Archivo de julio, 2014

Transgénero: jugar a ser quien soy

Por Mayte Mederos Mayte Mederos firma

Desde que tengo memoria ando a vueltas con mi aspecto. Los años 60 nos imponían a las niñas vestiditos cortos y rebecas caladas, y yo miraba con envidia los pantalones rectos y los zapatos con cordones de mi hermano. En algún momento supe que no me convenía expresar el desconsuelo que sentía hacia su pelo corto, y aprendí que no debía silbar ni caminar con las manos en los bolsillos. Otra cosa es que fuera capaz de cumplirlo.

 

'Del lazo a la corbata', una historia fotográfica. Imágenes de Mayte Mederos.

‘Del lazo a la corbata’, una historia fotográfica. Imágenes de Mayte Mederos.

De mi infancia a hoy he hecho un largo camino para reafirmar mis gustos, no siempre con éxito, luchando contra la incomprensión y dejando mucha frustración por el camino. Y lo bueno de curtirme en el activismo es que de repente he pasado de ser un ‘chicazo’ a tener ‘expresión de género’. ¡Toda una mejora!

Ironías aparte, lo cierto es que mi aspecto genera dudas en el personal. Visto con ropa masculina y llevo el pelo corto, pero luego mis maneras y mis cuerpo son de lo más ‘femme’. El momento cumbre del año es cuando en la playa, con un bañador de chico, mis pechos reconstruidos evidencian las cicatrices de las mastectomías que me dejó el cáncer. Entonces es cuando alguien llega a la conclusión de que evidentemente soy un transexual haciendo el tránsito. Hacia qué género no se sabe: pero en algún punto del camino.

A mí me divierte jugar con el género. He llegado hasta aquí porque algo dentro de mí me lo pide desde que nací, pero ahora que me permito ser yo misma, me doy cuenta de toda la construcción social que hay alrededor de esto y me encanta transgredirla, provocar, buscar mis propias sendas.

Pero al mismo tiempo me doy cuenta de que hay muchísima confusión, dentro y fuera del mundo LGBTI, con conceptos que son fundamentales si queremos entender la nueva amalgama de realidades diversas con las que convivimos.

Y esto es lo que en ningún manual nos cuentan de forma sencilla:

El primer concepto básico es el sexo, que tiene que ver con los órganos genitales y los cromosomas, que en nuestro caso nos hacen nacer hembras.

El segundo es la identidad, que está en el cerebro, y que hace que nos sepamos mujeres, ya hayamos nacido hembras (biomujeres) o machos (mujeres transexuales).

El tercero es la orientación, que está en el corazón y que tiene que ver con el sexo hacia el que te sientes atraída física, emocional, espiritual y románticamente. La orientación nos divide en mujeres lesbianas, bisexuales y heterosexuales.

Y el cuarto es la expresión del género, que basándonos en los roles tradicionales de género se refiere a nuestro aspecto externo, que puede transitar entre lo femenino y lo masculino, pasando por la androginia.

Estos cuatro aspectos son independientes entre sí. Por eso, que una mujer sea transexual no significa que no pueda ser lesbiana, porque la identidad y la orientación no van unidas.

Y por último, hay un concepto que para mi gusto da una vuelta más de tuerca, y es el transgénero: personas que no se consideran ni hombres ni mujeres, con independencia de sus características biológicas.

En este último nos englobamos quienes no nos sentimos reflejadas en lo que la sociedad asigna a las mujeres. A mí me dieron una mochila al nacer que traía vestidos rosas, sumisión, profesiones ‘femeninas’, maternidad sin cuestionamiento, ser cuidadora y ganar menos que mis compañeros hombres en el trabajo.  Así que me salí del pentagrama, y busqué otra escala en la que moverme, que casualmente coincide con la que socialmente se asigna a los hombres. Y elijo ropa andrógina, corbatas, tirantes, estar donde me corresponde en el trabajo por mi valía, sentarme sin cruzar las piernas. Pero también opto por la maternidad elegida, por mi delantal rosa de flores y por disfrutar de toda la gama del yin en mis expresiones amorosas y afectivas.

Bajarnos del carro de los mandatos impuestos es de lo más liberador. Si con los años una ya disfruta de morderse la lengua cada vez menos, aún más ilusión hace salirse del tiesto y jugar a ser cambiante como las lunas, seductora y seducida, dejando en la arena una huella que no se parece a la de ayer, ni a la de la de mañana, y a veces a ninguna otra.

Y es que soy Mayte, y soy transgénero.

 

Mayte MederosCoordinadora del Área de Familias Diversas de Algarabía, la asociación LGBTI de Tenerife, es madre de familia numerosa y autora del blog Avatares de una amazona.

 

Gaza: nacer entre bombas

Por Lara Contrerasperfil-lara-contreras

Abber Al Madhoun es una mujer que ha dado a luz a un niño sano en Hospital Al Awda, apoyado por Oxfam, el único centro de Gaza con una unidad especializada en cuidado de recién nacidos y que a pesar de las crecientes bajas, sigue siendo capaz de asistir a mujeres embarazadas.

