Se nos ve el plumero Se nos ve el plumero

"La libertad produce monstruos, pero la falta de libertad produce infinitamente más monstruos"

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«Un veredicto escalofriante en España» (New York Times)

La «cacería» contra el juez Garzón ha sumido al Tribunal Supremo en el mayor ridículo de nuestra historia democrática. La prensa internacional de prestigio está tan escandalizada como buena parte de los demócratas españoles. Y tiene difícil remedio a corto plazo. El Tribunal Supremo ha cosechado el dudodo honor de partir a España en dos. Otra vez.Numerosos juristas de prestigio no han dudado en calificar la persecución contra Garzón de «cacería». Y, a mi juicio, no les falta razón. A los jueces de Supremo se les ha visto demasido el cartón: ¿vengazas, envidias, premeditación, deudas, ideología…? Quizás un poco de todo pues Garzón, que no es perfecto -y le conozco hace tiempo- ha pisado muchos callos a la derecha y a la izquierda, al servicio de la Justicia, y se ha ganado numerosos y poderosos enemigos (de ahí le viene buena parte de su grandeza).

El Gobierno del PP y portavoces de la derecha española lamentan la pésima imagen que, a su juicio, estamos dando de la justicia española algunos ciudadanos, los políticos de la oposición, los intelectuales, etc..

Parece como si el responsable del desaguisado actual y del hazmerreir mundial (¡menudo trabajo!) no hubiera sido el propio Tribunal Supremo con su «cacería» premeditada contra el juez Garzón, el instructor y único condenado, por ahora, del caso Gurtel, el mayor caso de corrupción de los políticos del PP.

Recuerdo ahora cuando un grupo de periodistas jóvenes nos reuniamos en semiclandestinidad bajo la lámpara checa de la Asociación de la Prensa de Madrid en Callao (que luego fue mi despacho en 20 minutos).

Miguel Angel Aguilar, con la agudeza y la retranca que le caracterizan, solía repetirnos que el dictador Francisco Franco se decía responsable «ante Dios, ante la Historia». Y Miguel Angel añadía «… y ante la prensa extranjera»    Y, afortunadamente, parecía verdad. La Dictadura franquista era extremadamente sensible a la prensa extranjera, o sea, al qué dirán.

Cuando escuché a la vicepresidenta del Gobierno y a la portavoz del Consejo General de Poder Judicial lamentar la imagen que estábamos dando de la Justicia española ante el mundo me entraron los mismos escalofríos que debió sentir el responsable del editorial que publicó anteayer el diario The New York Times (el segundo en una semana, despues del que provocó las iras de Jimenez Losantos) titulado

«Un veredicto escalofriante en España».

Lo copio y lo pego a continuación:

February 10, 2012

A Chilling Verdict in Spain

http://www.nytimes.com/2012/02/11/opinion/a-chilling-verdict-in-spain.html?ref=baltasargarzon

The enemies of Judge Baltasar Garzón have finally gotten their way.
Spain’s Supreme Court this week found the judge guilty of misapplying the
country’s wiretap law and suspended him from the courts for 11 years.
Judge Garzón has played an important role in Spain’s transition to
democracy, as a scourge of corrupt politicians left and right and a
powerful champion of international human rights law. His efforts to
prosecute the former Chilean dictator, Gen. Augusto Pinochet, and
investigate the horrors of the Spanish Civil War era, though unsuccessful,
advanced the principle that there can be neither amnesty nor impunity for
crimes against humanity.

Thursday’s ruling stemmed from prison wiretaps of conversations between
lawyers and their clients that the judge ordered in a 2008 case involving
bribes allegedly paid to local officials of the now-ruling Popular Party.
Judge Garzón was not alone in ordering those wiretaps, but he alone was
prosecuted, even while the public prosecutor argued that there were no
grounds for a criminal proceeding. Convicting a jurist over a court ruling
is an appalling attack on judicial independence. Two other cases against
him are pending — one involving his inquiry into mass killings during the
civil war and the Franco dictatorship, and another concerning allegations
of conflict of interest in a tax fraud case.

Judge Garzón is far from perfect, but the decision by the Spanish Supreme
Court to remove him from the bench is enormously damaging to the prospects
of fair and impartial justice. What investigating magistrate would not now
hesitate before pursuing politically sensitive cases? Will the Franco-era
crimes that scarred Spain for two generations remain forever
uninvestigated?

Judge Garzón cannot appeal in the Spanish court system. But he can
challenge this decision in Spain’s Constitutional Court and the European
Court of Human Rights in Strasbourg. We hope he does. As this week’s
miscarriage of justice plainly demonstrates, Spain still needs his help in
keeping its judiciary fearless and independent.

20minutos.es ha hecho este resumen:

Nuevo editorial de ‘The New York Times’

El diario norteamericano The New York Times dedicó este viernes un editorial a la condena a Garzón. El texto comienza afirmando que «los enemigos del juez Garzón se han salido con la suya«.

Aseguran que este fallo del Supremo es un «enormemente perjudicial para las perspectivas de la independencia judicial«, y recuerdan los dos procesos que tiene aún pendientes el juez: el cobro de unos cursos del Banco Santander en Nueva York, y la causa por la investigación de los crímenes del franquismo. Sobre esta última cuestión, el NYT se pregunta si permanecerán «sin ser investigados para siempre», dado los problemas a los que se ha enfrentado Garzón por intentar abrir una investigación sobre lo ocurrido en la dictadura de Franco.

Finalmente, destacan su esperanza de que el juez recurra la sentencia, a la vez que le definen como «lejos de ser perfecto». Sin embargo, aseguran que España le necesita «para mantener un poder judicial independiente y valiente».

Terremoto, naufragio, tempestad, tsunami…¿Qué más?

La crisis financiera de Estados Unidos pide paso y ya no hay columnas ni palabras suficientes para comunicar a los lectores tan descomunal desaguisado. Los libremercadistas, neoliberales o neoconservadores (hoy agazapados) no saben qué decir. Los tertulianos de la radio y la prensa (con honrosas excepciones), tampoco.

Los dos primeros diarios de pago de España coinciden hoy en el tema y en el tamaño del titular: Wall Street a cinco columnas. Hemos agotado el diccionario de sinónimos y superlativos:

Tempestad, naufragio, terremoto, rescate, tsunami, «in extremis»…

Tantas veces hemos dicho ¡que viene el lobo!, o ¡que viene el crack del 29!, etc., que ya no nos quedan palabras y la exageración se nos sale de la portada.

