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Reciclar tu abrigo del año pasado esta temporada es posible

Ha pasado otra vez. Ha sido llegar el otoño y enamorarme cada vez que paso por delante de un escaparate.

Para que os hagáis una idea, si mi vida fuera un programa de televisión, se llamaría Mujeres y Abrigos y Viceversa con la diferencia de que solo soy yo la pretendienta.

URBAN OUTFITTERS

Y no quiero caer en la tentación porque, además de tener un armario limitado (el de Narnia seguro que también se me acabaría quedando pequeño), los de otros años están como nuevos y quiero seguir usándolos.

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Aunque tu abrigo te parezca del año de Da Vinci en comparación con los diseños nuevos, aún puedes sacarle partido (y mucho).

Esta temporada, hay una serie de trucos que puedes llevar a cabo para vestirlo como si acabaras de sacarlo de la percha de una tienda recurriendo, por ejemplo, a un cinturón.

Y es que según la pasarela de este otoño/invierno se llevan los diseños ajustados al talle. Así que si a tu abrigo largo le sumas tu cinturón ancho, como resultado consigues un look a la última sin tener que tocar la cartera (y eso siempre lo agradecemos), aunque es un poco pesado cuando tienes que andar quitándotelo y poniéndotelo varias veces en el mismo día (especialmente si te mueves en transporte público).

Si te encantan los abrigos con estampado de cuadros o de leopardo, aprovéchate de una bufanda o de un pañuelo con el print y colócalo por encima alrededor de tu cuello.

Pueden cumplir la misma función complementos como zapatos o bolsos que también estén cubiertos de diseños dibujados y así poder lucir tu abrigo en clave 2018. Chúpate esa, capitalismo.

También me encantan los diseños que imitan las superposiciones, pero como ya os he dicho que no entra en mis planes renovar el armario, yo me lo guiso y yo me lo como consiguiendo el mismo efecto metiendo camisas abiertas por debajo del abrigo, que es algo que da como un toque muy casual y deconstruido al estilo de Balenciaga pero sin costarte miles de euros.

Aunque no solo te doy opciones para reciclar tu armario. Si por lo que sea tu padre o tu abuelo están pensando deshacerse de algún abrigo, corre y agárralo antes de que lo eche al contenedor de Humana como si no existiera un mañana.

Esta temporada también se llevan los diseños XL masculinos. Además de ser una prenda calentita y enorme, puedes envolverte como una cebolla por debajo, parecerá que acabas de salir del desfile de Marc Jacobs o Stella McCartney (por mucho que tu padre te diga que a dónde vas con esas pintas).

Marián Ávila, una modelo con síndrome de Down que desafía el canon de belleza

La moda es una industria complicada, maravillosa pero complicada. Aunque es la primera en sacar las novedades resulta tan anticuada en algunos aspectos que parece mentira que, a la vez que sale en la pasarela un vestido hecho con plexiglás, encuentres tan solo un 32% de modelos de diferentes etnias desfilando.

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Marián Ávila

Con una franja de edad que empieza en los 16 años (Kaia Gerber es de las más jóvenes del sector y acaba de cumplir 17) y termina tan solo una década más tarde para la mayoría, unas medidas rígidas y una altura que si no naces con ella, no puedes alcanzar, entrar a la industria del modelaje, una de las más herméticas, es bastante complicado.

Sin embargo, hay algo de lo que quienes dirigen los castings no entienden, y es de sueños. Así que hoy quiero hablaros de uno y de cómo se encontró con la moda por el camino.

Hace unos días tuve la suerte de conocer a Marián Ávila, de 21 años, la primera modelo con síndrome de Down en desfilar en Nueva York.

La maniquí se escapa de todas las medidas e ideas preconcebidas que se nos pueden venir a la cabeza cuando pensamos en la palabra «modelo» y eso es lo que le convierte precisamente, no solo en un ejemplo maravilloso por su historia sino en un ejemplo necesario de lo que, no como periodista sino como consumidora de moda, quiero ver en la pasarela.

Marián me habla de lo que ha sido tener la oportunidad de desfilar fuera del país después de que, por casualidad, la hija de la coordinadora de modelos de la Semana de la Moda neoyorquina se pusiera en contacto con ella, algo que define como «una experiencia increíble».

Y es que desde que hizo la Primera Comunión supo que quería dedicarse a ello, por lo que el modelaje es una auténtica vocación.

Si debe quedarse con algo, lo tiene claro: «Desfilar y hacerme fotos, pero sobre todo que me maquillen y me peinen«, dice revelando que la preparación es su momento favorito.

No resulta sorprendente cuando comparte conmigo una de las anécdotas de su infancia. En una ocasión se pintó la cara con acuarelas pensando que eran pinturas de maquillaje.

Ahora que Nueva York está conquistada (ciudad que nos da cien vueltas en cuanto a diversidad en los desfiles, como Londres), una vez que ha cumplido el sueño, ¿qué es lo siguiente? Marián Ávila lo tiene claro: «Ser actriz pero seguir siendo modelo». Y, si puede elegir, «me veo más en el cine», confiesa.

A la hora de mencionarme algunas mujeres que le sirven como fuente de inspiración me habla de Vanesa Romero, Cristina Pedroche o Paula Echevarría, que dentro de la industria del modelaje, y además de su profesión, «hacen cosas interesantes».

