Por Dori Fernández Hernando
¿Por qué son siempre las mujeres quienes “eligen” quedarse en casa para ocuparse del cuidado de menores, personas mayores y personas dependientes? No voy a extenderme en mostrar los datos que sustentan esta afirmación, aquí tienen un resumen. Existen varios motivos, desde el ‘no me queda otra opción porque no tengo dinero ni trabajo’ hasta el que más abunda, el ‘porque quiero’.
El ejemplo más claro lo arroja el estudio El cuidador en España realizado en 2016 por CEAFA (Confederación Española de Asociaciones de Familiares de personas con Alzheimer): uno de cada cuatro hogares en España cuenta con un familiar afectado de Alzheimer, siendo en el 94% de los casos el entorno familiar (las mujeres) quien se responsabiliza de los cuidados. Y no queda ahí la cosa, sino que el 69% de las cuidadoras considera ‘natural’ serlo.
¿De dónde nacen los deseos? ¿Qué influye para preferir una cosa u otra?
Analicemos un poco de dónde emana esa querencia que según la RAE, es la tendencia del ser humano y de ciertos animales a volver al sitio donde se han criado o tienen costumbre de acudir. Creo que a nadie se le escapa la enorme influencia que el mundo de la creación en general (publicidad, cine, moda, literatura, etc.), las costumbres y el Derecho tienen en nuestras elecciones.
La publicidad nos indica a todas horas qué se espera de cada uno y cada una de nosotras. Anoche viendo un rato la TV después de cenar, me tragué el anuncio de ADESLAS, ese que reza “lo importante es saber lo que es importante” y que termina con la imagen de dos mujeres jóvenes junto a la cama de un señor enfermo, inoculando en nuestro imaginario colectivo que lo que se espera de las mujeres es eso precisamente, que sepan que lo importante en su vida es cuidar de los demás. Los pelos de punta se me ponen…
Estarán conmigo de acuerdo en que la influencia de las costumbres no hace falta explicarla, pero si tienen duda, piensen en ese habitual argumento que concluye diciendo “…de toda la vida de Dios”.
Y ¿qué pasa con el Derecho, con nuestro ordenamiento jurídico? Aquí sí que las cosas están más claras: si eres madre la ley te concede 16 semanas de permiso de maternidad (Art. 48 ET): para recuperarte del parto las 6 primeras y para ocuparte del cuidado de la criatura las siguientes; si eres padre, te concede solo 2 (Art. 48 bis ET).
Pues bien, no bastaba con que tuviéramos esta disfuncional legislación que discrimina a los hombres que quieren-pueden-deben cuidar, y a las mujeres convirtiéndolas en mano de obra de alto riesgo, lo que llamamos #discriminaciónPorMaternidad (echen un vistazo al hashtag). Ahora, todas las personas que sabemos lo importante que es construir roles igualitarios estamos con los pelos de punta (de nuevo): Ciudadanos, que ni siquiera reconoce la violencia de género como un tipo de violencia específica, acaba de registrar en el Congreso un Propuesta no de Ley (PNL) para que se modifiquen los permisos de maternidad y paternidad, de forma que la final, sean las mujeres quienes estén mucho más tiempo dedicadas al cuidado y por tanto más tiempo también alejadas del empleo y de la autonomía económica personal que eso implica. Aquí tienen más datos sobre esta propuesta – trampa.
¿Para esto casi 10 años de Ley de Igualdad? ¿Para esto casi tres siglos de lucha feminista?
En la PPiiNA tenemos los pelos de punta (de nuevo, sí, no es para menos). Si al final gobierna el PP será con la ayuda de Ciudadanos, con quien ya tiene un acuerdo en el que figura esta reforma. Así que hemos lanzado una campaña con la que pretendemos poner los pelos de punta a todo el mundo: se llama #vocesPPiiNA y desde aquí les invito a seguirla y compartirla. Quienes vengan detrás se lo agradecerán.
Dori Fernández Hernando es Graduada en Igualdad de Género por la URJC. Formadora y consultora en igualdad de género, nuevas tecnologías y Prevención de Riesgos Laborales, colabora entre otras iniciativas con SinGENEROdeDUDAS, CB., Comunidad de Conocimiento Profesional con Enfoque de Género, y con la Asociación de Mujeres Páginas Violeta. Pertenece a la PPIINA y a la Asamblea de Mujeres de Córdoba Yerbabuena.