Community manager a los 73 años

Por Pilar González Soriano la foto (4)

Su curiosidad se despertó un domingo, cuando todos nos juntamos para adorar la paella. En vez de alabar su sofrito alabábamos los videos de los sobrinos, las ultimas gracias en youtube y los memes mas divertidos… Y, claro, ella no podía ser menos. Nació para anfitriona, y se siente capaz de serlo por tierra, mar y aire. La curiosidad fue el primer paso. Pidió que ‘la enchufásemos  al cacharro ese donde estamos todos’. Era de justicia, ella también tenía derecho a enterarse de los últimos cotilleos familiares. Hicimos un fondo para comprarle lo último en móviles. Porque, claro, ella nos reúne para compartir los manjares mas exquisitos y nosotros teníamos que corresponderle con lo último de lo último (es decir, el 4G). Ése fue el segundo paso: la tecnología.

Primeros pasos en el uso de la tableta. Imagen de Pilar González Soriano.

Primeros pasos de Manoli 7.3 en el uso de la tableta. Imagen de Pilar González Soriano.

Llegó el momento de encender su ‘cacharro’, y le pusimos lo esencial: el whatsapp y un acceso a los contactos favoritos para que pudiese llamarnos para dudas y preguntas. Pero no hizo falta. Ella enseguida se puso sus gafas, cogió su lapicero táctil y nos saludó a todos en el grupo familiar. Nuestro miembro más veterano. Ése fue el tercer  paso: tomar las riendas de su público, hacerse con su comunidad natural.

Con el whatsapp organiza nuestros encuentros, exige fotos de unos y otros, y cuida de los niños de mis primos algún día que están enfermos y no pueden ir a la escuela. Comparte fotos con los padres que han dejado la criatura a su cuidado, para que estén tranquilos. Y les avisa oportunamente: ‘no vuelvas corriendo del trabajo, que la niña se ha dormido’. Usos tecnológicos útiles, sensatos y que se agradecen un montón.

Al regalarle el teléfono jamás pensamos que fuese capaz de llegar más allá de leer whatsapp y como mucho contestar brevemente. Pero no solo se hizo la reina de los grupos familiares, al poco aquello se le quedó pequeño y conquistó Facebook co total naturalidad. Su primer comentario  fue: ‘Os estoy vigilando’. Y sí, nos tiene controlados, pero no sólo a los más cercanos.

Ha tejido de nuevo la red con muchas personas con las que era difícil mantener el contacto. Desde la prima de  Canarias que hace años que no vemos (y cuyos ojos alaba en su foto de perfil); pasando por un amigo con el que iba a bañarse al río que hace fotos estupendas de Aranjuez. Ha encontrado y ‘fichado’ a la amiga peruana de mi prima que vino una vez a casa a comer paella. Y tiene comunicación constante con su sobrina nieta que está en Italia estudiando un trimestre. Tiene también un sobrino en la universidad en Alemania: aunque el joven ponga comentarios en alemán ella siempre dice ‘me gusta’, para que él sepa que lo sigue. La casa de mi madre siempre ha sido muy internacional y no hay idioma que se le resista -aunque no lo entienda-, así que esperamos en cualquier momento la eclosión en las  redes de tantas amigas japonesas que hemos ido conociendo a lo largo de los años.

Cuando se encuentra a las amigas de la infancia por el pueblo, lo primero que les pregunta Manoli es: ‘¿tú tienes facebook?’ Los primeros días se nos hacía raro, pero hay algunas que como ella han sucumbido a las redes y se cuentan sus recuerdos de cuando bailaban en la sección femenina. A través de Facebook,ha adoptado a uno de mis amigos, al que solo ha visto en foto, pero se han hecho inseparables recomendándose libros y películas.

El penúltimo paso de esta carrera natural es el ciberactivismo. Siempre ha sido muy guerrera, y comenta a los que dicen que no quieren soterrar el AVE en Murcia. Cuando ve injusticias las comparte en su muro, y se queja, y se ríe, y se emociona…

Y de vez en cuando nos asomamos a su muro para darle las buenas noches vía internet, y ella nos manda besos y abrazos que nos llegan igual que si nos los estuviese dando en persona, con esa misma calidez. Ésa es mi madre, Manoli 7.3, un ejemplo a seguir que ya nos está diciendo que Facebook se le queda pequeño.

Para quien es capaz de tejer a su alrededor y crear comunidad, no hay barreras tecnológicas. Sabemos cuál es el siguiente paso: ya tiene twitter. Y todos la seguimos.

Pilar González Soriano es tan buena administrativa como creativa. Amante de los buenos musicales y representante de un gato llamado Mateo. 

3 comentarios

  1. Dice ser yonomebajo

    Esta entrada debería tener un «Me gusta». Lo pulsaría sin duda

    23 febrero 2015 | 09:46

  2. Dice ser Lorena

    Quien conoce a esta mujer, la tiene que querer por fuerza. Es mi tía pero podría ser la de cualquiera porque le sobra amor para repartir. Y encima 2.0.

    23 febrero 2015 | 10:35

  3. Dice ser Siruela

    Genial, a mí también ‘me gusta’.Esta generación de nuestras madres y abuelas que han superado ahora la barrera del sonido tecnológica se lo merece todo…

    23 febrero 2015 | 11:21

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