Se nos ve el plumero Se nos ve el plumero

"La libertad produce monstruos, pero la falta de libertad produce infinitamente más monstruos"

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El PP tropieza dos veces con la misma piedra

Con una mezcla de dolor y de cabreo (poco recomendable para escribir), me enfrento hoy al blog, despues de haber visto los diarios de pago de hoy y las noticias de ayer en la tele.

Estoy con Sandra Carrasco: Los terroristas de ETA que han asesinado a su padre son unos hijos de puta.

Me gustaría utilizar hoy palabras más gruesas para calificar a estos miserables pero el libro de estilo del blog no me lo permite. Quede así mi solidaridad con la familia de Isaías Carrasco, con sus compañeros del Partido Socialista y del sindicato UGT y con todos los vascos decentes que condenan la violencia como instrumento para imponer ideas políticas a los demás.

Dicho esto, no puedo evitar decir un ¡lástima! porque el PP ha vuelto a perder otra gran oportunidad para lavar su imagen miserable, conseguida a pulso por querer sacar rédito político partidista de las víctimas del terrorismo y romper así la unidad de todos contra ETA.

También debo reconocer que ayer me impresionó Mariano Rajoy por dos razones y le felicito por ello:

1.- Fue el primer líder político o que se lanzó a condenar el crimen de ETA y mandó, con razón, en todos los telediarios de la tarde.

Mientras tanto, Zapatero -no entiendo por qué- se asustó, se arrugó y se escondió hasta muy entrada la tarde. Incluso Rubalcaba -a quien tengo por muy listo y de grandes reflejos- salió a dar la cara con más de una hora de retraso.

¡Qué fácil hubiera sido para Zapatero decir unas palabras sencillas, sentidas y francas (por favor, sin leer) desde Málaga, al minuto de conocer la terrible noticia y antes de subirse al avión!

Creo que el poder les atonta a todos.

2.- Rajoy lo hizo muy bien. Serio, triste, austero, sin leer, mirando a los ojos del espectador y con un mensaje de contenido francamente democrático, muy alejado de las mentiras miserables de Aznar tras el 11-M.

Escuché con gusto las palabras de Rajoy en la tele y me dio la impresión de ya había ganado las elecciones de mañana y hablaba como si fuera el nuevo presidente del Gobierno. ¡Bravo!

Mientras tanto, ¿dónde coño estaba escondido el presidente Zapatero?

¿Que imbécil le habrá aconsejado no decir ni pío hasta llegar a la Moncloa? No lo entiendo.

Por tanto, en mi opinión, Rajoy sacó un diez en su primera reacción contra el crimen de ETA y Zapatero sacó un cero, pues lo hizo tarde y muy mal (frío, oficialista, protocolario, farragoso…).

Sin embargo, poco después, Rajoy la cagó y eso le va a costar un buen puñado de votos de indecisos decentes. El PP volvió a tropezar otra vez con la misma piedra.

Pensé: ¿Le habrá llamado Aznar para recriminarle por su primera excelente declaración y conminarle a que rompiera el acuerdo de todos los demócratas contra ETA?

O hay dos Rajoys o no lo entiendo.

Empezó con un diez y acabó el día con un cero. Rajoy cambió de actitud y dió instrucciones terribles a sus ayudantes (los Zaplanas o Acebes, aznaristas de turno) para que metieran la cuchara en el Congreso de los Diputados con el fin de sacar tajada política de la sangre, aún caliente, de un socialista recién muerto a tiros. Y rompieron el acuerdo de todos nada más salir del Congreso.

¡Qué vergüenza!

En cambio, Zapatero salió de su escondite palaciego y se fue creciendo a medida que pasaban las horas. Se fue a Mondragón donde, después de abrazar a la familia de Isaías y a los suyos, habló ante las cámaras con franqueza, con sentimiento, como emoción y marcó el camino que tiene que marcar un líder político. Lo que no dijo en Málaga ni en La Moncloa lo improvisó -y muy bien- en Mondragón. ¡Un diez!

En unas horas, Rajoy y Zapatero se intercambiaron las notas. Cero para Rajoy y diez para Zapatero.

