Cosmonautas

Por Barbijaputa

Mujeres que llegan a casa como quien llega a un oasis. Mujeres que se quitan los tacones: uno primero, el otro después, con cuidado. Que ponen los pies sobre el suelo frío, o sobre la moqueta caliente, para que la superficie plana le alivie los huesos y los músculos. Para que las pantorrillas vuelvan a su posición natural.

Mujeres que, porque son obligadas por sus empresas o porque los tacones estilizan la pierna, se suben a zapatos que tocan el suelo sólo con una punta minúscula que aguantará su peso 8, 10 o 14 horas.

Tacones. Imagen de Caitlin Wilson / Unsplash.

Tacones. Imagen de Caitlin Wilson / Unsplash.

Mujeres que alcanzan su habitación como quien consigue hacerse con la bandera de una cucaña, y se desabrochan el sujetador deseosas de notar la liberación que viene a continuación. Mujeres que sienten cómo sus pechos vuelven a su posición natural y, muchas veces, a su tamaño natural. Y respiran. Respiran profundamente y un pequeño escalofrío recorre sus nucas.

Mujeres que se plantan ante el espejo con un líquido desmaquillante y se disponen cada noche a volver a verse. Primero los ojos, la sombra, la raya, el rímel. Es bueno desmaquillarse antes de dormir, saben, porque el maquillaje estropea el cutis. Por eso tienen que volver a maquillarse a la mañana siguiente, porque el cutis no puede enseñarse tal cual es. “Tienes mala cara”, les dicen a veces cuando no lo usan. Los labios después, aunque ya casi no queda nada a esas horas de la noche, y eso que a veces se retocan (“ojalá saquen una barra que dure todo el día”). Luego el resto de la piel hasta el cuello, para quitar la base de maquillaje que les da otro tono diferente al suyo. Y al acabar, se contemplan, no se sienten tan guapas ya, pero en casa da igual. Porque es casa.

En casa pueden llevar las tetas al aire si quieren. Pueden parecer pálidas y tener mala cara, no pasa nada. Más si viven solas. Pueden quitarse las medias y las bragas que le comprimen el estómago, porque en casa no tienen ni que meter tripa.

Pero en la calle no, porque la calle no es suya, los espacios públicos no les pertenecen como les pertenece su casa, aunque sean públicos, aunque sean de todos. Porque, efectivamente, la calle es de todos, pero no de todas.

Mujeres, todas nosotras, que un día o todos los días de la vida, llegamos a casa y parece que hemos pisado la Luna. Y, de repente, en pijama, nos reconocemos a nosotras mismas de nuevo. Ésta soy yo. Éste es el tamaño de mi pecho y ésta es la curvatura de mi tripa.

Éste es el tamaño real de mis ojos y éstas son las marcas de mi piel, que disfrazo de tersura cuando estoy fuera; ahí fuera, en la selva que es la calle, pero que recorremos cada día como si no hubiera leones a la expectativa; como si ésas que pisan el suelo fuéramos nosotras de verdad, y no una versión de nosotras mismas más adaptada a lo socialmente establecido. Una versión incómoda que hemos aprendido a encajar en lo que realmente somos.

Somos el cosmonauta de Another Earth, ése que, a mil kilómetros de la Tierra, supo que en su nave debía haberse roto algo cuando empezó a escuchar un repiqueteo constante e insoportable tras los mandos, y que, tras lo que le pareció una eternidad, cuando ya no soportaba seguir escuchándolo, se rindió y terminó percibiendo aquel ruido mortificante como música celestial.

Barbijaputa colabora con Más de la Mitad para defender los derechos de las mujeres.

16 comentarios

  1. Dice ser ramsanje

    “Tienes mala cara”, les dicen a veces cuando no lo usan

    A lo mejor si nunca lo hubiera usado y hubiera enseñado siempre su cara tal cual es, no le dirian eso.

    27 octubre 2016 | 08:30

  2. Dice ser ramsanje

    Mujeres que se plantan ante el espejo con un líquido desmaquillante y se disponen cada noche a volver a verse. Primero los ojos, la sombra, la raya, el rímel. Es bueno desmaquillarse antes de dormir, saben, porque el maquillaje estropea el cutis. Por eso tienen que volver a maquillarse a la mañana siguiente, porque el cutis no puede enseñarse tal cual es. “Tienes mala cara”, les dicen a veces cuando no lo usan.

    Si desde un principio no se hubiesen utilizado maquillajes y se hubiera mostrado el rostro tal cual es, no se le diría eso.

