Estudio, luego decido

Por Sabela Rodríguez foto sabela rodriguez

Cuando el foco mediático se apaga, los hashtag no son trending topic y las celebrities dejan de mostrar su apoyo con virales carteles reivindicativos, la lucha por una educación que no discrimine por género en todo el mundo continúa.

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La foto corresponde a la campaña ‘#StrongerThan’ del «Malala Day» de 2014

Cuando 4 millones de tuits no consiguen que más de 200 niñas secuestradas sean liberadas, ni que otros 31 millones  en edad de cursar la educación primaria estén en una escuela, el coraje y la fuerza se debe imponer a los designios de fanáticos yihadistas.

Cuando muchas mujeres desconocen, fruto de tanta represión, que hay vida más allá del matrimonio prematuro, los maltratos de sus maridos y de tener a su niño sin altas posibilidades de perderlo en el parto, alguien debe inspirarlas para que apuesten por su educación, se levanten contra el miedo y luchen por sus derechos.

Esta es la tarea que una paquistaní de 17 años de apellido impronunciable hace posible. Sus historias de pánico y valentía poco probable proporcionaron una visión de primera mano de la vida bajo el régimen talibán.

Malala Yousafzai se hizo fuerte cuando sus peores pesadillas se convirtieron en una realidad. Se levantó contra la campaña política en contra de la educación de las mujeres para decirle al mundo que las niñas también tienen derecho a ir a la escuela.

Los gritos de rebeldía de la joven no cesaron cuando trato de ser asesinada, tampoco cuando el coma puso en jaque su vida durante una semana. El intento de censura  solo consiguió que todos los medios internacionales se hicieran eco de su protesta y que más de 2 millones de personas firmaran una campaña que finalizó con la ratificación de la primera Ley de derecho a la educación en Pakistán. Un pequeño paso en un país con la segunda tasa más alta del mundo de niños fuera de la escuela y donde la educación es un fantasma.

Y es que no hay nada que más teman sectas islamistas como Boko Haram que al acceso de la mujer a la educación, a una participación activa del género femenino en la sociedad, que tome relevancia en el espacio público dejando de estar relegada en el ámbito privado y a un conocimiento de las puertas que una buena enseñanza les abre. Y eso, como dice Malala, sólo se consigue alzando aún más nuestra voces.

Los terroristas pensaban que iban a cambiar mis objetivos, dejar de mis ambiciones… pero nada de eso cambió en mi vida. La debilidad, el miedo y la desesperanza murieron y nació la fuerza, el poder y el coraje‘.

Son palabras de Yousfzai el 12 de julio de 2013, cuando habló en la ONU para pedir el acceso a la educación en todo el mundo. Entonces, lo llamaron el evento «Malala Day«, que se celebró ayer. Pero para la paquistaní este no es su día, sino el de cada mujer, niño y niña que se ha levantad por sus derechos.

Los cuales, también corresponde a otros tantas y tantos defender. No deberíamos delegar en una niña de 17, que arriesga así su vida, la imprudente hazaña que le encomendaríamos si la concienciación de la opinión pública mundial no se traduce en un apoyo a una lucha que también es nuestra.

Muéstrale al mundo que eres más fuerte que aquellos que rechazan la escolarización y educación de las niñas. Petición #StrongerThan en change.org

 Sabela Rodríguez es una docente, madre y activista.

 

2 comentarios

  1. Dice ser susi

    Ojalá hubiera más gente en el mundo como esta chica. (Si, chica, adolescente, muchacha, jovencita, pero no niña, por favor, ya basta de infantilizar a la juventud, q así están que con 20 años se comportan como si tuvieran 13 o 14. ¿Q esperamos, q de pronto un día se levanten con 18 años y se comporten como adultos cd hace 24 horas eran «niños»?).
    Bueno lo dicho. Q si la mitad de las mujeres fuésemos así, que diferente serían el mundo

    15 julio 2014 | 17:02

  2. Dice ser Antonio Larrosa

    Todos somos hijos de mujeres y debemos respetar sus derechos.

    Clica sobre mi nombre

    15 julio 2014 | 19:04

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