El Pais lo cuenta en su portada en el primer sumario:

El Mundo tamibien lo cuenta en su portada en su primer sumario:

Ambos diarios ponen el mismo sujeto para informar del mismo acontecimiento, pero sus verbos y, por tanto, sus intenciones son muy distintas:

«El PP utiliza…»

«El PP pidió en vano…»

Llamamiento de Sandra, la hija mayor de Isaías Carrasco

«“Quien quiera solidarizarse con nuestro dolor que vaya a votar el domingo” ha dicho Sandra, la hija mayor de Isaías Carrasco, durante la concentración en repulsa por el atentado celebrada este mediodía frente al Ayuntamiento de Mondragón.

He recibido numerosos mensajes (del estilo «Pásalo») por SMS y por e-mail. Varios me han llegado a través de Facebook. Éste es mi favorito:

Re: Fascistas y cobardes

NI UNA SOLA ABSTENCION. EL DOMINGO TODOS A VOTAR. ¡ETA NO! ABSTENTZIO BATERIK EZ. DENOK BOZKATZERA. E.T.A EUSKAL HERRITIK AT!

NI UNA SOLA ABSTENCIÓ. EL DIUMENGE TOTS A VOTAR. ETA NO!

NIN UNHA SOA ABSTENCIÓN. O DOMINGO TODOS A VOTAR. ¡ETA NON!

Contra el nazionalismo centralista y periférico, contra ETA y los que han vivido de su teta, usa tu papeleta.

—-

ELECCIONES 2008 – ETA irrumpe en el cierre de campaña

Isaías vivía en Euskadi, ¿dónde viven ustedes?

SOLEDAD GALLEGO-DÍAZ

El País 08/03/2008

Isaías Carrasco vivía en Euskadi. ¿En qué país vive el lehendakari Ibarretxe cuando se niega a que se haga una lectura política de su asesinato? ¿En que país vive el popular Ignacio Astarloa cuando se atreve a poner maliciosamente en peligro el consenso de todos los grupos parlamentarios en un día como ayer y en un tema como el asesinato de un ex concejal socialista? Sólo la templanza de los demás partidos logró anoche que el triste espectáculo ofrecido, absurdamente, por el representante del PP en el Congreso, terminara por un nuevo e increíble enfrentamiento a propósito de la lucha antiterrorista.

Resulta lastimoso que en un día como ayer alguien estuviera dispuesto a distraer la atención del punto exacto en el que debería estar. En el País Vasco, en un lugar donde deberían dejar de hablar de terrorismo de ETA y empezar a hablar más claramente de asesinatos políticos, porque eso es lo que hacen los miembros de ese grupo y eso es lo que apoyan los votantes de Batasuna. Eso es lo que hizo ayer ETA: eliminar a alguien que representa una opción diferente de la que ellos defienden. Lo curioso es que en el País Vasco casi nadie quiere dar esa condición al asesinato de Isaías Carrasco: han matado a un hombre sencillo, normal, un hombre de la calle, decía el lehendakari, para quien eso suponía una «sobredosis de cobardía» (?).

La realidad es que a Carrasco no le asesinaron por eso, por ser un hombre normal y sencillo, sino porque representaba, sin la menor duda, una opción política, el Partido Socialista, contraria a Batasuna. Sería lamentable que la sociedad vasca negara a los familiares de los asesinados por ETA la explicación de su muerte, reduciéndola a la actividad de unos locos incontrolados. Sería no sólo lamentable, sino grave que la sociedad vasca no se diera cuenta de lo falsa que resulta la posición expresada ayer por el lehendakari : «Nos negamos a hacer una lectura política de este asesinato, dos días antes de las elecciones. Esto es simplemente un acto de barbarie». Una barbarie, sin duda, pero está claro también que tiene una lectura política, por mucho que los nacionalistas vascos quieran ocultarla. Si se encubre la realidad, decía Freud, termina por construirse todo un discurso sobre lo que se quiere ocultar. Eso es lo que le sucede quizás al PNV. ETA se está haciendo presente en la campaña electoral asesinando, pero no a cualquiera, sino a quienes defienden la pluralidad de la sociedad vasca. ETA optó hace mucho tiempo por una estrategia terrorista con objetivos estrictamente políticos e Isaías Carrasco no ha sido asesinado simplemente porque estuviera a mano sino porque era, precisamente, eso, un objetivo político. Porque pertenecía a un grupo que se opone a un planteamiento totalitario en Euskadi, es decir, por las mismas razones por las que ya han sido asesinados en Euskadi otros muchos miembros de su partido y del Partido Popular.