Imagino, escuchando sus declaraciones, como se sentiría. ‘Estaba muy asustada por ser un blanco de ataque mientras venía hacia el hospital’. Pienso en la incertidumbre que vivió, en el temor que sintió en un momento que cambia la vida de una mujer y que es determinante para el niño. No es justo nacer entre bombas, no es justo ver por primera vez la carita de tu hijo mientras estás aterrorizada. Sus palabras: Durante el parto escuché bombas cayendo a mi alrededor. Tenía miedo de que mi bebé estuviera herido’.

Esta semana, Abeer Al Madhoun dio a luz a un niño sano en el Hospital Al Awda, el único hospital de Gaza con una unidad especializada en cuidado de recién nacidos que cuenta con el apoyo de Oxfam. (c) Mohammed Al Baba / Oxfam

Esta semana, Abeer Al Madhoun dio a luz a un niño sano en el Hospital Al Awda, el único hospital de Gaza con una unidad especializada en cuidado de recién nacidos que cuenta con el apoyo de Oxfam. (c) Mohammed Al Baba / Oxfam

Yo pasé gran parte del embarazo de mi primer hijo trabajando en el Territorio Ocupado Palestino. Mi hijo tiene ahora 6 años y cuando él estaba dentro de mí, yo cruzaba controles entre Israel y el Territorio Ocupado cada día. Tenía que pasar por los registros e interrogatorios de los soldados israelíes para poder entrar. Una vez allí, todos, sobre todo las mujeres, tenían palabras de cariño y alegría por mi embarazo. Podía compartir mi experiencia con mujeres palestinas que como yo estaban embarazadas. Recuerdo la tristeza que me producía tener que dejar a estas mujeres, que compartían conmigo las emociones de la espera de un hijo, en la incertidumbre de vivir bajo ocupación.

Al final del día yo volvía a mi casa, en Jerusalén Este, y podía ir a un buen hospital. De hecho, mi hijo nació en la seguridad y confort de un hospital español. Me pongo en lugar de Abber y puedo visualizar perfectamente su ansiedad, su miedo y su tristeza. Es horrible que tu hijo venga al mundo bajo las bombas y rodeado de heridos y muertos. ¿Lo podéis imaginar? Aquí lo que nos preocupa es que nuestro hijo tenga todo el ajuar y, por supuesto, nazca sano. A Abber le preocupa que no le alcance una bomba.

La cifra de muertos en Gaza ya ha superado las mil personas, de ellas 226 son niños. Un niño muere cada hora y casi 200.000 niños necesitan apoyo psicosocial por el trauma que viven. Esto es terrible, pero no menos terrible es el futuro que le espera al hijo de Abber. Mientras mi hijo vive seguro, está sano y feliz y va a un buen colegio, el niño de Abber no tiene futuro. Aunque las bombas paren, él ha nacido atrapado en Gaza, que sufre el bloqueo israelí desde hace 7 años. Para Abber, lo más terrible no es sólo el momento del nacimiento, sino pensar en el futuro que tendrá su hijo. No podrá salir de Gaza, no podrá ir al colegio que quiera, vivirá siempre asustado por las bombas, no tendrá trabajo ni suficiente comida. Traer niños a un mundo sin futuro es lo más triste que una madre puede vivir. ¿Cómo es posible venir al mundo sin esperanza?

Pero la vida de Abber y su hijo pueden cambiar, está en manos de Gobiernos como el español y en general de toda la comunidad internacional. Yo, como madre y como parte de Oxfam pido a las partes en conflicto y a la comunidad internacional, incluyendo al Gobierno español, un alto el fuego inmediato y el fin del bloqueo de Gaza. Me gustaría que Abber pudiera, como yo, darle el mejor futuro a su hijo, que tuviera la certeza de que sus derechos básicos están asegurados.

 

Lara Contreras es responsable de incidencia política en acción humanitaria de Oxfam Intermón

Colombia: sentencia histórica para las madres de Soacha

Por Sandra Cava Sandra Cava

Hace 8 años que Fair Leonardo Porras, un joven de Soacha de 26 años con una discapacidad que equiparaba su edad mental a la de un niño de 10, desapareció de casa, y desde entonces su madre Luz Marina ha luchado para buscarlo, para saber qué le ocurrió y para conseguir justicia. Finalmente, la ha conseguido.

Fair Leonardo era uno de los 16 jóvenes de Soacha que fueron enterrados en fosas comunes en Ocaña después de ser acribillados por una brigada del ejército colombiano y presentados como guerrilleros de las Farc muertos en combate. Los militares calificaron a Fair Leonardo como ‘jefe de un comando terrorista’.

Es el llamado caso de los ‘falsos positivos‘, del que ya nos habló Belén de la Banda en Más de la Mitad. Jóvenes de familias humildes, engañados con la promesa de un trabajo, fueron asesinados a manos de fuerzas de seguridad colombianas para recibir compensaciones económicas o ascensos a cambio de la muerte de guerrilleros.

