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¿Cuándo tengo que deshacerme de la ropa vieja?

En la vida había tardado tanto en hacer el cambio de armarios como este año. Se me ha hecho más largo que cuando intento comprar billetes del AVE en la web de Renfe.

Sin embargo, esta vez iba con mentalidad minimalista de hacer una limpieza bastante intensa. Pero, ¿cómo hacer para saber si una prenda está lo bastante gastada como para desterrarla del armario?

CENICIENTA

Si tiene pelotillas permanentes (no de esas que salen de vez en cuando, sino constantes) el tejido ya ha llegado al límite de su uso.

Otro indicativo es el color de la parte de las axilas. Si se asemeja al amarillo tirando a marrón, poca solución (y sin haberlo pensado me ha salido un pareado).

Esas manchas desconocidas que no has conseguido sacar ni con todos los trucos de Youtube también suelen significar que es el momento de poner fin a vuestra relación.

También cuando una prenda a la que hemos salvado la vida con un remiendo sigue descosiéndose del uso que le das, es más que probable que esté al borde de la muerte inminente.

El cuerpo cambia, y ya te lo dije aquí, no tiene sentido que conserves eternamente prendas que no te sirven.

Disfruta de tu cuerpo en cada momento y céntrate en mejor en buscar ropa que te favorezca en vez de estresarte porque no entras en los que eran tus vaqueros estrella.

Seguro que tienes una prima/hermana pequeña de tu amiga/vecina/X que agradece esa ropa y a la que le puede sentar como un guante. 

Pero si no se da el caso, antes de tirarla directamente a la basura, hay muchas asociaciones que recogen ropa y colocan contenedores en la calle (asegúrate antes de echarla, ya que las hay que se encargan de revenderla haciéndose pasar por organizaciones sin ánimo de lucro de ayuda a personas necesitadas). También puedes preguntar en la parroquia de tu barrio o donarla a un albergue.

Tu armario agradecerá la limpieza, tendrás todo más ordenado y aumentarás la vida de esas prendas (que no está el planeta como para tirar al tuntún las cosas).

Comprar, usar, tirar

A raíz del último tema que escribí de tendencias otoñales, mi madre hizo búsqueda intensiva en su armario (una cápsula del tiempo que guarda desde encajes de mi abuela de 1950 hasta su vestido de novia ochentero) y encontró casi todas las tendencias que mencionaba en aquel post.

Todo vuelve, lo sé, no fue esa mi sorpresa. Lo increíble era que las prendas que sacó parecían compradas anteayer y no de hace casi 30 años. Me llamó especialmente la atención una camisa blanca con flores bordadas que habría sido la fantasía sexual de Amancio Ortega como inspiración para la colección de este otoño. Os lo digo de verdad, estaba todo como nuevo.

Viendo la cara de ilusión de mi madre no pude evitar pensar en mí dentro de veinte años. En el caso de que tenga hijos, ¿habrá alguna prenda que pueda dejarles cuando llegue el momento de que vuelvan a llevarse?

Pienso automáticamente en el contenido de mi armario, compuesto de: camisetas cedidas/encogidas de los lavados, vestidos con pelusillas de cuando el bolso hace roce con la tela, vaqueros desgastados que acaban con agujeros en los lugares más insospechados, sudaderas con el color apagado…

La ropa cada vez es de peor calidad para que podamos prescindir de ella una vez que ha pasado la temporada. Comprar, usar y tirar son básicamente los principios que podemos ligar a la moda de hoy en día. Y no sucede solo con la ropa: los electrodomésticos cada vez se estropean antes, la batería del móvil nos dura menos según compramos dispositivos más modernos, la comida cada vez es menos natural y tiene mayor acción de la mano del hombre…

@PEPECAPELAN

@PEPECAPELAN

La sociedad de consumo, base de la economía mundial, hace que estemos demasiado centrados en disfrutar de lo nuevo, del día del estreno, cuando quitas la etiqueta y te sientes especial por lleva algo por primera vez. Sensación que al poco se pasa y debes comprar otra cosa para volver a experimentar.

Si te paras a pensarlo, ¿cuántas prendas conservas de hace cinco años? ¿Y de diez? En mi caso pocas y cada año me vuelven la ganas de querer tirarlas.

Y de todas formas, aunque quisiéramos guardar algo para nuestros hijos, ¿qué les dejaríais de la moda de ahora? ¿Los pantalones cortos que dejan media nalga al aire o las camisetas de tirantes anchas que hace que los chicos vayáis con los pezones al aire?