Se nos ve el plumero Se nos ve el plumero

"La libertad produce monstruos, pero la falta de libertad produce infinitamente más monstruos"

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Copiemos al País Vasco: «un ejemplo para España»

Zapatero y Rajoy deberían imitar mañana a sus respectivos líderes vascos (López y Basagoiti), que han sido capaces de librarse de su esclavitud partidaria, para llegar a acuerdos de gran calado político sobre los principios básicos de la democracia.

Hace casi dos años («horribilis») de esta fotografía en la puerta de la Moncloa. De aquella reunión fallida tenemos hoy una parte de estos lodos…

¿Habrán aprendido algo de sus colegas del País Vasco?

También podrían inspirarse en los líderes del Gobierno y de la oposición de Portugal, que pelean juntos contra la crisis económica. Ante una situación extraordinariamente grave necesitamos líderes también extraordinarios y no tan mediocres como los que se van a reunir mañana en La Moncloa.

Tanto Zapatero como Rajoy deberían leer con atención al maestro Antonio Gala («Contra la España mediocre»), hacer examen de conciencia y propósito de enmienda. Una sonrisa conjunta (y sincera) de ambos al término de la reunión sería más balsámica para la economía española que algunos puntos del déficit público o una docena de puntos del endeudamiento.

Premio Fernando Abril a la Concordia para los líderes del PSOE y el PP vascos

Dos adversarios políticos comparten el Premio a la Concordia. Parecía imposible pero algo se mueve, desde hace un año, en el País Vasco: la esperanza.

Los líderes vascos del PSE-PSOE y del PP han ganado juntos el Premio Fernando Abril Martorell 2009 a la Concordia. Patxi López y Antonio Basagoiti sumaron hace un año sus votos para consolidar la democracia en el País Vasco. Y algo se nota.

El jueves pasado, ambos adversarios políticos fueron homenajeados en un hotel de Madrid «por su decidida apuesta por la concordia, el diálogo y el consenso en un momento de cambio y de alternancia política en el País Vasco».

La Cena de la Concordia reunió a un montón de celebridades de la Transición (que ya no cumplirán los 60 años) pero también -otra novedad, pese al alto precio del menú- a algunos jóvenes de la generación de Patxi López y de Antonio Basagoiti. Creo que es la primera vez que el Premio a la Concordia va a parar a manos tan jóvenes. Ya era hora.

Según la Fundación Fernando Abril Martorell (a la que tengo el honor de pertenecer), este galardón pretende reconocer que ambos premiados, «al situar la convivencia ciudadana en el centro de su acción política«, han iniciado un camino que «servirá, sin duda, de inspiración a quienes creen en la fortaleza de la democracia y están dispuestos a defenderla mediante la ley, la razón y la palabra«.

En el acto de entrega del Premio, José Luis Leal, ex ministro de Economía con el vicepresidente Abril y vicepresidente de la Fundación, lamentó la «di¡ficultad creciente para llegar a consensos mínimos» y celebró que los dos grandes partidos hayan llegado a un acuerdo en el País Vasco. Los líderes vascos del PSE-PSOE y del PP han demostradso ser «valientes y generosos».

Nicolás Redondo Terreros hizo el elogio de los premiados: «dos personas que respeto y quiero», líderes «generosos, cautos y sabios» quienes, con una política de eficacia y de normalidad democrática, han hecho un esfuerzo por el consenso. Y añadió: «un ejemplo para España».

También recordó que el vicepresidente Abril Martorell venció la esclavitud partidaria hasta hacerse amigo de Alfonso Guerra y de los sindicatos. Hizo una defensa emocionada de los líderes de la Transición, entre los que su padre (presente en la cena) tiene un lugar de honor:

«Cambiaron la confrontación por el acuerdo, con tolerancia para entender las razones del otro; y el enemigo se convirtió en adversario al que se le podía ganar pero no aniquilar… Llegamos con tanto retraso… nos costó tanto…y algunos lo han olvidado».

