Se nos ve el plumero Se nos ve el plumero

"La libertad produce monstruos, pero la falta de libertad produce infinitamente más monstruos"

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¿Guantánamo católico en España como en Irlanda?


¿Habrá alguien capaz de marcar ahora la X en la casilla de la Renta de la Iglesía Católica mientras no se investiguen los crímenes de sus pederastas contra niños indefensos?

Deben saber que, tarde o temprano, gran parte del dinero de la Iglesia Catolica irá a parar, como insuficiente indemnización, a manos de las víctimas de abusos sexuales de los curas y frailes pederastas.

No hablamos sólo de unas pocas «manzanas podridas«. En Estados Unidos, los crímenes de los sacerdotes pederastas estaban tan extendidos que sus condenas judiciales han arruinado alli a la Iglesia Católica. En Irlanda, se acaba de abrir la caja de los truenos. Luego vendrá -no lo duden ni un minuto- Portugal, España y, seguramente, por último, Italia.

Lo que he leido estos días (no precisamente en El Mundo, que hoy no da ni una línea) sobre las torturas físicas y síquicas y los abusos sexuales de curas y frailes católicos contra ¡¡¡ 25.000 !!! niños indefensos en Irlanda me ha puesto los pelos de punta.

Y lo que es peor: ha puesto en carne viva terribles recuerdos de infancia sobre abusos sexuales de un par de frailes que (como la mayoría de los españoles que fuimos a colegios católicos) mantenía agazapados durante casi 50 años.

Pero no se equivoquen conmigo: yo fui como becario, casi 11 años, a un colegio católico de pago (La Salle de Almería) y tengo recuerdos muy felices y gratos de aquellos años. También estoy agradecido a casi todos mis frailes, a muchos de los cuales guardo admiración y enorme afecto.

El asunto da para mucho, pero mi familia me exige que ayude -¡¡ahora mismo!!- en la cocina y deje el portátil tranquilo hasta después del cine. Pero también me pide que me atreva a mostrar el lado oscuro de los curas, frailes y monjas pervertidos que casi todos los que hemos ido a colegios católicos conocemos de primera mano. Les he dicho que lean al maestro Manolo Saco quien, con su último post. nos ilumina y -como el rayo- nos estremece a la vez. Lean, pues, a Saco («Roma está construida sobre el infierno«) y lean también lo que sigue, sacado de El País de hoy, y luego hablaremos.

ENTREVISTA:

MICK WATERS narra los abusos sufridos en su infancia

«Hacían lo que querían contigo»

WALTER OPPENHEIMER en El País

24/05/2009

Las palabras de Mick Waters puedan parecer duras leídas negro sobre blanco, pero su voz es como su mirada: un flujo constante de pena, rabia y misericordia. Ésta es la historia de este sexagenario, contada por él mismo en la terraza de una modesta cafetería de Coventry, en el centro de Inglaterra.

Irlanda

25.000 víctimas de la pederastia

«Yo tenía 10 años cuando me llevaron a la escuela industrial de la congregación de los Hermanos Cristianos en Artane. Era en los primeros años 50. El Gobierno le había adjudicado a mi familia una casa nueva en Dublín pero era demasiado pequeña y yo me quedé a vivir con mi abuela y seguí yendo a la escuela de siempre. Al cabo de dos años me convocaron en los tribunales por algo relacionado con la escuela. Yo no sabía qué podía ser. Fui con mi padre y dijeron que llevaba dos años sin ir a la escuela. Yo era un niño y no entendía de qué hablaban. El problema es que mi familia me había registrado en la nueva escuela pero yo seguí yendo a la vieja. No me hicieron caso y me encerraron en Artane».

«Para mí fue como si me llevaran a la cárcel. Era una injusticia tan grande… Pero a nadie le importaba. Luego supe que todo se debía a que las órdenes religiosas que regentaban las escuelas industriales iban cada lunes a los tribunales para conseguir nuevos niños porque el Estado les pagaba según el número de alumnos».

«Hoy puede parecer extraño que me hicieran eso. Pero el poder de las órdenes religiosas era tan grande que el Gobierno no se atrevía a intervenir. Si un niño moría en un instituto no estaban obligados a informar a la policía para que investigara. Como dentro había una Iglesia, se consideraba tierra consagrada que no se podía corromper. Yo estaba traumatizado en Artane. No estaba acostumbrado a una escuela con 850 niños, enorme, un viejo castillo oscuro y muy frío, un lugar muy hostil. Sentía un vacío absoluto. Nunca te veían como a un niño pequeño. Te enfrentabas a todo tipo de castigos corporales. Te golpeaban en las manos o en el trasero, te retorcían el cuello, había todo tipo de castigos. Te pegaban con cualquier cosa. Lo hacían para que te conformaras».

«Si un niño moría, los curas no estaban obligados a informar a la policía»

«Aquellos enormes dormitorios con 250 niños tenían una habitación de castigo y se oían los gritos de los niños llorando de horror y dolor. Los gritos se extendían por todo el dormitorio y eran otra forma de meternos el miedo en el cuerpo. Y abusaban sexualmente de los niños, les degradaban sexualmente enfrente de los otros niños. De mí también abusaron sexualmente. Oh, sí. Yo era una persona fuerte. Aún lo soy. Y a la gente con carácter siempre la llevaban a la habitación de castigo y ahí dos o tres hermanos hacían lo que querían contigo, para satisfacer sus costumbres más sucias.

Cuando eres un niño no comprendes los abusos sexuales. No sabes lo que es el sexo. Pero en el fondo del corazón sabías que era algo malo. Hay cosas que no comprendes pero sabes que son algo terrible».

«Muchos niños estaban como muertos. En realidad nunca tuvieron vida. Fueron, fuimos todos, destruidos allí. Sin nadie que les cuidara, que les enseñara qué hacer, cómo coger un autobús, pagar un alquiler o preparar la comida. Cómo vivir».

«Nunca hablabas con los demás de lo que te pasaba. Tenías miedo de que viniera el hermano y tú fueras el siguiente. Una vez se lo mencioné a un sacerdote muy joven que estaba en su primer destino. Se quedó sorprendido y en su inocencia les preguntó qué pasaba. Le trasladaron y ese día me pegaron hasta dejarme inconsciente. Estuve seis semanas en el hospital».

«Hay demasiados menores inmigrantes que desaparecen de los refugios»

«Yo dejé la escuela con 15 años. Traté de volver con mis padres pero no pude. La conexión se había roto. Me fui al Ejército pero se dieron cuenta de que era menor y trabajé repartiendo periódicos. No podía encontrar nada mejor porque en cuanto decía de qué escuela venía me veían como una mala persona. Era un estigma. No había nada para mí y en cuanto pude me vine a Inglaterra. Hice todo tipo de trabajos. E intenté educarme. Sabía que necesitaba educación porque es la clave para todo. Iba a la escuela nocturna. Estudiaba inglés, y matemáticas. Más tarde hice un curso de cinco años de psicología. Quería trabajar en algo que me permitiera ayudar a otra gente. Dio sentido a mi vida. Trabajé en un instituto con víctimas de malos tratos. Ahora trabajo con gente que ha sufrido abusos en Jersey, en las islas del Canal. Llevo 25 años trabajando en el mundo de la educación, aquí en Coventry. Es muy gratificante. Hay niños que no saben leer ni escribir con propiedad pero tienen un cerebro preparado para el conocimiento». [Waters insiste en que se publique su teléfono, por si algún lector necesita contactar con él: (+44) 0 2476.551.952]

«Desde los enormes dormitorios oíamos los gritos de horror de los castigados»

Y prosigue su relato: «Me casé joven. Pero no podía explicarle a mi esposa lo que me había ocurrido. Simplemente no podía. Lo intenté muchas veces, pero tenía miedo de que me dejara. Con el paso del tiempo se lo acabé explicando. Y ella me dijo: ‘Sabía que había algo, lo sabía, pero no podía preguntártelo; tenía que esperar a que tú me lo dijeras a mí’. Y todo salió bien».

