El Estatuto aburre ya a las ovejas pero sigue llenando páginas (con noticias y con no noticias) en muchos periódicos.
Conociendo un poco el talante de Rodrigo Rato, director del Fondo Monetario Internacional y ex vicepresidente económico del Gobierno Aznar, me ha llamado la atención el titular principal de El Mundo de hoy (abriendo, arriba, a cuatro columnas) y el subtítulo que lo adereza y justifica.
Títular:
Rato: «Romper el mercado siempre tiene consecuencias para el empleo»
Subtítulo:
«El director del Fondo Monetario Internacional expresa su preocupación ante el Estatuto de Cataluña»
He leído y releído con atención las dos páginas que El Mundo dedica a la entrevista que su vicedirector, Casimiro García-Abadillo, hace a Rodrigo Rato. En ellas no he encontrado palabra alguna con la que el director del FMI «exprese su preocupación ante el Estatuto de Cataluña».
Hay que hacer una pirueta muy imaginativa para extresacar de las preguntas hábiles de Casimiro esa presunta «preocupación» de Rato que, mira por dónde, sirve como subtítulo para armar y dirigir el titular de primera página y de la primera interior de Economía.
Sencillamente, Rato no dice tal cosa textualmente, entre comillas, en ningún sitio.
Las palabras que le atribuyen, entre comillas, en el titular, sí las recoge el entrevistador de la última respuesta del entrevistado. Pero esa frase tan destacada y tan obvia que raya el ridículo («Romper el mercado siempre tiene consecuencias para el empleo») la podría decir Zapatero, Maragall, yo mismo y el Sursum Corda si le preguntamos de la misma forma.
Naturalmente que la ruptura de cualquier mercado tiene consecuencias para el empleo. También tiene consecuencias sobre el empleo cualquier proceso de integración de mercados.
Siguiendo con la perogrullada que sirve de titular de primera a 4 columnas en El Mundo, podemos afirmar -y no me desmentirán Rato ni Solbes- que hay consecuencias buenas, malas y regulares, a corto, medio y largo plazo, en cualquier proceso de ruptura o integración de mercados. Y eso dependerá de muchas variables entre las que hay que considerar los efectos de la creación de comercio, de la desviación de comercio, etc.
Pero la pirueta consiste en ligar directamente el proyecto de Estatuto catalán, que aún no han aprobado las Cortes españolas, con la «ruptura» del mercado ¿español? ¿europeo? ¿internacional?.
Casi veo la intención de mi colega Casimiro al hacerle la pregunta a Rato.
Como podemos leer en el recorte adjunto, la preocupación por la ruptura de la unidad de mercado causada por el Estatuto es del gobernador del Banco de España, y no de Rato.
Rato, que no tiene un pelo de tonto, contesta, evidentemente, con una obviedad. Como hubiera hecho cualquier economista. Y, antes, conocedor del percal, advierte que «no voy a hacer consideraciones políticas».
Este recurso del titular cogido por los pelos, para echar azufre en el brasero, me recuerda el caso reciente del pollero del 11-M que pasaba por allí y salió en primera página de El Mundo.
Lo llamativo del titular intencionado de El Mundo casi me hace olvidar un subtítulo de El País de hoy, en primera, que no tiene desperdicio. Casi me da la risa porque roza con el culto a la personalidad de los tiempos de Mao, de Castro o de cualquier otro patriarca salvador de la patria. Cuando el halago es exagerado roza en la ofensa. O sea, que casi toman por tonto a Zapatero.
Dice así:
«El presidente redacta personalmente el discurso del miércoles»
¿Creen ustedes que esto es noticia o no noticia de primera página?
Que suerte que en este reino coexisten las dos Españas, porque me temo que si solo fuera una, El Mundo y sus sicarios se adueñarían de la función de formar opinión.Y que suerte que vendan menos periódicos, espero, que El País por ejemplo, porque me da la tranquilidad que de momento se mantienen el equilibrio entre raciocinio y memez.Saludos
30 octubre 2005 | 15:15
¡Qué extraño efecto el titular forzado y perogrullesco de las palabras de Rodrigo Rato, arropando la fotografía del encuentro de korfball! ¿¡¿Será que esas «consecuencias para el empleo» es terminar haciendo deporte?!?El subtítulo de El País, cierto, tiene un aire a lo de la «lucecita de El Pardo» que se decía de aquel que ahora hace 30 años nos dejó en paz.En fin, tenemos Estatuto catalán como provisión de palabras para las hojas de los periódicos para rato.
30 octubre 2005 | 15:15
¿Korfball? ¿qué leches es eso? en mi vida lo había oído…que pena que Quevedo no esté aún vivo, lo que nos ibamos a reír… (por no llorar)
30 octubre 2005 | 15:46
Unos por otros y la casa sin barrer. No sé quien puede mentir más, si El Mundo de PedroJ o El Pais del Gran Polanco. Yo me inclino porque El Pais no es que sea el periódico más manipulador de España, sino que, incluso, no da las noticias que no favorecen sus intereses. Y eso no es un periódico, es otra cosa a pesar de su magnífico diseño.
31 octubre 2005 | 08:23
A Jose Carlos Garcia:“No sé quien puede mentir más….” Yo no creo que mentir sea la palabra adecuada, manipular creo que se acerca más a la realidad, cosa que hacen todos los medios de comunicación defendiendo, como dijo Martínez Soler en una ocasión “sus intereses corporativos” .Desde mi ubicación en el mapa de España, en la otra punta en diagonal, he tenido ocasión de ver, de vivir situaciones determinadas que luego se han reflejado en la prensa de Madrid, con un tratamiento desde mi punto de vista, digamos correcto del El País y con una manipulación agresiva, burda, más parecido a un panfleto propagandístico de tiempo de guerra de El Mundo.Por cierto propaganda de guerra es la sensación que nos llega de casi todo lo que se publica en relación al estatuto, en El Mundo, en La Razón, El ABC, Libertad Digital y las proclamas encendidas de la Cope.Saludos
31 octubre 2005 | 19:10
A Jose Carlos Garcia:“No sé quien puede mentir más….” Yo no creo que mentir sea la palabra adecuada, manipular creo que se acerca más a la realidad, cosa que hacen todos los medios de comunicación defendiendo, como dijo Martínez Soler en una ocasión “sus intereses corporativos” .Desde mi ubicación en el mapa de España, en la otra punta en diagonal, he tenido ocasión de ver, de vivir situaciones determinadas que luego se han reflejado en la prensa de Madrid, con un tratamiento desde mi punto de vista, digamos correcto del El País y con una manipulación agresiva, burda, más parecido a un panfleto propagandístico de tiempo de guerra de El Mundo.Por cierto propaganda de guerra es la sensación que nos llega de casi todo lo que se publica, en relación al estatuto en El Mundo, en La Razón, El ABC, Libertad Digital y las proclamas encendidas de la Cope. Si no me equivoco estos medios representan el ochenta o el noventa por ciento de la información que a ustedes les llega.Saludos
31 octubre 2005 | 19:16