Para nuestro consuelo, nos queda al menos -eso sí- El Roto con su genial clase de Economía. De modo que eran unos delincuentes… Pues sí. En buena parte, unos eran embaucadores, otros eran ganchos y otros éramos primos. Todos unidos por la codicia. Y esto se repite con frecuencia en pequeña escala. En gran escala, suele repetirse -como nos decía Galbraith en Harvard«siempre que una generación se olvida de la crisis que sufrió la generación anterior».

Me critican -y con razón- porque he dedicado pocos comentarios en este blog a la crisis económica, habiendo estado tan presente en las portadas de los diarios. Es cierto. Por un lado, tengo la excusa fácil del exceso de trabajo (y varios viajes) para hacer frente precisamente a esta crisis, que también nos azota en 20 minutos, aunque menos que a la media de la prensa.

Pero, por otro lado, es que leo y oigo tantas vaguedades, tanta demagogia, tantas tonterías sobre el origen y consecuencias de esta crisis financiera que me dan ganas de volver a estudiar a la Universidad.

Recuerdo al maestro José Luis Sampedro, catedrático de Estructura Económica (antes se llamaba así), que nos enseñó a hacer siempre la siguiente pregunta. Un día, en el Ateneo de Madrid, le celebré sus enseñanzas y me replicó, jocoso como es él:

«Todo lo que yo pude enseñarte de Economía no vale para nada».

Cuando me enfrento a crisis como ésta, le recuerdo -siempre con afecto y admiración- y le doy cien veces la razón y las gracias.

¡Qué poco sabemos -o queremos reconocer- sobre las miserias de la condición humana!

Estoy casi seguro de que mi hijo mayor (Erik) no sabe o no recuerda la crisis de Ruiz Mateos y mi hijo pequeño no tiene ni idea de quien es Mario Conde. Nuestra memoria es frágil y selectiva. Muchos lectores de El Mundo habrán olvidado que Mario Conde, el causante de la gran crisis de Banesto, fue accionista fundador y gran inspirador del diario de Pedro Jota.

En este artículo sobre Rumasa de El Mundo de hoy se hace referencia varias veces al dinero del contribuyente. Por el contrario, en el artículo de al lado sobre Mario Conde y Banesto, del mismo diario, no se menciona para nada el dinero del contribuyente.

¿Por qué será, será…?

Muy oportuno este artículo de Miguel Angel Aguilar sobre el poder de la Iglesia Católica en España. El Parlamento (o sea el pueblo español) ha elegido a Carlos Dívar, nuevo presidente del Poder Judicial y del Tribunal Supremo (el presunto Tercer Poder del Estado)

¿Qué fotografía han destacado de él los dos grandes diarios de pago?

El País le pone en portada, genuflexo, rindiendo pleitesía al levantisco cardenal Rouco Varela, jefe de la Iglesia Católica en España (¿el 5º Poder?).

El Mundo le pone directamente de rodillas (¡señor!) ante el sagrario.

¿Quo Vadis Zapatero?

Consideraciones a un arzobispo

MIGUEL ÁNGEL AGUILAR en El País 30/09/2008

El presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE) y arzobispo de Madrid, Su Eminencia el cardenal Antonio María Rouco, y algunos de sus colegas en el Colegio Cardenalicio se han referido en diversas ocasiones a la Iglesia perseguida, como si ésa fuera la situación que se viviera en nuestro país. La aparición con sus vestiduras talares de los obispos en manifestaciones callejeras ha sido frecuente en la anterior legislatura y ya se anuncian nuevas convocatorias en relación a distintas medidas legislativas en vigor, como la asignatura de «Educación para la Ciudadanía», o de proyectos que modificarían la actual regulación sobre el aborto. Pero esa etiqueta de «Iglesia perseguida» se compadece mal, por ejemplo, con la consideración de General de División que se ha concedido al excelentísimo y reverendísimo señor don Juan del Río Martín, Arzobispo Castrense de España, sobre la que más adelante volveremos.

Con Zapatero, «la Conferencia Episcopal ha alcanzado sus últimos objetivos económicos»

Entre tanto, el Gobierno socialista del abominado José Luis Rodríguez Zapatero ha sido muy diligente colmando las aspiraciones de la CEE en el plano de la financiación al elevar del 0,5 al 0,7 el porcentaje de la cuota líquida a ingresar del Impuesto de la Renta de las Personas Físicas (IRPF) que los contribuyentes pueden asignar a la Iglesia, sin que suponga recargo alguno para quienes así lo decidan. La cuestión es que si bien las encuestas del CIS registraban en 2007 que un 78% de los españoles se declaraban católicos, a la hora de marcar con una cruz la casilla que destina fondos a la Iglesia sólo lo hacían una tercera parte de los mismos.

Como reconocía el responsable de asuntos financieros de la Conferencia Episcopal y decano de la Facultad de Economía, profesor Fernando Jiménez Barriocanal, bajo los Gobiernos de Aznar todo eran cortesías verbales pero el avance real en el plano de los dineros era ninguno, mientras que ahora con el presidente Zapatero «la CEE ha alcanzado sus últimos objetivos económicos». Además, tan relevantes logros se han obtenido sin dejarse pelos en la gatera. Es decir, sin reducir los niveles de agresión practicados desde la bendita emisora episcopal, a cuya antología de insultos hizo referencia en estas páginas del diario EL PAÍS el profesor Joaquín Roy (véase columna titulada Entre un gilipollas y una negra resentida publicada en la edición del pasado 4 de septiembre). La siembra del odio y del antagonismo entre españoles sigue siendo la labor apostólica más destacada de la Cadena con los frutos magníficos que ya se empiezan a recoger.

Enseguida nos entregaremos a preparar con el debido celo, sin cicatería alguna, la venida de Su Santidad el Papa Benedicto XVI a España para presidir un gran encuentro anunciado y es seguro que las autoridades y los fondos del erario público cooperarán de modo decidido a su mayor esplendor. Otra cosa es que las palabras que nos reserve el Sumo Pontífice tengan poco que ver con las pronunciadas en su reciente visita a Francia donde ha tratado del laicismo positivo, un esquema que nosotros por nuestra inmadurez tenemos fuera de alcance. De España la Sede Apostólica quiere otra cosa bien distinta y mientras tanto los obispos nativos seguirán inflamados en la defensa de sus ventajas históricas. Como escribió Cyril Connolly (véase Obra selecta. Editorial Lumen, Barcelona 2005) «la Iglesia, cuando ha sido lo bastante fuerte para hacerlo, ha traicionado sus principios espirituales».