«Durante mucho tiempo intentamos que se reconociera lo que pasó en las escuelas. Por fin, el 11 de mayo de 1999, Bertie Ahern [entonces primer ministro de Irlanda] se disculpó. Fue fantástico, algo grande. Era el final de un viaje y el principio de otro. El momento de dejar trabajar a la comisión de investigación y ver qué ocurría. Ahora, de alguna manera me siento vindicado por el trabajo de la comisión. En líneas generales damos la bienvenida al informe porque refleja lo que creemos que nos pasó. Por supuesto, en opinión de mucha gente los religiosos que cometieron los abusos tenían que haber sido identificados pero las órdenes eran muy reacias a admitir lo que ocurrió; para ellos no había pasado nada y tendríamos que estar agradecidos de que se hubieran ocupado de nosotros. Han estado obstruyendo mucho. No querían entregar ningún documento porque sabían que había muy mala gente, sabían lo que habían estado haciendo, y que muchos habrían acabado en la cárcel. Para ser sincero, se llegó a un acuerdo con esas órdenes, que aceptaron entregar esa información con la condición de que no saliera de la comisión y no se publicara».

«Las órdenes habían entregado a algunos seglares que cometían abusos para hacer ver que afrontaban el problema. Pero nunca entregaron a los mayores perpetradores. Los trasladaban de escuela a escuela y les cambiaban el nombre».

«No comprendes qué es el sexo. Pero en tu corazón sabes que aquello es malo»

«La gente me pregunta si tengo alguna foto de cuando estaba en el instituto, pero no: no había cámaras allí, no se tomaban fotografías. Hace cuatro o cinco años, viendo una vieja película de un festival de Corpus Christi me identifiqué a mí mismo, cuando tenía 11 años. Fue la primera vez que me vi de niño en aquel lugar. Porque tampoco había espejos, nunca veías tu propio reflejo».

«No puedo creer en las enseñanzas de la iglesia católica. Creo en Dios, tengo temor de Dios, pero no creo en una iglesia que se esconde en la ley canónica para esconder sus abusos. Creo que ahora en Irlanda está pasando con los niños inmigrantes lo que nos pasó a nosotros. Hay demasiados menores inmigrantes que son llevados a refugios y desaparecen. Y a nadie parece importarle. Una vez le dije al arzobispo de Dublín: ‘por favor, no me diga que los abusos de niños en el seno de la Iglesia son cosa del pasado. La gente sabe que personas de muy alta posición en la jerarquía esclasiástica estaban al tanto de lo que ocurría’. ¿Y qué están haciendo? Ahora puede suceder lo mismo. A tus hijos o a tus nietos. ¿Cómo sabes que no? Todos tenemos que hacer lo posible por acabar con esto. Tenemos que proteger a los niños hasta que pueden protegerse a sí mismos».

«Cuando empezó este movimiento, hace más de 10 años, muchos conocidos católicos dejaron de hablarnos a mí y a mi mujer por lo que decíamos de la Iglesia. Fue triste pero es un precio que hubo que pagar. En el último año y pico se han percatado de que estaban equivocados. Pero si lo hubieran hecho hace 10 años a lo mejor se podría haber ayudado a aquel niño o aquella niña de la calle. Pero así es la vida. Así es la naturaleza humana. Ojalá la gente se de cuenta de que este informe explica lo que pasa en Irlanda, pero en realidad se refiere a algo que pasa en el mundo entero».

FIN

Ya he vuelto del cine. Quería ver «La reina Victoria» y he visto, por error, «X-man orígenes: Lobezno«, una versión moderna de Frankestein para adolescentes inmortales. Da para una tertulia breve sobre qué malo es siempre el futuro -según Hollywood– y cuantos peligros encierran los avances científicos, ya sea con la electricidad (Frankestein) o con los meteoritos (Lobezno).

En el blog vecino de poesía, he recomendado unos poemas de Auden. Uno de ellos dice así:

Y el mundo entero sabe

Lo que todos los niños aprenden en el colegio

Que quienes han sufrido maldades

Harán sufrir a otros.

Me ha recordado el caso tenebroso de los curas, frailes y mojas pervertidos que abusan de los niños más indefensos y destrozan sus vidas, quizás, para siempre.

Según estos versos de Auden, también pueden haber destrozado y seguir destrozando las vidas de los hijos y nietos de los maltratados. El daño que estos pervertidos producen se traspasa a generaciones venideras.

¡Que las personas decentes lo denuncien sin cesar para acabar con estos crímenes de lesa humanidad!

¡Qué gran ruina para la humanidad!

Hasta mañana.

Espero no tener pesadillas después de haber leido lo de Irlanda.

Terremoto, naufragio, tempestad, tsunami…¿Qué más?

La crisis financiera de Estados Unidos pide paso y ya no hay columnas ni palabras suficientes para comunicar a los lectores tan descomunal desaguisado. Los libremercadistas, neoliberales o neoconservadores (hoy agazapados) no saben qué decir. Los tertulianos de la radio y la prensa (con honrosas excepciones), tampoco.

Los dos primeros diarios de pago de España coinciden hoy en el tema y en el tamaño del titular: Wall Street a cinco columnas. Hemos agotado el diccionario de sinónimos y superlativos:

Tempestad, naufragio, terremoto, rescate, tsunami, «in extremis»…

Tantas veces hemos dicho ¡que viene el lobo!, o ¡que viene el crack del 29!, etc., que ya no nos quedan palabras y la exageración se nos sale de la portada.

Para nuestro consuelo, nos queda al menos -eso sí- El Roto con su genial clase de Economía. De modo que eran unos delincuentes… Pues sí. En buena parte, unos eran embaucadores, otros eran ganchos y otros éramos primos. Todos unidos por la codicia. Y esto se repite con frecuencia en pequeña escala. En gran escala, suele repetirse -como nos decía Galbraith en Harvard«siempre que una generación se olvida de la crisis que sufrió la generación anterior».

Me critican -y con razón- porque he dedicado pocos comentarios en este blog a la crisis económica, habiendo estado tan presente en las portadas de los diarios. Es cierto. Por un lado, tengo la excusa fácil del exceso de trabajo (y varios viajes) para hacer frente precisamente a esta crisis, que también nos azota en 20 minutos, aunque menos que a la media de la prensa.

Pero, por otro lado, es que leo y oigo tantas vaguedades, tanta demagogia, tantas tonterías sobre el origen y consecuencias de esta crisis financiera que me dan ganas de volver a estudiar a la Universidad.

Recuerdo al maestro José Luis Sampedro, catedrático de Estructura Económica (antes se llamaba así), que nos enseñó a hacer siempre la siguiente pregunta. Un día, en el Ateneo de Madrid, le celebré sus enseñanzas y me replicó, jocoso como es él:

«Todo lo que yo pude enseñarte de Economía no vale para nada».

Cuando me enfrento a crisis como ésta, le recuerdo -siempre con afecto y admiración- y le doy cien veces la razón y las gracias.

¡Qué poco sabemos -o queremos reconocer- sobre las miserias de la condición humana!

Estoy casi seguro de que mi hijo mayor (Erik) no sabe o no recuerda la crisis de Ruiz Mateos y mi hijo pequeño no tiene ni idea de quien es Mario Conde. Nuestra memoria es frágil y selectiva. Muchos lectores de El Mundo habrán olvidado que Mario Conde, el causante de la gran crisis de Banesto, fue accionista fundador y gran inspirador del diario de Pedro Jota.

En este artículo sobre Rumasa de El Mundo de hoy se hace referencia varias veces al dinero del contribuyente. Por el contrario, en el artículo de al lado sobre Mario Conde y Banesto, del mismo diario, no se menciona para nada el dinero del contribuyente.

¿Por qué será, será…?

Muy oportuno este artículo de Miguel Angel Aguilar sobre el poder de la Iglesia Católica en España. El Parlamento (o sea el pueblo español) ha elegido a Carlos Dívar, nuevo presidente del Poder Judicial y del Tribunal Supremo (el presunto Tercer Poder del Estado)

¿Qué fotografía han destacado de él los dos grandes diarios de pago?

El País le pone en portada, genuflexo, rindiendo pleitesía al levantisco cardenal Rouco Varela, jefe de la Iglesia Católica en España (¿el 5º Poder?).

El Mundo le pone directamente de rodillas (¡señor!) ante el sagrario.

¿Quo Vadis Zapatero?

Consideraciones a un arzobispo

MIGUEL ÁNGEL AGUILAR en El País 30/09/2008

El presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE) y arzobispo de Madrid, Su Eminencia el cardenal Antonio María Rouco, y algunos de sus colegas en el Colegio Cardenalicio se han referido en diversas ocasiones a la Iglesia perseguida, como si ésa fuera la situación que se viviera en nuestro país. La aparición con sus vestiduras talares de los obispos en manifestaciones callejeras ha sido frecuente en la anterior legislatura y ya se anuncian nuevas convocatorias en relación a distintas medidas legislativas en vigor, como la asignatura de «Educación para la Ciudadanía», o de proyectos que modificarían la actual regulación sobre el aborto. Pero esa etiqueta de «Iglesia perseguida» se compadece mal, por ejemplo, con la consideración de General de División que se ha concedido al excelentísimo y reverendísimo señor don Juan del Río Martín, Arzobispo Castrense de España, sobre la que más adelante volveremos.

