El pasado irrepetible

Por Mariana Vidal Mariana Vidal

La última novela de Nativel Preciado, ‘Canta sólo para mí’, cuenta una historia protagonizada por una fotógrafa en un mundo de hombres, al final de la dictadura franquista. En sus páginas no sólo se lee una historia de ficción basada en un contexto que existió y que evidentemente la autora conoce bien. También se intuyen muchas de las realidades que, en muy pocos años en España, han cambiado. Y, tristemente, se comprueba que el enorme esfuerzo de las mujeres por conquistar derechos en la época de la dictadura franquista y en la transición no es suficientemente reconocido ni valorado en nuestro tiempo.

Portada de la novela 'Canta sólo para mí' de Nativel Preciado.

Portada de la novela ‘Canta sólo para mí’ de Nativel Preciado.

Probablemente el peor defecto de la novela de Nativel Preciado es que es demasiado corta. Porque hay muchas situaciones en las que sería imprescindible tirar de todos los posibles hilos para entender el entorno real de los personajes, especialmente el de la protagonista. Rodeada por su trabajo de todos los estereotipos del machismo, mantiene una cierta libertad personal, que se ve puesta en cuestión sólo por una dependencia afectiva.

Cuánto se podría decir sobre las limitaciones de la educación de mujeres como esta fotógrafa jovencísima en la época del franquismo, de las relaciones con sus jefes en el trabajo, con sus compañeros. Con las imposiciones del entorno familiar, la educación, el régimen totalitario… Y al mismo tiempo, cuánta apertura, cuánta presencia de ánimo y sensatez en mujeres como ella, contraprotagonistas de la Transición porque esa historia también la escribieron hombres.

Las mujeres reales de la resistencia antifranquista y de la primera transición no fueron personajes decorativos. Y muchas de ellas están aquí para contarlo. Más conocimiento real sobre ellas, y también más ficción donde desarrollar nuestra educación sentimental, nos llevarían a entender mejor, y no repetir, ese pasado irrepetible.

Mariana Vidal es comunicadora y especialista en América Latina.

3 comentarios

  1. Dice ser albitaguapa2

    aquí te doy la razón, me gustaría ver cuantas de las que se dicen feministas hoy en día y se les harta la boca de chorradas, actuarían así en un aepoca en la que realmente sí había discriminación

    29 octubre 2014 | 09:07

  2. Dice ser menos mal que el pasado no se repite

    La «mujer», uy, qué miedo dan esos universales. ¿La «Mujer» que tachan de indignas a otras más libres que ellas por vestir sexy en almanaques o revistas de moda? ¿Qué libertad es esa? ¿la de los represores de antaño?

    29 octubre 2014 | 11:16

  3. Dice ser ¿Es así o leí mal?

    ¿Facua denuncia un anuncio como estúpido y machista porque una chica quiere que le massajeen el culo en un anuncio?
    ¿Acaso a la schicas no les gusta que les masajeen el culo? ¿O es que volvemos a las represiones moralistas asexistas de la caverna? ¿Volvemos a las mismas?
    ¿Resultará ahora que todo lo que sea sexo es sexista y machista y denigra a la mujer?
    ¿Y si es el chico el que pide que le masajeen el culo es feminista y denigra al «hombre»?
    Además, ¿no es en ese anuncio el chico el tonto? ¿QUé pasa? ¿Eso no duele, el chico el tonto según ellos?

    29 octubre 2014 | 13:32

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