Un convenio para prevenir la violencia en Europa

Por Susana Martínez Novo SusanaMartinezNovo70

Cuando estudiaba Derecho decían mis profesores que las normas deben adaptarse a la realidad social del tiempo en que deban ser aplicadas. Sin embargo cuando hablamos de violencia de género, nos encontramos con que la conciencia social y política todavía está muy por detrás de la legislación.

El pasado 6 de junio fue publicado en el BOE el Convenio del Consejo de Europa sobre prevención y lucha contra la violencia contra la mujer y la violencia doméstica – Convenio de Estambul-, abierto a la firma el 11 de mayo de 2011.

Con frecuencia, el maltratador obliga a la víctima a obedecer sus caprichos mediante coerción  y amenazas. Ilustración de Ana Sara Lafuente.

Con frecuencia, el maltratador obliga a la víctima a obedecer sus caprichos mediante coerción y amenazas. Ilustración de Ana Sara Lafuente.

El convenio constituye a mi modo de ver un intento bien intencionado de promover las políticas públicas contra la violencia de género, comenzando por la necesidad de visibilizar la existencia de la violencia mediante la recogida de datos, que en muchos paises todavía no se realiza. Pero sobre todo supone un avance y un reconocimiento de otras formas de discriminación hacia la mujer hasta ahora silenciadas.

Condena el convenio todas las formas de violencia contra las mujeres, incluyendo la sexual, matrimonios forzados, mutilación genital femenina, y esas otras más sutiles como la privación arbitraria de la libertad y la violencia económica, que las organizaciones que trabajan en defensa de los derechos de las mujeres vienen poniendo de manifiesto desde hace mucho tiempo.

Parece que no acabamos de enterarnos que determinadas formas de violencia como el control de las actividades de la pareja, de los horarios, los movimientos, de los ingresos familiares… provocan de forma ineludible una dependencia personal y económica del violento, que bajo el paraguas del amor y del paternalismo no deja salida. Pero es más, por fin se censura la existencia de justificaciones de tipo cultural, religioso y específicamente el  ‘honor’  como fundamento de las conductas violentas.

De esta forma discursos como los ofrecidos por determinados personajes de marcada relevancia social, sacerdotes y otros cargos públicos, especialmente en pequeñas localidades donde su opinión es fuente de ideología y transmisión de valores, quedan ahora más que nunca deslegitimados y deben ser objeto de rechazo y reproche social.

Por otra parte, produce cierta satisfacción contemplar como se aborda la necesidad de asignación de recursos financieros y humanos para la aplicación de las políticas públicas dirigidas a estos objetivos, y se hace especial hincapié en el reconocimiento que a todos los niveles debe otorgarse a la labor de las organizaciones no gubernamentales, por su experiencia en la materia y a la necesidad de establecer una cooperación eficaz con dichas organizaciones.

Creo que no podemos olvidar el servicio que desde las organizaciones se ofrece a las víctimas y que la cooperación entre instituciones y organizaciones es un cauce necesario para rentabilizar recursos y para favorecer el seguimiento personalizado de los casos.

Por no ir más lejos, el otro día me decía una mujer: ‘¿Cómo quieren que no nos desanimemos si en el Punto Municipal han atendido a mi hija en tan solo dos ocasiones en más de tres meses y está psicológicamente destrozada?’ Por supuesto, le hemos ofrecido terapia grupal en nuestra organización.

Ahora estamos a la espera de ver como se pone en marcha la aplicación del Convenio, que entrará en vigor en nuestro país el próximo 1 de agosto. Tres años ha tardado España en ratificar dicho convenio, pero lo más patético y sorprendente es que a fecha de hoy solo 11 países de los 47 que conforman el Consejo de Europa lo han ratificado y en concreto que países como Francia y Alemania todavía no lo hayan hecho. ¿ No sufren sus mujeres algún tipo de discriminación o violencia?

Esto pone de manifiesto que la violencia de género todavía no forma parte de las prioridades de la agenda política de muchos países de la Unión Europea y si esto es así como pretendemos que se remueva la conciencia social de las y los ciudadanos que viven bajo esos gobiernos y de los otros que queramos o no, nos dejamos manejar por las prioridades de Europa.

 

Susana Martínez Novo. Abogada y activista. Presidenta de la Comisión para la Investigación de Malos Tratos a Mujeres, participa también en la Asociación Española de Abogados de Familia.

3 comentarios

  1. Dice ser Lico

    Es una lástima el titular abreviado me dio esperanzas pero luego abres la noticia y se estropea todo. Cuando se darán cuenta que no se llegara a ningún sitio separando las leyes por genero. Haz un convenio contra la violencia en general contra cualquiera que sea el que la ejerce y a favor de cualquiera que sea el que la sufre y tendrás mi admiración. Pero no seguimos con esta imbecilidad y así no se llegará a nada. Sabeis lo que pasa cuando te meten algo hasta en la sopa? Que te acostumbras y que te hartas. Eso pasa con el tema para mi con esta discriminación a ojos vista y de la que nadie dice nada. Que pasa que el hombre no sufre violencia? O es que no somos dignos de tener protección contra ella. Es que ya me cansa de contestar a esas noticias en este blog que siempre son lo mismo una y otra vez. Decidme claramente si no defendéis la igualdad entre géneros y así ya directamente pasaré de un blog que simplemente no quiere igualdad solo supremacía sobre el otro género.

    08 julio 2014 | 09:45

  2. Dice ser El.Soberano

    Pues habría que empezar por buscar la igualdad, ¿no?

    Porque hoy he leído precisamente un caso de un padre soltero con un niño de 4 años que NO COBRA ninguna clase de ayuda «por ser hombre»

    ¿Dónde está vuestra falsa igualdad?

    ¿Y cuando se agrede a padres, abuelos, o niños?

    Lo siento, pero mientras habléis «de la mujer», en vez de la violencia del fuerte contra el débil, sin distinguir de sexos, no os cree nadie.

    Vale que hay que hacer hincapié en lo más extendido, pero dedicaros solamente a eso, hace que vuestra credibilidad sobre «igualdad» sea insostenible.

    08 julio 2014 | 12:44

  3. Dice ser arruinado

    Empiezo, como siempre, rechazando todo tipo de violencia sea contra quien sea y venga de donde venga.
    Y ahora solo dos parrafos:

    ‘Parece que no acabamos de enterarnos que determinadas formas de violencia como el control de las actividades de la pareja, de los horarios, los movimientos, de los ingresos familiares… provocan de forma ineludible una dependencia personal y económica del violento, que bajo el paraguas del amor y del paternalismo no deja salida. Pero es más, por fin se censura la existencia de justificaciones de tipo cultural, religioso y específicamente el ‘honor’ como fundamento de las conductas violentas.’

    Me gusta este párrafo, es exactamente el tipo de violencia ejercida por muchiiiiiiiiiiiisimas mujeres a sus parejas.

    ‘Por no ir más lejos, el otro día me decía una mujer: ‘¿Cómo quieren que no nos desanimemos si en el Punto Municipal han atendido a mi hija en tan solo dos ocasiones en más de tres meses y está psicológicamente destrozada?’ Por supuesto, le hemos ofrecido terapia grupal en nuestra organización.’

    Al menos esta mujer tiene un lugar al que ir para que la puedan atender. ¿Donde puede ir un hombre?

    Como siempre, defendemos la violencia contra la mujer, pero no decimos nada de la violencia contra el resto de seres humanos (hombres, niños, ancianos, etc.)

    08 julio 2014 | 12:48

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