Recordemos que en los tanteos preelectorales de 2007 se escucharon algunas bravatas socialistas sin sentido a propósito, por ejemplo, del proyecto de suprimir los funerales de Estado, que fueron desmentidas por quienes eran mayores en edad, saber y gobierno. Pero sucede que un repaso exhaustivo al Derecho Eclesiástico del Estado permite comprobar que esa figura de «funerales de Estado» no existe en el ámbito legal. Fue uno de esos inútiles combates fantasmales emprendidos mientras se dejan pasar ocasiones preciosas para que las cosas queden en su sitio. Así se habló también de la reforma de la Ley de Libertad Religiosa, con un texto impecable, mientras se garantizaba la intangibilidad de los Acuerdos entre el Estado Español y la Santa Sede de 4 de diciembre de 1979, negociados antes de la Constitución como por todas partes se hace notar, que están reclamando con urgencia nueva redacción.

Volvamos a la consideración de General de División concedida al Vicario General Castrense de España y observemos que el Acuerdo sobre Asistencia Religiosa en las Fuerzas Armadas en ninguno de sus siete Capítulos ni de sus dos Anexos menciona que deba concederse esa consideración de General de División al arzobispo titular del citado Vicariato. Si se tratara tan sólo de señalar una equiparación retributiva debería hacerse de otro modo para evitar confusiones fuera de lugar. El Gobierno ha renunciado otra vez a las tareas para las que es competente. ¿Por qué?

FIN

—-

Maria Teresa Fernández de la Vega habló hoy de los diarios gratuitos y ¡lo hizo a favor!. Es valiente la vice. Gracias.

Navarra y el 11-M, a toda máquina

Me ha quedado un poco chungo el recorte de la primera de El Mundo porque le di la misma anchura en el Photoshop que a la noticia de El País y apenas se puede leer.

Fijémonos en los titulares.

El País utiliza el verbo «rematar» para dar por muerta la teoría de la conspiración que, auspiciada por el trío Pinocho, trata de responsabilizar a ETA por la matanza de 11-M.

El Mundo, convencido quizás de que la teoría conspiratoria ayudó a la victoria pírrica de PP en la municipales y autonómicas, sigue, erre que erre, alimentándola sin desmayo. Por eso, adjudica a la perito de los Tedax ese «cambia ahora» tan escasamente neutro.

Cuando un perito señala alguna duda que conviene a los intereses de la teoría conspiratoria, El Mundo le atribuye valor de portada a cinco columnas y la acepta como un dogma que va a misa.

Si, por el contrario, contradice su loquinaria versión exculaptoria de las mentiras de Aznar , en ese caso, pierde importancia tipográfica, considera que no dice la verdad y se pregunta por qué lo hará, con el fin de sembrar nuevas dudas sobre la presunta autoría islamista del 11-M.

Reconozco que tuve la falsa premonición de que, al concluir la campaña electoral, los apóstoles de las mentiras masivas del 11-M reducirían su agitación y propaganda. Me equivoqué.

Algunos fundamentalistas de la derecha habrán atribuido el pequeño triunfo electoral del PP (150.000 votos más que el PSOE) -que ellos llaman «histórico«- al estado de movilización permanente de sus militantes, gracias a la teoría conspiratoria de ETA en el 11-M, a que «España se rompe» y a que «Zapatero se rinde ante ETA».

Son mensajes sencillos, tan verosímiles como falsos, pero muy eficaces para personas que recurren más a la fe que a la razón y poco acostumbradas a desentrañar problemas complejos.

Ahí va un simpático articulo de Migel Angel Aguilar:

En el balcón de la victoria

MIGUEL ÁNGEL AGUILAR en El País 29/05/2007

La noche del domingo hubo balcón en Génova que debió improvisarse otra vez con mecano tubo sobre la fachada de la sede nacional del Partido Popular. Tenemos nuevas elecciones en puertas y convendría que se procediera desde ahora mismo a tramitar las oportunas licencias municipales que permitan dotar al edificio de un balcón permanente de manera que los líderes puedan corresponder cuantas veces sea necesario al entusiasmo siempre a punto de la militancia. Esta vez se ha desencadenado tras una diferencia a escala nacional de 155.991 votos más sobre los 7.758.093 que se han apuntado los candidatos del PSOE. La diferencia en términos porcentuales representa un 0,7% pero ha servido también para cantar victoria. Con menos motivo se apuntó Napoleón la victoria en el campo de Eylau. Además de que los resultados arrasadores en la ciudad y en la Comunidad de Madrid tampoco pueden minimizarse, como si no estuvieran apuntando otra dimensión del problema para el PSOE.

En la sede socialista de Ferraz los balcones son impracticables, como si fueran de atrezo, y nadie ha cuidado en las últimas ocasiones electorales de procurar una instalación análoga a la de sus competidores. Prefieren celebraciones más discretas, de interior, sin concentraciones al aire libre. Se diría que los del PSOE vienen de una tradición diferente. Sólo cuando la primera victoria en las generales del 28 de octubre de 1982 Felipe González y Alfonso Guerra se asomaron tímidamente a una ventana del Hotel Palace para recomendar enseguida a los incondicionales que se disolvieran y regresaran a casa. No tienen la cultura del balcón, un elemento que ha sido postergado en la arquitectura de la Villa y Corte a partir de Gutiérrez Soto, el impulsor de las terrazas que luego se cubren arbitrariamente, cada uno por su cuenta, con el consiguiente deterioro del aspecto exterior de las construcciones.

Aceptemos que si las grandes ocasiones parlamentarias se conocen por los chóferes, los triunfos electorales se distinguen por sus celebraciones. En todo caso, nada comparable al momento estelar de la salida al balcón, cuando la muchedumbre reclama impaciente la comparecencia de los líderes victoriosos. Hay que imaginar la situación previa, que transcurre en la habitación contigua, convertida en improvisado patio de cuadrillas momentos antes de que suenen los clarines y se abran las puertas para iniciar el paseíllo. Entonces debe disponerse quienes saldrán, el orden de aparición en escena y la posición en que quedarán expuestos. También quién ocupará el centro, los turnos de palabra y otros detalles de la animación corporal. Cuidado, porque pueden cundir los disgustos entre los que se consideren postergados sin posibilidad de asomarse, retenidos en las bambalinas. Algunos pisarán el balcón sin problemas de timidez pero otros necesitarán para hacerlo estimularse con alguna dosis de coñac salta parapetos.