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Luz Marina Bernal frente a la tumba de su hijo el día de los muertos. Imagen: Pablo Tosco / Oxfam Intermón

Tuve la oportunidad de conocer a Luz Marina en Soacha el año pasado. Su voz es la de una firme defensora de derechos humanos, una persona que ha estudiado y se ha documentado desde cero para defender con fundamento el caso de su hijo y sus compañeros. Así es la realidad de las Madres de Soacha.

Estas mujeres sencillas que tienen en común el dolor y la resistencia ante la injusticia ya han logrado dos sentencias históricas. 

La primera ocurrió hace apenas un año mientras las madres escuchaban una sentencia para los responsables de la ejecución de Fair Leonardo: fueron acusados de homicidio, desaparición forzosa y, como hecho sin precedente, Crimen de Lesa Humanidad. Esta sentencia era importante para la memoria de Leonardo pero también para que se reconociese que no se trató de un hecho aislado sino que, tal y como se sentenció, forma parte de ‘un ataque generalizado o sistemático contra la población civil, y con conocimiento de dicho ataque’.

La segunda ocurrió hace apenas unos días. Inmediatamente después de la sentencia se impuso un recurso, que ahora ha sido rechazado por la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia de Colombia dejando en firme la condena de 53 años de cárcel para los cinco militares implicados en el crimen.

Esta sentencia era una meta para Luz Marina, pero también para todas las Madres de Soacha y para las cerca de 5.000 víctimas ejecutadas por las fuerzas públicas de manera extrajudicial en Colombia. Como la misma Luz Marina comparte: ‘La impunidad nos enferma, nos mata de tristeza, pero seguimos viviendo para que nuestros hijos no hayan muerto en vano. Al denunciar sus casos, conseguimos salvar muchas otras vidas’.

Sandra Cava forma parte del equipo de comunicación de Oxfam Intermón

Niñas y niños en medio de la violencia

Por Susana Martínez-Novo SusanaMartinezNovo70

Que un niño o una niña que convive en un ambiente violento es víctima directa de esa violencia, es un hecho incuestionable. Nos basta ver su forma de comportarse y las secuelas que la huella de la violencia deja en estos menores. Los expertos señalan que determinadas sintomatologías son típicas en estos casos y prestando atención podemos detectar cuando están sufriendo vivencias violentas.

Las niñas y niños que viven en ambientes violentos muestran sus sentimientos en sus dibujos. Imagen: Comisión de Investigación de Malos Tratos a Mujeres.

‘El miedo’, dibujado por un niño de diez años. Imagen: Comisión de Investigación de Malos Tratos a Mujeres.

¿Como llegan las y los menores que acuden a nuestra entidad? La psicóloga nos comenta que lo primero que debemos entender es que se expresan con un lenguaje diferente.

Nos hablan a través del cuerpo y del movimiento. En ocasiones llegan con un bloqueo emocional y esto se traduce en su negativa a verbalizar sus vivencias, en su falta inicial de expresividad. Es frecuente la aparición de conductas regresivas, o de otras como la pérdida de atención y concentración. En el colegio suelen mostrar cambios en sus relaciones, muestran agresividad o inhibición hacia sus iguales. Nos hablan, pero debemos descifrar su lenguaje.

¿Cómo trabajamos para ayudarles? Lo importante es ir equilibrando sus emociones, que reordenen su mundo interior. Que aprendan a generar recursos ante situaciones difíciles. La forma de trabajar es distinta con cada niña, con cada niño, y también según cada terapeuta.

En nuestra entidad hay profesionales que utilizan herramientas como el juego. Los juegos de construcción y  destrucción les ayudan a organizar su mundo, los juegos de mesa les ayudan a entender las normas y los tiempos, los dibujos les ayudan a relacionarse y nos muestran su estado de ánimo. Es infinito lo que puede observarse a través del dibujo de un niño o una niña.

Siempre decimos que la educación en igualdad es la forma de prevenir la violencia de género.  Hasta ahora hemos hablado de maltrato, sin embargo ¿a qué llamamos  educación en igualdad? ¿A qué nos referimos cuando hablamos de ‘buen trato’? Seguro que en este sentido cada  persona tiene unas ideas diferentes y es aquí donde debemos alcanzar un consenso de mínimos que nos permita dibujar una línea uniforme para erradicar este tipo de violencia.

Las personas, en nuestra sociedad, cada vez tendemos más al individualismo, y en las relaciones de pareja la lucha por el control y la autoridad se traduce en el sometimiento y la pervivencia de la desigualdad de géneros. Nos olvidamos de cómo debemos relacionarnos con otras personas.  Por ello es imprescindible trabajar desde la infancia las relaciones entre iguales, el lenguaje, los juegos, la resolución de conflictos y en palabras de la psicóloga Paula Roldán  ‘la sexualidad como una forma de relación humana basada en el respeto’.

Susana Martínez Novo. Abogada y activista. Presidenta de la Comisión para la Investigación de Malos Tratos a Mujeres, participa también en la Asociación Española de Abogados de Familia.

