros’, en el que nuestra identidad personal se diluye en una identidad común de pareja, muy bonito a ojos de Hollywood pero poco práctico y sano para la satisfacción y bienestar personal.  A veces, intentamos amoldarnos tanto a esa persona que tenemos al lado, que llegamos a no saber cuáles son nuestras preferencias o nuestros gustos.  Un ejemplo quizá banal, pero muy ilustrativo de esto aparece en la película ‘Novia a la Fuga’ en la que la protagonista, Julia Roberts,  asume como propia la preferencia culinaria de cada una de sus parejas, llegando a no saber cuáles son las suyas propias. ¿Acaso es malo que los gustos cambien o evolucionen? Por supuesto que no, siempre y cuando esos cambios sean fruto de una evolución y/o transformación personal, y no del intento de ser más a fin a una pareja.

Y es que, esas pequeñas cosas que a corto plazo parecen facilitar la relación de pareja, a la larga, suponen una historia de renuncias y censuras constantes que conllevan un vacío que hace que, lo que en un primer momento eran diferencias propias de dos personas independientes que inician un camino juntas, se convierta en una fuente de malestar y angustia. En muchos casos asumimos que la pareja es renuncia y a menudo cedemos sin ser conscientes de que sin duda es una mala inversión. No se trata de egoísmo, sino de igualdad, equidad, negociación y diálogo, de querer estar con la persona que conocemos y no de quien puede llegar a ser cuando se amolde a nosotros, de querer mantener una relación con una persona libre, independiente y con identidad propia.

 

Angélica Guzmán es trabajadora social y psicóloga, colaboradora de la Comisión para la Investigación de Malos Tratos a Mujeres, y por encima de todo, fiel creyente de que otro mundo es posible