Con Zapatero, «la Conferencia Episcopal ha alcanzado sus últimos objetivos económicos»

Entre tanto, el Gobierno socialista del abominado José Luis Rodríguez Zapatero ha sido muy diligente colmando las aspiraciones de la CEE en el plano de la financiación al elevar del 0,5 al 0,7 el porcentaje de la cuota líquida a ingresar del Impuesto de la Renta de las Personas Físicas (IRPF) que los contribuyentes pueden asignar a la Iglesia, sin que suponga recargo alguno para quienes así lo decidan. La cuestión es que si bien las encuestas del CIS registraban en 2007 que un 78% de los españoles se declaraban católicos, a la hora de marcar con una cruz la casilla que destina fondos a la Iglesia sólo lo hacían una tercera parte de los mismos.

Como reconocía el responsable de asuntos financieros de la Conferencia Episcopal y decano de la Facultad de Economía, profesor Fernando Jiménez Barriocanal, bajo los Gobiernos de Aznar todo eran cortesías verbales pero el avance real en el plano de los dineros era ninguno, mientras que ahora con el presidente Zapatero «la CEE ha alcanzado sus últimos objetivos económicos». Además, tan relevantes logros se han obtenido sin dejarse pelos en la gatera. Es decir, sin reducir los niveles de agresión practicados desde la bendita emisora episcopal, a cuya antología de insultos hizo referencia en estas páginas del diario EL PAÍS el profesor Joaquín Roy (véase columna titulada Entre un gilipollas y una negra resentida publicada en la edición del pasado 4 de septiembre). La siembra del odio y del antagonismo entre españoles sigue siendo la labor apostólica más destacada de la Cadena con los frutos magníficos que ya se empiezan a recoger.

Enseguida nos entregaremos a preparar con el debido celo, sin cicatería alguna, la venida de Su Santidad el Papa Benedicto XVI a España para presidir un gran encuentro anunciado y es seguro que las autoridades y los fondos del erario público cooperarán de modo decidido a su mayor esplendor. Otra cosa es que las palabras que nos reserve el Sumo Pontífice tengan poco que ver con las pronunciadas en su reciente visita a Francia donde ha tratado del laicismo positivo, un esquema que nosotros por nuestra inmadurez tenemos fuera de alcance. De España la Sede Apostólica quiere otra cosa bien distinta y mientras tanto los obispos nativos seguirán inflamados en la defensa de sus ventajas históricas. Como escribió Cyril Connolly (véase Obra selecta. Editorial Lumen, Barcelona 2005) «la Iglesia, cuando ha sido lo bastante fuerte para hacerlo, ha traicionado sus principios espirituales».

Recordemos que en los tanteos preelectorales de 2007 se escucharon algunas bravatas socialistas sin sentido a propósito, por ejemplo, del proyecto de suprimir los funerales de Estado, que fueron desmentidas por quienes eran mayores en edad, saber y gobierno. Pero sucede que un repaso exhaustivo al Derecho Eclesiástico del Estado permite comprobar que esa figura de «funerales de Estado» no existe en el ámbito legal. Fue uno de esos inútiles combates fantasmales emprendidos mientras se dejan pasar ocasiones preciosas para que las cosas queden en su sitio. Así se habló también de la reforma de la Ley de Libertad Religiosa, con un texto impecable, mientras se garantizaba la intangibilidad de los Acuerdos entre el Estado Español y la Santa Sede de 4 de diciembre de 1979, negociados antes de la Constitución como por todas partes se hace notar, que están reclamando con urgencia nueva redacción.

Volvamos a la consideración de General de División concedida al Vicario General Castrense de España y observemos que el Acuerdo sobre Asistencia Religiosa en las Fuerzas Armadas en ninguno de sus siete Capítulos ni de sus dos Anexos menciona que deba concederse esa consideración de General de División al arzobispo titular del citado Vicariato. Si se tratara tan sólo de señalar una equiparación retributiva debería hacerse de otro modo para evitar confusiones fuera de lugar. El Gobierno ha renunciado otra vez a las tareas para las que es competente. ¿Por qué?

FIN

—-

Maria Teresa Fernández de la Vega habló hoy de los diarios gratuitos y ¡lo hizo a favor!. Es valiente la vice. Gracias.

«Queman», en El Mundo; «tranquiliza», en El País

«Posible OPA», en El País

«Falso rumor de OPA», en El Mundo

El fracaso del catolicismo español

SUSO DE TORO en El País 14/09/2007

Es común dar por hecho que la religión, heredada del tiempo de nuestros mayores y ancestros, decae históricamente y que, siendo extemporánea, ya no juega un papel significativo en nuestro tiempo. Y esto a despecho de que la principal potencia económica y militar, Estados Unidos, tenga en su Constitución y en su moneda, que es el patrón de la economía mundial, la invocación al dios cristiano, manifestando así prácticamente la confesionalidad del Estado. Y de que todos sus presidentes se declaren creyentes públicamente y hagan de ello bandera política. A despecho también de que el Estado de Israel, que juega un papel tan importante en la política norteamericana y mundial, viva verdaderamente como Estado confesional; de que países como Irán, que juega un papel cada día más activo en el escenario internacional, sea beligerantemente confesional; de que la religión musulmana esté siendo desde hace unas décadas un instrumento de afirmación identitaria para una parte importante de la juventud árabe, creando un nacionalismo radical religioso transversal a los Estados existentes, árabes o europeos.

En realidad, la religión, basta considerarla en su dimensión ideológica, es, en nuestro tiempo, un instrumento principalísimo en el conflicto entre intereses y visiones del mundo. No el comunismo, es la religión el fantasma que recorre Europa y el planeta. Y donde la religión no se manifiesta de forma clara aparece en sus formas más seculares: en ideologías místicas comunitarias. Pues los humanos seguimos buscando y hallando credos y fes en las que disolver nuestro insoportable yo en algún nosotros. Buscamos argumentos que nos sitúan no sólo en el espacio sino también en el tiempo, que nos dan memoria y futuro, o sea trascendencia a nuestras vidas. Y de este modo encontramos algo de sentido a nuestra vida individual y solitaria.

Lo que en la inteligencia europea es minusvaloración de la religión, que le impide ver la realidad, en España es un desprecio intelectual absoluto. Quizá ese desprestigio de la religión en general se deba entre nosotros a algo más que al esquematismo de epígonos tardíos de la Ilustración, es la repulsa hacia la Iglesia católica que ha condicionado tanto nuestras vidas y la sociedad. Pues el catolicismo para nosotros tiene rasgos propios, es la ideología nacional, y nacionalista, española. El nervio del argumento de la nación española fue escrito por clérigos y el supuesto continuo histórico católico-castellano se basa en la continuidad de la Iglesia católica española. Las crónicas medievales de Ximénez de Rada pretenden continuarse ahora en el discurso de Rouco Varela. Es lógico que frente a ese argumento de la esencia de España exista un contradiscurso comunitario nacional en las diócesis vascas y catalanas.

Y es que no hablamos de fe, hablamos de política, la lucha por el poder es lo que hay tras la beligerancia de la Iglesia española. Cuando presionan para imponer su doctrina a todos los ciudadanos, cuando intentan que su ideario religioso sea la ideología del Estado y la sociedad, intentan mantener su papel histórico. La Iglesia católica española, los obispos, creen ser la esencia de España, los que coronan reyes o casan príncipes, hablan literalmente en nombre de España.

Evidentemente es falso, intentan usurpar el poder y negar la existencia a la ciudadanía, pero la Iglesia es dueña de los símbolos que articulan la vida política toda, incluso los ministros juran su cargo ante un crucifijo. Y hasta ahora ha sido dueña de los ritos de la vida social y personal, del bautizo al entierro, pasando por la boda. El debate político que la Iglesia católica le plantea a la sociedad española es profundo, le disputa a la ciudadanía la propiedad del Estado y, en su sentido más profundo, la misma autoridad.O mandan los obispos o mandan los ciudadanos.

Los obispos reclaman el poder que se les escurre entre los dedos y por eso remarcan los rasgos de su ideología, su integrismo frente a una cultura laica que la sociedad ya ha interiorizado hace tiempo de un modo natural. Los cambios sociológicos e ideológicos han sido profundos, esta Iglesia ya no expresa a esta sociedad. La representaba ideológicamente después del golpe contra la República, de la represión de posguerra y durante el franquismo: cuando la Iglesia tenía su cupo en las Cortes franquistas, cuando para ser obispo había que tener el plácet de Franco. Entonces la Iglesia sí era dueña ideológicamente de España, o sea de los españoles. Hoy, no.

