Archivo de enero, 2016

La desigualdad dentro de la desigualdad

Por Laura Martínez Valero Laura Martínez Valero

No es ciencia ficción. Los informes lo venían augurando desde años atrás. Et voilà! Lo hemos conseguido incluso antes del tiempo previsto. El 1% de la población acumula ya tanta riqueza como el 99% restante. Con un sistema fiscal mundial diseñado para favorecer a una minoría privilegiada, con unas normas hechas por y para las élites y un entramado de paraísos fiscales, lo raro hubiera sido lo contrario.

Barriada de chabolas en Manila. (c) Dewald Brand

Barriada de chabolas en Manila. (c) Dewald Brand

En este mundo cada vez más desigual, la mujer es la mayor perjudicada. Probablemente ya conozcan este dato porque ha tenido mucha difusión esta semana: 62 personas acumulan tanta riqueza como 3.600 millones de personas, la mitad más pobre del planeta. Pero, ¿sabían que de esas 62 personas solo 9 son mujeres? ¿Y que de las 500 personas más ricas del mundo, 445 son hombres?

Y es que ni siquiera la desigualdad se reparte entre ambos sexos por igual. En el mundo, la mayoría de los trabajadores mal remunerados del mundo son mujeres, que se concentran en los empleos más precarios. Además son ellas las que realizan la mayor parte del trabajo no remunerado, como el cuidado de los hijos e hijas, del hogar o de las personas mayores, lo que limita que lleguen a puestos directivos (el famoso techo de cristal).

Si miramos al otro de la brecha de desigualdad, hacia el lado menos privilegiado, las más perjudicadas vuelven a ser ellas. Como siempre, las desigualdades van de la mano y los países con mayor desigualdad concentran mayores diferencias entre hombres y mujeres en cuanto a acceso al mercado laboral, educación, participación, sanidad… Y son también los que presentan una mayor brecha salarial entre hombres y mujeres, es decir, una mayor diferencia de salario por el mismo trabajo realizado.

Es evidente que incluso dentro de la desigualdad existe la desigualdad y estés en el lado que estés si eres mujer tienes más papeletas para que toque menos en el reparto. Desde luego, no pretendo defender que si 62 mujeres acumularan tanta riqueza como la mitad del planeta o fueran 500 mujeres las personas más ricas del mundo la situación fuera necesariamente mejor. Pero estamos ante una evidencia que no se puede negar: la mujer se encuentra en una situación de especial desventaja.

Como decía la periodista Belén Carreño en un estupendo artículo que recomiendo:

“Dentro de las bolsas de pobreza y desigualdad que persisten en el mundo, las mujeres conforman un colectivo de ‘ultrapobres’ dentro de los pobres; de discriminadas dentro de los apartados, de olvidadas dentro de los que ya no importan”.

Es necesario cerrar la brecha de la desigualdad, acabar con la era de los paraísos fiscales y que la riqueza se distribuya entre más personas. Y es necesario que al mismo tiempo desaparezca esa desigualdad de género que persiste en todos los ámbitos de nuestras vidas. Solo así lograremos un mundo justo para todas las personas.

Todos los datos forman parte del informe ‘Una economía al servicio del 1%’ de Oxfam Intermón. Les invito a entrar, descargar el informe y firmar la petición contra el escaqueo fiscal de las grandes empresas.

Laura Martínez Valero trabaja en el equipo de comunicación de Oxfam Intermón y participa en el proyecto Avanzadoras. Cree firmemente en el Periodismo Comprometido.

Alemania: Colonia y mucho más

Por Rosa Moro Rosa Moro

Como probablemente ya todas y todos sabrán, la pasada Nochevieja en diversas ciudades de Alemania grupos de hombres alcoholizados cometieron agresiones sexuales a mujeres de forma masiva. Se produjeron principalmente en Colonia, donde más de 500 mujeres denunciaron. Pero también en Hamburgo, con más de 130 denuncias, y Berlín, Stuttgart, Düsseldorf y Fráncfort con menos denuncias. A pesar de que algo tan escandaloso no salió en los medios de comunicación -ni la policía consideró necesario mencionarlo en sus informes- hasta tres días más tarde, al final se organizó el escándalo que la situación merece.