Gandhi, Mandela y Victoire Ingabire: el ejemplo de una mujer africana

Por Rosa Moro Rosa Moro

En los Grandes Lagos africanos están convencidos de que si no fuera por la atención que se le presta a nivel internacional, Victoire Ingabire ya habría sido asesinada. A pesar de ello, sigue siendo una heroína bastante anónima en Europa. Es otra mujer de esas que encarnan con valentía la esperanza de millones de africanos, silenciados a la fuerza, una voluntad indomable a la que muchos africanos comparan con Nelson Mandela.

Victoire Ingabire, con el cabello rapado y con el uniforme rosa de las personas presas en Rwanda. Imagen: FDU Inkingi.

Victoire Ingabire, con el cabello rapado y con el uniforme rosa de las personas presas en Rwanda. Imagen: FDU Inkingi.

Esta mujer de nacionalidad rwandesa vivía una vida acomodada en el exilio con su marido y sus tres hijos en Holanda. Siempre activa en la lucha por la justicia en su país, en 2006 fue nombrada presidenta de la coalición de oposición política en la diáspora, Fuerzas Democráticas Unificadas, FDU-Inkingi. Desde esa posición, Ingabire aceptó el duro y peligroso reto de volver a Ruanda para presentarse a las elecciones presidenciales de agosto de 2010. Poco después fue detenida y encarcelada, acusada de terrorismo y delitos de opinión, y sometida a un proceso judicial sin garantías, como ha denunciado Amnistía Internacional.

Ella y su formación están profundamente convencidos de que los problemas de Ruanda son de origen político y merecen una solución política. Como buenos africanos, su programa político se enmarca en la filosofía del ubuntu, resolución de los problemas a través del diálogo, la unión y la colaboración. A la cabeza de su partido, Ingabire lucha con todas las consecuencias por la paz y la reconciliación en Ruanda, que tantos años lleva bajo el yugo del miedo y la desigualdad. Sigue las máximas del ubuntu, defiende el entendimiento mutuo y no la venganza; la reparación mutua y no las represalias.

Su familia, amigos, seguidores, compañeros de partido y muchos congoleños, ruandeses, ugandeses y burundeses acaban de formar el grupo de Amigos de Victoire Ingabire en Europa. Con ello, principalmente, pretenden hacer visible la lucha de Victoire, pues es lo que la mantiene viva.

Cientos de personas se manifestan ante el Parlamento Europeo pidiendo libertad para la política rwandesa Victoire Ingabire. Imagen: amis de Victoire Ingabire.

Cientos de personas se manifestan ante el Parlamento Europeo pidiendo libertad para la política rwandesa Victoire Ingabire. Imagen: amis de Victoire Ingabire.

Aunque también trabajan por la concienciación entre la ciudadanía europea sobre la realidad en Ruanda y los Grandes Lagos africanos y recaudan fondos para pagar a los abogados de Victoire y de otros prisioneros de conciencia que, como ella, languidecen en las cárceles del brutal régimen del FPR en Ruanda.

El proceso por el que está atravesando Ingabire es probablemente el más largo y enrevesado de la historia del país. El gobierno de Rwanda, encabezado por Paul Kagame, y todo su aparato represor saben que si dejan que esta mujer salga de la cárcel y se presente a unas elecciones, arrasará como un vendaval.

Cada vez son más los que van perdiendo el miedo a mostrar en público su apoyo. Victoire, con sus principios del ubuntu y la no-violencia ha hecho temblar el sistema de terror que oprime a la mayoría de los ruandeses desde hace décadas. En esta lucha por la paz y la reconciliación, lo que más necesita de nosotros es que no nos olvidemos de ella. Es importante, para mantenerla viva, así vencerá, porque como decía Gandhi, cuando los que tienen el poder después de haberte ignorado y difamado, te atacan, es cuando ganas.

 

Rosa Moro es periodista y activista. Le apasionan África, la comunicación y la revolución. Colabora con diversos medios y organizaciones y es autora del blog África en Mente.

La violación: abre los ojos

Por Maribel Maseda Maribel Maseda 2

Hoy han violado a 903 mujeres.

No las conocemos, quizá nunca lo hagamos. Ni tan siquiera leeremos los sucesos en el periódico. 903 mujeres hoy se enfrentan a una vida diferente a la que tenían proyectada para ellas mismas, a la que habían soñado de niñas y a la que habían imaginado que tendrían antes de aparecer en sus vidas alguien que, para vergüenza de nuestra especie, es también un ser humano, lo cual no banaliza su delito, sino más al contrario, lo debería agravar aún más si cabe, al ensuciar nuestras propias raíces.

Violación NO. Imagen de TrasTando

Violación NO. Imagen de TrasTando

Hablar del violador no es darle protagonismo, sino restarle valor como persona. Porque no existe una sola sana éticamente que desee parecerse a ellos ni  ocupar el mismo espacio biológico en el que se encuentran. Y esto debemos hacérselo saber, por que si no, ayudaremos a darles cobijo en nuestro propio temor de portar su mismo rasgo defectuoso, que no enfermo. Y es que cuando un animal desgarra el cuerpo de una persona, sabemos donde debemos mantenernos a salvo de su agresión: en un lugar que no está destinado a ellos, porque de todos es sabido que determinadas   especies diferentes no pueden convivir juntas. Y cuando el animal mata a una persona, es porque  uno u otro ha invadido un espacio que no le pertenecía.