También combatió la desidia, la ignorancia y la comodidad actuales.

Al término de la cena, Javier Solana fue el encargado del Elogio de la Concordia. Y lo hizo de maravilla:

«Miramos a la memoria del pasado -dijo- cuanto no hay proyecto de futuro».

Su discurso merece crónica aparte. Pero eso lo dejo para otro día. Tengo recados urgentes que hacer ahora mismo.

—-

La Fundación Fernando Abril Martorell fue creada en junio de 1998 con Adolfo Suárez como presidente de su patronato y José Luis Leal Maldonado como su vicepresidente. El año pasado, el premio lo recibió el ex jefe de la Casa del Rey Sabino Fernández Campo, fallecido recientemente, y el anterior el galardonado fue el el entonces alto representante de la UE para la Política Exterior, Javier Solana.

En anteriores ediciones el premio recayó en el Rey Juan Carlos, Agustín Ibarrola, Fernando Savater, Francisco Ayala, Santiago Carrillo, José Maria Martín Patino, Jordi Pujol, Alfonso Guerra, la organización empresarial CEOE y los sindicatos CCOO y UGT.

Se acabó la crisis ¡en China!

La recuperación podría estar a la vuelta de la esquina. Y nos viene de la China, el principal acreedor de los Estados Unidos.

¡Quién lo diría! Un país que todavía se llama comunista parece dispuesto -con una inversión pública de 450.000 millones de euros- a sacar al capitalismo de la mayor crisis de este siglo. China es el primer país que muestra síntomas de cambio de ciclo, empezando por un alto crecimiento del crédito bancario reanimado por el fomento del consumo interno.

La noticia -por si acaso se trata de un espejismo- sólo va a una columnita y en las páginas interiores de Economía de El País. Quizás nos agarramos a un clavo ardiendo, pero, sediento como estoy de indicios económicos positivos, esta pequeña noticia -casi un breve- me ha llamado la atención y por eso quiero compartirla con los asiduos a este blog:

«El volumen de crédito se multiplicó por seis el pasado mes de marzo, respecto al mismo mes del año anterior».

¡Quien lo pillara aquí!

¿Lo ha entendido, señorita Salgado?

Por repetitivos, los síntomas de la crisis apenas son ya noticia. La noticia, como indica su nombre, está en la novedad, en lo nuevo, en lo distinto. La crisis económica ya es rutina, cosa vieja y ojalá que pronto sea cosa del pasado. Desde luego, la crisis económica aún dará que hablar porque todo es empeorable.

Sin embargo, por primera vez, vemos hoy esta noticia positiva que nos permite vislumbrar (¡ya es gana de ser optimista!) los primeros síntomas de recuperación. Y nos viene de China, antes que de Estados Unidos.

Todas la miradas europeas parecen estar puestas en Obama y en la economía de Estados Unidos, mientras las miradas de los norteamericanos se dirigen suplicantes hacia la China, para asegurarse allí la colocaciòn de su deuda.

Vientos de Este y vientos del Oeste.

¿Cual de los dos llegará antes a nuestras costas?

Ayer mismo pude leer algunos dudosos indicios de recuperación en Estados Unidos. Pero los titulares venían entre signos de interrogación. No les hice caso. Hoy, en cambio, tenemos un titular claro con sujeto, verbo y complemento:

El negocio bancario se recupera en China

Last but not least. Otra noticia positiva: El País y El Mundo han coincidido hoy al descatar, con el mismo sesgo, en sus portadas, la noticia del PNV deslegitimando al próximo lehendakari Patxi López.

El acuerdo del PSOE y el PP para nombar a Patxi López jefe del Gobierno vasco ha sido una de las mejores noticias del siglo. Aún me parece un milagro que los vascos puedan conocer de cerca la dulzura de la libertad. Una vez que prueben la democracia en su propia tierra, será difícil dar marcha atrás.

