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Los consejos que debes seguir si quieres que tu tatuaje envejezca bien

El furor por un diseño concreto cuyo resultado puede ser diferente en la piel, un mal sanado del tatuaje o la exposición al sol del mismo son algunos factores que pueden modificar el aspecto de la obra que llevamos en la piel. Para resolver las dudas que nos puedan surgir respecto al cuidado que hay que darle a las zonas tatuadas, Sonia Muñoz, tatuadora de Acme Tattoo Studio (Madrid), me resuelve alguna de las dudas más comunes que podemos tener sobre el tema.

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Según la artista, a la hora de escoger una zona cuanto «menos te dé el sol mejor, el sol se come el color y al final hay que repasar». Pero si queremos que quede a la vista no es un problema ya que «todas las zonas son buenas si te echas crema protectora -de alto factor de protección- y no te quemas» dice la tatuadora que desaconseja las zonas de las articulaciones como el codo o la rodilla.

Un tatuaje en el costado si coincide en la zona en la que abrochamos el sujetador, ¿podría dañar al diseño? «Solo cuando está curándose, luego no afecta», explica Muñoz, por lo que confirma que el cuidado posterior al tatuaje, la etapa en la que se sana, es una de las más importantes a la hora de definir su resultado final.

Para quienes piensen que hidratarse el dibujo con regularidad después de la ducha ayuda a mantenerlo ‘vivo’ se encuentran en lo cierto a medias. «A la molécula de pigmento le da igual la crema que uses pero a la piel no. Es mejor si tienes la piel tersa, ya que es el soporte del tatuaje. El lienzo hay que cuidarlo, no solo la obra«, recuerda la tatuadora.

Sonia Muñoz desmiente también el mito de las alergias: «La piel tatuada una vez cicatrizada es igual que el resto de piel. Herida y cortes pueden estropear un tatuaje, pero una pequeña erupción una reacción no van a cambiar el tatuaje«.

Es quizás uno de los diseños que más acusan el paso del tiempo las palabras o frases, ya que como confirma la artista «No es recomendable hacerse letras gruesas y pequeñas, ya que una vez cicatrizan se emborronan. La piel no es como un folio, mantiene el pigmento donde lo has puesto pero siempre recrece un poco hasta que se coloca, no queda fijo donde se puso. Si las líneas están muy juntas acaban por unirse«, dice Sonia Muñoz aclarando que el problema suele ser de aquellos clientes que quieren diseños pequeños. «En tatuajes, menos es más, un línea simple y fina tiene mejor trayectoria».

El sanado correcto del diseño después del tatuaje, el cuidado de la piel año tras año con cremas y protección solar son, en definitiva, junto a escuchar cualquier indicación del tatuador, los pasos a seguir, ya que en el caso de los diseños en la piel, es mejor prevenir que curar.

Como nos recuerda la tatuadora lo único que puede mejorar el aspecto de un tatuaje envejecido es «un repaso puede ser la solución, aunque no siempre se puede meter más tinta», ya que depende de cada caso.

Zonas del cuerpo en las que tatuarte (y que solo tú lo sepas)

Yo me caliento fácilmente, lo admito. Veo una foto en Instagram de un coulant de chocolate y ya se me despierta el mono de dulce. Y con los tatuajes soy ocho veces peor.

Tus ganas de tatuarte se activarán en 3… 2…1… PIXABAY

La cosa es que llevo ya tiempo detrás de mi tercer tatuaje y estoy en plena crisis de: «¿Y ahora dónde me lo hago?» No es que me haya quedado sin piel por el tamaño de los otros (que son de tamaño pequeño-medio) pero soy de esas a las que le gusta tener grabados discretos.

Entiendo que los hay que se tatúan en sitios que están siempre a la vista, es una cuestión personal de gustos, y yo vengo aquí a hablaros de los sitios recónditos que solo tú (y quien te vea sin ropa, claro) verás.

Lo de tatuarme «a escondidas» vino, no os voy a engañar, porque no quería que mis padres se enteraran. Luego con el tiempo, y con todos los años que trabajé de azafata, lo convertí en un requisito imprescindible a la hora de pasar por las agujas.

Mi sitio favorito es, sin duda, la piel encima de las costillas. Es muy doloroso pero es una zona que suele estar tapada (a no ser que vayáis a la oficina en crop top, claro. Espera, ¿vas a la oficina en crop top?). Te permite jugar con el tamaño y no es una zona que cambie mucho con la edad.

Otros sitios que también considero son las zonas internas del brazo, en concreto la de la muñeca, ya que es fácilmente tapable con un reloj, y la parte de dentro del bíceps. De hecho mi prima tiene un avioncito de papel tatuado ahí y solo se ve cuando sube el brazo en verano a llevarse las gangas de las perchas de las rebajas de agosto.