Pero cuando ‘una persona viola a una persona’- no  a otra persona-, no cabe duda de que siendo de la misma especie ocupa el mismo espacio que las demás y por lo tanto, pasará desapercibido entre los que parecen ser iguales a él. Esta idea no será soportable para muchos, que necesitarán buscar la razón que les haga sentirse diferentes a ellos; una razón que indique que alguien ha invadido el espacio del otro: ‘ha salido sola sabiendo que es peligroso’ ‘va vestida de forma provocativa sabiendo que excita al hombre’, ‘bebe sabiendo que pierde la noción de lo que puede ocurrirle…‘. Pero hombres y mujeres no son especies diferentes que haya que separar por el peligro a ser devorado una por otro, otra por uno.

Hablar de la mujer violada no es victimizarla. No hace falta. Es una victima significando que hay un agresor; y  no para ser compadecida, sino por que el violador lo será para siempre y ella será la prueba de lo que jamás él podrá ser.

Hablar de lo que es una violación sexual no es una recreación innecesaria de un acto vejatorio del que una mujer no debe hablar. El violador no hablará de él y si ella tampoco lo hace, su delito quedará impune. Y probablemente el siguiente similar que cometa. Porque no ha cometido su agresión por que ella haya bebido o vestido de manera inadecuada. Lo ha hecho porque posee un grave y peligroso problema de falta de  control y de exaltación de sus instintos que le separa con creces del territorio en el que el ser humano ejerce su sexualidad y desde el que marca la honrosa diferencia con el animal.

El violador sabe, percibe, observa, escucha, el dolor que está provocando en ella. No hay inconsciencia en su acto, ni mucho menos desconocimiento. La mujer vive el terror de la violación que está sufriendo con un nivel que desconocía hasta ese momento porque no se parece a ningún otro que haya podido sentir o describir previamente. Le arrebatan por la fuerza algo que trasciende lo meramente íntimo y privado. Es algo sagrado, absolutamente propio, que va más allá de lo sexual, de la sexualidad y de la voluntad de usarla como le parezca.

Descubre la vulneración y vulnerabilidad en el mismo momento de estar siendo violada. En ese mismo momento se siente profanada, en algo que solo ella podía poseer, oculto para el mundo y casi para ella al no precisar nombrarlo ni definirlo; le confería entidad, derecho, libertad. Mientras la violan, descubre que le roban algo preciado que no puede ubicar, pero sabe de profunda importancia, tanta, que arrebatándoselo, han dejado al descubierto algo invisible que hasta ese momento permanecía seguro escondido para el mundo. Cuando alguien perverso lo encuentra, lo roba y lo destruye por la fuerza más vil, siente que aparece ante el mundo desnuda, frágil y mucho, mucho más indefensa.

Recuperarse no es solo un acto físico ante el siempre brutal ataque; es una andadura muchas veces errante intentando encontrar aquello robado de la parte más profunda de su ser, no de su sexualidad.

Como si de un enfermizo inmortal se tratara, estos perversos se sienten fortalecidos con cada esencia robada. Se sienten poderosos porque saben perfectamente lo que ocurre en cada una de sus víctimas.

Lo que no saben es que, ni con una ni con mil, podrán robarles lo más genuino de ellas, porque jamás lo encontrarán a través de la violación. E igual que ocurre con aquello que roban en ellas, no podrán buscarlo porque tampoco puede definirse, ni decir a qué se parece. No podrán identificarlo, porque ellos carecen de aquello que es aún más profundo y genuino que esa esencia y entonces nunca sabrán dónde buscarla ,como encontrarla.

Si han abusado de ti y/o te han violado da toda la información para que el violador sea desenmascarado. Busca ayuda inmediata, con la que te sientas más cómoda y confiada. No te sometas a un interrogatorio sobre los porqués y los cómo; no te desgastes más. Las respuestas nunca estarán en ti, porque se forjan en la mente insana y perversa de quien cometió el acto. No hay motivos que puedas alcanzar a comprender porque nunca fueron tuyos. En tu testimonio, no sientas que hay grietas por las que se cuela algún detalle que hace parecer que tú facilitaste el delito. Cuenta toda la verdad y no sucumbas al error de justificarte. Todo lo que una mínima parte del mundo pueda opinar o creer en contra tuya será sobre otra cuestión que nada tiene que ver con la agresión que el violador ha cometido, ya sea un conocido o un desconocido. No dejes que el miedo permanezca en estado durmiente dentro de ti, esto truncaría tu vida y de nuevo sería concederle poder.

Sobre todo, nunca te avergüences de haber sido violada o abusada. Ni permitas que otros actúen como si debieras estarlo. Contarlo nunca te pondrá en evidencia a ti sino al violador.