Bienvenido también este acuerdo tan inusual entre El País y El Mundo para titular por lo sano.

Y gracias a Zapatero y a Rajoy por hacerlo posible.

Hoy veo que El País ha rectificado su error de ayer y ha ofrecido a sus lectores la imagen de la exagerada reverencia de Obama ante el indigno rey Abdulá de Arabia Saudita. Más vale tarde que nunca. Eso sí, la foto parece un sello de correos. Claro que Enric González, como fino periodista que es, ha salido al rescate galante de su periódico con un comentario muy adecuado a las circunstancias (en las páginas de televisión).

Y, ya puestos a alegrarnos el día del regreso de las vacaciones de Semana Santa (yo sólo llegué hasta El Escorial), les invito a ver y escuchar un video espléndido (tipo Bollywood) que me acaba de enviar mi hijo Erik desde Hollywood.

Muy pocos podrán evitar una sonrisa al recordar, con esta música, su infancia en tiempos difíciles. La cantaban los austriacos para escapar de los nazis. Aquéllos eran tiempos difíciles…

Que les aproveche:

Pinche aquí para ver y escuchar este genial Do Re Mi que está dando la vuelta al mundo

Se trata, como habrán visto, de «La Danza (del “Sound of Music”) de la Estación del Tren»

¿Por qué es tan popular?

Traduzco el último párrafo de una columnista del Huffington Post (web demócrata) sobre las razones del éxito de más de un millón de personas que han visto este video de la Estación Central de Antwerpen (Bélgica) donde bailaron mas de 200 personas -algunos espontáneamente- al estilo Bollywood más puro. No hay nadie que se resista a sonreir:

Último párrafo:

«Es un truco publicitario para un reality show, pero eso no molesta a nadie; a la gente le encanta por lo que es: un video muy guay, bien hecho, que permite a las personas normales expresar su alegría y talento y hacer felices a los que les rodean durante un ratito breve. Los productores eligieron la canción perfecta: una que nos lleva a nuestra infancia, pero que también nos recuerda el optimismo sin pudor de María ante la maldad. Estamos en una crisis global económica, EE.UU. está luchando en dos guerras, hay genocidio en Darfur, el SIDA se extiende sin freno, y hay una posibilidad real de que una gripe aviar nos pueda matar a todos dentro de un año o dos. Necesitamos a este video… «

Y ahora en inglés:

«Sound Of Music» Train Station Dance: Why Is It So Popular?

(VIDEO)

Huffington Post, Alex Leo, April 12 at 06:13 PM

http://www.huffingtonpost.com/2009/04/12/sound-of-music-train-stat_n_186016.html

A video of almost 200 people taking over Antwerpen’s Centraal Station in Belgium and doing a carefully choreographed dance to the Do Re Mi song (aka Maria’s Dance aka Maria’s Song) from «Sound of Music» has garnered almost a million views on YouTube, and continues to grow, sprouting a new round of google trends today.

People like viral videos, they like flash mobs, and they like weird junk on the Internet, but this video has struck an especially emotional chord with those who’ve watched it. The folks at Shallow Nation called it a «sheer joy to watch»; Dancer Universe blog chirped, «How could you not smile for hours? I’m smiling now just typing this!»; and Salon.com’s Table Talk offered this to the discussion:

«The dancers are presenting the purest form of art imaginable: art simply and truly for the sake of art…They managed to punch right through my cynicism and show me that good things are still out there and there are good people in the world…In a small way, I have a deeper understanding of what it is to be human because of the actions of 200 fellow humans in a train station in Belgium.»

It’s a publicity stunt for a reality show, but that doesn’t seem to bother anyone, they just like it for what it is: a really cool, well shot video, that lets average people express their joy and talent and make those around them happy for a brief period. The producers chose the exact right song: one that harkens back to our childhoods, but also recalls Maria’s unabashed upbeatness in the face of evil. We’re in a global economic crisis, America’s fighting two wars, there’s genocide in Darfur, AIDs running rampant, and a pretty good shot that we could all be killed by bird flu in a year or two. We need this video.