El asesinato de Carrasco no ha sido una sorpresa. Desde que ETA hizo público un comunicado amenazando a los socialistas, estaba claro que intentarían asesinar a algún militante del PSOE. Finalmente, lo han conseguido. Conmueve la pena que sentían ayer los militantes de los partidos que defienden el pluralismo en Euskadi. Todos, en el PSE o en el PP, se preguntaban ayer hasta dónde llegará esta nueva oleada de asesinatos políticos. Cuántos caerán antes de que los ciudadanos vascos hagan una lectura política de la situación y se pregunten: «Isaías Carrasco vivía en Euskadi. ¿Dónde vivimos nosotros?»

FIN

ETA y el PP trabajan por la abstención


Páginas de domingo sin comentario.

Pedro Jo: el «doctor» Pizarro frente al «enfermo» Solbes

Pedro Jo se supera cuando entra en campaña electoral. Desde luego, hacía tiempo que no veía una portada tan pueril y-quizás- tan ofensiva para la sensibilidad o inteligencia de algunos de sus lectores más fieles.

La utilización tan burda e infantil de las fotos del «enfermo» Solbes y del «doctor» Pizarro no debería figurar en el historial profesional del director de El Mundo. No está a su nivel habitual de manipulación profesional. Y es una pena. Con portadas como ésta Pedro Jo está perdiendo puntos incluso entre sus feligreses más ciegos.

En cambio, El País, más institucional hasta el aburrimiento, enfrenta en página interior, fotos tradicionales del ministro y del millonario para informar del próximo debate de ambos en Antena 3.

Publico lo da a toda página, El País, a una columna y El Mundo lo esconde en un breve sumario. Frente a esa presunta gran noticia del debate Solbes/Pizarro, El Mundo casi se olvida de poner en portada la detención de los dos etarras que faltaban del comando que atentó contra la terminal 4 de Barajas. Cientos de portadas falsas dedicadas a ETA en el 11-M (a toda página y a 4 columnas) apoyando las mentiras del trío Pinocho y cuando la policía detiene a dos presunos asesinos de la T-4, Pedro Jo esconde esa información entre los sumarios de «otras noticias» sin darle siquiera la dignidad de un pequeño titular a una columna como hace El País.

Sobre la querella por injurias de los policías contra el locutor de la pecaminosa COPE de los obispos, Federico Jimenez Losantos , Público también lo da a 4 columnas y El País a una. Sin embargo, Pedro Jo, compañero de tertulia del querellado, no da ni una línea.

Es una «no noticia» para los lectores de El Mundo, muchos de ellos amantísimos seguidores del polémico locutor episcopal que también esparce su doctrina por las columnas del diario de Pedro Jota Ramírez.

Cada vez que oigo, por obligación y mortificación profesional, la cadena COPE, me acerco más a las sabias opiniones de los personajes del genial Roto. El dibujo de hoy en El País es una prueba de ello. Los españoles no tenemos precisamente el don de la oportunidad en nuestras guerras contra el invasor. Pocas veces acertamos.

La victoria en la Guerra de la Independencia contra la invasión napoleónica nos trajo a Fernando VII , mal llamado «el Deseado», que pronto se convirtió en «el rey felón», uno de los peores reyes de toda nuestra historia. Tampoco acertamos a ponerle nombres apropiados a los reyes. Fernando VII, el Deseado, nos salió rana y sanguinario y acabó con el sobrenombre de «rey felón«.

Y más de uno recordará que, a la muerte del dictador Franco, a Juan Carlos de Borbón se le dió el sobrenombre de «Juan Carlos, el Breve».

Ya lleva 33 años de reinado, uno de los más largos y pacíficos de la historia de España.

No damos ni una, mi querido Roto.

Resurge la España negra (como sus sotanas)

Cada día estoy más de acuerdo con Alfonso Guerra en lo que se refiere a las relaciones Iglesia-Estado. El presidente de la Comisión Constitucional del Congreso dijo ayer que «antes o después no va a haber otro camino» que la denuncia de los acuerdos entre el Estado español y la Santa Sede, ya que los obispos españoles «están apretando tanto» que «aunque no se quiera reconocer, no hay otra» opción.

