Igualdad en la agenda

Por Flor de Torres Flor de Torres julio 2015

Pongamos igualdad en las agendas, en las relaciones, en la educación, en las denuncias, en la vida. Necesitamos hacerlo porque entender y aplicar la igualdad día a día es una de las mayores fuerzas que gana la batalla contra la violencia de género. Hagámosla valor absoluto. Que nos sirva de guía para garantizar la libertad,  la no discriminación,  la dignidad de la mujer.

Quien compromete la igualdad discrimina todos los demás derechos, ya que es el barómetro donde se conectan todos. En el fondo, todos los derechos humanos se asientan en la igualdad, porque se ejercen a través de ella. Transitan y tienen carta de naturaleza por ella. Por el combativo derecho de la igualdad.

Donde existe una mujer que goza de igualdad podemos hablar sin duda de libertad y de dignidad personal. En ese espacio no existe discriminación ni se atenta contra su integridad física ni moral. No hay maltratadores ni víctimas de la violencia de género. En el espacio de la igualdad viven la libertad y la dignidad de las personas.

Y hoy es la igualdad la que determina el criterio de lo justo y no discriminatorio por razón sexo. Cualquier Estado, cualquier acto, cualquier ley, cualquier persona, dignifican sus acciones cuando con todas ellas contribuyen a la igualdad de la mujer. Por eso siempre estaremos en el camino de la justicia cuando logremos hacer real y efectiva la igualdad.  Porque así transitaremos por todas las formas de justicia, y más concretamente por la Justicia social. No hay estado del bienestar mientras existan desigualdades flagrantes, mientras una sola mujer tenga secuestrada su libertad.

Y  frente a este planteamiento  existe el contrario: negar la igualdad es negar la existencia de la mujer como persona única, como exclusiva titular de derechos.  La negación es la antesala de la violencia de género. A través de esa desigualdad se marca el cuerpo y el alma de la mujer. Son marcas que tienden a  abolir el derecho de la mujer como ser humano, encaminadas a cosificar su cuerpo  adecuándolo a una posesión y pertenencia que se ha trabajado psíquicamente con anterioridad.  Porque ese cuerpo golpeado de la mujer guarda la memoria de todos los atentados a su integridad moral.

La violencia  de género está siempre instrumentalizada. Sirve como canal de dominio, control y poder. Control para un fin: la destrucción del cuerpo y del alma de la mujer. Explicar el contenido de la violencia a la mujer solo como instrumento de control físico es perderse una gran parte de su esencia real. El maltratador destruye el cuerpo y el alma de la víctima. Aniquila derechos: los que no sabe gestionar sin el uso y el abuso de la violencia y la fuerza, los que se construyen y solidifican sólo cuando existe igualdad entre las personas.

Por tanto la  violencia de género se enmarca  en el sometimiento pero también en la destrucción de lo más íntimo que tiene una persona: su propio ser. Inicialmente en su ser psíquico y cuando el sometimiento no es suficiente, en el ser físico.

Destruida la libertad  se establece un coto al alma donde nadie puede entrar, ni siquiera su titular. Tan solo el que gestiona la violencia de género para que responda a sus intereses concretos de propiedad y posesión. De negación de la  libertad como vía de los demás derechos.

El año 2014 fueron asesinadas en sus libertades 58 mujeres por crímenes de género.  Desde el 2004 son más de 850 mujeres que sufrieron ese asesinato de derechos. Y con ellos se fueron arrebatadas sus vidas. Esta es la otra violencia de género. La que no se ve: la que  previamente les marcó el alma tras  robar su igualdad a base de violencia e intimidación.

Por ello, que la igualdad esté en todas las agendas es necesario e imprescindible. El único camino y antídoto que conozco contra la violencia hacia la mujer. Y desde luego una vía segura, incuestionable y firme de conseguir que se respeten todos los derechos.

Pongámosla en la agenda

Flor de Torres Porras es Fiscal Delegada de la Comunidad Autónoma de Andalucía de Violencia a la mujer y contra la Discriminación sexual. Fiscal Decana de Málaga.

1 comentario

  1. Dice ser jabato

    Muy bueno el articulo…
    echo de menos una sola referencia a la LEY DEL DIVORCIO Y LA CUSTODIA COMPARTIDA!!
    Igualdad para todos.

    07 octubre 2015 | 14:37

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