La violencia de la Cope es el canto del cisne de lo que fue. El integrismo católico hoy es un tigre o más bien un fantasma de papel, la prueba es su agresividad, síntoma de su impotencia. La sociedad simplemente no querría vivir encerrada en su utopía reaccionaria. La Iglesia se reclama dueña de la historia española pero es su esclava, atada a ese pasado que tuvo su fruto granado en el nacional catolicismo franquista. Incapaz de romper con su pasado, de asumir errores, cargando con su integrismo, ha perdido su hegemonía sobre la sociedad. Su fracaso ideológico es patente, la Iglesia española tendrá aún mucha parroquia pero está sectarizada. Sólo una facción, esta derecha en su búnker, acepta su liderazgo moral.

Ese fracaso histórico es clamoroso, pues el nacional catolicismo fue un régimen totalitario en el que Ejército e Iglesia no sólo controlaron la vida pública, también modelaron el yo de generaciones de españoles. Tal fue su poder.

Y precisamente es en España, debido al fracaso del catolicismo, donde se da de un modo más acusado que en otras sociedades europeas la pérdida de todo el crédito de la religión. Al no adaptarse a nuestro tiempo histórico resulta un obstáculo, lo que el catolicismo nos dice no tiene nada que ver con lo que vivimos y sentimos. La ley de los obispos resulta extemporánea e inhumana, carece de sentido de la realidad. Así, excepto en Euskadi y Cataluña, donde el catolicismo se ha pegado más a la comunidad y todavía es un referente con un papel aceptado en la vida social, se puede decir que la sociedad española es hoy irreligiosa. La corrupción del mensaje cristiano que fue el nacional catolicismo ha merecido la censura política e incluso moral de la mayoría de la sociedad y el empecinado integrismo, su alejamiento. Así, el fracaso de la Iglesia ha ayudado a que la católica y tradicional sociedad española, paradójicamente parezca ser la más «moderna» de las europeas.

Cabe preguntarse qué consecuencias está teniendo para la moral social, hay signos de anomia en nuestra sociedad. Si la moral católica tradicional no es válida para esta sociedad, ¿qué moral social existe? ¿Cuál es el consenso moral? ¿Lo hay? ¿Quién tiene legitimidad o capacidad para establecer un nuevo consenso que nos diga lo que está bien y lo que está mal? ¿O soportaremos vivir sin un orden que nos diga lo que está bien y lo que está mal? Si es así, no podremos educar a nuestros hijos en una ética personal. Sin moral, qué ética. La ética es dinámica y ágil pero la moral tiene que tener consistencia y estabilidad, no se levanta sobre pilares relativos. ¿Podemos tener moral sin fundamento religioso? Es decir, sin fundamento, sin mito fundacional. No creo que las ideologías puedan fundar moral, sólo lo hacen cuando se transforman en mito comunitario, como el comunismo, el fascismo o algunos nacionalismos. Es el mito, la religión, quien da el orden último al mundo. Pero como no parece posible tener una fe religiosa simplemente porque nos convenga quizá debamos afrontar hoy este vivir desmoralizados, pues es nuestra realidad. ¿O sabe alguien una manera de cimentar valores comunes indiscutidos y aceptados?

O eso o repensar la religión, y tendría que ser un pensar distinto, un pensar sintiendo. En ese caso deberíamos mirar hacia atrás, al principio, y volver a preguntarnos por el final, la muerte. La muerte es una fuente de preguntas sobre la vida. ¿Es la vida humana sagrada? Antes de contestar podríamos detenernos para siempre en discutir lo que es «sagrado», pero también podemos contestar sí o no simplemente. Si no es sagrada es un bien tangible y tasable, si es sagrada quizá podamos sobre eso levantar moral para nuestro vivir. Que es un vivir cada vez más ensanchado, o achicado, por el espacio que crean los mass media, ese mundo vigoroso creado por nosotros pero que parece haberse emancipado y tener vida propia: resultó que nuestra civilización apolínea incubó el huevo del monstruo dionisíaco. Es un mundo nuevo, una nueva dimensión, donde la moral pinta muy poco y manda el deseo.

En este tiempo nuevo las generaciones adultas conservamos, aunque no lo reconozcamos, la moral judeocristiana que nos trasmitió de grado o por fuerza la Iglesia, aunque ella no la siga. Ésas son las nociones que muy malamente intentamos transmitir a los que vienen, ¿pero ellos qué heredarán? ¿Una discoteca, una pantalla?

Suso de Toro es escritor.

¿La Iglesia, «en la diana» de Zapatero? ¿Será al revés?

En portada, Zapatero «advierte» en El Mundo y «avisa» en El País.

En páginas interiores, ambos diarios cambian de verbo, pero no de intención.

El editorial de Pedro Jota no tiene desperdicio.

Es recomendable leerlo, pero -eso sí- mejor hacerlo con la nariz tapada.

Es ya muy tarde para entrar a ese trapo. Pero no quería perder esta doctrina editorial -obra maestra de la cátedra de Demagogia.

La copio y pego para el archivo del blog.

Los obispos vuelven a mear (con perdón) fuera del tiesto

Los obispos están, otra vez, crecidos, envalentonados y meando fuera del tiesto. La situación me parece gravísima para cualquier demócrata que se precie. La Iglesia vuelve a las andadas. Protesta contra la enseñanza de una asignatura obligatoria. acorde con la Constitución, que trata sobre los valores de tolerancia, libertad y convivencia en una socidedad democrática.

Unos recomiendan la «objeción de conciencia» contra la asignatura «Educación para la Ciudadanía» y otros hablan de darla «por imperativo legal«, fórmula utilizada por los batasunos para jurar sus cargos. Pero ninguno de ellos se digna rechazar el dinero que los colegios católicos concertados y la propia Iglesa Católica reciben – y no se por qué- del Estado aconfesional español, es decir, de los impuestos de todos los españoles.

Hasta ahora, el Gobierno de Zapatero se había mostrado asustadizo y temeroso ante cualquier resoplido de los monseñores. Y eso, me consta, le cuesta votos de muchos laicos honrados. Menos mal que la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega salió ayer al rescate del presidente Zapatero (que parece alelado, un poco gaznápiro, en cuanto oye gritar pamplinas o amenazas a los obispos) y avisó a los purpurados (y a los colegios que chupan del bote del Estado) que quien no apruebe esta asignatura no tendrá título y «que vaya a los tribunales quien no esté de acuerdo con ella».

Por su parte, El Roto también le echó ayer una mano al Gobierno, y a los ciudadanos respetuosos con los valores democráticos, con un dibujo que supera a todos los editoriales que he leído hasta ahora sobre la materia.

Creo que la vicepresidenta aún se quedó corta. En mi opinión, le faltó decir, con toda claridad, lo que no deja de ser una verdad de Perogrullo:

Si algún colegio católico, musulmán, judío o busdista concertado no cumple la Ley, se le quita el dinero, que tan graciosamente le da el Estado, y sanseacabó.

¿Acaso puede el Estado dar dinero público a presuntos delincuentes que se saltan la Ley a la torera, por mucha sotana negra o morada o turbante o kepa que lleven?

¡Qué vigencia tiene aún nuestro Cervantes!:

«Con la Iglesia hemos topado, amigo Sancho…»

Soy respetuoso con todas las creencias religiosas, paracientíficas o mágicas que no hagan daño a terceros. Pero me preocupa -en realidad, me alarma- la caradura que muestran hoy algunos jerarcas de la Iglesia Catolica española, tan irreverentes con las creencias legítimas de los demás y tan bravucones y antidemócratas como para amenazar con incumplir las leyes vigentes, apobadas por los representantes de los españoles.

Tengo la impresión de que han perdido el apoyo de su Espiritu Santo o de que su mismísimo Diablo les tiene engañados. No puedo comprender a qué viene ahora sacar tanto pecho y poner a prueba la paciencia de un montruo histórico español -felizmente dormido- como es el anticlericalismo. Yo creo que estos purpurados no han leído la Constitución española o, peor aún, la Historia de España y, por eso, no saben donde se están metiendo.

Me consta que hay muchos católicos muy sensatos y respetuosos con la Democracia y creo que deberían recomendar prudencia y/o disimulo a ciertos obispos anclados aún en la España negra.