Aunque los muslos y parte de atrás de la pierna (la de debajo del culete, vaya) son también emplazamientos que solemos llevar cubiertos, podemos tatuarnos teniendo en cuenta que se pueden ver sometidas a cambios por las modificaciones que pueda tener nuestro peso (a mí se me van todas las curvas ahí, por ejemplo).

Este problema no sucede si, en cambio, nos tatuamos en el lateral del pie, otra zona muy secreta, aunque con poco margen de espacio si queremos algo de mayor tamaño.

¿Qué más sitios se os ocurren para haceros un tatuaje de extranjis? ¿Sois de llevarlos a la vista o preferís la discreción?

P.d.: Os dejo la foto en la que mejor se ve el tattoo más grande que tengo. Como podéis apreciar solo se descubre si llevo una prenda con el corte de la axila bajo y si tengo el brazo en alto, ya que generalmente me lo tapa toda la ropa que tengo. (Sí, mi pose es muy forzada, pero era verano, estaba en la playa y había que posturear)

El cartílago de la oreja, el nuevo lugar de moda para tatuarse

Los amantes de los tatuajes discretos tienen un nuevo sitio en el que depositar tinta: la oreja. Puede sonar un poco descabellado por lo delicado de la zona pero lo cierto es que dibujar en la hélice o en la fosa interna se está convirtiendo en tendencia.

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Lo primero que debemos tener en cuenta antes de lanzarnos a por uno es que «duele de forma considerable» afirma el tatuador Daniel de la Guardia. «Las pieles finas suelen doler mucho, véase dedos de las manos y pies, y orejas o nariz».

Y es que a diferencia de los tatuajes que van sobre piel por encima del hueso «el cartílago sufre. Al estar muy irrigado sangra mucho además de que su sonido al tatuar es bastante molesto. Suena como a crujido por lo que parece que el cartílago se estuviera rompiendo«.

Pero no dejéis que esto os desanime. Quien algo quiere, algo le cuesta, y un poquito de dolor es un peaje que estamos dispuestos a asumir siempre y cuando de tatuajes se trate. Lo bueno es que «no se debería tardar mucho más de media hora«. Pese a que son pequeños «necesitan de una mano precisa y mucho esmero» afirma el tatuador, lo que implica que se le debe dedicar tiempo.

Respecto al precio, y aunque cada estudio tiene sus tarifas, en el caso de Daniel ronda entre los 50 (que es lo mínimo que nos va a costar un tatuaje porque es el precio de los materiales) y 70 euros.

Algo muy importante a la hora de cuidar esa zona es «protegerla del sol, ya que es una zona que se quema rápidamente. Hay que ponerle una protección solar potente y mantenerlo hidratado a diario» dice el tatuador. Además «evitar el uso de cascos que tapen la oreja o aparatos que tengan un roce continuo ya que afecta a su desgaste, como el caso de los sujetadores en las mujeres que llevan tatuajes en el costado».

Have you guys seen the new tattoo trend? I think it's soooo cute! Definitely going to get one! #helixtattoo

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#handpokedtattoo #handpoked #helixtattoo #eartattoo #smalltattoo

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«Llevar un tatuaje es como quedarse calvo, te acabas acostumbrando»

Javier González Campos, alias Tallahassee Tattoo, prepara las agujas de diferentes grosores mientras miro los libros de pintura que se acumulan en su librería, una base de datos que sería la envidia de cualquier pinacoteca.

El artista, que compatibiliza el grado de Restauración con clases de dibujo, se ha reciclado como tatuador. «Un tatuaje es un dibujo, pero hay que dominar la máquina» dice mientras prueba el pedal y el zumbido chirriante alcanza mis oídos por primera vez. Será el comienzo de una sinfonía metálica de varias horas. «En un cuadro el error hasta enriquece, en un tatuaje no. Te tienes que ceñir a una idea y hay que ser preciso».

MARA MARIÑO

MARA MARIÑO

«Todos empezamos con piel sintética o piel de cerdo para hacernos un poco a la máquina, pero como aprendes es tatuando en gente, con el típico amigo un poco inconsciente que se deja». Le pregunto por qué con gente y me hace saber que las ‘pieles’ humanas somos lienzos que, además de respirar, podemos estar moviéndonos sin darnos cuenta: «La gente se mueve cuando siente el dolor y hay veces que tienes que parar. Alguna vez me ha pasado que se han mareado y han llegado a caerse».

Son el menor número de casos, y, por suerte, el mío no es uno de ellos. Los movimientos o las ‘pieles complicadas’, son algunos de los mayores retos para los tatuadores «pieles ya tatuadas, cicatrices, pieles de gente más mayor…» enumera.