Cada vez que lo contéis, le restaréis poder, porque no solo sabrá que perderéis el miedo, sino su capacidad de generaros vergüenza. Cuando él vaya perdiendo su poder, será él quien empiece a experimentar ambos.

Nunca lo olvides: cada violación que cometen es un recuerdo más de lo que jamás podrán alcanzar.

 

Maribel Maseda es Diplomada Universitaria en Enfermería, especialista en psiquiatría y experta en técnicas de autoconocimiento. Autora de obras como HáblameEl tablero iniciático, y La zona segura. Recientemente ha iniciado el movimiento #1carta1vida para dar valor a las vidas de las personas mayores.

Reforma fiscal ¿es cosa de hombres?

Por María Pazos Morán María Pazos

Para empezar, hace un año el Gobierno designó una Comisión de Expertos, formada por nueve hombres y cero mujeres, para que diseñara las bases de la reforma fiscal. Desde 2007 está en vigor la Ley de Igualdad, según la cual los nombramientos públicos deben atenerse al principio de que ningún sexo constituya menos del 40% ni más del 60%. ¿Cómo es posible que el propio Gobierno se la salte a la torera, habiendo tantas mujeres que trabajan en el tema? Según alguna gente, las leyes están para violarlas. Pero no saquen conclusiones apresuradas: que el Gobierno infrinja la Ley de Igualdad no tiene nada que ver con que, por ejemplo, una ciudadana infrinja la Ley Mordaza; leyes, como mujeres, las hay de dos clases.

Comité de expertos para la reforma fiscal. Imagen: minhap.gob.es

Comité de expertos para la reforma fiscal. Imagen: minhap.gob.es

Nosotras podemos hablar de cosas de mujeres, o incluso de igualdad de género. Los grandes jefes también lo harán el ocho de marzo si les invitamos a inaugurar un acto de mujeres. Su “segunda” le habrá escrito con toda dedicación un discurso que con suerte él leerá sin muchos cambios sustanciales; y en ese caso será generosamente aplaudido. Al día siguiente irá a una reunión seria.

Es que, veamos, en los temas serios no es cuestión de arriesgarse. A las mujeres se nos deja meter baza pero con precaución. Podemos  ser las “segundas”, como “las dos Sorayas”, ocupar las páginas de “sociedad” de los periódicos de gran tirada (sin olvidar las llamadas “de contactos”, “naturalmente”), etc., etc. Así nos vamos entrenando sin causar catástrofes, como cuando a un conductor novato se le deja conducir por carreteras no muy transitadas. El problema es que esto está durando demasiado tiempo, ¿no creen? Parece que este carnet no nos lo fueran a dar nunca.

¿Cómo podemos cambiar este estado de cosas? Ya en el Congreso de Beiging sobre Las Mujeres, convocado por la ONU en 1995, se realizó una reflexión fundamental: después de varias décadas de experiencia con las llamadas “políticas de igualdad”, que en el mejor de los casos tienen un presupuesto simbólico y en el peor aumentan la desigualdad, ya es hora de abandonar la marginalidad y ocuparse de la corriente principal ( “main stream”) de las políticas públicas, porque son esas las que influyen en la realidad. El mainstreaming de género (transversalidad) consiste, pues, en cambiar el curso de todas las políticas públicas para que dejen de favorecer la desigualdad. También, y sobre todo, las políticas económicas y fiscales.

Esta reforma fiscal debería preocuparnos, y mucho. Es una rebaja de impuestos que costará 9.000 millones de euros a las arcas públicas. Como siempre que disminuyen los recursos disponibles para gastar en política social, las mujeres saldrán especialmente malparadas por varias razones: en primer lugar porque son mujeres un alto porcentaje de las personas sin ingresos suficientes y de otros colectivos desfavorecidos, como familias monoparentales o personas mayores que viven solas. En segundo lugar porque son mujeres las personas que suelen suplir en la familia la falta de atención pública de las necesidades de cuidado. En tercer lugar porque la mayoría de las personas empleadas en los servicios públicos son mujeres, por lo que los recortes implican siempre una gran pérdida de empleo femenino.

Por otro lado, el Gobierno dice que esta reforma será muy importante para “La Familia”. Desde luego que será muy perjudicial para muchas mujeres que se verán aún más empujadas a cuidar sin derechos mediante las desgravaciones que favorecen la familia tipo “sustentador masculino/esposa dependiente”. Que también es cosa de hombres.

 

María Pazos Morán es licenciada en Matemáticas por la UCM y máster en Estadística por la Universidad de Harvard. Actualmente trabaja en el Instituto de Estudios Fiscales (Ministerio de Economía y Hacienda, España), desde donde coordina la línea de investigación ‘Hacienda Pública e Igualdad de Género’. Una de las personas promotoras del llamamiento urgente ante la reforma fiscal que prepara el Gobierno. Su último libro publicado es ‘Desiguales Por Ley‘. Pertenece a la PPIINA y al Fórum de Política Feminista

Lo mejor del Mundial

Por Susana ArroyoSusana Arroyo

A mí el amor por el fútbol me lo enseñó mi abuelita. Los mejores recuerdos de mi niñez incluyen nuestros domingos de ligas europeas por la mañana y juegos del campeonato costarricense por la tarde.  Esos eran, quizá, sus únicos momentos de descanso.