La tradición del PP con los balcones se inauguró en Carabaña aquel Viernes Santo 7 de abril de 1996, dos semanas después de la primera victoria electoral de José María Aznar sucedida el 28 de marzo anterior. Allí estaban junto al líder, Ana Botella, Pedro José Ramírez y Rodrigo Rato. A todos ellos los echamos de menos la noche del pasado domingo en el balcón de Génova junto a Mariano Rajoy, Esperanza Aguirre, Alberto Ruiz-Gallardón y Ángel Acebes. Porque nadie discutirá la colaboración extraordinaria de José en la campaña con intervenciones como la de Calatayud y otras a dúo con Ana confirmando el amor que se tiene el matrimonio ya cargado de nietos. Sabemos de la ingratitud de la política y dice Joan Manuel Serrat en su canción A quien corresponda «que a los viejos se les aparta / después de habernos servido bien». Pero tampoco, porque basta ver al ex para desmentir que el suyo sea un caso de ancianidad. Entonces, ¿por qué han prescindido del gran timonel que sigue marcando el rumbo en medio de navegación tan procelosa, sin temblor alguno en su pulso? Añadir a Rato hubiera dado un toque internacional y habría sido un reconocimiento a sus negros augurios sobre la economía española, cualquiera que sean los datos positivos que ofrezca. En resumen, ampliar el balcón y explicar de paso la ausencia del incombustible Zaplana.

FIN

¿Niegan o dan pistas los acusados del 11-M?

El juicio del 11-M (es un milagro que se esté celebrando con normalidad democrática) está recibiendo la cobertura informativa prevista. No hay sorpresas. Cada oveja con su pareja.

El Mundo, como era de esperar (o de temer), titula a cuatro columnas con los apellidos de Ghalyoun y Bouchar (esta vez no los llama por el nombre de pila, más familiar) y les adjudica un verbo muy positivo para ellos: «niegan».

Ghalyoun y Bouchar niegan haber estado en Leganés pese a los rastros de su ADN

El primer sumario que destaca El Mundo en su portada es de risa:

Ghalyoun sostiene que cuando declaró que «El Tunecino» quería atentar en España como respuesta a la Guerra de Irak se refería a robar bancos y joyerías

La portada abre con las fotos de tres de los acusados, a toda página, sobre un pie de foto singular:

Declaran los tres acusados por la fiscal de poner las bombas

¿Añaden lo de «por la fiscal» para rellenar la línea o lo hacen con alguna intención especial?

¿Acaso no se da por hecho que las acusaciones corren a cargo de la fiscalía?

El País lleva el juicio del 11-M como segunda noticia y a dos columnas a media página:

Dos supuestos autores del 11-M dan pistas del atentado en la vista oral

Obsérvese que, según este diario, los sujetos no son Fulano y Mengano sino «dos supuestos autores del 11-M» y éstos no niegan sino que, por el contrario, dan pistas del atentado.

El sumario de El País evita lo de «robar bancos y joyerías»:

Basel Ghalyoun declara que El Tunecino justificó ataques a España por la guerra de Irak

En un recuadro, con fondo en color, El País destaca:

Una conspiración llena de agujeros. «Trashorras no habló de ETA», según el informe policial

El País manda, arriba, a cuatro columnas, con Aznar como sujeto pero creo que se le fue la mano al añadirle innecesariamente la palabra «también«, para recordarnos la información de días pasados cuando dijo que envió policías a Guantánamo:

Aznar también envió espías del CNI a interrogar presos en Guantánamo

Siempre me ha llamado jocosamente la atención el latiguillo que utilizan algunos colegas para presumir de su información exclusiva:

…Estos hechos aparecen acreditados en notas remitidas a Exteriores (…) a las que ha tenido acceso El País,…

¡Gran mérito del periodismo de investigación!. Es la típica filtración interesada de una fuente oficial a un diario amigo que le garantiza un tratamiento adecuado a sus intereses. Cuando gobernaba Aznar, esas presuntas «exclusivas» solían ir a parar al diaro El Mundo .

No me ha gustado nada ese «también«, tan sesgado, en un titular que pretende ser informativo. Es digno de la cultura periodística laxa de El Mundo y no de la de El País que yo conocí.

Libertad y expresiones odiosas

MARC CARRILLO en El País

20/02/2007

La penalización del discurso del odio ha resurgido en el debate público europeo. Aprovechando la actual presidencia de la Unión Europea, la ministra alemana de Justicia, Brigitte Zypries, ha propuesto que todos los Estados de la UE penalicen la negación del Holocausto. En la actualidad, varios ya disponen en su legislación penal de una previsión de esta naturaleza. Además de Alemania, Francia, Bélgica, la República Checa y otros, en España, el Código Penal también prevé como acción punible en su artículo 607.2, la difusión por cualquier medio de ideas o doctrinas que nieguen o justifiquen delitos de genocidio.

Son medidas propias de una modalidad de democracia militante, que el Estado democrático adopta frente a discursos revisionistas de la historia, que niegan la evidencia del exterminio cometido por los nazis de judíos y otras minorías étnicas o políticas.

No obstante, la pregunta ya recurrente que ante este tipo de medidas se plantea es si la libre expresión de ideas queda coartada a través de este singular ius puniendi del Estado. O dicho de otro modo, las expresiones odiosas, despreciables…, ¿son un límite infranqueable en la sociedad abierta? En el ordenamiento jurídico español el tema no está del todo resuelto, puesto que el citado precepto del Código Penal fue objeto de una cuestión de inconstitucionalidad ante el Tribunal Constitucional hace más de seis años por parte de la Audiencia Provincial de Barcelona y sigue pendiente de sentencia. Entre los argumentos que este tribunal penal expone para sostener que el precepto en cuestión supone una violación de la libertad de expresión, destacan aquellos que subrayan que las ideas negacionistas no suponen una conducta que pueda encuadrarse dentro de la provocación del delito, puesto que el Código ya sanciona en otros preceptos las conductas que comportan una invitación a violentar otros derechos fundamentales. Por esta razón, sostiene que el bien jurídico protegido resulta muy difuso, dado que lo que el tipo penal del negacionismo está sancionando es la difusión de ideas y doctrinas, sin que además se exija otro elemento adicional definidor del delito, como sería la incitación a la realización de conductas lesivas sobre derechos de las personas. Y concluye afirmando que en nuestra sociedad la sanción penal de una conducta como la que tipifica el artículo 607.2 carece de justificación, puesto que de acuerdo con la jurisprudencia del Tribunal Constitucional, la limitación de un derecho fundamental ha de quedar justificada por la protección de otro derecho. Un requisito que el delito del negacionismo histórico no cumple.