Me gustó también lo que dijo la vicepresidente de la Vega:

«… no se puede objetar contra la Educación para la Ciudadanía como no se puede objetar tampoco contra las Matemáticas»

Me recuerda, con tristeza, una frase de nuestro ilustrado padre Feijóo, a finales del XVIII. Algo así como:

«Las Matemáticas y la Física son extranjeras en España»

He ahí una de las causas del atraso científico y económico de España. Y temo que se repita aquella penosa experiencia, a manos de los mismos culpables. Si dejamos que la Iglesia aplique, contra la Ley, la objeción de conciencia para que sus clientes no cursen la «Educación para la Ciudadanía«, ¿cual será el siguiente paso de los voraces e insaciables obispos trabucaires?

Si tienen algún éxito, pueden objetar contra la Fisica y la Química o contra la Literatura

¿Acaso no van las ciencias experimentales contra las creencias religiosas que atribuyen a un dios (¿diseño inteligente?) la creación del primer hombre sobre la Tierra? ¿Acaso no contradice la ciencia moderna, desde Charles Darwin hasta hoy, las teorías mágicas del creacionismo divino de Adán y Eva o del mundo en seis días?

¿Quién, si no la Iglesia, frenaba o preseguía en España el estudio de las ciencias experimentales en el siglo de las luces?

En tiempos del padre Feijóo, el primer ministro ilustrado de Carlos III, el ilustre reformador Jovellanos, fue expulsado del Gobierno, perseguido por la ¿Santa? Inquisición y encerrado en un castillo de Menorca sin derecho a papel, tinta ni pluma. El papa Pío VI (¿a quizás Pío VII?) había pedido al rey Carlos III -otro cobardica- que se librara de esos hombres que (cito de memoria) «imbuidos de una falsa ciencia llevaban a la católica España por caminos de perdición«.

Aquel rey pusilánime cedió y entregó a la España negra a uno de los hombres más insignes de aquel siglo y con ello dió una señal para frenar el progreso, retrasar nuestra civilización y ampliar la brecha que nos separaba ya de la emergente Ilustración europea.

¿Se imaginan a los obispos más rebeldes predicando contra la inclusión de Miguel Hernández o de García Marquez en la asignatura de Literatura por sus tendencias comunistas o ateas o a Mario Vargas Llosa por su liberalismo?

Me echo a temblar al pensar que mis hijos o mis futuros nietos tuvieran que volver algún día, como yo hacía de joven a escondidas, a la trastienda de la librería Fuentetaja para comprar libros prohibidos por la Iglesia.

La situación es tan preocupante que me atrevo a a pedir al maestro Fernando Savater que vuelva a publicar, aunque sea a multicopista, sus certeros artículos en los que, con enorme clarividencia, separaba el delito del pecado. Por ejemplo: ser homosexual puede ser considerado pecado por la Iglesia católica pero, según nuestras leyes, no es un delito. Y nuestros hijos tienen el derecho y el deber de saber distinguir una cosa de la otra.

¡Basta ya, por favor, de tanto lavado de cerebro eclesiástico!.

Habemus libertas. Somos ciudadanos libres. Que cada uno elija libremente, y por supuesto fuera de la escuela pública, la religión que le plazca.

«Con franquismo», El Mundo cuesta más
A falta de noticias, encuestas a la carta

Hay veces que el marketing puede jugarnos malas pasadas. O no. El caso es que me ha sorprendido el nuevo precio del diario El Mundo de hoy domingo.

Vean, si no, con atención lo que cuesta la edición de Madrid con sus distintos suplementos y promociones. La edición más cara es la que anuncian simplemente con el eslogan:

«Con franquismo: 10,90 € más»

¿Acaso hay alguna edición conocida de El Mundo sin gotas de franquismo?

Visto lo visto, no debe haber lugar para sorpresas. Sin embargo, me ha llamado la atención. Podían haber dicho «Con el sello de Franco, tanto» o «Con la colección de sellos del franquismo, tanto más», etc. Pero tanta simplificación puede resultar, a veces, traicionera para el subconsciente.

EDITORIAL de El País

Postrimerías de ETA

07/01/2007

El descubrimiento de más artefactos y materiales explosivos listos para convertirse en bombas indica que el atentado de Barajas no era o aspiraba a ser un acto único, sino que formaba parte de una ofensiva terrorista en toda regla. Los conciudadanos ecuatorianos Carlos Alonso Palate y Diego Armando Estacio han sido las primeras víctimas mortales de un zarpazo que podía haber sido mucho peor y más extendido. Es evidente por tanto que ETA había decidido romper unilateralmente el alto el fuego, con independencia de que pretendiera o no oficializar la ruptura o endosar la responsabilidad de la misma al Gobierno.

•El Gobierno y la banda terrorista habían convenido en celebrar otra reunión

No es descartable la hipótesis de que sea una decisión tomada por un sector disidente contrario a quienes llevaban la negociación, pero en ningún caso puede ser excusa para retrasar lo que el Gobierno está obligado a hacer ahora: dar explicaciones en el Parlamento, intentar recomponer la unidad de los demócratas frente a ETA y proponer una estrategia antiterrorista para la nueva situación. Tras la ceremonia de la Pascua Militar, el presidente Rodríguez Zapatero proclamó ayer que, con este atentado, el diálogo y el proceso «han llegado a su punto y final». Este anuncio por boca del presidente debiera evitar más malentendidos. El rey Juan Carlos había clausurado la ceremonia con un discurso en el que pidió unidad a los demócratas para acabar con el terrorismo.

Si en el futuro aparecieran datos hoy desconocidos que aconsejasen modular ese cambio de política, habrá ocasión para discutirlo; pero la condición para que un día pueda regresarse a una vía de disolución negociada de ETA es que ahora se actúe con determinación, evitando mensajes ambiguos. Un atentado gravísimo ha roto el alto el fuego y convertido en papel mojado la condición de permanente, que se consideró necesaria para que el proceso arrancase en los términos autorizados por el Parlamento. La bomba de Barajas eleva necesariamente el umbral mínimo de exigencia (de garantías) para tomar en consideración eventuales ofertas futuras de diálogo.

ETA sigue sin perder una oportunidad de perder una oportunidad. Difícilmente se le presentará otra tan favorable para salirse del camino circular en que se ha metido, que conduce siempre al punto de partida, aunque con más muertes y más dolor acumulado. Es evidente que sus dirigentes no estaban maduros para esa salida, bien porque la inercia de la pervivencia organizativa ha vuelto a imponerse, bien porque han carecido de capacidad de liderazgo para vencer a los supuestos sectores contrarios al alto el fuego. En ambos supuestos es necesario que ETA y Batasuna comprueben de nuevo que hay límites que ningún Estado puede franquear, con o sin bombas. La idea de que 44 millones de ciudadanos aceptasen modificar aspectos esenciales de la Constitución para dar satisfacción a una cuadrilla de encapuchados era, y es, poco realista.

Con una base social todavía amplia (el electorado de Batasuna) la derrota policial es condición necesaria pero no suficiente para la autodisolución de la banda; se necesita alguna forma de acuerdo formal que evite la aparición de sectores disidentes o nuevas etas; pero la expectativa de negociación política puede devolver sentido a la violencia, anulando el significado último de su derrota: que la violencia deja de ser útil para alcanzar objetivos políticos. De ahí la dificultad de encontrar el punto de debilidad de la banda a partir del cual la oferta de diálogo no pueda ya tener ese efecto de devolverles la esperanza de dar sentido a su pasado.

En 2004, tras la detención de Mikel Antza y el desmantelamiento de los arsenales y principales estructuras de la banda, gracias a la eficacia policial y judicial, ETA estaba tan debilitada que pareció verosímil la posibilidad de emprender un proceso de disolución pactada. Tal vez era prematuro, o tal vez los contactos que por entonces se estaban produciendo hicieron concebir a Otegi y compañía ilusiones desmesuradas. El ex dirigente del PNV Juan María Ollora, principal teórico de la vía de Lizarra que llevó a la tregua de 1998, reconoció cinco años después que una de las razones del fracaso de aquel experimento fue confundir el plano de la paz con el del «avance del proceso soberanista», que fue el priorizado, lo que a su vez llevó a la exclusión de los partidos no nacionalistas.