Todavía hoy – a mis treinta y tantos y a sus ochenta y muchos- toda gran cita futbolística la comentamos por teléfono. Si las famosas cadenas deportivas nos escucharan, nos ficharían seguro. El domingo nos juntamos después del (aburridísimo) Argentina-Alemania y ésta que les comparto acabó siendo nuestra lista de lo mejor del Mundial.

Un grupo de niños jugando al fútbol en Chad. (C) Laurens/ Oxfam Intermón

Un grupo de niños jugando al fútbol en Chad. (C) Laurens/ Oxfam Intermón

Lo mejor en el campo: Los porteros, Pirlo, Mondragón, Costa Rica eliminando a dos campeonas del mundo, la fase de grupos, todos los récords rotos,el tiro libre de Messi contra Nigeria, el gol de Van Persie contra España, los seis goles de James Rodríguez y este gol feminista:

Un Gol Feminista (subtítulos en inglés) from Fondo Centroamericano de Mujeres on Vimeo.

Lo mejor fuera del terreno de juego: Los memes, la ebullición de las redes sociales,  La Sele tica luchando contra la violencia doméstica, los jugadores de Grecia y Argelia donando sus primas, la exigencia de estadios libres de racismo y homofobia, la aficionada convertida en modelo que perdió su contrato por cazar animales en peligro de extinción y la campaña para que la FIFA algún día pague impuestos.

El equipo ideal: Hay tantos once ideales como personas aficionadas al fútbol. ¿Cómo elegir al mejor? Al fin y al cabo, como dice mi papá, ‘hablar de superioridad es más un discurso ejercido desde el poder y la dominación que desde la base humana’ . Pero una copa no puede acabar sin campeón, así que nosotras llegamos a un acuerdo: por su entrega, esfuerzo y compromiso, por su pasión, perseverancia y el valor de su juego, nuestro equipo ideal lo forman estas mujeres que se lo dejan, cada día, todo en el campo:

Susana Arroyo es responsable de comunicación de Oxfam en América Latina. Tica de nacimiento, vive en Lima. Quiere que cambiar el mundo nos valga la alegría, no la pena.

Feminicidio a la puerta de casa

Por Flor de Torres Flor de Torres

Thi. degollada en Madrid, 38 años.

Nuria, calcinada en Vilanova i la Geltrú. 43 años

Lasisa, apuñalada en Calpe,  35 años.

Maraganda, asesinada con un cuchillo y un punzón, 50 años en Mallorca.

Vanessa Barradó, descuartizada en Zaragoza, 27 años.

Guacimora, 35 años asesinada delante de sus hijas en Santa Cruz de Tenerife.

Agniezska, asesinada de una brutal paliza en Burgos con 32 años.

Remedios, de 81 años, asesinada por la espalda con un hacha.

Petra, degollada y golpeada en Écija, 46 años.

María del Carmen, asesinada de un golpe en la cabeza.

Nicolasa, asesinada en Jaén, 73 años.

Asunción, de 62 años, asesinada de un disparo junto a su hijo.

Sheila y Shopie  de Mijas, madre e hija discapacitada asesinadas por disparos de su marido y padre.

Miriam, asesinada con su bebé de 1  año en plena calle a cuchilladas en Jerez de la Frontera.

Estefanía, de 28 años, y su hijo Aarón  de 5, asesinados en Málaga, acuchillados.

De la sombra a la luz. Imagen de la campaña contra la violencia en Mali de Oxfam Internacional.

‘De la sombra a la luz’, campaña contra la violencia en Mali. Imagen de Oxfam.

Son solo un ‘muestreo’ de los asesinatos de hombres a sus parejas o mujeres en los últimos tiempos. Feminicidios con rostro, historias, vidas, hijos. Entre ese atropello brutal cayeron y quedaron huérfanos también  en lo que va de año 18 menores. No los olvidemos entre los números, entre las estadísticas. Ahí están sus vidas segadas de forma inútil. Escondidas tras la violencia de género. Con nombres y apellidos. Con origen y con fin. Todas unidas por la violencia de género.

Que esa vergüenza quede al descubierto, desenmascarada y desvestida para  que cada uno desde nuestro ámbito sepamos auxiliar a cada víctima y tenderle la mano desde el colegio, el Instituto, desde la prevención, en el vecindario, en el trabajo,  desde los ámbitos sanitarios, policiales, asistenciales, judiciales, psicológicos, desde los centros de igualdad.  Que no queden impunes sus acciones  y que consigamos  con  nuestros actos  suplir la voluntad de sus víctimas inmersas en  el abandono, en la soledad de su suerte y podamos prevenir el delito bajo el  apoyo psicológico y  para que sean nuestras acciones las que levanten la máscara  donde se ocultan impunemente  los maltratadores.

Porque  como dijo Enma  Goldman : ‘La verdadera emancipación no comienza en las urnas ni en los tribunales, empieza en el alma de la mujer’.