Es evidente que al respecto la Audiencia adopta una posición liberal. En este contexto, para el mundo jurídico anglosajón la sanción penal de estas conductas no está prevista. David Irving, el conocido y espurio historiador inglés, que ha llegado a afirmar que Hitler era amigo de los judíos, no ha sido perseguido penalmente en su país -a diferencia de Austria- por sus miserables expresiones. En los Estados Unidos, en general, se parte del criterio de que es un fin legítimo del Estado que la libertad de expresión ha de fomentar un debate social completo y abierto, asegurando -como expone el profesor Owen Fiss en su trabajo sobre La ironía de la libertad de expresión- que el público oiga todo lo que debería. En relación con las expresiones de odio el Tribunal Supremo se ha mostrado contrario a su sanción, por rechazables que puedan ser. Así, en su sentencia del caso R.A.V. v. St. Paul 505 U.S. 377 (1992), relativo a la quema de una cruz, invalidó la ordenanza de la ciudad de St. Paul que regulaba las expresiones de odio, porque esa disposición no respetaba el principio de la neutralidad de contenido. En la línea de facilitar el acceso al debate público de todas las expresiones, el Tribunal sostenía que con esta ordenanza el Estado favorecía al tolerante frente al intolerante. Lo que significa que, salvo que la actitud del racista sea directa o implícitamente violenta, no debe haber impedimento jurídico para que la sociedad conozca lo que dice y libremente adopte una posición al respecto.

En el contexto constitucional español ello significa que la negación o el revisionismo de hechos contrastados por la historia, por miserable y odioso que pueda resultar, es una consecuencia más de la libertad de expresión. Un derecho que como manifestación de ideas, opiniones y pensamientos, a través de obras de investigación histórica o de ensayo ideológico, puede resultar tanto un ámbito para las aportaciones que ensalzan la condición humana, como una plataforma de las excrecencias que ponen de relieve la profunda crueldad y miseria de la que el ser humano puede ser capaz. Incluso, con pretensiones de ensayo histórico. Por eso, negar la Shoá o, por ejemplo, no condenar un atentado terrorista, por miserable que sean estas actitudes no son perseguibles en el orden penal.

Cuestión distinta es cuando, por ejemplo, el negacionista actúa también con violencia. Es obvio que entonces la represión penal de la ley democrática ha de ser todo lo contundente que la lesión de derechos exija. Así lo prevé el artículo 510.1 del Código Penal cuando sanciona a los que provocaren a la discriminación, al odio o la violencia contra grupos o asociaciones, por motivos racistas, antisemitas u otros referentes a la ideología, religión (…), situación familiar, la pertenencia de sus miembros a una etnia o raza, etc.

Pero el fondo de la cuestión, es la respuesta jurídica a dar a las expresiones de odio que se traslucen en la negación de un genocidio. Desde un punto de vista moral, se puede considerar legítimamente que la negación misma es un acto de violencia contra las víctimas. Pero en términos jurídicos, la expresión miserable no puede ser perseguida con la lógica del ius puniendi del Estado. Cosa distinta es lo que en el ámbito civil pueda llevar a cabo la persona lesionada por la expresión odiosa. Porque, sobre todo, al contrario de las dictaduras, las democracias han de tolerar las controversias más vivas e incluso hirientes. En este sentido, es mucho mejor conocer lo que dice un neonazi, un idólatra de Ataturk y negador del genocidio armenio, un defensor de los exterminios campesinos de Stalin, un revisionista del franquismo, un negador de los crímenes de los militares argentinos, etc. Por otra parte, es un débil argumento jurídico establecer diferencias en función de la singularidad represiva de un determinado genocidio. Las víctimas son todas iguales. ¿No?

Marc Carrillo es catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad Pompeu Fabra.

FIN

¿Morir por la patria o por el procedimiento?


«La democracia tiene como signo distintivo el procedimiento»

Miguel Angel Aguilar en El País.

Como pueden deducir facilmente quienes sigan minimamente este blog, el gran titular de arriba a cinco columnas (el no va más) corresponde a la portada de El Mundo y el pequeño titular a una columna (el no va menos) corresponde a la portada de El País.

Tanto la decisión de corte ideológico del Tribunal Constitucional como la aireada foto del terrorista De Juana son noticias dignas de ser impresas. Son novedosas e inquietantes pero, ambas, triste y perfectamente predecibles.

La primera me genera dudas razonables sobre la limpieza ética y profesional de nuestros grandes jueces constitucionales, al servicio de su ideología o, descaradamente, de quien les nombró. Naturalmente, acato la decisión, pues defiendo el Estado de Derecho y el respeto escrupuloso a los procedimientos, pero me reservo el derecho a criticarla.

¡Qué lástima que la transición no se haya producido en el estamento judicial como se hizo, poco a poco, en el militar!. Los demócratas deberíamos tomar nota de esta asignatura pendiente para profundizar un poco más en la democracia en cuanto nos sea posible.

A veces, pienso que los miembros del Tribunal Constitucional deberían serlo con carácter vitalicio, como lo son en Estados Unidos. Nadie puede echarles del cargo, salvo la muerte o su libre albedrío. Así no tendrían que hacer dudosos méritos ante quienes les nombraron y los ciudadanos dormiríamos quizás algo más traquilos.

Con ser grave la decisión de ayer del TC, por el precedente que sienta, (a ver quien es el guapo del mundo académico que se atreve ahora a aceptar el cargo de juez del TC) es mucho más preocupante la que adoptó el Pleno de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional el pasado 25 de enero.