Gaspar Llamazares fue un poco más lejos cuando, hace unos días, nos advirtió:

«Cría obispos y te sacarán los ojos»

¿No se darán cuenta estos obispos, salidos de una España tan negra como sus sotanas, que cuanto más aprietan en su campaña electoral, a favor del PP y en contra del PSOE, más están perjudicando al pobre Rajoy?

Hasta el perpicaz y desinteresado Pedro Jota se ha dado cuenta. Ayer lo adviritó en su editorial a los obispos. Estos reverendísimos sepulcros blanqueados de la ultra derecha no se enteran del daño que están haciendo al PP.

Muchos jóvenes e indecisos acudieron cabreados a las urnas, el 14 de marzo del 2004, para votar en contra las mentiras miserables del trío Pinocho (Aznar-Acebes-Zaplana) sobre ETA en el 11-M.

Desmontada por la Justicia la teoría conspiratoria de Aznar, Pedro Jota y la radio COPE de los obispos ultras, aquellos cientos de miles de votantes airados estaban un poco apáticos, dormidos o desmovilizados en esta campaña electoral. Ahora no había un elemento tan fuerte como aquellas mentiras despiadadas de Aznar para movilizarles hacia las urnas.

Sin embargo, la amenaza del resurgir de la España negra de los obispos ultras les está despertando…

Zapatero debe estar dando saltos de alegría y poniéndole velas y misas al cardenal ultra Rouco Varela para siga metiendo cizaña inquisitorial contra el PP en la campaña electoral. Cuanto más se acerque al PP, más daño le hace.

Así se las ponían a Fernando VII.

¡Qué potra tiene este Zapatero!

Y el pobre Rajoy ya no sabe donde esconderse de las sotanas que, en tan mala hora, le persiguen…

Reverendísimos Sepulcros Blanqueados…

En este momento, estoy escribiendo en mi despacho de 20 minutos, acompañado por un católico practicante que está «escandalizado con estas actitudes espiscopales tan contrarias -según me dice- a las enseñanzas del Evangelio».

Con todo el respeto, que Sus Eminencias Ilustrísimas no se merecen por esta causa, me permito decirles que ayer «mearon ustedes fuera del tiesto», y no precisamente agua bendita.

La hipocresía (con mentira encubierta y con ánimo deliberado de engañar) está catalogada como pecado en sus propias normas. Y por el efecto perverso que persiguen en este caso, debe ser, cuando menos, pecado mortal.

Pasé 11 años con los frailes de La Salle de Almería -de quienes guardo un afectuoso y agradecido recuerdo- y me consta que esta panda de obispos trabucaires (que no son todos) ha perdido la gracia de Dios. Y Él les juzgará. pero, desgraciadamente, después de las elecciones, espero.

De modo que si Sus Reverencias no corren al confesionario y se retractan públicamente de sus gravísimos pecados, para reparar el daño que producen en la conciencia de los cristianos honrados, tengan la seguridad que, en caso de que exista su infierno, irán directa y eternamente a las calderas de Satanás, con quien se asociaron ayer por cuatro duros.

El obispo Martínez Camino , recién ascendido al episcopado, no debería olvidar que la Iglesia la conforman todos los católicos, y ni él ni el sector ultra que representa debe erigirse en portavoz de toda la comunidad cristiana pregonando su ideología particular, no consensuada con los demás miembros de Iglesia.

Afortunadamente, hay muchos católicos honrados que no siguen el mal ejemplo del pecaminoso obispo y de su jefe, el cardenal Rouco Varela.

El Mundo ha visto el alto riesgo de identificar al PP con estos Reverendísimos Sepulcros Blanqueados y ha lanzado un editorial, algo retorcido, en el que recomienda a Rajoy huir de estos obispos como del diablo, por ahora. («Mariano Rajoy no debe caer en la trampa«, dice Pedro Jota siempre atento a estas cuestiones morales).

Y dice más:

«Dejando de lado el plano moral y desde el punto de vista estrictamente electoral, el enfrentamiento con los obispos puede favorecer al PSOE si este partido logra identificar a la Iglesia con el PP, como pretende».

Según Pedro Jota, la Iglesia ha echado una mano al cuello de Rajoy.

