De la posición más insignificante a la más importante
La valoración que cada periódico hace de una misma noticia se puede medir:
– por el tamaño del titular,
– por el sujeto elegido y el verbo que lo acompaña (y en qué tiempo y modo)
– por el número de columnas que ocupa,
– por el cuerpo y el tipo de letra,
– por si va acompañada de foto o no,
– y, sobretodo, por el lugar que ocupa en la primera página (Arriba, de entrada, o abajo, de salida)
Sabemos que la portada es el escaparate de todo lo que el diario lleva dentro. La portada es el espejo del alma.
Hay veces que la valoración difiere muy poco de un diario a otro, como es el caso casi unánime de nuestro campeón Fernando Alonso, a tres columnas en El País y El Mundo:
Alonso, el rey más joven de F-1
Alonso culmina su sueño como campeón más joven de la historia
Entendemos muy bien que una exclusiva sea muy valorada por el diario que la obtiene.
El Mundo
«Marruecos engañó a Del Olmo dando por desaparecido a un implicado en el 11-M»
El País:
«Lo que hemos hecho es justo»
Lo que resulta sorprendente (incluso sospechoso), para cualquier lector con una pizca de sentido crítico, es que una misma noticia, servida por agencias a todo el mundo, tenga un tratamiento tan extraordinariamente distinto. Tenemos un ejemplo de libro en las portadas de hoy:
El País:
«El IRA completa la destrucción de sus arsenales»
El Mundo:
«La comisión internacional que supervisa el desarme del IRA afirma que la banda ha destruido todo su arsenal»
Cuanto más corto, más directo y contundente y mayor cuerpo tipográfico.
El País coloca inmediatamente debajo del desarme del IRA (por yuxtaposición, algo queda) el resultado de un sondeo de Opina con este titular:
«Los españoles apoyan el diálogo con ETA si cesa la violencia».
Lo que para El País es la noticia más importante del día (y abre con ella su portada, arriba de entrada) para El Mundo es la más insignificante (y cierra con ella su portada, abajo, de salida).
¿Calvo o con tres pelucas?
Hombre, el Mundo tiene una muy buena foto para portada. Su noticia principal tiene su miga: Marruecos engaña al juez que investiga todo el 11-M y encima el periódico tiene la foto del tipo que estaba desaparecido. Además, está el triunfo de Alonso. Total, que ayer hacía falta una portada más grande para meter noticias tan importantes.
26 septiembre 2005 | 13:39
Pues si el fin de una banda terrorista no es una noticia importante…
26 septiembre 2005 | 14:02
Y tal y como están las cosas, parece que a más de uno no le importa nada un posible paso adelante en el País Vasco. Es más, es como si a algunos les diera regustillo que siguiera actuando, aunque estén obligados a decir que condenan y no sé qué palabras más a las que estamos acostumbrados…La portada de El Mundo tiene su miga, sí. Y el asunto del vídeo reivindicativo del 11-M, que fue previsiblemente ocultado, también.
26 septiembre 2005 | 15:23
Todo esto estaría muy bién, pero al parecer la «exclusiva» de El País no es tal, puesto que el 13 de Agosto de este año salió como tema principal en su portada. Con la misma noticia.¿Coincidencia con la victoria de Fernando Alonso y el posible aumento de ventas de periódico?http://www.elpais.es/archivo/hemeroteca.html?ed=diario&day=13&month=08&year=2005&cals=0http://www.elpais.es/archivo/pdf/20050813elpepi_1.pdfDesde esos enlaces lo podreis ver.(Estaría interesante que lo pusiérais en portada)Un saludo.
26 septiembre 2005 | 18:03
Gracias, vaya clase de periodismo gratis, nunca había caido en tantos detalles, pero una cosa hay que reconocer El mundo deja hoy en pelotas a El Pais manda huevos que un desaparecido lo en encuentre un reportero echando unas cartas, algo huele muy mal.Y El Pais a por uvas, antes llamaría a zapatero para publicarlo
27 septiembre 2005 | 01:19
Sigo aprendiendo periodismo contigo, a pesar de lo mayor que soy. Pero ya que soy citado, y ya que nos lo pides a los lectores, quiero hacer desde aquí una reflexión sobre los «lapsus». Cuando el error es verbal, hablado, es un «lapsus linguae»… pero cuando es escrito deberíamos decir «lapsus calami»: un error «de la pluma». Sé que es una pedantería (pedante: persona que se tira pedos mientras camina, que diría Coll) pero así es desde los romanos. Para ilustrar un poco más, «calamarius» en latín significa calamar, de «calamus» (pluma), la que se mojaba, precisamente, en la tinta del calamar para poder escribir.
27 septiembre 2005 | 07:25