Amén

«Queman», en El Mundo; «tranquiliza», en El País

«Posible OPA», en El País

«Falso rumor de OPA», en El Mundo

El fracaso del catolicismo español

SUSO DE TORO en El País 14/09/2007

Es común dar por hecho que la religión, heredada del tiempo de nuestros mayores y ancestros, decae históricamente y que, siendo extemporánea, ya no juega un papel significativo en nuestro tiempo. Y esto a despecho de que la principal potencia económica y militar, Estados Unidos, tenga en su Constitución y en su moneda, que es el patrón de la economía mundial, la invocación al dios cristiano, manifestando así prácticamente la confesionalidad del Estado. Y de que todos sus presidentes se declaren creyentes públicamente y hagan de ello bandera política. A despecho también de que el Estado de Israel, que juega un papel tan importante en la política norteamericana y mundial, viva verdaderamente como Estado confesional; de que países como Irán, que juega un papel cada día más activo en el escenario internacional, sea beligerantemente confesional; de que la religión musulmana esté siendo desde hace unas décadas un instrumento de afirmación identitaria para una parte importante de la juventud árabe, creando un nacionalismo radical religioso transversal a los Estados existentes, árabes o europeos.

En realidad, la religión, basta considerarla en su dimensión ideológica, es, en nuestro tiempo, un instrumento principalísimo en el conflicto entre intereses y visiones del mundo. No el comunismo, es la religión el fantasma que recorre Europa y el planeta. Y donde la religión no se manifiesta de forma clara aparece en sus formas más seculares: en ideologías místicas comunitarias. Pues los humanos seguimos buscando y hallando credos y fes en las que disolver nuestro insoportable yo en algún nosotros. Buscamos argumentos que nos sitúan no sólo en el espacio sino también en el tiempo, que nos dan memoria y futuro, o sea trascendencia a nuestras vidas. Y de este modo encontramos algo de sentido a nuestra vida individual y solitaria.

Lo que en la inteligencia europea es minusvaloración de la religión, que le impide ver la realidad, en España es un desprecio intelectual absoluto. Quizá ese desprestigio de la religión en general se deba entre nosotros a algo más que al esquematismo de epígonos tardíos de la Ilustración, es la repulsa hacia la Iglesia católica que ha condicionado tanto nuestras vidas y la sociedad. Pues el catolicismo para nosotros tiene rasgos propios, es la ideología nacional, y nacionalista, española. El nervio del argumento de la nación española fue escrito por clérigos y el supuesto continuo histórico católico-castellano se basa en la continuidad de la Iglesia católica española. Las crónicas medievales de Ximénez de Rada pretenden continuarse ahora en el discurso de Rouco Varela. Es lógico que frente a ese argumento de la esencia de España exista un contradiscurso comunitario nacional en las diócesis vascas y catalanas.

Y es que no hablamos de fe, hablamos de política, la lucha por el poder es lo que hay tras la beligerancia de la Iglesia española. Cuando presionan para imponer su doctrina a todos los ciudadanos, cuando intentan que su ideario religioso sea la ideología del Estado y la sociedad, intentan mantener su papel histórico. La Iglesia católica española, los obispos, creen ser la esencia de España, los que coronan reyes o casan príncipes, hablan literalmente en nombre de España.

Evidentemente es falso, intentan usurpar el poder y negar la existencia a la ciudadanía, pero la Iglesia es dueña de los símbolos que articulan la vida política toda, incluso los ministros juran su cargo ante un crucifijo. Y hasta ahora ha sido dueña de los ritos de la vida social y personal, del bautizo al entierro, pasando por la boda. El debate político que la Iglesia católica le plantea a la sociedad española es profundo, le disputa a la ciudadanía la propiedad del Estado y, en su sentido más profundo, la misma autoridad.O mandan los obispos o mandan los ciudadanos.