Como dijo alguien (búsquese en Google), estos obispos (como la Inquisición):

«quieren tanto a Dios que no quieren a nadie más».

¿Prevaricación en la campaña contra el aborto? Felipe avisa

Esta mañana he oído al ex presidente Felipe González en la Ser, en una entrevista muy hábil e inteligente que le ha hecho Monserrat Domínguez. Me pareció que Felipe estaba en forma, incluso simpático, como en sus buenos tiempos antes de estropearse. Dijo muy claramente que, en la actual campaña forzada contra la ley del aborto, podría haber «prevaricación«. Y se mostró también partidario de una ley de plazos para el aborto.

Por su parte, el ministro de Sanidad, Bernat Soria, nos ha advertido de que la polémica sobre el aborto se plantea «con virulencia a dos meses de las elecciones».

Seguiré el caso con atención porque, cuando hay jueces y elecciones por medio, hay que usar la lupa. Hoy mismo, podemos ver con qué desproporción se informa sobre la campaña contra la ley del aborto (y el papel de los obispos) en los principales diarios de pago.

A veces, basta con cambiar el sujeto principal de la portada de un diario por el del otro para saber con quien nos jugamos los cuartos.

Encendido por la hipocresía de cierto clero asilvestrado, últimamente me he vuelto casi monotemático por lo que, desde hace algún tiempo, no hago analisis comparativo de los titulares de prensa, tal como prometí hace un par de años.

Me conviene, sin embargo, no perder aquellas buenas costumbres ya que la observación del uso y abuso de ciertos sujetos y verbos, hábilmente aderezados por sus complementos, siempre interesados, nos ofrecen ciertas claves de interpretación útiles para mantenernos en posición de alerta preventiva o, al menos, para provocarnos alguna sonrisa. Voy a ver las portadas de los diarios de pago.

Es sábado, antes de comer. Media familia está pintando. Mi hijo mayor se ha vuelto a Hollywood, después de pasar con nosostros las vacaciones más tristes de nuestra vida. Mi hija aún duerme y yo he dormido hoy, por primera vez, sin ansolíticos. Sólo con la ayuda de la melatonina, un inductor del sueño para vencer no el duelo sino los cambios horarios. Ya casi no me duele el pecho, aunque aún me cuesta respirar con normalidad, sin resoplidos ni suspiros inesperados.

La vuelta al trabajo, a ritmo normal, y la convivencia con los colegas y amigos me han venido muy bien. Casi me siento culpable por haber sobrevivido, tan ricamente, como si nada, a nuestra tragedia familiar prenavideña. Algún día (si es que me atrevo a desahogarme por escrito), trataré de compartir con los lectores del blog la experiencia tan dolorosa que estoy pasando en estos días, desde la muerte en accidente de mi hermana, mi cuñado y mi sobrina. Aún no tengo palabras. Quien lo sufrió, lo sabe.

Bueno, a lo que iba. Ahí están las portadas, nada inocentes, de El Mundo y El País.

¿Qué nos sugieren estos dos grandes titulares?

En principio, por la propia selección de temas, cada oveja con su pareja.

El Mundo sigue erre que erre con la presión del PP al Gobierno a favor de la ilegalización de ANV y El País se escandaliza con la «campaña» antiabortista, próxima al PP, contra el Gobierno.

Hasta ahí, nada sorprendente. Curiosamente, lo que merece cuatro columnas en primera página para El Mundo (la ilegalización de ANV) apenas merece un titular a una columnas en El País y, naturalmente con otro sujeto. El mérito, para El Mundo, lo tiene «La Justicia». En cambio, ese mismo honor corresponde en El País a «El fiscal«, más próximo al Gobierno de turno.

Y viceversa. Lo que merece cuatro columnas en El País La ofensiva antiabortista lleva…» ) ha ido a la papelera de la portada de El Mundo. Ni una línea en su primera página.

Nunca me ha gustado poner en la portada de los diarios que he dirigido el verbo «ultima», tan socorrido como engañoso.

¿Dónde está la noticia del día?

Ese titular «La Justicia ultima…» (o «está a punto de…») puede valer para hoy, para hace un mes o para dentro de otro mes.

