Por Belén de la Banda 
Esta semana he sentido la inmensa emoción de conocer a Yolanda Perea, una de las muchas mujeres víctimas de la peor parte del conflicto armado en Colombia. El testimonio y la fuerza vital de Yolanda impresionan. ¿Cómo puede volver a sonreír una mujer que desde niña fue víctima de una brutal agresión y desde entonces lo ha perdido todo?
Yolanda Perea, en un encuentro en Madrid el pasado miércoles. Imagen: Belén de la Banda
Yolanda vivía con su gran familia en una próspera finca la región del Chocó, en Colombia, y un día, con 11 años, fue violada por quien ella llama un actor armado. Su madre protestó ante el responsable, y pocos días más tarde varios miembros del mismo grupo llegaron a la finca y organizaron un tiroteo. Yolanda y parte de su familia echaron a correr hacia el monte. En ese tiroteo mataron a su madre y a su hermana, hirieron a su tío, reclutaron forzadamente a uno de sus hermanos con 14 años.
Los supervivientes tuvieron que salir de su tierra bajo amenazas cumplidas de muerte. Desplazamiento, sufrimiento, persecuciones. Varias veces trató de regresar y de nuevo tuvo que huir. Cuanto intentó organizar su vida de nuevo, el recuerdo de su trauma era tan fuerte que veía por todas partes los ojos de su victimario. Necesitó apoyo psicológico. Ha tenido un niño y una niña. Su primera casa, hecha de maderas y construida en un lote prestado, la tuvo gracias a un proyecto con apoyo de Oxfam. Se la entregaron un día antes de que naciera su hija. Pero duró poco tiempo: cuando intentó que más personas de su entorno consiguieran tierras para vivir y cultivar, de nuevo comenzó a recibir amenazas y tuvo que huir nuevamente. Aún así, sigue trabajando a través de una organización creada en memoria de su madre asesinada, que tiene como objetivo apoyar a las mujeres, niños y niñas en su entorno. Y puede sonreír porque para estas personas ella es un rayo de luz.
En el caso de Yolanda, recibió una reparación que apenas le dio para pagar al abogado y cuidar la salud de su hermano. ‘Yo quiero saber por qué el actor armado mató a mi mamá, por qué hizo lo que hizo, para que yo pueda dejar de sentirme culpable. Yo sé que no voy a recuperar a mi familia, me hace falta mi mamá, pero yo no estoy en la misma condición de cuando vivía en mi casa, cuando todos estábamos juntos y éramos felices. Yo no me siento reparada. Yo siento que me han dejado sola con un problema que yo no busqué. No se trata de que nos den unos pesos. Necesitamos tener una casa, un trabajo, una atención psicológica a fondo, salud, apoyo para nuestros hijos. Yo sigo teniendo miedo. Cuando pongo una denuncia me dicen que el riesgo es muy bajo. No investigan desde qué teléfono me llaman para amenazarme.’
En Colombia, dice Diana Arango, de Oxfam, hay 40 mil mujeres como Yolanda, que han sufrido violencia, desplazamiento, han perdido a sus seres queridos. ‘Entre 2001 y 2009, más de 489 mil mujeres han sido víctimas de algún tipo de violencia sexual, pero el 92% de las mujeres no denuncia: son culpadas por su comunidad, el actor armado sigue amenazándolas, y no tienen confianza con las instituciones del Estado y su capacidad de respuesta cuando van a denunciar‘. Junto con una decena de organizaciones de mujeres y de derechos humanos denuncian esta situación con la campaña Violaciones y otras violencias: saquen mi cuerpo de la guerra que buscan mostrar cómo el cuerpo de las mujeres sigue siendo arma de guerra y lograr que el Gobierno peruano tome medidas.
Todos los días en Colombia se producen nuevas víctimas: desplazamientos, violencia sexual, desapariciones forzadas y algunas ejecuciones extrajudiciales. Las instituciones encargadas de proteger, reconocer la verdad, reparar el daño que han sufrido, asegurar que se hace justicia con sus agresores, no están dando la respuesta adecuada. La impunidad es un motor para que cada día sigan surgiendo nuevas víctimas. No es posible cerrar los ojos ante esta tragedia. Tenemos que ayudarlas para sacar el cuerpo de todas las mujeres de la guerra.
Belén de la Banda, periodista, trabaja en Intermón Oxfam.
«Fue violada por quien ella llama actor armado», y parece que ella se ha inventado la definición, y no, es uno de esos conceptos que los malos se inventan y que, inexplicablemente, hasta los buenos acaban incorporando a su propia jerga, haciendo así el juego a los malos. «Actor armado» y «guerra», en lugar de
TERRORISTA DE LA GUERRILLA DE LAS FARC, FUERZAS ARMADAS REVOLUCIONARIAS DE COLOMBIA, O EJÉRCITO DEL PUEBLO.