Los obispos reclaman el poder que se les escurre entre los dedos y por eso remarcan los rasgos de su ideología, su integrismo frente a una cultura laica que la sociedad ya ha interiorizado hace tiempo de un modo natural. Los cambios sociológicos e ideológicos han sido profundos, esta Iglesia ya no expresa a esta sociedad. La representaba ideológicamente después del golpe contra la República, de la represión de posguerra y durante el franquismo: cuando la Iglesia tenía su cupo en las Cortes franquistas, cuando para ser obispo había que tener el plácet de Franco. Entonces la Iglesia sí era dueña ideológicamente de España, o sea de los españoles. Hoy, no.

La violencia de la Cope es el canto del cisne de lo que fue. El integrismo católico hoy es un tigre o más bien un fantasma de papel, la prueba es su agresividad, síntoma de su impotencia. La sociedad simplemente no querría vivir encerrada en su utopía reaccionaria. La Iglesia se reclama dueña de la historia española pero es su esclava, atada a ese pasado que tuvo su fruto granado en el nacional catolicismo franquista. Incapaz de romper con su pasado, de asumir errores, cargando con su integrismo, ha perdido su hegemonía sobre la sociedad. Su fracaso ideológico es patente, la Iglesia española tendrá aún mucha parroquia pero está sectarizada. Sólo una facción, esta derecha en su búnker, acepta su liderazgo moral.

Ese fracaso histórico es clamoroso, pues el nacional catolicismo fue un régimen totalitario en el que Ejército e Iglesia no sólo controlaron la vida pública, también modelaron el yo de generaciones de españoles. Tal fue su poder.

Y precisamente es en España, debido al fracaso del catolicismo, donde se da de un modo más acusado que en otras sociedades europeas la pérdida de todo el crédito de la religión. Al no adaptarse a nuestro tiempo histórico resulta un obstáculo, lo que el catolicismo nos dice no tiene nada que ver con lo que vivimos y sentimos. La ley de los obispos resulta extemporánea e inhumana, carece de sentido de la realidad. Así, excepto en Euskadi y Cataluña, donde el catolicismo se ha pegado más a la comunidad y todavía es un referente con un papel aceptado en la vida social, se puede decir que la sociedad española es hoy irreligiosa. La corrupción del mensaje cristiano que fue el nacional catolicismo ha merecido la censura política e incluso moral de la mayoría de la sociedad y el empecinado integrismo, su alejamiento. Así, el fracaso de la Iglesia ha ayudado a que la católica y tradicional sociedad española, paradójicamente parezca ser la más «moderna» de las europeas.

Cabe preguntarse qué consecuencias está teniendo para la moral social, hay signos de anomia en nuestra sociedad. Si la moral católica tradicional no es válida para esta sociedad, ¿qué moral social existe? ¿Cuál es el consenso moral? ¿Lo hay? ¿Quién tiene legitimidad o capacidad para establecer un nuevo consenso que nos diga lo que está bien y lo que está mal? ¿O soportaremos vivir sin un orden que nos diga lo que está bien y lo que está mal? Si es así, no podremos educar a nuestros hijos en una ética personal. Sin moral, qué ética. La ética es dinámica y ágil pero la moral tiene que tener consistencia y estabilidad, no se levanta sobre pilares relativos. ¿Podemos tener moral sin fundamento religioso? Es decir, sin fundamento, sin mito fundacional. No creo que las ideologías puedan fundar moral, sólo lo hacen cuando se transforman en mito comunitario, como el comunismo, el fascismo o algunos nacionalismos. Es el mito, la religión, quien da el orden último al mundo. Pero como no parece posible tener una fe religiosa simplemente porque nos convenga quizá debamos afrontar hoy este vivir desmoralizados, pues es nuestra realidad. ¿O sabe alguien una manera de cimentar valores comunes indiscutidos y aceptados?