Pero el experimento más constructivo que propongo hoy consiste en cambiar los sujetos de una portada a la otra. Por ejemplo:

«La Justicia lleva a decenas de mujeres…»

«La ofensiva del Gobierno ultima la ilegalización…»

Ha sonado la hora de comer.

Hasta luego.

Ya he comido. Y mucho: un cocido madrileño con todos sus tropezones.

Ahora, voy a ver las páginas interiores.

El Mundo:

El País:

Aunque no lleve ni una línea en portada, El Mundo sí se ha enterado de la persecución del aborto.

¿Quién tiene el honor de ocupar el puesto de sujeto?

Pues «un juez». Lo lleva, casi escondido, en página par con titular a dos columnas:

Un juez de Madrid llama a declarar a 27 mujeres que abortaron en Isadora

En su interior, El País amplía su información de portada a cuatro columnas con casi dos páginas más y tres grandes titulares.

¿Quién es en este diario el sujeto de la misma noticia?

Pues «La persecución del aborto…» y «Los obispos…»

Página 31:

La persecución del aborto lleva a 25 mujeres ante el juez

Sumario:

La campaña contra las clínicas abortistas se recrudece en Madrid

Página 32:

Los obispos desempolvan la batalla del aborto

Sumario:

El debate resurge a sólo dos meses de las elecciones

En el otro caso de la previsible ilegalización (también preelectoral, ¡qué pena!) de ANV , la información de portada sobre «La Justicia ultima…» de El Mundo, la lleva El Pais en su interior pero con otro sujeto. El mérito va aquí para la Guardia Civil, que depende directamente del Gobierno, y para la fiscalía, que casi también:

La Guardia Civil entrega a la fiscalía los últimos datos para ilegalizar a AVN y PCTV

Por un debate en internet

Hay otra noticia curiosa que ha ido a parar a la papelera de El País (no hay ni una linea, ni un verso, en todo el diario) y que, en cambio, El Mundo la lleva en su portada a tres columnas y con foto y, dentro, la amplía con dos hermosas páginas bajo este antetítulo:

Los símbolos del Estado

Se trata de la letra del himno nacional.

El diario Público también lleva esta noticia en su portada, pero lo hace a una columna y bajo este otro antetítulo:

Patrioterismo

Vivir para ver.

Rajoy, 10; Zapatero, cero

Hoy hemos criticado en nuestra casa a Zapatero mucho más que a Rajoy. El motivo ha sido la enorme torpeza que el presidente del Gobierno ha demostrado al no asistir a la concentración unitaria contra ETA convocada, entre otros, por él mismo.

Casi siempre que un líder político mete la pata, solemos echarle la culpa a sus asesores o consejeros más próximos. En esta ocasión, Zapatero no tiene escapatoria. Si aún no ha destituido a quien le recomendó que se fuera al hospital de Bayona para no tener que asistir, junto a Rajoy, a la concentración contra ETA es porque le falta olfato político o porque, simplemente, asume él mismo la responsabilidad por este error, tremendo error.

El pobre Zapatero ha perdido una gran oportunidad, quizás irrepetible en esta legislatura, para hacerse una foto de Estado con Rajoy, la única de ambos líderes juntos contra ETA desde la tragedia del 11-M y desde las mentiras del trío Pinocho para meter a ETA en aquel atentado islamista.

Por esa ausencia cobarde, tan inoportuna, le pongo un cero a Zapatero. ¡Qué imagen tan balsámica nos hemos perdido todos los españoles! ¿Cuántos votos habrá perdido Zapatero por desaprovechar esta oportunidad de reducir la brecha de crispación que aún divide a las dos Españas?

Por la valentía demostrada al romper (al menos de boquilla) con los exaltados de la extrema derecha de la AVT y de la COPE, le pongo un diez a Rajoy. Creo que, esta vez, se lo ha ganado a pulso.

Tal día como hoy, siguiendo la costumbre de todos los años, desde hace 29, hemos brindado en familia por la Constitución Española de 1978 que, a mi juicio, ha sido la más eficaz de nuestra historia en términos de libertad y solidaridad.

Luego me ha tocado recoger la mesa. Todo, menos la bandera de España que le quité a Calviño de su despacho de TVE. Esa bandera, un poco más amarillenta que roja, va a presidir hoy la mesa del comedor.