Manifestación en Colonia contra el sexismo y el racismo tras las agresiones sexuales múltiples ocurridas en Nochevieja. Imagen: EFE.

Manifestación en Colonia contra el sexismo y el racismo tras las agresiones sexuales múltiples ocurridas en Nochevieja. Imagen: EFE.

Como pasa con todos los ‘incidentes’ relacionados con el machismo y heteropatriarcado, la atención se desvía rápidamente de los agresores a las víctimas, y de ellas, a los más débiles que pasen por ahí.
Si algunas personas feministas nos empeñamos en señalar la principal base de este problema, que es el machismo y el heteropatriarcado, inmediatamente salen hordas de ‘comentaristas’ que se arrogan el derecho a mandar callar a las mujeres, para hablar ellos de los derechos de las mujeres, o de cualquier otra cosa. Pesimista, dudo que podamos cambiar esto en un tiempo cercano. ¿A nadie se le ha ocurrido, ni siquiera ante estos acontecimientos extremos, indagar un poco en la situación de la mujer en Alemania?

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Por qué los niños tienen pito y otras preguntas estratégicas

Myriam Dufourcq

Por Myriam Dufourcq

Mamá, ¿Por qué los niños nacen con un pito y las niñas con una vulva…?  ¿Y por qué no nacemos todos con un pito o todos con una vulva?

Con 6 años, mi hijo mayor empieza a interesarse de forma un poco más filosófica sobre las diferencias biológicas entre hombres y mujeres. Con esa edad ya se está forjando su identidad de género.

Profesores colaborando en un encuentro de educación transformadora en Andalucía. Imagen: Oxfam Intermón.

Profesores colaborando en un encuentro de educación transformadora en Andalucía. Imagen: Oxfam Intermón.

La construcción de la identidad de género empieza en los primeros años de vida de las personas y viene marcada por su realidad social, cultural e histórica.  Los niños y las niñas nacen en un grupo social que determina qué conductas, habilidades y valores deben tener y ejercer dependiendo de su sexo.  Su entorno determina también las oportunidades y limitaciones que tendrán en función de su género para desarrollarse plenamente,  su acceso y control de los recursos y su capacidad para tomar decisiones,  tanto individuales como colectivas. Cuando la construcción de la identidad se enfoca desde el poder y la subordinación de un género frente a otro, se están fomentando las desigualdades.

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Romnja feministas

Por Patricia Caro Maya Patricia Caro Maya

Mi corazón se desborda  de indignación cuando descubro que las Romnja (mujeres gitanas en lengua romaní) morimos en España 27 años antes que las payas, igual que las mujeres africanas más pobres. Sólo por ser Romnja.

De rabia se llena mi alma cuando descubro este año y por primera vez en la conciencia colectiva, que las Romnja también somos asesinadas a causa de la ceguera de poder en nuestras parejas (que son tanto payas como romaníes) cuando no respondemos a lo que se espera de nosotras. Sólo por ser Romnja.

Romnja feministas en el Parlamento Europeo. Imagen: Patricia Caro

Romnja feministas en el Parlamento Europeo. Imagen: Patricia Caro

Harta del inmovilismo de las  instituciones que sólo demuestran su ignorancia ante la búsqueda de soluciones eficaces a este cáncer violento que enfrentamos todas las mujeres y niñas que muchas veces, aunque parte de buenas intenciones, llega a resultados que lo amplifican y justifican.

Me levanté. Me puse frente al espejo. A los ojos miré directamente esta indignación, rabia y hartazgo. Fijé la mirada con todas mis fuerzas y calmé mi dolor  nutriendo mi vida con amor incondicional. Esfuerzo. Con mucho esfuerzo conseguí transformarlo en Resistencia y Acción.