Ni «guerra» ni «Fuerzas Armadas», ni mucho menos «Ejército». Organización terrorista asesina que tiene el control político, económico y social de comunidades enteras Un «actor armado» no es más que un esbirro a las órdenes del señor local de las FARC. Unas FARC que también ejercen, sistemáticamente, como práctica habitual, violencia sexual contra sus propias «actrices armadas», en modo «reposo del guerrero»; violencia que también se manifiesta en abortos forzados. Digamos que la esclavitud sexual se da en el seno de la propia organización, ¿qué no podrán hacer a pobres campesinas de las comunidades COLONIZADAS por las FARC?
GUERRA. ¿Qué guerra? ¿Colombia está en guerra y no nos hemos enterado? ¿Conflicto armado? ¿Allá también?
¿Y no tienen confianza en las instituciones del Estado, dices? ¿En qué instituciones de qué Estado van a confiar? ¿En las que han pasado a negociar con sus agresores de igual a igual? ¿De qué me suena esta vaina?
Nótese que he nombrado a las FARC cinco veces, con ésta seis. Tú, Belén, ni una sola vez.
19 junio 2013 | 08:52
Y el cuerpo de los hombres en la guerra que? descuartizados, desmembrados, mutilados, torturados, masacrados… asesinados en masa metiendolos en estadios de futbol solo por ser hombres mientras las mujeres se libran de todo eso.
En las guerras quienes más sufren son los hombres. Va por este orden, de peor a mejor tratados: los hombres del bando perdedor son masacrados, los hombres del bando que vence sufren también cuantiosas perdidas, las mujeres del bando perdedor en algunos casos son violadas pero se libran de la mayoría de lo que les pasa a los hombres. Y por último las mujeres del bando ganador que se benefician del sufrimiento de todos, ya que ni sufren daño y aún por encima se benefician del botin o beneficios obtenidos en la guerra.
Los hombres no quieren ir a la guerra donde no ganan nada, pero desde hace siglos la cultura del matriarcado desde niños inculca al hombre que su sitio es ser la carne de cañón al servicio de la mujer, y recibe alabanzas por parte de ellas: que guapos son los hombres de uniforme, que valiente es, tu que eres más fuerte ve a morir por mi, peleate para defenderme, etc, etc,….
Acaso veis a las mujeres o feministas posicionarse en contra de que los hombres sufran en las guerras, pues no? solo de forma hipócrita y parcial se preocupan de lo que le pase a alguna mujer, pero los hombres que les jodan, y aún por encima les echan a ellos la culpa, como si les gustara ser descuartizados o asesinados.
19 junio 2013 | 08:53
No te tienes que ir tan lejos con las violaciones.
En este país pasa desgraciadamente a diario. ¿Y para qué? Para que a los pocos meses a patear adoquines. Durante la cárcel, separadito y cuidado no sea que le hagan pupa.
Y la víctima, jodida para siempre.
Siempre he sido partidario del «dejádselo a su familia media hora en una habitación insonorizada, sin cargo penal alguno para los que entren en ella»
19 junio 2013 | 09:11
Muy bueno, conciso y claro tu artículo Belén. Desde luego, un arma siniestra que se usa en todos los conflictos es el cuerpo, la salud, y cadena psicológica de sufrimientos en una mujer. En ese y en todos los conflictos armados. Hay que solicitar, exigir,a los gobiernos que asuman el problema que le hace decir a esta chica que afortunadamente sonríe «Yo no me siento reparada. Yo siento que me han dejado sola con un problema que yo no busqué»….esa frase me ha transmitido mucho. Un abrazo.
19 junio 2013 | 10:33
> Tenemos que ayudarlas para sacar el cuerpo de todas las mujeres de la guerra.
¿Sólo a ellas?. A los niños/hombre que les den …
MODE IRONIC OFF
Cuánta igualdad!
19 junio 2013 | 10:39
Veo que han censurado mi comentario, se puede hablar de patriarcado pero no de matriarcado, se puede hablar de las victimas femeninas de la guerra pero no de las masculinas, etc, etc,… es una caraterística del feminismo vulnerar la libertad de expresión de los hombres simplemente porque se disiente de su opinión y se quiere censurarla, a pesar de que no vulneren ningún derecho, ni norma, ni nada, nada más que no estés de acuerdo con tu opinión? Por mucho que te moleste, los hombres sufren mucho más que las mujeres las penalidades de las guerras, al igual que las mujeres sufren mucha más violencia de género.
Será que para una feminista que los hombres sean asesinados en masa, haya genocidios masculinos, sean torturados, mutilados, desmenbrados, etc,… es normal. Y no, salvo que un hombre sea tonto no querría hacer eso, si lo hace es por la educación y la cultura que recibe.