El contorsionismo sobre los princpios fundamentales de nuestro ordenamiento jurídico nos ha traído, como consecuencia, la publicación en portada de las fotos del sanginario y frío etarra De Juana Chaos. Y, lo que es peor, le ha dado un balón de oxígeno a los propagandistas etarras que denostan los procedimientos exquisitos de la democracia.

Si muere el etarra, a causa de la huelga de hambre, los terroristas utilizarán la munición ideológica que el Pleno de la Sala de lo Penal les ha puesto en bandeja.

Con estos amigos, ¿para qué queremos enemigos?

¡Que falta de finura jurídica y de respeto por los procedimientos!

Ojalá se de prisa el Tribunal Supremo -aunque carece de esta costumbre- y resuelva el recurso del terrorista De Juana antes de que muera y sea utilizado por los suyos como un mártir.

He colocado en el pórtico del blog la última frase del artículo de Miguel Angel Aguilar para que no nos olvidemos facilmente de cual es la esencia de la democracia: todos iguales ante la Ley, o la Ley igual para todos.

Estoy de acuerdo con Miguel Angel de principio a fin. Y recomiendo vivamente la lectura atenta de su artículo (que reproduzco a continuación) y, sobre todo, de los últimos párrafos.

Si nos saltamos el procedimiento, nos cargamos la esencia de la democracia.

Cuidadito. No me sean tan frívolos, señores jueces, o quedarán a la altura del betún.

La lucha contra el terrorismo

El peso de la Ley

MIGUEL ÁNGEL AGUILAR en El País

06/02/2007

Aseguran que Mariano Rajoy ha señalado como el día más feliz de su vida el 25 de enero, cuando el Pleno de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional dictó el auto por el que se mantiene la situación de prisión provisional comunicada y sin fianza de Juan Ignacio de Juana Chaos. El auto dispone seguidamente que el centro hospitalario donde actualmente se encuentra ingresado adopte la administración de la terapéutica adecuada al caso, incluida la alimentación forzosa. Porque hay peligros para la vida e integridad física del recluso, generados por su voluntad de continuar con la huelga de hambre.

Cabría apreciar aquí una desproporción insólita entre el estímulo (el auto de la Audiencia sobre De Juana) y la respuesta (la máxima felicidad de Rajoy), que transgrediría la Ley de Weber y Fechner y nos encaminaría a diagnosticar alguna patología. Sé que lo que voy a escribir a continuación no me hará nunca objeto del amor de quien amo. Aclaro, como dicen los letrados en la vista oral, que deben darse por reproducidas aquí mis reiteradas protestas de aversión al terrorismo y a los terroristas, en particular a los de la banda etarra. Otrosí cuanto tengo escrito sobre el final dialogado de la violencia. Se trataría sólo de precisar qué agravamientos añadidos al Código Penal y a las medidas de cumplimiento penitenciario, previstos para los condenados como miembros de la delincuencia organizada, dejarían de ser aplicables a los condenados una vez disuelta ETA.

Pienso que el presidente José Luis Rodríguez Zapatero ha agotado ya el intento único del que todos sus predecesores han dispuesto para dialogar con ETA. Hubiera deseado que lo reconociera así en su declaración de la tarde del 30 de diciembre con los escombros aún humeantes del aparcamiento de la T-4. Y que añadiera que si alguna vez, pasado el tiempo y modificadas las actitudes, se dieran las condiciones apreciadas por todos para intentarlo de nuevo, sólo procedería tras incorporar a las conversaciones en la delegación del Estado a la persona que designara el PP. También que adelantara la disposición del PSOE a reconocer a cualquier Gobierno que en su día le sucediera el derecho que el PP se ha empeñado en negarle al vigente.

Pero, dados los gritos de rigor, vayamos a la cuestión. Parece que los magistrados de la Sección Primera de la Sala de lo Penal ya habían terminado su deliberación, votación y fallo en el que se acordaba la prisión provisional atenuada en el domicilio del procesado, con la vigilancia exterior precisa. El asunto estaba, pues, fallado por los jueces ordinarios predeterminados por la ley, aunque todavía no se hubiera redactado el texto del fallo, como casi siempre ocurre en los órganos colegiados y está previsto legalmente. Porque una vez tomada la decisión, la resolución es redactada por el ponente dentro del plazo establecido para dictarla.

Así que la decisión posterior de avocar el asunto al Pleno sería por completo irregular. Cierto que el artículo 197 de la Ley Orgánica del Poder Judicial abre la posibilidad de que sean llamados para formar Sala todos los magistrados que la componen, aunque la ley no lo exija, siempre que el presidente o la mayoría de aquellos lo estime necesario para la administración de justicia. O sea, que puede hacerse para conocer y fallar un asunto, pero en ningún caso para alterar el sentido de un fallo cuando éste ya se ha producido. Porque además esta formación extraordinaria de un tribunal debe notificarse a las partes antes de que se produzca la decisión, de manera que no resulten privadas del derecho a que quede garantizada la imparcialidad del juez a través del mecanismo de la recusación. Mientras que si las partes no conocieran de antemano qué jueces van a fallar sobre sus pretensiones, no podrían recusarles. ¿Estamos ante la intromisión, mediante órdenes o presiones de cualquier clase, en el ejercicio de la potestad jurisdiccional de otro juez o magistrado, tipificada como falta muy grave por el artículo 417.4 de la LOPJ? Los magistrados de la Sección Primera deberían confirmar o desmentir cuanto aquí se dice porque en la lucha contra el terrorismo no hay atajos. Vale que caiga sobre De Juana el peso de la Ley, pero conforme a las formalidades procesales. La democracia tiene como signo distintivo el procedimiento.FIN

Un sujeto digno de El Mundo, en El País

No me ha gustado nada el sujeto que utiliza hoy martes el El País. Se parece demasiado a los que nos ofrece con demasiada frecuencia El Mundo cuando trata de desprestigiar o devaluar la acción del sujeto.

El País, cuatro columnas:

Un juez afín al PP denuncia a Garzón tras desvelarse la trama del ácido bórico

Sumario:

La maniobra del vocal del Poder Judicial bloquea un texto de apoyo al magistrado

Lo de «afín al PP» me sobra del titular por el sesgo excesivo que le imprime. Sin embargo, aportaría una nota de análisis informativo dentro del texto.

