No estaba borracho como Melendi, pero organizó un monumental escándalo hace ya algunos años, que aún recuerdan los pasajeros de aquel vuelo. Joan Manuel Serrat, en el puente aéreo Madrid-Barcelona, pretendía llevar dentro del avión un gigantesco paquete que contenía un regalo para su hija pequeña. Le dijeron que tenía que facturarlo, y él, erre que erre. La azafata que tuvo que lidiar con el Noi del Poble Sec se las vió y deseó para hacerle entender la situación. ¿Por qué los famosos españoles, con la guerra que dan, no adoptan la costumbre de los extranjeros, alquilar aviones privados y pilotarlos, como hace John Travola? Y si se pierden en el triángulo de las Bermudas, mejor que mejor.
Trucos en el vestuario. La Infanta Elena está adoptando la costumbre de repetir traje desde que se supo que se separaba de Jaime de Marichalar. El jueves llevó a los niños con el mismo conjunto del miércoles, y acudió a dar clases en su guardería vestida casi exactamente igual los dos días, con el uniforme rojo con el que da clases. Sin abrigo. Está bien asesorada: las imágenes parecen viejas, de archivo, y las televisiones no les dan tanta relevancia en los vídeos de los programas de corazón. Me imagino que tendrá varios modelos repetidos, porque si no, terminará por resultarle demasiado incómodo.