Mientras me habla voy notando los trazos en el costado. Aunque la mayoría producen un dolor soportable, los que se acercan a la axila me hacen sentir como si estuvieran siendo trazados con un bisturí. Procuro distraerme leyendo los cantos de los libros de pintura.

¿Qué hay que hacer para ser tatuador? «En España no hay una formación oficial como tal, lo que hay son cursos pero a nivel privado» aclara. El precio de estos oscila entre 3.000 y 5.000 euros por uno o dos meses con clases de todo tipo que incluyen desde técnicas y prácticas hasta Historia del tatuaje. «Para trabajar en un estudio tienes que tener el Curso Higiénico Sanitario, además de estar dado de alta como autónomo, aunque haber hecho uno de esos cursos es opcional». A eso hay que sumarle que hay que tener las vacunas del tétanos y de la Hepatitis B al día «por lo que te puedan contagiar» dice el tatuador.

El ex-estudiante de Bellas Artes «no imaginaba que un tatuaje sería tan creativo, tan artístico. Antiguamente los tatuadores cogían una imagen y la calcaban una y otra vez, ahora se llevan diseños personalizados. Que haya tatuadores que vienen de haber estudiado Artes es algo que se nota».

Aunque en Oriente tatuarse tiene una historia de miles de años, en Occidente forma parte de la cultura más reciente: «Creo que ya está aceptado, aunque en otros países más que en España. El arte en España no se valora una mierda. Por ejemplo, por un cuadro que te ha llevado uno, dos o los meses que sean, la gente se lleva las manos a la cabeza cuando pides una cantidad de dinero, mientras que, por un tatuaje, está más asimilado y hay más predisposición por parte de la gente a pagar».

I hope in some days i'll be back to Sardinia… #gvlifestyle

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Aunque el tatuaje está totalmente integrado no solo en la moda actual sino en nuestra propia cultura, «hay gente que insiste en que el tatuaje ha de ser profundo y significar algo. Yo en cambio estoy a favor del tatuaje meramente estético, veo peor las operaciones de estética, que hay gente que acaba con la cara totalmente deformada».

«Llevar un tatuaje es como el que se queda calvo, estás acostumbrado a una percepción de ti mismo y tienes que hacerte a algo que va a estar ahí para siempre«.

Los 10 minitatuajes de moda para desvirgarse con la tinta

Tengo un problema. Me falta cuerpo para tantas cosas que quiero llevar en la piel. En serio. Los tatuajes son una especie de vicio. Cuando empiezas no puedes dejar de hacértelos, ¡ya te lo aviso!

Si eres de los que no acaba de atreverse con un gran diseño, puedes probar, como hemos hecho muchos (yo entre ellos), a hacerte algo pequeño en una parte discreta del cuerpo.

Ganas de tatuarse aumentando en 3...2...1...INSTAGRAM

Ganas de tatuarse aumentando en 3…2…1…INSTAGRAM

Además de que son perfectos para ‘pieles vírgenes’, te saldrán mucho más baratos que cualquier otro. De hecho, durante lo que llevamos de primavera-verano he visto a varios tatuadores que sigo en Facebook subiendo ofertas de minitattoos por 20 euros (a este ritmo nos los regalarán con las patatas fritas).

Aquí tienes algunas ideas que han sido las favoritas durante el año.

1.Geométricos: cuadrados, círculos, triángulos… Ya sean completos o incompletos, a base de puntos, en dos o tres dimensiones, la clase de geometría de primaria se lleva puesta en el cuerpo.

🔷도형타투🔷

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2.Animales salvajes: pero no te creas que se llevan los convencionales. Desde un ciervo hasta un zorro pasando por una jirafa o un elefante.

3.Indios: los símbolos que usaban los indios americanos para referirse a la paz o al destino son también de los más solicitados.

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4.Tinta blanca: recién llegada a las agujas es mi favorita (nota mental: hacer un post sobre el tema). Aunque es solo para pieles claras y tiende a desaparecer con el sol, me encanta el resultado.

5.Símbolos: un corazón, un sol, una luna, una flecha… De todos los tipos, tamaños y formas. Mi recomendación es pedir solo la silueta, ya que puede ser un poco más molesto si se pide una figura rellena.

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6.Flores realistas: que parecen salidas de cualquier herbolario de un estudiante de Farmacia.

7. Espaciales: formados por cuerpos estelares y con puntos, por lo que es fundamental que los hagan con una aguja pequeña (es decir, no vayas donde ‘La Patri’ porque es amiga de tu amigo y te han dicho que te hace precio, porque puede acabar en desastre. Os lo dice una que se hizo un tatuaje de puntos donde ‘La Patri’).

8.De papel: barquitos, aviones, pajaritas… Ideales para los apasionados de los viajes.