Tampoco me parece digno de un titular de El País el sujeto utilizado en el sumario: «La maniobra de…»

La construcción del gran titular de El Mundo (sujeto, verbo y predicado) me parece más correcta. Lo malo es que su contenido es tan pueril como sus anteriores informaciones sobre la fantasía paranoide que trata de ligar como sea el 11-M y ETA para lavar la cara al trío Pinocho (Aznar, Acebes y Zaplana).

Interesante artículo de Miguel Angel Aguilar, enla pagina 26 de El País, que nos puede ayudar a entender el comportamiento de los periodistas a la hora de titular al gusto de la cultura corporativa del medio en el qeu trabajan.

El deber de molestar

MIGUEL ÁNGEL AGUILAR

EL PAÍS – España – 03-10-2006

«¿Qué tienen que hacer los periodistas?», parece que se preguntó Juan Luis Cebrián en voz alta en un momento del coloquio que siguió su conferencia ante la 62ª asamblea general de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), celebrada este fin de semana en México. Y, según cuenta la crónica publicada ayer en estas páginas, enseguida Cebrián se respondió: «Hacer periodismo, aunque molesten a políticos, a sus jefes y empresarios». Para el primer director de EL PAÍS «hay que contar la verdad y lo que interesa a los lectores». Es como si al atardecer de la vida los periodistas fueran a ser examinados sobre el cumplimiento de sus deberes periodísticos respecto a la verdad y al interés de los lectores y su capacidad de observarlos aunque molesten al poder político pero también al de los partidos, al de las Comunidades Autónomas, al de los empresarios, al de los sindicatos, al de las confesiones religiosas, al de los clubes o federaciones deportivas, al de las ONG o al de las organizaciones filatélicas, por citar sólo algunos ejemplos.

Aclaremos que, como cada día se comprueba, causar molestias también puede ser un deporte bien retribuido, que ayude al molesto a prosperar económica y jerárquicamente en el medio al que pertenece o en el que incluye sus colaboraciones. Eso sí, siempre que en la elección de sus blancos acierte a coincidir con los objetivos a batir designados bajo parámetros de razón o de arbitrariedad por el mando correspondiente. De forma que las molestias infligidas a según quiénes pueden ser méritos computables para escalar posiciones. Pero la coincidencia requiere algún arte propio del oficio porque ahora las consignas han dejado de formularse con la zafiedad de antes y ya no figuran escritas en la pizarra de la sala de redacción o del estudio de grabación de la emisora. Por eso, cada profesional aprende nada más incorporarse a sus tareas a distinguir con claridad en el cargado ambiente electromagnético del periodismo cómo agradar a sus jefes y empresarios, cómo cultivar sus más bajos instintos, cómo jalear sus vilezas más descaradas y en suma cómo labrarse un porvenir.

Porque, por lo general, el mando gusta sobremanera de ser obedecido, estima en sumo grado la docilidad y más aún la sumisión, y premia el sentido de la anticipación del súbdito cuando hace innecesario que se le den órdenes expresas. Según las alternativas que se han sucedido en el poder en nuestro país, algunos han postulado que la independencia de un periodista se medía por su grado de hostilidad al Gobierno o a la oposición. Pero la piedra de toque de la independencia de un profesional es su capacidad de mantener con cierta autonomía sus propios criterios sin sumarse a los entusiasmos o críticas del medio de comunicación donde trabaja o colabora, sin incurrir en la adhesión inquebrantable al jefe cualquiera que sean sus sectarismos o desvaríos. Este camino de la distancia, que en ocasiones se plasma en disidencia, es menos grato. Si se extrema puede tener efectos centrifugadores que den con el interesado en el dignísimo paro, de ahí que se recomiende recorrerlo de manera dosificada.

Dice la Constitución en su artículo 20, donde se reconocen y protegen los derechos a la libertad de expresión y a comunicar y recibir libremente información veraz por cualquier medio de difusión, que «la ley regulará el derecho a la cláusula de conciencia y al secreto profesional en el ejercicio de estas libertades». Luego vino esa prometida Ley reguladora a disposición de los periodistas. Pero sucede que en casi 30 años sólo se sabe de dos profesionales que la hayan invocado para defender su independencia. Parece pues que se acabaron los gitanos que iban por el monte solos. Claro que ahí está la norma legal vigente pese a quien hoy posa de cruzado paladín de las libertades y entonces proponía que, si era el periodista quien alteraba sus convicciones respecto a las que sostenía en el momento de su contratación, la empresa editora debería tener derecho a despedirlo sin indemnización alguna.

Mientras, recomendamos al público la lectura del Manual de autoprotección contra la manipulación comunicativa, y a los colegas, atenerse al deber de hacer periodismo aunque moleste y que recuerden el viejo dicho, recuperado por Alan Furst en su novela El corresponsal (Seix Barral, Barcelona, 2006), según el cual «nada como que le disparen a uno si fallan».

FIN

Corrupción en Marbella; colapso en Canarias (…y el 11-M)

Apenas tuve tiempo esta mañana para ver los diarios de pago. Ni siquiera en Internet. Salí temprano, corriendo y en ayunas, porque hoy era día de análisis de sangre y revisión médica en 20 minutos. Sólo ví, de paso, las portadas en la mesa de la cocina. Y aún tengo grabado en mi mente el contraste entre las dos fotos de primera: la bella modelo de El País y el tremendo amasijo de inmigrantes de El Mundo

El Mundo manda con esa impresionante foto-noticia a cuatro columnas, arriba, y la valora con un gran titular que puede valer para hoy (por la foto) o para cualquier otro día:

Colapso en los centros de Canarias por el hacinamiento de inmigrantes ilegales

El gran titular equivalente de El País, a 4 columnas, va dedicado a:

NUEVAS REVELACIONES EN EL SUMARIO DE LA OPERACION MALAYA

Cientos de grabaciones destapan la masiva corrupción en Marbella

La foto centrada de El País alude a la polémica sobre la delgadez de las modelos en la pasarela Cibeles, con este titular:

«Estar delgada no es estar enferma»

El titular de salida de El Mundo es para el PP:

El PP acusa al PSOE de «sacar a pasear el dóberman del felipismo»

El titular de salida de El País es para algo que hace el Gobierno:

El primer vuelo Madrid-Gibraltar será en diciembre tras el acuerdo sellado con Londres

Naturalmente, en un día como hoy, con debate en el Congreso sobre las teorías conspirativas de El Mundo-COPE-PP, Pedro Jota dedica la dos columnas de abajo al 11-M (sin citar a ETA) sobre algo que ocurrió antes del verano. Lleva este titular:

Queman el zulo de Morata coincidiendo con la polémica sobre los explosivos del 11-M

El sarcástico Miguel Ángel Aguilar publica hoy un articulo El País («Los renglones torcidos») que, por su fina ironía y sus alusiones a los diarios nacionales de pago, recomiendo a quienes sigan de cerca la guerra de los medios.