La actitud de Imaz en estos meses es la prueba de que aquella reflexión fue interiorizada por al menos un sector del nacionalismo vasco (y de ahí que la inclusión del PNV en la nueva estrategia que trace el Gobierno sea considerada como el elemento clave para la etapa que ahora se abre). La ruptura de la tregua por parte de ETA provocó, por otro lado, la escisión de Aralar. Su principal dirigente, Patxi Zabaleta, decía cuando se gestaba el alto el fuego último que ETA debía renunciar a la violencia, pero no entregar todavía las armas porque era responsable de negociar el futuro de sus 700 presos. Tras el atentado de Barajas ha pasado a sostener que ETA ha perdido toda credibilidad y en adelante el único proceso posible es que la banda deje las armas de modo «unilateral, definitivo y sin condiciones».

Tal vez el fracaso de este nuevo intento sirva para que dentro de uno o dos años Batasuna o el sector mayoritario de esa formación interiorice la incompatibilidad radical entre política y violencia, provocando el paso que Otegi y los suyos han perdido la oportunidad de franquear ahora. Quizá haya que pasar por una ETA sin brazo político o con uno muy debilitado para que algún día sea posible lo que ahora no lo ha sido. Porque una ETA sin Batasuna sería algo más parecido a los GRAPO que a ETA; y una Batasuna sin ETA detrás sería algo muy distinto de lo que es ahora. En ese sentido, el balance definitivo del experimento intentado por Zapatero depende de que el Gobierno sea capaz de desplegar ahora, con el máximo apoyo parlamentario, una política antiterrorista como la que llevó a Mujica Garmendia, Pakito, y otros ex dirigentes presos a certificar en 2004 el final de la lucha armada en favor de la política.

Artículo de MANUEL VICENT en la última de El País

El combate

MANUEL VICENT 07/01/2007

Largo, duro y difícil son tres adjetivos que si se aplican a un combate de boxeo indican que la pelea está programada a 14 asaltos; que el contrincante es sucio y correoso, y que el aspirante con poca experiencia en el ring debe fiar su victoria a una resistencia tenaz, a la espera de que su buena estrella le propicie un gancho a la mandíbula. Si no se aplican al boxeo sino a la lucha contra el terrorismo, los adjetivos largo, duro y difícil significan que el Gobierno socialista se halla metido en un combate, que puede durar años, contra un enemigo fanático, el cual usará a su favor todas las ventajas del Estado de derecho para alcanzar un objetivo imposible mediante las pistolas y la dinamita. Dicho esto, es evidente que el presidente Zapatero acaba de recibir un directo al hígado, no previsto, por parte de ETA, que por un momento le ha puesto a flotar sobre la lona.

El atentado sangriento de Barajas ha dejado una vez más al descubierto el diseño moral de nuestros políticos. Demos por sentado que el presidente Zapatero es un optimista histórico que se mete en todos los charcos o un boxeador confiado en que el contrario no utilizará los golpes bajos, pero son mucho más ingenuos los que creen que a ETA, después de cuarenta años, se la puede vencer sólo con la represión policial. ¿Y qué son los portavoces de Herri Batasuna? Simplemente unos peleles. ¿Y qué hay más a la derecha de la cúpula del Partido Popular? Sólo la pared. Y al final del horror de esta Navidad se ha sabido que los padres del Niño de Belén eran ecuatorianos. Pero el escándalo político sigue siendo el comportamiento obsceno del Partido Popular, que ha hecho del acoso y derribo del presidente Zapatero su único propósito sin detenerse en ninguna frontera, ni en el dolor de las víctimas, ni en la división de las dos Españas, ni en el lenguaje asilvestrado, ni en la tarea diaria de excitar a la gente para tener movilizados a sus militantes hasta las próximas elecciones. España es una nave sin timonel, ha gritado Rajoy. ¿Estará llamando su subconsciente a un tipo con polainas para que se ponga al timón? La lucha contra el terrorismo será larga, dura y difícil. Zapatero ha perdido el primer asalto. No pasa nada. A Aznar lo hizo presidente la ETA con aquel famoso atentado. Zapatero no debe esperar ninguna ayuda leal del Partido Popular; sólo podrá contar con la ley, con el deseo de paz de la mayoría de los españoles y con su propia resistencia moral. Suena la campana. En este momento comienza el segundo asalto.

FIN

La esquela funeraria rogando una oración por el alma del cruel dictador chileno Augusto Pinochet tiene su sitio en las páginas interiores de El Mundo.

Durante 2006, 70 aniversario de la rebelión franquista contra la II República y de la guerra civil, se ha desarrollado un gran nicho de mercado en El Mundo y El País para los familiares de quieres murieron o fueron asesinados durante la guerra civil por el bando contrario. 20 minutos.es ofrece hoy una crónica sobre estas esquelas.

Afortunadamente, ya pasó el 70 aniversario y la guerra de las esquelas rencorosas, algunas todavía rezumando odio por parte, curiosamente, de los vencedores, ha perdido fuerza.

Cada vez tengo más claro que hay que separar los crímenes de la guerra cicil -que los hubos en ambos bandos- de los crímenes de la postguerra que los cometieron casi exclusivamente los vencedores.

El Mundo, portavoz habitual de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) – segurametne la que más daño ha hecho a la unión de los demócratas para luchar contra ETA– informa en esta columna sobre las razones por las que Alcaraz no se decide a manisfestarse «POR LA PAZ, CONTRA EL TERRORISMO», el próximo sábado día 13 de enero, en la Plaza de Colón de Madrid.

Esta manifestación puede ser la prueba del algodón. Y no sólo para Alcaraz, presidente de la AVT, que querrá hacer su particular y legítima carrera política en la extrema derecha. También puede serlo para los militantes del PP que quieren luchar de buena fe contra el terrorismo e, incluso, para los obispos, que tanto se opusieron al Gobierno cuando no tenían la barriga tan llena.

Sol Gallego nos da, en su crónica de El País, algunas claves sobre la relación PP-PSOE en la lucha contra el terrorismo.

El imposible retorno al pacto

Soledad Gallego-Díaz

07/01/2007

Pocas personas creen en estos momentos, ni en el Partido Popular, ni en el Partido Socialista, que sea posible reavivar el Pacto Antiterrorista. «No tiene ningún sentido que, justo al final de la legislatura, PP y PSOE estén en brazos uno del otro, ni tan siquiera en el tema de la lucha antiterrorista. Todo el mundo habla de la unidad de los demócratas, pero el PSOE no va a aceptar nuestros planteamientos porque quedaría en una situación imposible, y nosotros no vamos a aceptar los suyos porque creemos que están equivocados. Tenemos dos visiones completamente distintas de este asunto, y da la impresión de que el atentado de Barajas no ha cambiado esa circunstancia», explica un dirigente del Partido Popular. «Tenemos la impresión de que el presidente quiere dejar abierto algún tipo de diálogo, y nosotros queremos, precisamente, todo lo contrario, que nos dé públicas garantías, ante el Parlamento, de un cierre total de cualquier tipo de contacto», prosigue.

Inquietud en ciertos medios del PP por el hecho de que los actos de la AVT estén cada vez más entremezclados con grupos activos de la extrema derecha

«Los socialistas no vamos a aceptar la posición del PP de volver al Pacto Antiterrorista tal cual, porque eso supondría volver a un texto que tiene una parte claramente antinacionalista, precisamente ahora que el Gobierno puede contar con el apoyo, extraordinariamente valioso, del presidente del PNV, Josu Jon Imaz. Es imposible que se llegue a un acuerdo sustancial entre los dos, Zapatero y Rajoy, porque, se diga lo que se diga, eso significaría dejar fuera a dos de nuestros principales socios, PNV y ERC», admite, por su parte, un dirigente del PSOE.

Así las cosas, ni en el PP ni en el PSOE se tiene una especial confianza en el resultado de los próximos contactos convocados por el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba.

«Nosotros iremos a la reunión a la espera de ver qué es lo que nos ofrece concretamente el Gobierno, qué concesiones está dispuesto a hacernos», asegura, muy escuetamente, un responsable popular. Admite que es impensable que el PNV pueda aceptar un acercamiento del PSOE al PP a través del actual Pacto Antiterrorista. «Para ellos sería imposible».

Tampoco cree muy factible la propuesta de un nuevo pacto. «La idea puede ser lógica, pero sólo tendría sentido para el PP si supusiera una relación preferencial con nosotros, algo que, supongo, el PSOE no está en condiciones de ofrecernos», puntualiza. «Tal y como están las cosas, en estos momentos parece inviable un nuevo pacto que incluya a todos. Ésa es la realidad, y no tiene sentido empeñarse en lo contrario», admite un veterano diputado socialista. «Otra cosa es que ninguno de los dos partidos quiera aparecer ante la opinión pública como el responsable del enfrentamiento y la ruptura entre los demócratas».

