El sexto sentido de las mujeres para los desastres

 

Por Cristina Niell

Cuenta Svetlana Aleksiévich en su libro “Los muchachos del zinc” que las madres de combatientes rusos presentían la muerte de sus hijos. ¿Será cierto que hay un sexto sentido? ¿Qué las mujeres lo poseemos? ¿Y que es lo que siempre se han llamado intuición femenina? Hay una cantidad ingente de literatura pseudocientífica en la red a favor y en contra de ello.

Leía un trabajo de campo realizado por responsables de la promoción de la salud de Oxfam en Etiopía. Preguntaban a personas que viven la aridez y la dureza de un territorio que cíclicamente se ve inmerso en graves sequías, cuándo son conscientes de que la escasez de lluvias va a desembocar en una situación de crisis. Pues bien, las respuestas de hombres y mujeres, fueron sensiblemente distintas. ¿A ver si va a ser verdad lo de la intuición? Ellas eran conscientes del problema antes que ellos. Para ellos, la respuesta fue ‘cuando los animales mueren‘; sin embargo, para ellas la alerta era más temprana, “cuando los animales dejan de dar leche”.

habodo

Muchas personas como Habodo viven en pequeños asentamientos tras haberse visto obligadas a abandonar sus hogares. Imagen: Oxfam.

Creo que simplemente las mujeres etíopes constataron una realidad vinculada a su rol en la familia y en la sociedad. Responsables de la alimentación de la familia, fueron conscientes del peligro cuando no había leche para la familia. Así que más que un sexto sentido adivinatorio, vieron señales distintas de un mismo problema. Busco más información sobre la realidad de Etiopía. Nuevamente, este país ha atravesado una grave sequía provocada el fenómeno de El Niño. 10 millones de personas precisan ayuda, mientras de cerca de 8 millones más están siendo ya atendidas por el Gobierno etíope. Oxfam, la organización para la que trabajo, colabora con la población de la región Somalí y de los distritos de Afar y Oromía. Ayuda a 282.000 personas a las que ha facilitado agua apta para el consumo, sistemas de saneamiento o dinero a cambio de trabajos para la comunidad como la rehabilitación de pozos y canalizaciones de agua.

He escogido dos personas de Siti, en la Región Somali para constatar la diferencia entre cómo vive un hombre y una mujer una situación de crisis. Ella es Habodo, con 35 años, carga ya con siete hijos e hijas. Abiertamente habla de miedo ante la situación, de cómo se siente, de su debilidad:Nos sentimos paralizados y sin poder. Cuando tenemos hambre no podemos movernos. No podemos ir a por agua. Solo sobrevivimos.’ Habla también de sus hijos e hijas: ‘cantan a Dios para poner fin a la sequía‘. Pero Habodo no deja de recordar su situación, ‘tenía 30 animales grandes y 30 pequeños. Sólo me queda una vaca. Compartimos nuestra comida con la vaca’.

Él es Abdi Gire Wais, más de 40. Sin información sobre su prole; ni sobre sus sentimientos y miedos. Se queja: ‘¿De qué sirve la tierra, sin agua?‘ Tenía 15 vacas y 100 ovejas y cabras. Ahora solo 2 vacas y 20 cabras. Toda la información relativa a su familia y sus sentimientos no existe. ¿Fue porque no habló de ello o porque sencillamente no le preguntaron?

Mi conclusión, personal (e intransferible), después de mi pequeña inmersión en Etiopía a través de textos de otros: la percepción de la realidad depende de tu rol social y, cuando respondes preguntas, también del rol de quien te las hace.

En Etiopía parece que las cosas están cambiando, que Dios ha escuchado a los hijos e hijas de Habodo. La lluvia ha llegado a la región de Siti tras meses, es tan fuerte y torrencial que desde Oxfam tememos por los cultivos que se acababan de plantar.

Cristina Niell trabaja en Oxfam Intermón. Tiene una vida sin emoción y disfruta oyendo, leyendo y escribiendo historias de otros.

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