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P.S. Para quienes no hayan seguido nuestro particular debate interno sobre mi propuesta de tijeras (o corta-uñas) para reducir el abuso de palabras soeces, copio y pego aquí el comentario que hice hoy en el post anterior.

No censuro pero ruego a los participantes que cuiden su lenguaje para no espantar a personas sensibles y educadas que podrían aportar ideas interesantes si no fueran expulsadas por gente maleducada. Gracias.

JAMS

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Mi comentario de las 14:OO H.:

Gracias a todos por las recomendaciones en favor de la libertad de expresión, sin límites ni siquiera de estilo.

Desde luego, hay un límite evidente en democracia que es el cumplimiento de la Ley. Si observara algún delito entre los comentarios (como el anuncio de un atentado o algo así) lo borraría, pero antes lo enviaría a la Policía.

No puede haber libertad de expresión para gritar ¡Fuego! impunemente en un teatro repleto de gente si no hay tal fuego.

Desde que nació este blog, el 12 de septiembre de 2005, jamás he borrado un solo comentario o si lo hice fue por error y no tengo constancia de ello.

Seguiré así otra temporada.

Tiene razón Sayonara -joven colega y gran alumno de doctorado- cuando nos dice que se aprende mucho de los trols. Es tan cierto que nunca pensé borrar comentarios de trolls (o trols), por muy opuestas que fueran sus ideas a las mías. Agradezco la disidencia y creo que la libertad es, ante todo, escrita. Además, como he dicho otras veces, un blog sin trols es como un jardín sin flores.

Por tanto, tomo nota de que mayoritariamente ha sido rechazada la propuesta de usar las tijeras. Debo aclarar que mi propuesta consistía en comprame unas tijerillas muy finas (casi corta-uñas) del estilo de las que me enseñó mi chica cuando era corresponsal del New York Times o del Wall Street Journal.

Pongo un ejemplo. De todos los comentarios recibidos hoy, sólo consideraría borrar (dejando exquisita constancia de ello en un comentario mío explicativo) al maleducado participante que ha escrito más arriba lo siguiente:

«El PP es la extrema derecha asesina.

ETA es muy buena y moderada.

Vic, 1991, casa cuartel Guardia Civil murieron muchos niños por culpa de Aznar:

http://clientes.vianetworks.es/personal/angelberto/images/Vic4.jp……

ZP saborea gustosamente esas muertes de niños negociando con el q ideó la táctica de los ataudes blancos, Josu Ternera, que ahora mismo está protegido puesto q es «interlocutor válido», y no puede ser detenido.

Me imagino a ZP, Josu y Otegi viendo las fotos de los atentados y riendo y riendo…»Mira mira mira esa foto q se joda ese hijo de puta de la Guardia Civil q su hija murió»…»que se joda, además es por culpa de Aznar, si nos dieran nuestra Euskal Herria no habría pasado nada».

Aznar al Tribunal de Justicia Internacional.

Terroristas de ETA…q vayan a un trono y los ciudadanos les chupemos la polla y el culo.

lo dijo kram • 19 Septiembre 2006 | 09:59 AM

El comentario de Kram es legible excepto cuando suelta tacos o expresiones soeces y de mal gusto como, por ejemplo, «Que se joda ese hijo de puta…» o bien «que chupemos la polla y el culo a no se quien».

Creo que el comentario pierde mucho con estas expresiones de pésima educación. No lo voy a borrar, pero ruego a todos los participantes en esta tertulia tabernaria o académica -que cada uno use el lenguaje que quiera- que trate de evitar estas expresiones que pueden herir la sensibilidad de personas con opiniones interesantes y que son expulsadas por estos bárbaros mal hablados. Nunca me he referido a cortar ideas sino palabras soeces o insultos innecesarios.

Le pido, por tanto, al señor Kram y a sus semejantes que se esmeren en la escritura evitando tacos e insultos. Que escriban para que puedan ser leídos por su madre o por sus hijos.

En todo caso, si no pueden evitarlo, porque quizás carezcan de vocabulario para expresar libre y adecuadamente su indignación o su impotencia, les invito a que escriban «que se j–a ese h–o de p–a…» o bien que «le chupemos la p—a y el c–o».

De esta manera (así es el libro de estilo del New York Times al que antes me refería) quien no quiera leer comentarios soeces, los descubre gracias al exceso de guiones y se los puede saltar alegremente sin que su sensibilidad o pudor sufra lo más mínimo. Así podremos retener con nosotros colaboradores y espontáneos de gran interés.

Si, reiteradamente, estos maleducados insisten en abusar de los tacos y palabras malsonantes me veré obligado a revisar esta doctrina y a comprarme unas tijerillas de uñas, por si acaso, para enseñarlas de vez en cuando.. El que avisa no es traidor.

Me gustaría también conocer la opinión de los participantes sobre algún que otro comentario que se pase de la raya, cuando se produzcan, en cuestiones de buen gusto y no de disidencia, para saber cómo actuar en el futuro con esos cafres malhablados.

Por tanto, de acuerdo con la mayoría de los comentaristas de este blog, sigue abolida la censura. Dejaremos tranquilas las tijeras del censor donde siempre deben estar, es decir, en las cavernas de los antidemócratas, extremistas de la derecha y de la izquierda, que no valoran la dulzura de vivir en libertad.

Gracias de nuevo por las recomendaciones recibidas. ¡Que sería de un blog sin comentarios libres!

Saludos

JAMS

lo dijo JAMS • 19 Septiembre 2006 | 02:02 PM

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Mi colega (y vecina de blog) Marta Cibelina me ha sorprendido con una foto que me hizo cuando ella era «una reporterilla» y yo (presten atención) tenía pelo.

No se si sabré pegar aquí esa foto, sacada del baúl de los recuerdos, para engordar mi ego. Si no me creen acudan al blog de Marta Cibelina y verán mi cabellera (sin boina) cuando trabajaba en TVE.