O eso o repensar la religión, y tendría que ser un pensar distinto, un pensar sintiendo. En ese caso deberíamos mirar hacia atrás, al principio, y volver a preguntarnos por el final, la muerte. La muerte es una fuente de preguntas sobre la vida. ¿Es la vida humana sagrada? Antes de contestar podríamos detenernos para siempre en discutir lo que es «sagrado», pero también podemos contestar sí o no simplemente. Si no es sagrada es un bien tangible y tasable, si es sagrada quizá podamos sobre eso levantar moral para nuestro vivir. Que es un vivir cada vez más ensanchado, o achicado, por el espacio que crean los mass media, ese mundo vigoroso creado por nosotros pero que parece haberse emancipado y tener vida propia: resultó que nuestra civilización apolínea incubó el huevo del monstruo dionisíaco. Es un mundo nuevo, una nueva dimensión, donde la moral pinta muy poco y manda el deseo.

En este tiempo nuevo las generaciones adultas conservamos, aunque no lo reconozcamos, la moral judeocristiana que nos trasmitió de grado o por fuerza la Iglesia, aunque ella no la siga. Ésas son las nociones que muy malamente intentamos transmitir a los que vienen, ¿pero ellos qué heredarán? ¿Una discoteca, una pantalla?

Suso de Toro es escritor.

«Imaz tira la toalla», a la vez, en El Mundo y en El País

Lo nunca visto: ambos diarios coinciden en el sujeto y en el verbo de sus portadas. No puedo salir de España.

En cuanto regreso, me encuento todo tan cambiado que hasta El Mundo y El País recurren al mismo asunto para titular.

Pensé que se trataba de un espejismo. Pero no. Ahí están las dos portadas:

Imaz tira la toalla… y deja…

Los matices quedan relegados al complemento: en uno «deja» a Zapatero y en el otro «deja» al PNV.

El segundo gran titular de El Mundo ya es otra cosa: Pedro Jota nunca defrauda a sus fieles. Para eso está el reiterado verbo «manipular», tan de su gusto:

La Generalitat manipula el recreo para obligar a los niños a hablar catalán

Por si este verbo favorito de Pedro Jota no hubiera sido suficiente para reconocer los muros de la patria mía, me enfrenté a la portada de El País del día anterior, que me perdí en Asturias.

Entonces comprendí que, efectivamente, estaba de nuevo en España, en la España negra y eterna.

Ahí está la foto de portada que me devolvió a la realidad.

Tordesillas festeja la muerte a lanzadas de un toro

Si Juana la Loca levantara la cabeza y viera tantos vecinos con menos juicio que ella…

Nacer mujer es terrorífico en más de medio mundo

Cuando leo detalles espeluznantes sobre comportamientos ignominiosos contra la mujer, reclamo el derecho a la injerencia externa, a la intervención judicial internacional en esos países salvajes. Si no quieren respetar la Declaración Universal de los Derehos Humanos para a la mitad de sus poblaciones, por tratarse de mujeres, pues se les obliga. Si las mujeres produjeran petróleo, esos países, atrasados e indignos, ya habrían sido invadidos por fuerzas occidentales.

Desde luego, pocas veces coinciden El País y El Mundo en sus temas de portada. Hoy tampoco. El País le echa una mano al presidente del PNV («El PNV propone…»). El Mundo le echa otra mano a Zapatero, pero en este caso a su cuello: («Zapatero calienta…»)

Sin embargo, hoy sí coinciden en defender a las mujeres malatradas y asesinadas en Afganistán e India, respectivamente. Ambos diarios dedican la portada de sus páginas de «Domingo» a denunciar lo terrorífico que es nacer mujer en esos países.

Me da la impresión de que ni hombres ni mujeres del resto del mundo mueven (perdón, movemos) un dedo para acabar con estas salvajadas, que nada tienen que ver con el respeto indebido a tradiciones bárbaras o religiones criminales que ponen los pelos de punta a cualquier persona decente.