Mientras esa emancipación  no ocurra de forma individualizada, en el interior de cada mujer,  somos todas y todos responsables que nos falten tantas mujeres y tantos hijos. Porque hasta ese momento adquirimos la  corresponsabilidad para que ello no ocurra y que dejemos de usar el anglicismo  feminicidio, como asesinato evitable por razones de género.

Y sólo dejaremos de utilizarlo cuando ello ya no ocurra, cuando no existan listas interminables de ellas y recuentos del acto más denigrante que un ser humano puede hacer: asesinar a su mujer y a sus hijos.

Pues en palabras de Marcela Lagarde, ‘la violencia contra las mujeres continúa siendo una epidemia global que mata, lastima y perjudica física, psicológica, sexual y económicamente a millones de mujeres de todas las edades. Para decirlo alto y claro: es una violación de los derechos humanos negarle a las mujeres la igualdad, la seguridad, la dignidad y las libertades fundamentales’. 

 

Flor de Torres Porras es Fiscal Delegada de la Comunidad Autónoma de Andalucía de Violencia a la mujer y contra la Discriminacion sexual.

Vandana Shiva: biodiversidad, semillas y derecho a la alimentación

Por María Luisa Toribio María Luisa Toribio

Científica, filósofa y activista, Vandana Shiva es referente indiscutible en la defensa de la biodiversidad. Es autora de numerosos libros en los que explica con claridad cuestiones peliagudas como las consecuencias que tienen en la producción de alimentos y en la vida de campesinas y campesinos en todo el mundo las leyes de propiedad intelectual, las patentes de organismos vivos o la liberalización del comercio.

Vandana Shiva, científica, activista, filósofa y escritora India.  (c) Pablo Tosco / Oxfam Intermón

Vandana Shiva, científica, activista, filósofa y escritora India.
(c) Pablo Tosco / Oxfam Intermón

Nacida en la India, reconoce en Gandhi una fuente constante de inspiración en su vida. No en vano comparte con él su convencimiento de que la suma de pequeñas acciones es capaz de lograr grandes cambios.

El algodón, cultivo esencial en la India, es otro nexo de unión entre ambos. En la época de Gandhi ocupó un lugar central en su lucha no violenta por liberar al país de la colonización. Hoy, el algodón vuelve a ser protagonista; también la colonización, aunque ésta ha adquirido formas más complejas y difíciles de percibir. Cuando los países se invadían con el objetivo de apropiarse de sus recursos, la situación era obvia a los ojos de cualquiera. Hoy en día, la colonización tiene su punta de lanza en complejos acuerdos de liberalización del comercio, en leyes de propiedad intelectual, en el trato de privilegio que los gobiernos otorgan a las grandes corporaciones… Todo ello negociado al margen de la ciudadanía. Eso sí, la apropiación de los recursos sigue siendo el objetivo. La apropiación, incluso, de las semillas, fuente de vida.

En la India, los campesinos que viven del cultivo del algodón ya no pueden disponer de las semillas, no pueden guardarlas ni intercambiarlas con otros campesinos como han hecho toda la vida. ¿La razón? Más del 90% del algodón que se cultiva en el país es transgénico (la variedad Bt, modificada genéticamente con una bacteria) y las semillas han pasado a ser un “producto patentado” propiedad de empresas biotecnológicas, principalmente Monsanto. Los agricultores tienen que comprarlas para cada cosecha.

Este nuevo modelo agrícola les fuerza también a gastar más dinero en fertilizantes y en pesticidas. Un cambio imposible de asumir por los pequeños agricultores, obligados a pedir créditos que no podrán devolver si la cosecha no es buena… Entran así en una espiral de endeudamiento que ha provocado un dramático incremento de suicidios en el mundo rural. En 2011, el documental Bitter Seeds (Semillas Amargas) se hizo eco de la situación. Este cambio en el modelo agrícola ha sido posible gracias a los acuerdos de libre comercio que han abierto las puertas a la entrada de las grandes corporaciones.

No es de extrañar que las semillas sean una de las grandes preocupaciones de Vandana Shiva. Impulsora de la organización Navdanya, que promueve una agricultura sostenible, ha movilizado a millones de agricultores en defensa de su derecho a conservar y utilizar las semillas tradicionales, que hacen posible una agricultura diversa y adaptada a las condiciones de cada lugar. Ha creado una red de semillas ecológicas, iniciando un movimiento global por la libertad en el uso de las semillas. A través de Navdanya ya se ha logrado conservar más de 5.000 variedades de cosechas, entre ellas 3.000 variedades de arroz.

Vandana Shiva está plasmando en la realidad su convencimiento de que la creatividad humana es capaz de generar alternativas frente a un modelo de globalización económica que se está derrumbando.

 

María Luisa Toribio Bióloga y activista, con una mirada global al mundo que me lleva a implicarme en causas  como el medio ambiente, la pobreza, los derechos humanos, las poblaciones indígenas… Convencida de que las múltiples crisis que vivimos tienen raíces comunes y de que toca impulsar cambios profundos.