Y ahora voy a pegar aquí unos cuantos chistes, tristes aunque certeros, sobre la frágil unidad y solidaridad de los españoles en asuntos de Estado.

Tras el brindis tradicional por la libertad y por la Constitución que la ampara, hemos recordado el día que celebramos el nacimiento de la Carta Magna. Entonces no teníamos bandera constitucional de España, pues aún no se había aprobado en Las Cortes la sustitución de «la gallina» del dictador por el escudo real.

Cerca de la Plaza mayor, habíamos comprado un metro de tela con los colores de la bandera y la habíamos colocado con unos clavos en la puerta de nuestra casa.

A la hora del aperitivo sonó el timbre de la puerta y salí a abrir. Era la primera vez que mis vecinos de atrás (el coronel Lisarrague y su esposa)llamaban a nuestra puerta. Muy sonriente, con gesto de triunfador, el coronel me saludó con estas palabras:

-«¿Qué haces, vecino, con mi bandera, en tu puerta?»

Le replique, con una sonrisa lo más parecida a la suya:

-«Usted se equivoca, mi coronel, porque desde hoy esta bandera en tan suya como mía. Se acabaron las dos Españas. Y para celebrarlo les invitamos a una copa.»

Así pues, el primer brindis constitucional que hicimos en mi casa fue entre el Ejército y la Prensa. Fue un buen presagio, ya que esta Constitución lleva camino de convertirse, a pesar de los pesares, en la más duradeda y eficaz de la historia democrática de España.

Al brindar en familia también hemos recordado aquel emocionante gran titular de El País, tras el golpe de Estado del 23-F de 1981 (yo era entonces redactor jefe de ese periódico):

El País, con la Constitución

Pues eso, ojalá toda España esté hoy brindando por lo mismo.

¡Viva la Constitución!

Una patada a Zapatero en el culo de Rajoy

Desde luego, a la luz de la imágenes de la tele y de la cobertura de la prensa de pago, ese Alcaraz ya no es lo que era.

Los tres diarios coinciden hoy en la foto de portada, aunque no en su tamaño ni enfoque: plano corto, plano medio y plano largo, en El País, El Mundo y Público, respectivamente.

Donde más asustan las banderas (y sus mástiles) es en la foto elegida, no por casualidad, en El País. (Pegada aqui al lado)

La extrema derecha separadora y una parte de la derecha civilizada siguen, erre que erra, con el viejo sueño nostálgico de «volverán banderas victoriosas«, de cuando la finca era exclusivamente de ellos.

Dan miedo, aunque cada vez un poco menos. Afortunadamente, ni Rajoy ni su jefe Aznar ni sus jaleadores episcopales asistieron a la manifestación contra Zapatero.

Al menos, en esta ocasión, no vi en la tele las banderas preconstitucionales con la «gallina» del dictador que sacaban antes brazo en alto. Se quedaron guardadas en la caverna jurásica. Mucho mejor.

La excusa de la mani, algo anacrónica después del fin de la tregua terrorista y de los éxitos policiales contra ETA, importaba poco: que Zapatero no quiere derrotar a ETA y de que se olvida de las víctimas. Naturalmente, están en su derecho de manifestarse pacíficamente. Faltaría más. Pero no se si han calculado bien los efectos de estas manis, cada días más residuales, contra la campaña electoral de Mariano Rajoy.

En mi opinión, cuantas más manis hagan como la de ayer, y más recuerden a ETA y al 11-M, más lejos quedará Rajoy de La Moncloa. Tengo la impresión de que ese Alcaraz está dándole una patada a Zapatero, sí, pero en el culo de Rajoy. Pobre Mariano.

Al menos, por esta vez, fue acompañado en la no asistencia a la mani por su jefe Aznar. En cambio, la esposa de Aznar, Ana Botella, sí acudió al rescate de la línea dura pepera. Que yo sepa, no se vió por allí a la esposa de Rajoy. Matices conyugales.

Si la tendencia es lo que importa, los millones de manifestantes que arrastraban antes Rajoy, Aznar y sus obispos se quedaron ayer en 76.000 (según el Gobierno). La lideresa del PP, Esperanza Aguirre, los rebajó sólo a medio millón. ¡Válgame dios!.

Aunque sólo sea por copiar, pegar y divulgar artículos como éste de Manolo Vicent, intentaré mantener vivo el blog, si el trabajo y los viajes me lo permiten. No tiene desperdicio.

