Encuentros a este lado

Por Margarita Saldaña MargaritaSaldaña

No todo son desencuentros en el empleo doméstico. Es verdad que los relatos de muchas mujeres ponen la piel de gallina a cualquiera, pero no faltan algunas historias que dibujan nuevamente la sonrisa y permiten recuperar la confianza en un futuro diferente para las trabajadoras del hogar. Son encuentros que tienen lugar ‘a este lado’, donde quien llega pidiendo trabajo es ‘la otra’ o ‘el otro’, pero donde hay personas dispuestas a aprender, acoger y acompañar.

Empleadora y empleada de hogar. Imagen del proyecto La Otra, de Natalia Iguíñiz (Perú)

Empleadora y empleada de hogar. Imagen del proyecto La Otra, de Natalia Iguíñiz (Perú)

El hecho de ser musulmana y tener a su cargo una niña no fue problema para la familia que emplea a Amina. Esta mujer marroquí lleva cinco años en España, donde llegó con su marido poco antes de divorciarse. Cuando nació su hija ingresó en un centro de acogida, y allí permaneció hasta hace poco. Amina se preocupó de aprender castellano y de formarse en cuidado de niños, primeros auxilios y cocina española. El trabajo donde está actualmente lo consiguió porque pegaba carteles por todas partes ofreciéndose como empeada de hogar. ‘Son muy buenas personas y me pagan bien. Yo también me porto muy bien con ellos y con la niña. Con el trabajo he podido continuar la vida. Llevo velo y ellos me dejan tenerlo en casa. Cuando no entiendo algo, me lo explican. Me han ayudado mucho con mi hija, me han apoyado. Me siento como en familia, me siento con ellos a la mesa‘.

También Haydee, peruana y educadora social, se ha sentido ‘muy cuidada‘ en distintos hogares donde ha trabajado a lo largo de sus diez años en España.Cuando llegué fue duro porque yo tenía mis estudios y nunca había trabajado en casas. De hecho, en nuestro país teníamos una persona en casa que nos ayudaba. Pero luego te haces al trabajo. Siempre me he sentido acogida y bien tratada en los trabajos, y eso me ha ayudado a vincularme y a permanecer en el empleo doméstico, porque me vi dignificada. Claro que cuando he visto la oportunidad de mejora la he aprovechado‘. Su propia experiencia, y el hecho de pertenecer al consejo de migraciones de su comunidad CVX, despertaron en ella el deseo de estudiar más a fondo la realidad migratoria, cursando el Máster en Migraciones Internacionales. Haydee valora el gran aprendizaje que ha realizado y sabe ver la oportunidad que se oculta bajo las dificultades presentes: ‘en el tiempo que llevo en España he aprendido el respeto por las diferentes culturas y me di cuenta de que todos tenemos muchas cosas que aportar. Por ejemplo, en este momento del país podemos aportar nuestra fortaleza frente a la crisis, porque ya la hemos vivido en nuestros países. A mí me gusta España para vivir, me he interesado por conocer la cultura española y por viajar para conocer los diferentes lugares. Ahora siento que tengo más sentido universal. Lo importante es hacer amigos, vincularte, aprender a ser tolerante y aceptar la diferencia’.

 

Marga Saldaña trabaja en el Centro Pueblos Unidos, de Madrid

2 comentarios

  1. Dice ser ANTONIO LARROSA

    Estamos en una crisis muy profunda , peor que la gran depresión americana del 1929 cuando alli llegaron al 25 % de paro y nosotros ya hemos superado el 26 Por eso es dificil congeniar con los inmigrantes y aunque esas señoras sean muy buenas personas , las circunstancias tan penosas que estamos sufriendo no hacen que las miremos con ostilidad. Esperemos que todo pase y cambiemos de ideas racistas y xenófobas.

    Clica sobre mi nombre

    02 octubre 2013 | 06:59

  2. Dice ser Marta

    Yo soy de España y en algunos momentos me he sentido humillada al trabajar de empleada de hogar. No en todos, pero si en el últmo que he trabjado. Nunca me pagaban al dia y el ultimo mes que lo trabaje no me lo pagaron y como no estaba asegurada no pude reclamar nada. Hay de todo, hay personas que son buenas y otras que te toman el pelo, abusan del poco trabajo que hay. Yo aguante durante dos años esta situación y al final no pude mas y me fui. Consegui parte de lo que me debían antes de decirles que me iba pero me dejaron a deber dinero que ya no recuperare mas. La verdad es que te hace sentir muy mal que tú te portes bien con ellos y ellos te hagan esto. Si no pueden pagarte pues que te lo digan y te buscas otra cosa, pero que mes tras mes tengas que estar pidiendo lo que te deben es muy desagradable, a mi no me gusta, y eso que pides algo que es TUYO.

    02 octubre 2013 | 11:46

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