Mira por donde, Internet, por su cuenta, puede suponer un rayo de esperanza, de libertad, para muchas mujeres presas de tradiciones religiosas bárbaras. Los ideales laicos de libertad, igualdad y fraternidad de la Ilustración y de la revolución francesa están llegando a esas mujeres, a través de los blogs y de las paginas web (Bloguistán«) con más de dos siglos de retraso. En esos casos, parece claro que Internet es libertad. Menos mal.

El País abre a cuatro columnas con la propuesta del PNV de un nuevo pacto antiterrorista. El Mundo no da ni una línea del asunto. Y es una pena, porque todos los demócratas deberíamos aprovechar la presidencia de Josu Jon Imaz, mientras dure, para buscar juntos el fin del terrorismo de ETA.

Imaz ha demostrado no ser una copia del fiero Arzalluz, ese vasco tan español, ni del iluminado Ibarretxe. Por lo que le tengo oído y leído, sería una pena perder esta oportunidad, quizás irrepetible, que nos brinda Imaz. Claro que quienes lean El Mundo no se habrán enterado de nada.

La Pantoja -que Hacienda guarde- se lleva hoy dos páginas ilustradas en El Mundo y más de media página en El País .

Los titulares no son, en ningún caso, inocuos.

Para El País «…canta bajo fianza» y para El Mundo lo hace «…en un acto de desagravio».

Los gritos de sus incondicionales recuerdan aquel triste «¡Vivan las cadenas!» de la España negra.

¿Qué tendrá que ver cantar bien o mal con robar o no robar?

Fernando Savater ha vuelto a escribir. Y no ha perdido, del todo, el humor. Bienvenido.

El espejo deformante de la crispación

Josep Ramoneda en El País

13/05/2007

La crispación política no deja siquiera espacio para el sentido común

DECÍA MIQUEL ROCA, en un acto de la Fundación Alternativas en Barcelona, que uno de los efectos negativos de la crispación es que reduce el impacto de la corrupción. Efectivamente, convertida la política en una batalla de reproches pintados con brocha gorda, la ciudadanía tiende a pensar que las acusaciones de corrupción forman parte del espectáculo. Y las coloca en las estanterías de las falsedades, las mentiras y las calumnias. Si un partido es capaz de acusar a otro de connivencia con ETA o de relación con el atentado del 11-M, para señalar los disparates más sonoros que hemos oído en los últimos tiempos, ¿por qué la ciudadanía ha de pensar que dice la verdad cuando le acusa de corrupción?

Ante esta situación, muchos ciudadanos toman el camino de en medio: qué más da, todos son iguales, todos van por la pasta. Lo cual, además de injusto para muchos políticos, no hace más que aumentar la desconfianza entre la ciudadanía y sus representantes. Entre las adhesiones incondicionales de las fuerzas de choque de los crispadores y la reactiva conversión de los políticos en chivos expiatorios de todos los males debería haber un espacio para la ciudadanía crítica, como base indispensable para una democracia de calidad: deliberación y confianza. Pero para ello, los políticos deberían ayudar un poco más. Y desde luego su contribución no sólo es nula, sino que es profundamente negativa cuando presentan a las elecciones, como está ocurriendo en las listas para el 27 de mayo, a muchos candidatos con problemas con la justicia. Tanto el PP como el PSOE, más el primero que el segundo, es cierto, pero sólo es un matiz, los tienen en sus candidaturas. Lo cual hace inevitable una pregunta: ¿qué tienen o qué saben estos señores candidatos, que sus partidos no se atreven a quitarlos de las listas? ¿O tendremos que entender que los partidos dan por hecho que la corrupción está amortizada a ojos de la opinión pública y hay margen para la impunidad? ¿Qué credibilidad tienen entonces las llamadas a la tolerancia cero en materia de corrupción?