Sin perdón

MANUEL VICENT en El País

25/11/2007

El dictador Franco tenía desarrolladas todas las virtudes del zorro y ninguna del león. Si bien Maquiavelo recomendó al Príncipe un equilibrio entre las dos, Franco en este aspecto estaba muy descompensado. La astucia, la suspicacia, el conocimiento de las flaquezas humanas y el instinto para tender toda clase de trampas eran su fuerte, pero no la nobleza, la magnanimidad, el orgullo y la fortaleza, el sentido del estado, la piedad y el perdón.

Cuando cambiaba de gobierno, el dictador siempre se las arreglaba para que poco después hubiera un condenado a muerte. Era la forma de apoderarse de la conciencia de los nuevos ministros, puesto que estaban obligados a firmar solidariamente la sentencia capital en el consejo. Ningún ministro de Franco logró eludir semejante ignominia.

Esta misma trampa tendió el dictador a la Iglesia cuando, terminada la guerra civil, comenzó a funcionar en España una metódica y exhautiva maquinaria de picar carne con decenas de miles de republicanos fusilados contra las tapias de los cementerios. Bastaba con que un cura párroco diera la cara por cualquiera de los condenados a muerte para que este salvara el pellejo. Si una autoridad eclesiástica decía a este no, automáticamente el agraciado por esta piedad clerical era apartado del camino del paredón, con lo cual el dictador de forma muy ladina metió a la Iglesia hasta el cuello en aquella carnicería al hacerla partícipe en ella por omisión, silencio, conformismo o miedo.

Se dirá que durante la guerra hubo más de diez mil religiosos asesinados y que era una virtud heroica escapar del sentimiento de venganza. Muchos de aquellos mártires fueron arrastrados por una ciega espiral de violencia y habrían sido igualmente sacrificados aunque hubieran renegado de su fe, pero después algunos sacerdotes salvaron de la muerte a muchos republicanos simplemente testificando a su favor. Esos fueron los verdaderos héroes a los que había que beatificar.

Por lo demás el dictador, exhibiendo la virtud del zorro y no la del león, logró trincar esta vez la conciencia de los ministros del Señor para hacerlos moralmente copartícipes por omisión en la terrible escabechina. De haber caído con gusto en esa trampa tiene la Iglesia que pedir perdón.

FIN

ETA «intenta matar», «hiere» y «salió vivo»

De los tres grandes titulares sobre el atentado criminal de ETA, el que más me ha gustado ha sido el de El Mundo, luego el de Público y el que menos, el de El País.

Ya se sabe que cuando ETA pone una boma-lapa en un coche lo hace con la intención de matar a alguien. Por tanto, el «intenta matar» de El País me parece un obviedad innecesaria. Tampoco me ha gustado la coletilla circunstancial de «tras el golpe judicial a Batasuma» pues lleva una carga de opinión que sesga toda la portada. Este titular se parece a otros de El Mundo que no pierden ocasion de ligar a ETA con Batasuna.

El gran titular de Público parece el de un antiguo vespertino, o tabloide anglosajón, o el de un diario que da por hecho que todos sus lectores ya conocen la noticia por la radio, la tele, el sms o Internet y quiere celebrar con sus lectores el fracaso del atentado de ETA.

El Mundo compone bien su portada con la foto del escolta herido y del incendio del coche y da un mayor valor añadido en su gran titular: «un escolta del PP» que protegía a «un concejal de PSOE».

Es un titular de ¡hay que ver! que me ha gustado. Lo cortés no quita lo valiente. Me gusta tan pocas veces el gran titular de El Mundo que el de hoy lo destaco como una novedad.

Para mi, los raros aciertos de El Mundo son noticia.

Corte de autobombo:

Contra mi costumbre de no comentar mi propio diario y aunque esté feo que yo lo diga (porque soy forofo de Arsenio), debo reconocer que el mejor titular sobre el atentado ETA ha sido, a mi juicio -poco objetivo- el de 20 minutos. Lo lleva todo: herido, PP, PSOE y atención al futuro. Por algo es el diario líder de la prensa española (gratuita y de pago).

(Fin del corte publicitario)

Con amigos como Aznar, el Rey no necesita enemigos