Aunque si por ella fuera, preferiría desarrollarse fuera de España, es una gran aficionada a la moda del país: «Hannibal Laguna, Custo Barcelona, Jorge Vázquez, Francis Montesinos, María Escoté o Maya Hansen» son algunos de sus diseñadores preferidos.

Puesta a romper estereotipos de cualquier categoría, uno de los sueños de la modelo sería convertirse en la primera mujer en desfilar para García Madrid, el diseñador de moda masculina especializado en sastrería.

Marián Ávila

Para trabajar, su preparación es diaria: «Todos los días practico en mi casa, pero lo hago porque me gusta», aclara. Además de desfilar, entrena la voz, da clases de interpretación, hace ejercicio… «Todo se aprende en la vida» dice a modo de resumen. Y si es cierto eso de que el secreto está en las ganas, estas son, junto a su formación, algo de lo que no está escasa.

Pese a ello, me dice que «es muy duro», no ya solo para las modelos consagradas que viven únicamente de esto como Kendall Jenner o Gigi Hadid, que ya han denunciado lo estresante que puede llegar a ser este tipo de trabajo, sino más para ella que difiere del patrón común que caracteriza a las maniquís.

Por ello, con más razón, eso es lo que quiero que la industria entienda y cambie. Que hemos entrado en una nueva era en lo que a belleza respecta, que ahora queremos que se potencie la individualidad. Nos hemos cansado de ver siempre las mismas figuras como ideales mostrando un único concepto de belleza exclusivo que parece despreciar todos los demás.

Que la pasarela, la moda y la sociedad sean conscientes de que la belleza es algo universal, pero no solo que sepan, y por tanto sepamos, que existe, sino visibilizar y dar empleo a profesionales que abran las miras del sector y lo conviertan en una industria inclusiva donde lo diferente, que también es hermoso, tenga cabida.

Cómo llevar el traje de chaqueta si eres millennial (y no quieres sentirte mayor)

Hay cosas que, cuando se ponen de moda, solo hacen que pensemos: «No, leopardo no, que parezco una choni de 2005». Pero como las tendencias hacen caso omiso de todo, se llevan igualmente.

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Es el caso de los trajes de chaqueta, que han venido para sustituir al conjunto de pantalón midi y crop top que tanto hemos vestido este verano.

El traje hace mayor. Es así. Negarlo sería como intentar negar que lo mejor de las bodas es el banquete.

Y claro, por mucho que nos guste y queramos llevarlo, el hecho de que nos veamos parecidas a nuestra abuela cuando iba a misa los domingos le quita un poco de encanto al tema (ojo, que adoramos a las abuelas, pero queremos vestir acordes a nuestra edad).

Una de las mejores opciones es recurrir al traje de chaqueta y falda, que ademas de ser favorecedor, es tendencia esta temporada. Es una prenda que, aunque parezca formal, es tan versátil que puedes combinarla con todo el armario: desde el body de lencería al que le das otro uso (ya tú sabes cuál) a la camiseta de algodón básica o incluso con un jersey.

Todo le va estupendo, además, puedes darle un toque deportivo y llevarlo con zapatillas. Que el traje con zapatos está muy bien si te llamas Harvey Specter y trabajas en un bufete de abogados, pero está mejor con deportivas para ir andando por el metro.

Apuesta también por los colores pastel, perfectos para las millennials ya que son tonos con los que nos sentimos muy identificadas. Búscalo en amarillo, naranja, rosa o azul y combínalo con el resto del armario como hace Aimee Song.

Si eres una loca de lo vintage, busca un traje con anchuras ochenteras que le haría saltar las lágrimas de emoción a tu madre pensando en cómo salía vestida de fiesta durante la Movida Madrileña.

El look monocolor es algo tan propio de nuestra generación como lo es ligar por Instagram. Amarillo y rojo son algunos colores tendencia, pero el blanco o el negro nunca pasan de moda.

Vale que empieza a hacer fresquete por las mañanas, pero ¿y lo bien que queda la americana con pantalones de ciclista? Estíralos un poco aprovechando que aún no han caído mucho las temperaturas y llévalos a juego con la blazer a modo de traje.

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Italian life 🌹 during #MFW 🇮🇹

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Cinco prendas que tu armario necesita este otoño

(Sí, tu armario, y como tú eres la encargada de velar porque el mueble esté correctamente actualizado, toma nota de cuáles son)

Entre el fresco que ya empieza a hacer daño en el tobillo (mira que te dicen en casa que no te remangues tanto los pantalones) y que la mitad de las cosas del año pasado han aparecido misteriosamente llenas de bolitas (nunca te olvidarás de ese jersey con el que compartiste tan buenos momentos), es el momento de poner al día el armario.

WILFDOX

Así que aprovechando que vas a hacer limpieza, te recomiendo que tengas localizadas estas cinco prendas imprescindibles para tu día a día más necesarias que el abono transporte en tu cartera:

-Vestido de Orgullo y Prejuicio: romántico, largo, perfecto para los días fríos en los que sales de casa a las 8 de la mañana. Acuérdate que las margas abollonadas son un plus. Cógelo de flores si quieres sentirte un personaje de una novela de Jane Austen. Puedes ir todavía más abrigada si te dejas las piernas sin depilar.

-Bolso caja: puede ser cilíndrico, cuadrado, con forma de maceta, de platillo volante… De lo que quieras. De hecho ni siquiera tiene por qué ser nuevo. Puede que no te entren el portátil ni los apuntes, pero ