Ana Magdalena Bach o el talento de las mujeres

Por Silvia Martínez Valero Silvia Martínez Valero

Desde que nuestros caminos se cruzaron en una clase de música hace años, Ana Magdalena Bach ha estado en bastantes ocasiones en mi mente; muchas más desde que descubrí lo que voy a contaros. Ana Magdalena fue una soprano alemana, segunda esposa de Johann Sebastian Bach, con quien tuvo doce hijos y a cuyo lado se mantuvo hasta su muerte. Admiro la música clásica, pero lo cierto es que pienso que los grandes compositores debieron de ser unos pésimos compañeros de vida y de hogar y, por ello, Ana siempre me pareció algo así como una santa. Cual fue mi sorpresa cuando me enteré de que un estudio demostraba que algunas de las obras de este famosísimo compositor fueron escritas por ella –que siempre había poseído talento musical–. Quizá sea ya un poco tarde, pero creo que se merece que esto se sepa.

Juan Sebastián y Ana Magdalena Bach. Imágenes de archivo

Juan Sebastián y Ana Magdalena Bach. Imágenes de archivo

Al principio se pensaba que había compuesto el aria de Variaciones Goldberg y el primer preludio de El clavicordio bien temperado: Libro I, pero posteriormente se ha descubierto que el asunto va más allá. No solo estas obras eran creaciones suyas, sino que algunas de las más famosas de Johann podrían serlo también, sobre todo las que se encuentran compuestas en el período final de la vida del compositor. Las pruebas radican en su mayor parte en estudios caligráficos realizados por la Universidad Charles Darwin de Australia y que demuestran que tanto por el estilo caligráfico de las notas como por la falta de la “tranquilidad” que produce el estar simplemente copiándolas, lo más lógico es pensar que fuera ella su más legítima autora. Pensad por un momento en todo lo que esto implica; ¿no os sentís sobrecogidos? Ana Magdalena habría tenido no solo que cuidar de su marido y su enorme prole, sino también que encontrar en aquellos tiempos lugar para su pasión: la música, la única amiga que le estuvo de verdad agradecida en vida.

En este momento puedo imaginarla cansada pero firme y fuerte, ayudando a su marido con sus tareas y sus obras y componiendo por las noches las suyas propias, sin que le desanimara el hecho de no obtener reconocimiento. Supongo que esa es una de las cosas que más me gustan de Ana Magdalena: que no se quedó revolviéndose en el rencor –son múltiples las pruebas de que amaba de verdad a su marido– ni se negó a compartir su don con el mundo.

Apuesto a que jamás habría imaginado que tantos años después de su muerte alguien estaría hablando de ella. Seguramente tampoco pensó que fuera a ser reconocido su esfuerzo. Sin embargo, quien lea esto no podrá evitar –para bien o para mal, para criticar o compartir lo que os cuento–pensar unos segundos en Ana.

Tal vez así, segundo a segundo, reciba parte del mérito que le habría correspondido en vida.

Silvia Martínez Valero es una joven estudiante y constructora de historias.

6 comentarios

  1. Dice ser El_Soberano

    No me sorprende ni me sobrecoge: era lo normal. Otros tiempos y otras reglas.

    Las pocas mujeres famosas que ha habido siempre lo han sido porque habia un hombre poderoso y desinteresado detrás. Casos como el de Marie Curie hay bien pocos.

    Otro ejemplo: a Einstein le corregía las demostraciones su mujer porque el genio era un cero en matemáticas.

    Por poner una fuente: http://www.quo.es/ser-humano/la-otra-cara-de-los-cientificos/einstein-y-sus-mujeres

    ¿Veis? En esto si debemos ponernos de acuerdo. Si alguna mujer publicó a nombre de su marido para que se la tomaran en serio., debería investigarse y reconocerse su obra. Eso SI es igualdad, y no muchos de vuestros artículos.

    08 febrero 2016 | 08:27

  2. Dice ser Antuan

    Las mujeres… Por ser la mujer de… hacen suyo el talento de su marido… O se escudan en los no me consta o yo no sabia nada cuando las pillan con las mano larga…

    08 febrero 2016 | 09:26

  3. Dice ser jokem

    La probabilidad existe aunque son conjeturas nada mas. El talento de las mujeres ha sido y es equiparable al de los hombres. En el transcurso de la historia de la música ha habido muchas mujeres compositoras, pero inmersas en una sociedad machista en la que sus dones musicales estaban silenciados. Sus papeles en la sociedad eran el de servir a sus maridos, procrear cuanto mas mejor, pues existía una alta mortandad y criar a los hijos que podían llegar a la madurez. y estaba muy mal visto que compusieran música, pero no interpretarla.
    Así que no sería de extrañar que Ana Magdalena, compusiera piezas,siendo cantante y habiendo engendrado hijos que a su vez han sido también interpretes y compositores.

    08 febrero 2016 | 09:37

  4. Dice ser Lico

    Me parece estupendo que se reconozca el talento de esta mujer. Lo que no me parece bien es el comentario gratuito de que los maridos eran de lo peor y no se podía convivir con ellos. Es que tienes alguna información sobre el tema o es un me lo saco de la manga que nadie me lo va a negar ( que se atrevan) vaya tela. No se tienen 12 hijos con alguien con el que te llevas fatal o no puedes convivir. Igual era un padrazo y un excelente marido, pero tú aquí zas calentito te lo llevas gratuitamente.

    Esto para el soberano. No se si la mujer de Einstein le corregía las demostraciones. Me parece bien pero que Einstein era un cero a la izquierda en matemáticas revisalo bien. Se sabe que tenia la puntuación máxima en matemáticas lo que pasa es que en Alemania el sistema de puntuación iba al revés del resto de Europa y de ahí la confusión. Era puntuación del 1 al 6. Donde sacar un 1 era el equivalente a sacar un 10 en nuestro sistema y sacar un 6 era equivalente a un 0.
    Es un error que se corrigió hace tiempo pero que parece ser que sigue coleando.

    08 febrero 2016 | 13:11

  5. Dice ser Roberto Alonso

    Gracias Silvia, por estar siempre pendiente de mujeres olvidadas y que gente como tú nos las recuerdan. Hay innumerables casos que deberían salir a la luz y que esta sociedad en que vivimos lo impide.

    08 febrero 2016 | 14:11

  6. Dice ser Javier Alvarez

    me permito añadir que se sabe que no solo es autora, sino que ayudaba a su marido en la composición y transcripción de sus propias obras, además de corregir partes vocales de las mismas, dado su conocimiento de las posibilidades de la voz humana, aspecto este que el gran Bach, a veces , pasaba por alto…

    08 febrero 2016 | 14:40

Los comentarios están cerrados.