¿Afectan igual los impuestos a las mujeres?

Por Corina Mora Corina Mora

Desde niña siempre me costó entender cómo se hacía el dinero, de dónde salía, por qué algunas cosas había que pagarlas, en el mercado por ejemplo, y otras eran gratis, como la escuela o ir al médico. Mi madre me dijo mil veces  aquello de ‘tú te crees que el dinero crece en los árboles’, pero también que las cosas no son gratis, que todas las personas pagan impuestos para cubrir las necesidades básicas de toda la población. Las calles, las escuelas, los hospitales, etc. no nos los regalan, los pagamos entre todos. Pagamos impuestos y es precisamente el sistema fiscal la herramienta más poderosa que tiene en sus manos el gobierno de un país para garantizar la redistribución de la riqueza y luchar contra la pobreza y la desigualdad. ¿Será entonces también la fiscalidad una forma de lograr la equidad entre hombres y mujeres?

En Sao Paulo (Brasil) una cooperativa de mujeres emprendedoras está ofreciendo un futuro a quienes en el pasado han sido víctimas de abuso y ahora se enfrentan a la vida como empresarias luchadoras. Imagen: Inspiraction.

En Sao Paulo (Brasil) una cooperativa de mujeres emprendedoras está ofreciendo un futuro a quienes en el pasado han sido víctimas de abuso y ahora se enfrentan a la vida como empresarias luchadoras. Imagen: Inspiraction.

La respuesta es sí. La política fiscal suele verse como un asunto técnico y árido que no nos concierne, cuando la realidad es que nuestra vida cotidiana está marcada por la fiscalidad que nos imponen, por los impuestos directos por nuestros ingresos y por los impuestos indirectos que gravan nuestro consumo. Y es evidente que hombres y mujeres no tenemos los mismos ingresos por nuestro trabajo -sigue existiendo una gran brecha salarial en todos los países- , y no consumimos las mismas cosas.

Y otra realidad innegable es que mujeres de todo el mundo trabajan incansablemente para que sus familias salgan adelante, pero ese esfuerzo no aparece en ningún balance. El trabajo no remunerado que realizan las mujeres no sólo abarca los cuidados infantiles o las labores domésticas, son muchas las mujeres que trabajan en el campo, en la agricultura de subsistencia, o en negocios familiares donde su tarea no es reconocida a nivel fiscal. Aunque estos trabajos no se pagan, y no cotizan, es precisamente este trabajo el que permite que la sociedad y el mercado funcionen.

Con apoyo de Strong Woman Alone (SWA) grupos de mujeres en India mejoran sus capacidades y gestionan sus pequeños negocios de forma autónoma. Imagen: Inspiraction.

Con apoyo de Strong Woman Alone (SWA) grupos de mujeres en India mejoran sus capacidades y gestionan sus pequeños negocios de forma autónoma. Imagen: Inspiraction.

En el informe Impuestos a hombres y mujeres: por qué el enfoque de género es crucial para un régimen fiscal justo  se pone de manifiesto cómo en todo el mundo la desigualdad fiscal de género es una realidad. Existe un desequilibrio entre la contribución que hacen las mujeres a la sociedad con su trabajo remunerado y no remunerado y el hecho de que la igualdad de género no es una inquietud inmediata  para quienes hacen la política fiscal.

Tampoco olvidemos que son muchos los países donde las mujeres no acceden a la propiedad directamente, o no cuentan como dueñas de los activos, por ejemplo en Marruecos la mujer es automáticamente ‘dependiente’ de su marido, o en Argentina, los bienes conjuntos son directamente contabilizados como activos del hombre. Son muchos los ejemplos de los distintos países donde vemos que se discrimina a las mujeres en lo relacionado con su acceso a los ingresos, activos y bienes inmuebles y al control que tienen sobre ellos.

Figaro Alourdes ha puesto en marcha un comedor en Puerto Príncipe- Haití- para salir adelante tras el terremoto de 2010. Imagen: Inspiraction

Figaro Alourdes ha puesto en marcha un comedor en Puerto Príncipe- Haití- para salir adelante tras el terremoto de 2010. Imagen: Inspiraction

En esta Semana de Acción Global por la #JusticiaFiscal no podemos olvidar el papel determinante de los impuestos para restablecer el equilibrio entre las desigualdades de género. Es  necesario analizar el gasto público y el sistema fiscal teniendo en cuenta el papel de las mujeres en la economía y en la sociedad, y cambiar las normas y las estructuras de poder que discriminan a la mujer.

Corina Mora Torrero es periodista y trabaja en Comunicación e Incidencia en InspirAction.

3 comentarios

  1. Dice ser susi

    En cuanto al tema de los impuestos, efectivamente, una de vuestras compañeras ya puso un post. Y efectivamente, los impuestos están pensados para la típica familia de padre proveedor/madre en casa con los críos.
    Por ejemplo, desgrava más tener un cónyuge al que mantener (que contribuirá con su trabajo a la familia y cuidará de los críos) que tener un hijo minusválido que tendrá muchos más gastos que un ama de casa y encima habrá que cuidarle.
    Respecto a lo del trabajo no remunerado, digo lo de siempre: no dejarse liar en trampas sentimentales (el rollo de la buena madre, de la buena hija y todas esas historias). Siempre digo que la maternidad es el lugar más peligroso donde las mujeres podemos estar, ya que tal y como está planteada en la mayor parte del mundo es una trampa. Sólo en los países escandinavos y poco más se apoya y respeta la maternidad como es debido. Las mujeres no son las criadas y las niñeras de la sociedad, se apoya que los hombres se hagan corresponsables teniendo bajas más similares y todas estas cositas que aquí ni las olemos. Y aún lees que ha aumentado la natalidad¡¡¡¡ Sinceramente, parece que a algunas les gusta buscarse problemas

    23 junio 2015 | 08:57

  2. Dice ser El_Soberano

    Aquí os estáis metiendo en una charca de la que no podéis salir. Es cierto que en la mayor parte de países del mundo la mujer carece

    Pero se «olvida» mencionar la cantidad de beneficios que tienen los «impuestos» para las mujeres en este país, empezando por el «derecho» a la custodia, que ya produce un desequilibrio económico salvaje entre hombres y mujeres con las famosas pensiones, que son susceptibles a una cantidad increíble de abusos.

    Yo empezaría obligando a que todo dinero pagado para gastos de los niños pasara por una cuenta de titularidad materna, auditada por el padre. En esta cuenta, no deberían poder hacerse retiradas de efectivo, y solo pagarse con tarjeta.

    Judicialmente, cualquier gasto cuya factura no se presente al banco o se pague con esta cuenta, no existe.

    Así nos evitaríamos bastantes mamoneos con los gastos de separaciones.

    23 junio 2015 | 08:57

  3. Dice ser victor_elche

    cada vez que publicais algun post asi me siento a echarme unas risas..hay que ver la de tonterias que decis y la doble moral que teneis ciertas hembristas (ya podeis censurarmelo s iquereis,como sospecho)

    23 junio 2015 | 14:24

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