¿Tiritas para niñas?

Por Cecilia Ramos Coronil Cecilia Ramos Delfo

Voy a la farmacia a por tiritas para mi hija porque se ha hecho una rozadura y, aunque me suena raro, caigo en la trampa de la pregunta:  ‘¿Es niña o niño?’ Cuando me quiero dar cuenta estoy saliendo con una bonita caja de tiritas de inconfundibles diseños rosas de princesitas…

¿Tiritas para niñas? ¿Tiritas para niños? Collage de TrasTando.

¿Tiritas para niñas? ¿Tiritas para niños? Collage de TrasTando.

En ese momento, me acuerdo de tantas charlas mantenidas con madres y padres en las que con férrea convicción oía aquello: ‘pues aquí tiene que haber algo en los genes porque yo les educo igual y mi hija solo quiere vestidos rosas y muñecas y mi hijo jugar con coches y balones…’ Como un guion que se repite está generalizada la creencia  de que venimos a este mundo preprogramados para ser niñas y niños; mejor dicho, para hacer el papel de niñas y niños  que la sociedad como un ente abstracto nos dicta. Es más cómodo y fácil pensar de este modo. Pensar en un mundo de rosas y azules; de princesas y caballeros; de sensibilidad y fuerza bruta, porque el ser humano por naturaleza ‘se torna cómodo’ y tener una realidad parcelada simplifica la vida.


Y he aquí una cuestión importante, porque esa ficticia comodidad, se rompe cuando tienes la oportunidad de reflexionar con grupos de padres y madres, haciéndoles participe de una realidad que, hasta el momento, no han percibido, y que les posiciona en un mundo diferente que pueden cambiar. Es el momento de la observación, de la introspección, de las preguntas, los planteamientos y las respuestas… ¿Canto las mismas canciones a mi hija que a mi hijo? ¿Les protejo de la misma forma? ¿Promuevo una misma educación emocional?

Obviamente, yo no puedo cambiar que me ofrezcan juguetes diferentes para niños y niñas cuando voy a la hamburguesería, o que los peques acudan a fiestas temáticas de princesas y piratas, pero como madre o como padre sí puedo trabajar directamente las cuestiones anteriores. Hay muchas realidades que se  pueden cambiar.

Esto es lo que nos encontramos en el día a día del trabajo que desde Delfo venimos realizando desde hace más de veinte años,  trabajando con personas reales que están bastante lejos de un manual de teoría de género e, incluso, en ocasiones, se rebelan contra ello, cayendo en el falso estereotipo de que el feminismo lucha por unos valores obsoletos en un mundo donde la igualdad entre mujeres y hombres ya es posible y ya está conseguida.

Con esto, no quiero restar importancia al trabajo de las personas que investigan y escriben sobre el tema, pues gracias a eso tenemos un marco teórico que nos marca la hoja de ruta a seguir, pero si es cierto que el trabajo a pie de calle se torna complicado, a veces incluso, agotador. ¿Pero cómo no va a ser así, si yo misma caigo en la trampa cuando me pregunto si quiero tiritas para niña o para niño?

Construir la Igualdad desde las personas, implica  un análisis sincero de las propias creencias y de las emociones que éstas nos generan. Cada vez estoy más convencida de la eficacia de trabajar la identificación emocional y el autoanálisis para que surja en cada persona la necesidad de cambiar las cosas.

¿Cuándo podremos decir que hemos conseguido cambiar la realidad? Pues sin duda, el día que a nadie se le ocurra fabricar tiritas  diferenciadas para niños y para niñas.

 

Cecilia Ramos Coronil es coordinadora de proyectos de igualdad e inteligencia emocional de Delfo, S.L.

7 comentarios

  1. Dice ser Ángel

    Haberle comprado unas marrones, no acabo de entender esta moda de querer que tus hijos jueguen con barbies y las hijas con muñecos de acción, que tu hija de mayor vaya a ser científica, o futbolista, o diseñadora de moda o la criminal de guerra más sanguinaria de la guerra España-Andorra no lo decidirá que le pongas una tirita rosa con flores ahora.

    10 abril 2015 | 13:05

  2. Dice ser pattyeire

    A mi me pasó algo parecido también en una farmacia
    Mi hijo va a cumplir los 3 años. Le gustan los coches, los trenes, el color rosa, las princesas, los bebes, las cocinitas, las motos, los dinosaurios….Es decir, en casa tiene tanto juguetes de niño como de niña y en todos los colores, incluso una aspiradora! (de color rosa porque imaginarium debe ser que sigue pensando que aspiran las mujeres…)
    Bueno, al grano, entró a la farmacia a por unas cremas y de repente mi hijo suelta: mira mamá! un cepillo de princesas!!! lo quiero!!! y dice el farmaceutico: » noooo, mejor este que es de cars!!!»

    Pase de él y no tenía intención de comprar un cepillo porque ya tenía en casa, pero por darle en las narices, me lo llevé. Le dije a mi hijo: pues claro, si quieres es de las princesas, nos lo llevamos, asi que a casa se vino ese cepillo rosa de princesas con brillantina!

    10 abril 2015 | 13:13

  3. Dice ser mari mar

    Pues claro, que casi casi todos estos condicionantes, son educacionales….sin duda

    10 abril 2015 | 13:27

  4. Dice ser Almudena Fer

    Enhorabuena por tu actitud pattyeire. Ahora vendrán los comentarios diciendo que esas cosas ya no pasan, que a que clase de farmacias vas, como me dijeron a mi no hace mucho. Que debe ser la misma farmacia de mi barrio, que al farmaceutico no le acaba de entrar en la cabeza que mi hijo vaya a clases de baile, y eso que son de baile moderno. Debe de ser que nunca ha visto un musical.
    Nos falta mucho para que no haya tiritas para niñas y para niños. ¿sabiais que también hay barras de pegamento rosa anunciadas como el pegamento para niñas?

    10 abril 2015 | 13:37

  5. Dice ser Bew

    Yo no creo que el problema sea el color de la tirita que te pones en el momento; lo que sí es un problema es el bombardeo constante de los roles sexistas que recibimos desde que nacemos (y que reproducimos sin querer). Al ser así, la tirita se convierte en un grano de arena más.

    10 abril 2015 | 13:48

  6. Dice ser Aga

    Puedo entender lo del aspirador que decían arriba, pero lo de los colores… Hay algo implícitamente malo en el rosa y me lo ha perdido? Porque el azul nos molesta menos… Somos iguales en derechos, o deberíamos serlo, pero tenemos que ser iguales en todo lo demás? Porque no lo somos!
    Mi color favorito es el rosa, me siguen gustando las barbies y además adoro cocinar. Todo eso siendo una ingeniera madura e independiente, valorada en un mundo tradicionalmente masculino como una (o uno) más. No veo la relación

    10 abril 2015 | 18:07

  7. Dice ser Ms. Fahrenheit

    Vengo de leer la tenebrosa nota de Disney, la cual lamentablemente no se puede comentar, y ahora me topé con ésto.
    Le hubieses comprado de las marrones comunes, o, teniendo para elegir, tu que sos la madre y sabes lo que le gusta, hubieses escogido del dibujito o personaje que le guste más. No veo cual es el escándalo en que haya variedad para elegir, siendo que eres una iluminada que discierne los estereotipos a los cuales nos someten (ahora también por hacer curitas de Hello Kitty y de Cars).

    16 abril 2015 | 23:25

Los comentarios están cerrados.