Juan Goytisolo publica hoy en El País un buen artículo sobre un barrio de Almería que conozco muy bien desde que yo era niño, y que he frecuentado en las visitas que hago a mi tierra.
Comparto con él dilema que plantea entre «la fascinación estética y la indignación moral» aunque, en mi caso, pesa más la segunda que la primera. Describe muy bien el misterio de La Chanca: el contraste entre «la belleza del conjunto y el horror del detalle». Lo corto y pego a continuación para que puedan leerlo quienes no tengan la vista cansada o dispongan de una lupa.