    27 octubre 2016 | 09:05

  3. Dice ser Albert

    Mujeres que están guapas. Mujeres que tienen que estar guapas. Mujeres que tienen que estar guapas por que ellas lo valen, porque ellas lo quieren. Porque no les gusta ir peor que la de al lado. Porque ahí afuera está la jungla y hay que ir preparada con todas sus armas. ¿Para qué? ¡Quién sabe! A la oportunidad la pintan calva.
    Mujeres que no pueden dejar de compararse con la vecina, la compañera, la amiga… Que siempre se tienen que superar: en belleza, en estilo, en tesón, en maternidad… ¡Supermujeres!
    Supermujeres que ocupan todas sus horas, que viven deprisa, que extienden sus horas de trabajo hasta las tantas con las tareas del hogar, antes o después de desmaquillarse. Supermujeres que no entienden. Supermujeres que son submujeres.
    Submujeres que no entienden que es mejor ir sin sujetador, sin maquillar y sin tacones. Por que Barbijaputa lo dice. Y ella sabe mucho. Y no tiene contradicciones. Es mejor que ellas, pobrecitas, a las que viene a iluminar con su luz. Que no se dan cuenta del machismo que invade su vida. Que todo lo hacen por (culpa de) los Kenhijoputas que campan a sus anchas, tocándose los cojones y viéndolas pasar tan guapas ellas. No porque les guste. Eso es inconcebible.

    27 octubre 2016 | 09:25

  4. Dice ser Eva

    Habrá mujeres que les guste subirse a los tacones, pintarse, llevar ropa interior…lo hacen supongo que porque les gusta verse así o porque saben que la belleza es admirada, desde tiempos inmemoriales…

    Habrá mujeres que disfrutan con eso y además, son conscientes que eso directa o indirectamente les reporta beneficios extra o simplemente también porque no quieren que se las discrimine por ser una mujer que no se pinta o no va subida a unos tacones o no lleva ropa interior, como hace la mayoría.

    Todos esos casos muy respetables y nada criticables, porque tenemos la suerte de ser mujeres que vivimos en una sociedad en la que ni se nos obliga ni se nos prohíbe usar la ropa que queramos.

    Y luego estamos las que no nos solemos pintar, ni usar tacones, ni ser esclavas de costumbres que nos condicionan nuestra propia esencia de mujer. Las que hemos sido discriminadas por nuestro físico, sí, posiblemente, pero que aún siendo conscientes de nuestras limitaciones profesionales, no nos hemos vendido de esa forma. Nos valoraban por nuestro trabajo, bien, perfecto, pretendían, que fuéramos como las demás, tan «naturales» ellas, pues buscábamos nuestro lugar en otro sitio, tuviéramos que pagarlo de la forma que fuera. La imagen es nuestra responsabilidad, la queremos vender, perfecto, que no, perfecto también y a seguir luchando por hacernos respetar por lo que somos y no por lo que parecemos.

    27 octubre 2016 | 10:27

  5. Dice ser Sara

    Por eso yo hace tiempo que no uso tacones, ni medias compresoras, ni fajas, ni siquiera maquillaje. Y es cierto que no me veo ni tan estilizada, ni tan delgada, ni tan guapa, pero me veo más YO, que al fin y al cabo es lo que soy. Y me encanto, oiga. Buenos días

    27 octubre 2016 | 10:34

  6. Dice ser maria

    Cuánta razón, gracias.

    27 octubre 2016 | 11:01

  7. Dice ser Ángel

    Mira, estoy harto.

    Pase lo del trabajo, a muchas personas les obligan sus jefes a vestir con ropa incómoda (no sólo a mujeres, en todo caso), pero lo demás es de traca.

    Por tus palabras, se diría que te lincharán en la calle como se te ocurra salir sin maquillar, sin tacones o sin sujetador, y obviamente no es el caso. Me harta mucho que las mujeres culpen a una nebulosa «sociedad» que con su extraña habilidad les obliga a vestir de una forma determinada, que de manera misteriosa impide que puedan ir como más les guste.

    Voy a ser claro: cuando una persona sale de casa, a menos que vaya a un sitio en el que se requiera cierta vestimenta porque lo requiere el jefe o el dueño, la decisión de cómo va es 100% de esa persona, y de nadie más. Es así de simple.

    Un consejo: trata de salir como estés más cómoda, sin prestar atención a lo que piense la gente que ni te va ni te viene (y probablemente les importa menos de lo que crees) y no tendrás que esperar a llegar a casa para sentirte bien.

    27 octubre 2016 | 11:37

  8. Dice ser Sarileia

    Muy bueno, me ha encantado. Es la realidad de la mayoría de las mujeres. Ole y ole.
    Qué pena que la sociedad no vea bien que seamos naturales.

    27 octubre 2016 | 13:23

  9. Dice ser idolop

    Dice ser Sarileia

    Estas segura de eso. Hay muchas mujeres que no usan maquillaje y no creo que por eso la sociedad las mire mal.