9.Líneas: una tendencia un poco conflictiva, o te apasiona o te repele totalmente, pero preciosa para los que la encuentren de su gusto.

designed by @quibe

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10.Aves volando: el minitattoo que nunca pasará de moda. Llegarán el 18º cumpleaños de nuestros nietos y seguirán pidiéndolo.

#tattoo #minitattoo

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Si te has decidido y lo tienes claro: ahorra, vete a un buen estudio, respira con tranquilidad y disfruta la experiencia. Es una sensación única.

Mamá, voy a hacerme un nuevo tatuaje

Sí, sé que sería el tercero. Pero no me voy a arrepentir.

(Casualidades del aleatorio, suena Ink de Coldplay mientras escribo esto. Para quienes les guste leer con música.)

TUMBLR

Tatuarse es solo una forma dérmica de expresión. TUMBLR

Ya sé que te gusta mi espalda con la piel «limpia» como dices tú. Pero créeme, marcarla con un poco de tinta no va a convertirla en algo sucio.

Ya sé que te da miedo que no me contraten por tener tatuajes. No tienes que preocuparte. Hoy en día, llevar tatuajes no convierte al portador en delincuente ni en mala persona. Hoy en día, vas por la oficina, y tu propia jefa te sorprende con una filigrana de tinta en la muñeca. Acuérdate sino de aquel desfile en el que las modelos llevaban desde una mariposa en el pie hasta una cruz en la espalda.

Mamá, no espero que compartas algo que nunca has probado en ti misma porque no conoces la sensación previa a tatuarse. A esperar. A saber que tienes algo en un papel que te va a acompañar siempre. No espero que comprendas los nervios en la boca del estómago poco antes de que te llegue el turno por primera vez. El tatuador pone una nueva aguja humedeciéndola en tinta y el pulso te retumba en las orejas. Cuando te alcanza la punta, la sensación es indescriptible. Dolorosa y placentera a partes iguales. Desde ese momento te declaras sadomasoquista de la tinta y del zumbido mecánico que lo acompaña.

No creo que entiendas que yo, que amo la palabra escrita, me convertí en el lienzo de algo que siempre iba a llevar puesto. Al igual que tampoco sabes lo que es deslizar los labios por un cuerpo que cuenta a través de ellos su historia y, en ocasiones, un tatuaje en el pecho (o en cualquier otro lugar que se vea), puede ser incluso más íntimo que lo que te espere bajo unos pantalones.

Mamá, sé que te da miedo que me canse. Que como dices tú, la vida da muchas vueltas, y lo que hoy nos encanta, mañana puede aburrirnos o incluso podemos llegar a despreciarlo (mi experiencia con la paella es una buena prueba de ello).

¿Cómo explicarte que un tatuaje no funciona así? ¿Cómo hacerte entender que en el momento en el que te pintan pasa de ser algo que solo existía en tu cabeza, que era una idea, a algo tan tuyo como un brazo o una pierna?

Bien es cierto que, al principio, si está en un sitio visible, los ojos se van a él. Ahí está. En ti. Pero pasa de ser una novedad a algo en lo que terminas por ni reparar.

Quiero hacerme un tatuaje porque cuando empiezas con la tinta es verdad que vivirás siempre con la sensación de querer más. Porque cada retazo es una historia. No me preguntes qué significa o a qué viene, es lo más indiscreto que puedes preguntarle a alguien que se ha tatuado. Lo lleva y punto. Las razones para tatuarse son inescrutables.

Es igual de válido el dibujo de aquella que lleva las fechas de nacimiento de sus hijos, la inicial de su abuela ya fallecida o quien se hizo un personaje de los Simpsons.

No importa el significado o el motivo, porque muchos ni lo necesitan. Se tiene y ya está, no hay nada más que cuestionarse. Puede gustarte más o menos, pero no puedes cambiarlo. Es como cuando conoces a una persona. Si te gusta lo suficiente, la aceptarás y querrás tal cual es, pero no podrás modificarla.

Hay algo que no te conté aquel día en la cocina, cuando hablamos de mi futura espalda tatuada. Los tatuajes enseñan. Me hacen saber que soy finita, que mi cuerpo es algo momentáneo que cambiará con el tiempo, pero que durante ese tiempo, es mío y puedo convertirlo en lo que quiera. Puedo expresarme a través de él con la sonrisa que tanto te gusta que ponga cuando salgo en las fotos, con la ropa que vive amontonada por el suelo de mi cuarto y con lo que cuenta en silencio una vez me la quito.

Al igual que se puede ver la cicatriz de cuando me caí hace dos veranos o las zonas donde el sol nunca ha aterrizado, mi cuerpo cuenta que creo en el azar positivo y en la conexión estelar que existe entre los miembros de mi familia. Espero que pronto cuente otras cosas y que quieras de la misma manera mi espalda, ya esté o no tatuada, por ser precisamente yo quien la carga.

Quizás. TUMBLR

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