El azar nos puede jugar malas pasadas.
Como el tendero que se equivoca, a su favor, en el peso de su género, el azar trabaja pocas veces en contra de la cultura corporativa del medio donde se publican los frutos (interesados o no) de la casualidad.
En esta página 13 de El Mundo de hoy coinciden casualmente dos temas (el 11-M y ETA), separados por un corondel mínimo (lo que demuestra que ambos pertenecen claramente a dos noticias distintas) y por una distancia de sólo dos centímetros. Los explosivos en Asturias lindan igualmente con ETA.
(Entre Asturias y ETA hay otros dos centímetros de distancia).
La teoría de la yuxtaposición podemos aplicarla, en este caso, a la gran proximidad física entre estas palabras y al eventual efecto de asociación subliminal que podría producir en algún lector muy confiado o poco alerta.
El 11-M y ETA han estado ligados en El Mundo centenares (si no miles) de veces, incluso en el mismo titular, pero estaban unidos a propósito porque, a juicio de los responsables del diario, pertenecían (intencionadamente o no) al mismo tema.
Hoy, obviamente, el 11-M y ETA no pertenecen al mismo tema. Pero lo parece.