Decidí reunir en el Parlamento Europeo a Romnja feministas provenientes de diferentes países europeos para, desde la más alta instancia política europea, dejar bien claro que la violencia que sufrimos es por un lado, un asunto que debe ser incluido en la agenda política de manera que podamos decidir nuestros propios caminos de liberación. Y que por otro lado, no es sólo una la fuente de violencia  que enfrentamos, ni proviene sólo de nuestras parejas heterosexuales romaníes. Más bien, enfrentamos múltiples formas de violencia provenientes desde distintas fuentes tanto fuera como dentro de las comunidades y que además se retroalimentan entre sí convirtiendo al laberinto invisible, en espiral de espinas infinitas.

Hubo quienes denunciaron públicamente cómo después de cumplir las recomendaciones civilizadoras sobre lo importante que es nuestra participación en  partidos políticos, encontraban que eran castigadas por los mismos de manera perversa cuando apoyaban el empoderamiento comunitario de otras Romnja con menos privilegios, y otras denunciaron cómo la base que justifica la violencia que enfrentamos en situaciones de Trata es ineludiblemente causada por  la desidia política y las legislación en primera instancia.

Nos sentamos y recuperamos del inconsciente a nuestras antecesoras. Todas. Las que lideraron la mayor revuelta en los campos de concentración de Auschwitz, las que fueron esterilizadas sin su consentimiento en Suecia o República Checa,  las que protestaron desnudas cuando las separaron de sus familias en la Gran Redada Española y las que anduvieron caminos eternos para aportar a la economía familiar vendiendo romero y ajuares. Pusimos sobre la mesa lo mejor de nuestros conocimientos académicos y culturales, reflexionamos sobre nuestra propia posición de privilegio y desde la solidaridad, comprendimos las infinitas luchas antipatriarcales que otras hermanas, como por ejemplo las indígenas, enfrentan día a día igual que lo hacemos nosotras.

Después de las contracciones, fue cuando parimos. Trajimos a este mundo la primera declaración que se ha hecho en la Historia  sobre todas las formas de violencia contra las mujeres y niñas Romnja. Denunciamos las causas de los matrimonios tempranos, las barreras para acceder a una casa de acogida, el fracaso y abandono escolar como forma de violencia, el tratamiento de nuestras académicas como literatura de segunda y la manipulación paternalista de las instituciones que hacen por nosotras pero sin contar con nosotras.

Denunciamos que en la sociedad del conocimiento del s. XXI, dentro de la estructura supranacional que se considera autora de la democracia mundial, millones de Romnja NO SOMOS CONSIDERADAS HUMANAS, y eso, aunque la mitología diga que no nos integramos, afecta inexorablemente a las relaciones de poder entre los géneros dentro de nuestras comunidades.

Por los pasillos del Parlamento resonaron los pasos unísonos de estas Romnja feministas cual tambor ancestral que retumba en los estómagos. Queremos hacer sentir que es nuestro derecho  explicar con nuestra propia voz la realidad que vivimos.

Lo siento mucho patriarcas antigitanos, pero miradnos y oídnos bien.

Somos gitanas y no nos vamos a callar.

No vamos a someternos.

Estas Romnja Indias Feministas, con el alma llena de fortaleza, los pies sembrados en flores, nuestra piel bañada en coral y la mente poblada de alas, andamos juntas sin miedo por todos los caminos y ríos. Buscamos nuestro derecho a ser Humanas, nuestra Salud y nuestra Libertad. Cruzamos montes y riberas sin fronteras. Siempre, siempre, siempre, aunque nos cambien los tiempos,  cantaremos con voz dulce, grave y universal aquel mantra que nos define desde hace siglos:

Opre Romnja! (¡Arriba las Gitanas!).

Patricia Caro Maya es activista por los derechos de las mujeres, especializada en mujeres romaníes (Romnja). ‘Mover los cimientos del Patriarcado antigitano es mover los cimientos del Patriarcado sin fronteras en la búsqueda constante de nuestro Derecho a vivir como Humanas’.