«Con realismo, lo único que podríamos esperar», explica ese diputado del PSOE, «es, quizá, que el PP suavice algo su lenguaje, el enfrentamiento feroz que alienta contra el Gobierno, para no dar más la impresión de que se alegran con los atentados, algo que le sienta siempre muy mal a la opinión pública». Se acercan las elecciones municipales (y las generales), y los expertos electorales de los partidos reclaman que se actúe con lógica y cierta contención.

Aprovechamiento extremista

En el PP, o, al menos, en algún sector de los populares, existe una cierta inquietud ante el hecho de que en torno a las manifestaciones convocadas por la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), muy respaldadas, animadas y sostenidas por el Partido Popular, haya aparecido una extrema derecha clásica, muy vociferante y visible. «Es verdad que en torno a esas manifestaciones se está organizando la extrema derecha de toda la vida y que algunos de los diputados del PP que fuimos a la última manifestación en la Puerta del Sol nos vimos inmersos en grupos que eran claramente de extrema derecha, gente muy excitada que estaba monopolizando el acto», admite uno de esos diputados.

El hecho de que la AVT esté siendo «entremezclada» por grupos de extrema derecha organizada es admitido en muchos círculos del PP, algunos de ellos críticos con esa situación y con su eventual impacto en la opinión pública. Otros creen que ese «aprovechamiento» de la extrema derecha se alimenta del duro ambiente de confrontación entre los dos partidos nacionales, pero que se desactivaría inmediatamente en caso de acuerdo PP-PSOE. «Desde luego no hay nadie sensato que pueda creer que esa extrema derecha tiene capacidad o fuerza como para evitar un acuerdo parlamentario entre socialistas y populares, caso de que pudiera producirse. El problema no es ése», comenta un directivo del PP.

FIN

Tampoco nos viene mal reflexionar un poco sobre el dibujo de El Roto en El País , que nos deja una basurita en el corazón, después de tanto despilfarro de Papá Noel, Reyes Magos, Solsticio de Invierno, Hanuka, o como queramos llamar a estas fiestas tan terroríficas para quienes están solos o viven en la pobreza.

El 11-M sale hoy en El País, pero no en El Mundo
Aquí pasa algo…¡Viva la Constitución!

Estoy en Almería, muy cerca del mar y muy lejos de Internet. La conexión es pobre, pero un amigo me ha traido los diarios desde la capital y, despues de verlos, no me he podido resistir a comentar las portadas de hoy, aunque sea un gran día de fiesta.

Ahora consigo, por fin, conectarme y voy a pegar aquí todo lo que he escrito. Tiene razón Pericles al destacar los titulares de hoy en su último comentario.

Pocos días podemos señalar, desde la pérdida del poder por el trío Pinocho (Aznar-Acebes-Zaplana), en los que El Mundo no haya incluido el 11-M entre sus titulares de portada.

Hoy, Día de la Constitución, es uno de ellos.

Tiene, además, la peculiaridad de que es también uno de esos raros días en los que El País sí cita el 11-M en alguno de sus titulares de portada.

Se trata, pues, de un día señalado en la breve historia del análisis que hacemos de las portadas de ambos diarios en este blog.

Coincide, además, con una fecha emocionante para los demócratas (y para los que puedan disfrutar del puente): 6 de Diciembre, Día de la Constitución.

El Mundo abre su portada, a cuatro columnas con este gran titular:

Prisión para un policía de la trama de la Goma 2 y para sus denunciantes

El País abre a dos columnas:

Prisión incondicional para los policías que urdieron un montaje sobre el 11-M

Aunque se trata de la misma noticia, El Mundo –sin mentir, ahí está la gracia- mete en la cárcel solo a un policía mientras que El País –sin mentir, tampoco- mete en la cárcel a más de un policía (“los policías que urdieron…”) y además los mete de manera “incondicional”.

Como vemos, El Mundo destaca “la trama de la Goma 2” y El País destaca “un montaje sobre el 11-M”.

Pero ya sabemos, por experiencia, que una cosa es la portada –la más cara de todas, el escaparate del diario- y otra, las páginas interiores, mucho más baratas.

En su página 12 (par), a 4 columnas, El Mundo sí encarcela (”sin fianza”) a otros dos policías (“acusados de revelar una trama mafiosa”) aunque, por arte de magia –y no de mafia- no aparece por ningún lado el “11-M” ni a quien revelan esta presunta “trama mafiosa”.

El País concede al mismo asunto una página completa (la 23, impar) en la que sí alude al 11-M.

El Mundo huye de la palabra “montaje” –¡qué palabra tan socorrida y jugosa!- al informar de la prisión para los policías que le “revelaron” la presunta relación de etarras con islamistas pero la utiliza, en cambio, para otra “denuncia” de Cartagena, su confidente favorito, a una columna:

Cartagena denuncia que la “operación Nova” fue un montaje de la Policía

Ambos coinciden en ilustrar su portada con foto de “civiles” con tricornio reclamando derechos. Hoy es un buen día para apoyar la desmilitarización de la Guardia Civil cuya función, sobretodo en democracia, –y como su propio nombre indica- es civil y no militar.

Es proverbial el abuso que los españoles hacemos de los oxímoros y con qué frecuencia nos equivocamos con ellos.

Algunos me vienen a la memoria: Guardia Civil (es militar), alférez provisional (o sea, para toda la vida), tolerancia religiosa (imposible), justicia militar (más imposible, si cabe), médico militar (o cura o mata), etc.

Y no digamos cuando adjudicamos algún título a los famosos: Fernando VII, “El Deseado” (el rey felón, el mayor cabrón de nuestra historia reciente), Juan Carlos I, “El Breve” (y ya lleva 31 años de reinado, uno de los más largos de nuestra historia).

O sea, que no acertamos ni una.

Con ser llamativa la diferencia de tratamiento que ambos diarios hacen del caso del montaje policial para ligar a ETA con el 11-M (y contárselo a El Mundo), me ha llamado más la atención la cobertura que hacen del nuevo éxito de la Iglesia Católica, que ha tumbado también al ingenuo Zapatero, equiparando la enseñanza de los dogmas y creencias religiosas, en la escuela pública, con la enseñanza de las ciencias, las artes o las letras.

El Mundo da un perfil muy bajo al nuevo triunfo de los obispos.

No le dedica ni una sola palabra en su portada.

Cuando los obispos pancarteros exigían religión obligatoria por las calles, y dinero de los impuestos de todos para financiar el lavado de cerbero que hacen a los niños en la escuela pública, El Mundo les sacaba a todo trapo y en primera página.

Cuando, por fin, consiguen lo que perseguían, amenazando desde el púlpito y desde las calles, El Mundo lo rebaja a 3 columnas en página interior y con un sesgo que merece indulgencia plenaria:

El Gobierno reduce en 35 horas la presencia de Religión en la ESO

Sumario:

Educación desoye al Consejo Escolar y acepta que la materia cuente para pasar curso

El País, en cambio, que daba las protestas eclesiásticas en pequeño, ahora destaca en su primera el triunfo de la Iglesia Católica, a dos columnas:

La religión contará para repetir curso en secundaria y tendrá dos alternativas

Obsérvese que Pedro Jota Ramírez eleva la primera consonante de la presunta asignatura sobre creencias y dogmas a la categoría de mayúscula (“Religión”) mientras que Javier Moreno, el director de El País (que es químico), prefiere darle aún el tratamiento de minúscula (“religión”).

Creo que se equivoca El País al decir en castellano que “tendrá dos alternativas».

En nuestra lengua, existe algo, cualquier cosa, y también su alternativa, en singular. No soy de letras, pero me parece que es imposible tener dos alternativas a la religión. En lugar de la palabra “alternativas” deberían haber escrito “opciones”, “posibilidades”, etc.

Ya nos hubiera gustado a mis hijos o a mi tener como alternativa a la peligrosa asignatura de “religión” (¿podría acaso considerarse como abuso infantil?) otra que fuera, por ejemplo, “ateismo” o bien –por qué no- varias opciones como clases para el carné de conducir, urbanidad, democracia en acción, más música, etc.

Creo que deberíamos enviarle a Zapatero (a quien se le ve el plumero en cuanto tropieza con los curas) el dibujo filosófico que el El Roto publica hoy en El País para que lo enmarque y lo cuelgue en su despacho.

¡Que gran sistema financiero el de la Iglesia!

Cobras a los clientes en este mundo y prometes pagarles en el otro, si lo hubiera.

Y, además, es difícil que quiebre porque no le faltan clientes potenciales.

Disminuyen los creyentes y las vocaciones sacerdotales en los países más avanzados (que no suman ni 800 millones de habitantes) pero aumentan en los países más atrasados (que suman más de 5.000 millones).

