Se nos ve el plumero Se nos ve el plumero

"La libertad produce monstruos, pero la falta de libertad produce infinitamente más monstruos"

Frase sabia de Pedro Jota para no olvidar

Acabo de recuperar la conexión a Internet, perdida en casa después del vendaval del viernes.

También he recuperado algo de calma, después de unos días de trabajo extra que me han alejado de este placer voluntario (a veces, masoquista) del «blogueo«.

Tuve que preparar el Consejo de Administración de 20 minutos y dar el viernes una ponencia gratis sobre «El negocio de la prensa que no se vende» ante la 9ª Conferencia Mundial de la WAN (Asociación Mundial de Periódicos.

Para que nadie se confunda: no fui invitado por la AEDE (el viejo «búnker» de los diarios de pago de España), anfitrión de la Conferencia, sino por unos amigos extranjeros que reclamaron mi presencia la noche antes de la clausura. Exito de crítica y público. Si aprendo a hacerlo, colgaré aquí mi improvisada presentación del viernes, aunque esté en inglés.

Y, sobre todo, estoy hasta la coronilla de picar apio y cebolla y de comer restos del pavo (de 11 kilos) que cocinamos para la familia, y algunos amigos yanquis nostálgicos que andan por aquí, para celebrar el «Thanksgiving Day» (Día de Acción de Gracias), el último jueves de noviembre (que hacemos caer en sábado en España).

Ya saben, la única fiesta (no religiosa) que une a todos los norteamericanos y a sus familias en torno a un gran pavo asado, pan de maiz, arándanos, boniatos, relleno del pavo (pan, cebolla, apio, piñones, pimienta, higaditos, champiñones, etc.) con muchas tartas de calabaza, manzana, etc.

Es el único día que ponemos en el centro de la mesa la bandera de los Estados Unidos y la bandera de España juntas.

Mi chica también suele decorar la mesa con unos pavos de juguete y alguna figurita de pregrinos del May Flower.

(Para compensar, y romper hechizos, por si acaso, yo pongo al lado una recia figura de bronce de Don Quijote).

Celebran que los indios de Massachusetts se apiadaron de los primeros pregrinos que llegaron muertos de hambre a sus costas (huyendo de las persecuciones religiosas de Inglaterra) y les ofrecieron pavos y maiz para que pudieran pasar el invierno entre las nieves (terroríficas, lo se por experiencia) del área de Boston.

Los peregrinos, que sobrevivieron a aquel primer invierno, y sus descendientes repagaron el favor a los indígenas matándolos a casi todos y construyendo luego el mayor imperio del mundo.

Pero, la verdad, cuando me he conectado al blog, yo no quería contar nada de esto. Ni mucho menos criticar las simpáticas tradiciones de mi santa. Sólo pretendía copiar y pegar esta frase tan sabia del artículo que publica hoy Pedro Jota Ramírez en El Mundo. Contra mi costumbre, hoy lo he comenzado a leer porque he visto que trataba del periodismo, segunda profesión más vieja del mundo, que yo practiqué honradamente durante más de 30 años.

Aunque proceda de la pluma de Pedro Jota, la frase se ajusta bastante a la realidad y, a mi juicio, merece ser grabada, archivada y recordada:

«Todo aquel que recurre a los periódicos para contar algo tiene un interés en ello»

Por una vez, y sin que sirva de precedente, estoy de acuerdo con mi ex colega Pedro Jota Ramírez.

Y ahora, voy a meter mano a un sobrante de tarta de calabaza (con poca nata) y a leer los nunca desinteresados diarios del domingo.

Luego volveré al blog.

Feliz domingo.

1 comentario

  1. Dice ser maria

    quiero trabajar en el inperio jota pago diario

    27 agosto 2009 | 16:08

Los comentarios están cerrados.