El ingrediente que falta en las recetas del G20

Por María SolanMaría Solanasas 

Desde que tuvo lugar en Washington la primera Cumbre, en noviembre de 2008, para abordar la más grave crisis económica de las últimas décadas, durante varios años el G20 prestó escasa o nula atención a la igualdad de género como un elemento de la ecuación para superar la crisis. Y eso a pesar de que, como vienen señalando numerosas organizaciones internacionales e informes, la desigualdad de género constituye un freno al crecimiento económico global.

Foto de grupo del G20 en Turquía (2015).

Foto de grupo del G20 en Turquía (2015).

Casi cuatro años después, en junio de 2012, la Cumbre celebrada en Los Cabos (México) incluyó en su declaración final, por primera vez, la referencia al papel de las mujeres en la recuperación, subrayando la importancia de la plena participación económica y social de las mujeres, así como la necesidad de ampliar sus oportunidades económicas, destacando 2 compromisos (de un total de 180): la eliminación de las barreras que existen, y el avance de la igualdad de género en todas las áreas, incluidos los salarios. Cumbres posteriores como la de San Petesburgo (Rusia) en 2013, Brisbane (Australia) en 2014, o Antayla (Turquía) en 2015 han reiterado este compromiso con el empoderamiento económico de las mujeres como elemento esencial para la recuperación económica global.

Siendo un tema clave, ha sido necesario sin embargo un mecanismo informal para recordar al G20 su importancia económica: en septiembre de 2015 se constituía el W20 (Women 20), un nuevo “grupo de interacción” del G20 (como se conoce a los seis grupos que existen actualmente y que trasladan recomendaciones políticas al G20: el Business 20  (B20) –de la comunidad empresarial-; Civil Society 20 (C20) –de la sociedad civil-; L20 -de las organizaciones sindicales-; Y20 – de la Juventud-; y T20 –de los think tanks-). Impulsado por Turquía, y con el apoyo de ONU Mujeres, el W20 pretende promover el empoderamiento económico de las mujeres y su papel en la toma de decisiones económicas y financieras, así como hacer seguimiento de los compromisos del G20 en materia de igualdad de género. El W20 aspira a ser un instrumento que mantenga vivos esos compromisos, en particular el relativo a la reducción de la brecha de participación en la población activa hasta un 25% en 2025 (hoy, frente a dos tercios de hombres en la población activa, hay sólo un 50% de mujeres). Las organizaciones internacionales estiman que esta meta, por sí misma, impulsaría la incorporación de más de 100 millones de mujeres a la fuerza de trabajo mundial.

Como señala ONU Mujeres, “el W20 tiene el potencial de influir en la gobernanza económica, y promover un crecimiento económico inclusivo de un modo más intenso del que ha sido posible hasta ahora en el G20”. Un potencial que será necesario alentar.

El W20 apenas ha echado a andar, celebrando su primera cumbre el pasado mes de octubre. Pero su mandato es claro: contribuir a alcanzar los compromisos del G20 sobre “la plena participación económica y social de las mujeres” (Los Cabos 2012); “la educación e inclusión financiera de las mujeres” (San Petesburgo 2013); y la “reducción de la brecha en la participación de las mujeres en la fuerza de trabajo” (Brisbane 2014, y también Antayla en noviembre de 2015).

El G20 está formado por 19 países (incluido España, con el estatus de miembro invitado permanente) más la Unión Europea, que representan el 85% del PIB global, el 80% del comercio mundial, y a dos tercios de la población del planeta. Sus decisiones y recetas son esenciales para lograr la recuperación económica global y un crecimiento sostenible, robusto e inclusivo. Para ello, conviene que no olviden incluir en sus recetas la igualdad de género. Es un ingrediente imprescindible. Y el W20 se ocupará de recordarlo.

María Solanas es Coordinadora de Proyectos en el Real Instituto Elcano. Privilegiada en los afectos, feliz madre de una hija feliz.