También les recomiendo, hablando de curas y ya que es fiesta laica, el artículo esclarecedor publicado por Julián Casanova en El País con el título:

Moral, religión y política

JULIÁN CASANOVA 06/12/2006

Leídas desde la distancia, hay noticias que parecen auténticas bromas. Éstas, por ejemplo. Los obispos critican la decisión de un colegio público de Zaragoza de suprimir el festival de Navidad. La Conferencia Episcopal acusa al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero de abrir «viejas heridas de la Guerra Civil». Y el cardenal arzobispo de Toledo, Antonio Cañizares, es nombrado por mayoría absoluta académico numerario de la Real Academia de la Historia.

No tiene mucha importancia, la verdad, que un colegio público suprima el festival de Navidad, como tampoco debería tenerla el hecho de que en otros colegios públicos se celebren todo tipo de fiestas religiosas en homenaje a los patronos y vírgenes de la localidad. Son manifestaciones externas de un problema irresuelto por la democracia en España, que lo vamos a tener con nosotros durante muchos años. La enseñanza de la religión, católica o de cualquier otro credo, no debería impartirse en las escuelas.

La intolerancia no está en el supuesto laicismo del Gobierno o de algunos ciudadanos, sino en un sistema de enseñanza concertada que condena a las escuelas públicas a un creciente deterioro casi insalvable. Ni siquiera tienen la libertad de suprimir, sin bronca, un festival de Navidad.

Al final, son más importantes los villancicos que la calidad de la enseñanza, la disciplina en las aulas o lo que aprenden los alumnos en las asignaturas de lengua, matemáticas o historia. Y lo que le preocupa a la Iglesia católica no es si la enseñanza pública va bien o mal, sino los «síntomas de menosprecio e intolerancia en relación con la presencia de los signos religiosos en los centros públicos», según puede leerse en la pastoral «Consideraciones morales ante la situación actual de España».

Una broma parece también que la Iglesia acuse al Gobierno, a los izquierdistas y a los historiadores todavía pagados con el oro de Moscú, de «abrir viejas heridas de la Guerra Civil». Lo que se debate es la historia, que se conoce bastante bien, por cierto, y lo que todavía queda por resolver, entre otras cosas, es el reconocimiento moral a los miles de republicanos asesinados sin registrar, que nunca tuvieron ni tumbas conocidas ni placas conmemorativas.

La Iglesia sabe, porque las pruebas son incontestables, que apoyó y bendijo aquella masacre. Lo puede reconocer, y hacer un gesto público y definitivo, o seguir refugiándose en su condición de víctima, recordando a sus también miles de mártires. Si nos atenemos a las diversas declaraciones que sus obispos han realizado en este año de recuerdo y conmemoraciones, ellos no tienen ningún problema con el pasado. Ni con el de la guerra que la Iglesia convirtió en santa y justa ni con el de la larga dictadura que legitimó. Son otros quienes abren las heridas ya cicatrizadas.

Eso es lo que piensa también el cardenal Antonio Cañizares, arzobispo de Toledo y primado de España, abanderado de la cruzada contra el laicismo del Gobierno socialista y recién elegido académico de la historia. El cardenal cree que la recuperación de la memoria histórica, que dirige y manipula Zapatero, resulta peligrosa por «remover» el pasado y porque la Guerra Civil la causó, ya se sabe, la Segunda República y su proyecto reformista y laico, sobre el que la «objetividad histórica» ya ha dejado claro su veredicto: fue un «fracaso».

Conozco perfectamente esa «objetividad histórica» a la que se refiere el nuevo académico. Es la que propagaron los vencedores de la guerra, amos y señores de la historia durante la dictadura de Franco, y la que vocean ahora los nuevos propagandistas, periodistas y falsos historiadores desde la emisora de radio de los propios obispos. No es eso, sin embargo, lo que se escucha en los congresos de historia a los que acuden los mejores profesionales y especialistas, en las aulas de las mejores universidades del mundo o lo que puede leerse en las revistas científicas.

Para nosotros, los historiadores, la República, la Guerra Civil y la dictadura de Franco son objeto de investigación y estudio, donde tenemos que demostrar fidelidad con las fuentes y rigor con las interpretaciones, que podemos y debemos discutir y debatir. Y las opiniones, personales o políticas, las dejamos para otros foros. El cardenal Antonio Cañizares puede ser un perfecto académico, que para eso está la Real Academia de la Historia, para que se sienten allí los mejores, pero debería informarse mejor sobre lo que la mayoría de los historiadores especialistas han escrito en las últimas décadas sobre la República y la Guerra Civil y saber separar, ahora que ya es académico, el conocimiento histórico de la moral y de la política.

Sorprende, en fin, a la luz de esas tres noticias, que la religión y la libertad sigan todavía en España direcciones tan opuestas. Las declaraciones de los representantes de la Iglesia Católica en los dos años y medio del Gobierno de Zapatero podrían recopilarse en un manual de cómo utilizar el engaño y la propaganda para auxilio espiritual y material de la derecha política.

La Iglesia despliega toda su infantería y la pone al servicio del Partido Popular. El objetivo: echar a Zapatero, a los socialistas y recuperar las riendas del Gobierno. Les gusta, a la Iglesia y a la derecha española, amasar el poder y mantenerlo. Les va de maravilla cuando lo tienen y si lo pierden, utilizan todos los medios a su disposición, que son muchos, para recuperarlo.

La Iglesia ha encontrado un auténtico filón en la «intolerancia del laicismo que promueve el Gobierno». Por ahí va a atacar una y otra vez, para defender sus privilegios, hasta que logre derribarlo. No hace falta ser un adivino para saberlo. Basta con conocer un poco nuestra historia más reciente, la misma que ahora se supone que estamos removiendo.

(Julian Casanova es Hans Speier Visiting Professor en la New School for Social Research de Nueva York)

FIN.

Menos mal que tenemos aún vigente la Constitución de 1978.

Feliz puente y ¡Viva la Constitución!

En mi casa, como cada año en este día, ya hemos brindado por ella.

¿Está la Iglesia con Franco o con ETA?

Esta noche, como hago a menudo, he comenzado a leer El Mundo por la última página. En la pág. 49 me encontré con esta información sobre el franquismo y la guerra civil. Por el respeto y admiración que profeso a Castilla del Pino desde mis años universitarios, leí todo el texto.

El titular «La Guerrra Civil aún colea» me ha parecido exagerado pero las declaraciones del siquiatra, bastante comprensivas y oportunas:

«La Dictadura pone a prueba a todos»

«La Dictadura multiplicó los villanos hasta un número inimaginable».

Cuando he llegado a la página 14 de El Mundo, me he topado con esta foto del obispo Setién y con estas declaraciones de un cura vasco, José Ramón Treviño, que fue condenado por colaborar con ETA cuando era arcipreste de Irún:

«La Iglesia apoyó el levantamiento de Franco. Todavía no nos ha pedido perdón por apoyar una violencia ilegítima, terrorista pues».

Con estas declaraciones sacerdotales, contenidas en una información titulada «EL MUNDO TV investiga las relaciones de la Iglesia vasca con ETA», ya no me ha parecido tan exagerado decir que «la guerra civil aún colea».

He seguido pasadno hojas y las dudas me han desaparecido del todo en cuanto he llegado a la página 7 de El Mundo. En ella se publica esta esquela-convocatoria para acudir en autobús al oprobioso Valle de los Caídos para hacer apología de la Dictadura de Franco.

Como es sabido, ese templo fue construido con la sangre de los prisioneros leales a la Constitución de la II República. Es una basílica que pertenece a la misma Iglesia católica que no autoriza decir misas a favor de las víctimas identificadas de ETA.

En su página 14 dice El Mundo:

(…)

«los reporteros acompañaron a la viuda de un dirigente político asesinado por ETA a pedir una misa conmemorativa en distintas iglesias de Guipúzcoa. En todas recibió la misma negativa. Se le puede decir una misa a la víctima, pero sin decir su apellido ni el motivo de su fallecimiento».

¿Por qué, entonces, permite la Iglesia Católica identificar a Francisco , en esta esquela funeraria, con los apellidos «Franco Bahamonde» y las circunstancias de su fallecimeinto «al servico de la patria»?

¿A cuento de qué viene esa discriminación tan hipócrita de la Iglesia Católica entre las víctimas de ETA y el dictador Franco de tan triste memoria.

¿Financiamos a la Iglesia Católica con el dinero de todos para esto?

¡Que venga dios y lo vea!