Una recomendación para los lectores, aunque ya es un libro anticuado: leed «El varón domado». No más hombres muertos en las guerras mientras las mujeres se quedan en casa y dejan que luchemos sin protestar y lo único que les preocupa es que no haya mujeres violadas, sesgando por completo lo que es una guerra.
19 junio 2013 | 11:03
Gracias por contar este caso, y enhorabuena. Hace años tuve la oportunidad de colaborar con una comunidad en el norte de Colombia, y os agradezco que ayudéis a que lo que pasa allí se conozca.
Me gustaría decir que algunos comentarios me parecen muy desacertados y más basados en los prejuicios sobre Colombia que sobre la realidad del país.
Además del ejército y los grupos guerrilleros, en Colombia ha habido y hay grupos paramilitares de extrema derecha que operan en connivencia con otros poderes -por ejemplo, los económicos. El conflicto actualmente tiene una intensidad menor, pero sigue produciendo víctimas, como se dice en el artículo.
Todos los actores armados que he citado tienen numerosas denuncias y algunas condenas por violación y asesinato de mujeres. De modo que está bien entender que las mujeres en Colombia tienen una penalización extraordinaria por serlo, especialmente en las zonas rurales donde operan grupos armados impunemente.
Por supuesto, los colombianos de esas zonas también sufren mucho, pero aquí nos hablan del caso concreto de una familia, de una niña violada que ha quedado huérfana, de su hermano que ha sido secuestrado… Si no sois capaces de respetar eso más que vuestra opinión desinformada, vuestro valor moral es el que es.
Yo deseo que haya verdad, justicia y reparación para todas las víctimas del conflicto colombiano, y que desde aquí presionemos a las autoridades del país para que avancen en ese sentido.
19 junio 2013 | 12:31
#Mosquita Muerta
¿qué pasa, que tú estabas allí? ¿cómo sabes quiénes eran los violadores? ¿te sientes muy valiente por comentar sobre la guerrilla con un seudónimo en un periódico español? La valiente es ella, que da la cara y su nombre.
Enhorabuena por el artículo. Hay que decirle a Santos que ponga paz y justicia ya.
19 junio 2013 | 12:42
No soporto leer los comentarios, me averguenzo.
Siento muchísimo lo que le pasó esta mujer, siento que le ocurriera esta salvajada, siento lo que a diario tienen que padecer estas personas, lo siento de verdad…..
19 junio 2013 | 13:04
Mosquita Muerta, la chica no se ha inventado el término, en Colombia, y lo se porque vivi allí bastantes años, a los guerrilleros, paramilitares e incluso según el contexto a las fuerzas militares y de policía se les llama actores armados, en medio de la dialéctica políticamente correcta que manejan los negociadores de conflictos.
Conflicto armado en Colombia???? si señora, y viene de antiguo, desde 1948 mas o menos, y lo lamentable es que muchas personas, como veo es tu caso lo desconocen porque no se trata de una guerra abierta como por decir algo lo que sucede por estos días en Siria, pero desde esa lejana fecha ha habido muchos muchísimos muertos, guerrilleros, campesinos, policías, militares, paramilitares, ciudadanos de a pie, narcotraficantes, delincuentes comunes; comprendo que fuera de Suramérica no se le ha dado demasiada difusión a esta situación lamentable en la que vive este buen país, que por otra parte tampoco puedes verlo como una zona de desastre, tiene sus ciudades grandes, su gente trabajadora… vamos que no es la selva en la que Tarzan se desplaza en lianas como muchas personas imaginan, pero ahí esta la situación, y si comparto contigo que las farc no son mas que unos terroristas y narcos, y te invito a que busques un poco de información sobre la situación porque a veces los términos y las palabras usadas como lo de los actores armados nos pueden llevar a confusión si no conocemos las circunstancias. Que tengas un buen dia.
19 junio 2013 | 13:07
Ave guanera. Reconocerle su valentía no me impide lamentar que tenga que ser valiente. Y reconocer la labor de Intermón Oxfam no me impide repudiar el lenguaje que utilizan.
Esta vez me gustaría que me lo publicarais para honrar a Yolanda y para mostrarle mi solidaridad y mi cariño, a ella y a mi Colombia querida, a la que adoro…sentada cómodamente y a miles de kilómetros.
19 junio 2013 | 13:27
#Mosquita Muerta, me alegra que muestres una actitud más compasiva hacia la protagonista de este artículo. Todos los crímenes con víctimas inocentes son igualmente execrables para mí y desgraciadamente en Colombia parece que los autores materiales e intelectuales de este tipo de violencia despreciable son muchos y variados.
19 junio 2013 | 15:18
En esta entrada hemos reproducido textualmente las expresiones de Yolanda. Para más información sobre el trabajo de Intermón Oxfam en este tema en el país os recomiendo leer alguno de los informes publicados al respecto:
http://www.oxfam.org/sites/www.oxfam.org/files/bp-sexual-violence-colombia-sp.pdf
19 junio 2013 | 15:22