De todo corazón

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Aquella pira de cartas en el Pazo de Meirás

Estoy leyendo un apasionante libro escrito por Eva Acosta y editado por Lumen sobre la vida de Emilia Pardo Bazán. Lo que cuenta en ella sí son cotilleos sobre personajes de enjundia: Desde Benito Pérez Galdós, uno de sus amantes, hasta Sisí emperatriz o Víctor Hugo. Magnífico el epílogo: la recreación de lo que pudo ser la llegada a Meirás de Carmen Polo para tomar posesión del pazo. Las cartas personales de Doña Emilia, mujer de costumbrese algo disloutas en la época en la que le tocó vivir, habrían sido quemadas por orden de ‘La Señora’.

Película postnavideña: Maquilladora embarazadísima. A él, una poderosa superestrella, le pilló en principio algo descolocado lo de ser papá. Se considera aún muy joven. Le pone un piso en el Paseo de la Habana. El papel protagonista, muy en la línea de las películas de los 70 lo podría encarnar perfectamente Santiago Segura. Hace unos días huyó con cara de terror cuando unos reporteros televisivos se acercaron a él y a Joaquín Cortés.

Foto:Korpa

El ‘padre’ de Chenoa

Su caso es como el de Leandro de Borbón, pero en cutre y a la inversa. Se llama también Leandro, como el hijo de Alfonso XIII, a quien el Supremo reconoció su filiación tras largos años de pleitos. Pero no es madrileño, sino mazarronero, que para quien no lo sepa es el gentilicio de los oriundos de Mazarrón, Murcia. Leandro Martín lleva camino de convertirse en un personaje de fama en el mundo de la jurisprudencia, aparte de en toda una estrella de Aquí hay tomate y el diario La Verdad de Murcia. El murciano ha vuelto a la carga con sus pretensiones de ser el padre biológico de Chenoa. Lo más curioso es que el juez del Juzgado 17 de Primera Instancia de Palma de Mallorca ha dictado una orden para que la cantante se someta a una prueba de ADN, con el fin de verificar si las pretensiones del murciano tienen algún fundamento. Se ignora si Don Leandro tiene la intención de conseguir publicidad para ceder su nombre o su esperma a una clínica de fertilización artificial, pero el caso es que tiene 17 hijos de distintas relaciones. Patricia Palomir, madre de Chenoa, no sólo sostiene queno conoce al mazarronero, quien afirma haber mantenido relaciones con ella en 1974; hasta 1983, dice, no vinieron a España ella y su hija. Un caso para el Aranzadi.