    27 octubre 2016 | 14:16

  10. Dice ser Lola

    Como dice un comentarista más arriba, no sólo a las mujeres las obligan en las empresas a vestir de determinada manera, pero fuera de eso creo que muchas veces somos las mismas mujeres las que «entramos en competencia» a ver quién luce mejor en tacones, sin tripa y con un kilo de maquillaje.
    Yo hace 6 años que dejé de teñirme, y son precisamente mujeres las que me «afean» mi decisión, que si luzco mayo, como si a una mujer teñida no se le notaran los años igual. Además ¿Quién dice que por dejarte de teñir no vas a seguir vistiendo como siempre o poniéndote un poco de rimmel?

    27 octubre 2016 | 15:36

  11. Dice ser Elsa

    Y yo creyéndome que podría algún día leer una entrada tuya, barbi, sin cuñadismo en los comentarios.
    Dios.

    27 octubre 2016 | 17:04

  12. Dice ser siemprepensé

    Siempre pensé: tu con tu camiseta, tu ducha, tu colonia (guau) y tu vaquero, vas perfecto y te sientes guapo. Yo tengo que hacer una ingeniería antes de salir contigo. Anda ya. «Me gusta la lencería». Pues vete al cajón de tu madre y te la pones toda.

    27 octubre 2016 | 22:18

  13. Dice ser Mente abierta querido

    Querido Ángel
    Soy mujer y me encanta.
    Me he aprendido a querer en mis virtudes y defectos. Me gusta vivir.
    Me gusta triunfar. Me gusta ganar. Me gusta esforzarme.
    Me gusta gastar el dinero ganado. Me gusta disfrutar.
    Me gusta conocer.
    ……pero esta nebulosa sociedad me veta si voy al natural como las manzanas. Me discriminan. Me tildan de lesbiana. Me tildan de friki. Me vetan oportunidades. O no reconocen o no remuneran mis exitos…..como castigo a mi cara limpia.
    esa es la realidad de mas de medio mundo. Muchas lo asumimos casi como natural….no conocemos otra cosa.
    Pelearme con todo el sistema se lleva mi sonrisa.
    Yo no me pinto. Pero porque me he construido una posicion de poder y me he aislado un poco. No quiero rendirme. quiero ser yo….. natural como una manzana.
    Dedica unos minutos a observar a tu alrededor y piensalo. Te daras cuenta enseguida. un saludo.

    28 octubre 2016 | 00:50

  14. Dice ser Realidad

    Otra vez Barbijaputa por aqui? que se pire, no la queremos en 20minutos, este es un medio serio no como eldiario.es

    28 octubre 2016 | 02:31

  15. Dice ser Un ejemplo

    Una amiga salió a pasear a sus perros el otro día. Llevaba una camiseta de tirantes de lo más normal e iba sin sujetador. En un semáforo, un ciclista le suelta «te untaría el escote con mi semen». Ella le respondió enfadada que de qué iba. La respuesta «eres una zorra, si vas así por la calle es que quieres que te digan eso».

    Esto pasó hace unas semanas y me viene a la cabeza, pero podría contar muchísimas historias similares. La gran mayoría de mujeres vivimos «anécdotas» relacionadas con nuestra forma de vestir y las reacciones de la gente. «Cuidado, se te nota el pezón», «oye, no te depilas las cejas?», «gorda», «tía buena», etc etc etc. Ahora, además, cuando denunciamos esta y otras opresiones en internet, hay que aguantar a los machitrolls. Es espeluznante que haya tantos comentarios destructivos en artículos como este. Barbi, no sé cómo lo aguantas, gracias por ser punta de lanza y remover conciencias.

    28 octubre 2016 | 15:51

  16. Dice ser Josep

    Ya estamos con lo mismo de siempre. No hay ninguna ley que obligue a vestir así o asá. Y si las mujeres están obligadas a algo, los hombres también estamos «obligados» a ir con traje y algo tan inútil e incómodo como una corbata, a estar seguros de nosotros mismos y a ser «machos-man», porque si no lo haces eres «marica» o «poco hombre». Hay que hablar con contundencia y ademán de dios todopoderoso que está en posesión de la verdad absoluta, porque si no… «marica»! Hay que tener una buena barba, y abdominales, y voz profunda y resonante, y tener siempre razón y nunca dar el brazo a torcer, o de lo contrario eres «marica»
    Yo también me siento astronauta cuando llego a mi casa y puedo ser yo mismo. Escuchar música que «no es de hombres», bailar y comportarme de forma tontorrona, desnudo y sonriendo… eso si, sin que me vean ni me oigan los vecinos no sea que vayan diciendo por ahí que soy «marica».

    31 octubre 2016 | 09:10

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