La crispación degrada realmente la vida democrática, y por eso es tan irresponsable ponerla en marcha (PP) como alimentarla para arrinconar al adversario en la extrema derecha (PSOE). Pero, además, en la medida en que oculta y banaliza la corrupción, el número de interesados en que la crispación siga aumenta imparablemente. Y la dificultad de resolver un problema político -la crispación, en este caso- es directamente proporcional al número de gente que se beneficia de él. Me temo que hay mucha gente interesada en que el ruido continúe.

La corrupción tiene mucho que ver con la vida municipal. Sería lógico que se hablara en esta campaña de los modos de proteger los municipios de la agresión de los corruptores -no se olvide nunca que no hay corrupto sin corruptor- y de las amistades peligrosas, entre política y dinero a costa de la urbanización masiva de determinadas zonas del país. Pero probablemente se pasará de puntillas sobre ello, porque la crispación está en otra parte: en la cuestión vasca, en la participación de Batasuna en las elecciones. Y la crispación es la que manda en la política española. El monopolio que la cuestión terrorista ejerce sobre la escena política tenía una sola ventaja: había frenado la demagogia reaccionaria sobre la inmigración. Ya ni siquiera ésta: el PP catalán de Josep Piqué tiene el dudoso honor de haber abierto la puerta a la entrada de la xenofobia en campaña, con un vídeo sobre la ciudad de Badalona.

La crispación es un espejo deformante de la realidad. En el debate electoral con Ségolène Royal, Nicolas Sarkozy puso a España por tres veces como ejemplo de las cosas que piensa hacer como presidente. ¿Qué hubiese pensado Sarkozy si al día siguiente hubiera visto la prensa española con un tema común en todas las portadas: las listas de Batasuna? ¿Es ésta la verdadera realidad de España? La crispación no deja siquiera espacio para el sentido común. El Rey habla de Irlanda e insinúa que, en estos casos, merece la pena «intentarlo», y se le acusa de romper su neutralidad. Y el Rey añade otra cosa más importante, que ha pasado más desapercibida: «Si se consigue, se consigue». Es la razón por la cual la mayoría de los ciudadanos son siempre condescendientes con el que lo intenta. Aunque la crispación lo nuble todo. FIN.

Las manifestaciones de la AVT (las víctimas del PP), en plena campaña electoral, reciben un tratamiento muy di¡ferente en cada diario. Ya estamos acostumbrados. Banderas de colores y a toda página en El Mundo y un recuadrito a mitad de página en El País. Sobre esa mani he oido un espeluznante reportaje sonoro en la SER en el que se oían gritos coreados de «Zapatero al paredón! o ¡De Juana a la cárcel, con Polanco!, y cantados como el famoso himno infantil «Cara al sol», etc.

Todo muy old fashion. O sea, de sabor fascista. ¡Qué miedo!.

Me dieron ganas de volverme en bici a los campos de Segovia en busca de San Juan de la Cruz.

Magnífico fin de semana segoviano.

«Por la paz, contra el terrorismo», aunque sea con casco

El próximo 23 de enero se cumplen dos años de la última manifestación contra el terrorismo a la que asistieron unidos líderes del PP y del PSOE.

A la vista de las porras que militantes del PP llevaban en sus manos, en busca de la cabeza del ministro socialista José Bono, no es de extrañar que ambos partidos no volvieran a ir juntos. El País publica hoy esta foto que no quiso ver el juez Hidalgo al dictar su estrafalaria sentencia (ya recurrida) contra varios policías.

Han tenido que pasar dos años y dos asesinatos de ETA para que se presente de nuevo la triste oportunidad de que los dos partidos más grandes de España puedan ir juntos a otra manifestación «Por la paz y contra el terrorismo».

Ninguno de los dos partidos debe perder esta oportunidad de ir juntos contra el terrorismo de ETA.

El próximo sábado, a las 18:00 horas, lo sabremos quienes vayamos a la Plaza de Colón de Madrid para ver si se juntan o no nuestros líderes en un asunto tan principal.