Nuevas palabras para un viejo problema

Por Flor de Torres Porras Flor de Torres

‘WhatsApp’ es un juego de palabras que viene de ‘What’s up’, una frase coloquial inglesa que significa ‘¿Qué pasa?’. Ya somos en España  más de 10 millones de usuarios y a nadie se le escapa la dependencia emocional y social que produce. Fomenta el deseo y la frustración cuando se espera o idolatra una respuesta inmediata y ésta no se produce instantáneamente, o no produce el resultado esperado.

Como forma de dependencia también es una forma de control de jóvenes y más aun cuando hay relación afectiva. Y a nadie nos asombra ya su capacidad de enganche. De ahí es posible pasar al ‘sexting’ o envío de fotos comprometidas.  O al  el ‘gossiping‘,  foros y salas de chat anónimos de cotilleos y maledicencias sobre compañeros/as de los centros educativos . O  también al ‘cyberbuylling‘  como nueva forma de control, acoso y hostigamiento a través de la red.

Whatsapp: hit de la comunicación adolescente. Imagen de TrasTando.

Whatsapp: hit de la comunicación adolescente. Imagen de TrasTando.

Aliados todos ellos tecnológicos del maltratador  y que se  perpetúan como nuevas formas de control también en las parejas jóvenes, determinando las nuevas  formas  de relaciones. También de delincuencia basada en el poder y dominio de la pareja joven.

Pero tras el abuso de la tecnología se encierra aún el machismo o newmachismo  que subyace en ese poder y control.

El pulso actual  de detección e intervención  de la violencia de género en los jóvenes realizado a través del Informe Detecta y hecho público esta semana por el Instituto Andaluz de la Mujer de la Junta de Andalucia sobre detección y pulso de la violencia de genero en los adolescentes Andaluces  es alarmante.

En el informe, a la pregunta los jóvenes andaluces  responden a cuestiones de fondo como:

¿En qué medida te percibes a ti misma o a ti mismo en riesgo de padecer o ejercer abuso o maltrato en un futuro en tu relación de pareja? La mayor parte del alumnado, un 82.9% de chicos y un  68.5% de chicas, concibe como nulo el riesgo de establecer una relación de violencia de género en sus relaciones sentimentales.

Tales  conclusiones son  contradictorias pues cuando se pregunta a las jóvenes si su pareja arroja objetos cuando discute con ella responden en un 68,5 % que totalmente,  si se les cuestiona si ha sido obligada a mantener relaciones sexuales  ellas manifiestan que totalmente en un 65,5%,   si su pareja insiste en que le obedezca respondieron que totalmente en un 53,4%, o si se las compara con otras haciéndolas sentir incómodas o humilladas se responde que totalmente en un 51%.

Estos datos no  son sostenibles para una juventud limpia de machismo y desigualdad.

Más aún cuando 1 de cada 4 de nuestros Jóvenes Andaluces piensa que la mujer se encuentra mucho mejor en casa con la familia. Que el 10% de los jóvenes andaluces cree que es el hombre el que debe tomar las decisiones importantes en la pareja.  Que más del 20% crea que la mujer es más débil que los hombres y que el 50% de los jóvenes piense que la mujer aguanta la violencia de género.

Sigue  fallando la base que propicia la violencia de género. Y seguirá siendo así mientras 1 de cada 4 jóvenes  no crea en la igualdad y siga no solo cuestionándola sino practicándola como justificación a la violencia de genero que ejerce sobre su pareja.

Las palabras son nuevas, pero cabe deducir que el sexting, el gossiping, el cyberbuylling son nuevas expresiones y consecuencias de  el machismo perpetuado aún en 1 de cada 4 jóvenes.

Flor de Torres Porras es Fiscal Delegada de la Comunidad Autónoma de Andalucía de Violencia a la mujer y contra la Discriminación sexual. Fiscal Decana de Málaga.

6 comentarios

  1. Dice ser y seguirán mientras no cambie cultura

    El sexo de siempre ha sido ensuciado, maltratado, marginado, de la cultura huamna represora. El sexo se ve como el enemigo, algo indigno, que debe ocultarse a la vista de los cerebros dignos…
    De esos polvos nacen todos los lodos.

    10 noviembre 2014 | 10:43

  2. Dice ser Teresuki

    La tecnología tiende a idiotizarnos y per se nos vuelve más reptilianos y menos humanos. Me ha gustado su artículo.

    10 noviembre 2014 | 11:14

  3. Dice ser Antonio Larrosa

    Antiguamente los jóvenes trabajaban, pero desde que se inventó el Wasap ese ya no trabaja ni buscan trabajo ni nada solo tienen tiempo parae el guaseo y que trabajen los inmigrantes. ¿Pero eso puede durar eternamente?

    .Creo firmemente que la crisis es una confabulación mundial de los altos estamentos para que la masa social no pueda comer ni leer mi novela LAFURIA DEL VIENTO.

    Clica sobre mi nombre

    10 noviembre 2014 | 12:25

  4. Dice ser Mortadelegle

    «Las palabras son nuevas, pero cabe deducir que el sexting, el gossiping, el cyberbuylling son nuevas expresiones y consecuencias de el machismo perpetuado aún en 1 de cada 4 jóvenes.»

    El «gossiping» jajajajajjaja, no puede ser, de verdad que habeis publicado esto?

    O es que en un afan de parecer internacionales y modernos usamos expresiones que no sabemos que significan?, porque creo que la autora(supongo) de el artículo tampoco comprende el significiado de la palabra.

    No hay mayor peligro que la ignorancia

    10 noviembre 2014 | 14:27

  5. Dice ser Miguel

    Una encuesta en la que a los chicos no se les ha preguntado nada carece de validez, en mi casi era mi exnovia la que tiraba objetos cuando se enfadaba, además los tiraba hacia mí, corté por lo sano cuando vi que no era una persona con la que estaba a gusto. Las preguntas de la encuesta además se las traen. En fin ya sabemos como se las gasta la autora, sus entradas en este blog son siempre totalmente sesgadas, y se respira misandría en cada palabra.

    11 noviembre 2014 | 00:13

  6. Dice ser alotofbeercans

    La industria de género, cuyo cometido básicamente es hacer encuestas y publicarlas, necesita venderse de vez en cuando, todos lo entendemos.
    El caso es que también nos gustaría oír a la otra parte, la del Fiscal delgado contra la discriminación masculina en los procesos de separación y divorcio, en las estadísticas de violencia doméstica (en España no «existen» hombres asesinados por sus parejas), en la custodia de los hijos, violencia psicológica en el hogar y tampoco estaría de más indagar en por qué los hombres se suicidan 10 veces más que las mujeres. Ah no, espera, que ese fiscal no existe. Vaya por Dios.

    11 noviembre 2014 | 08:52

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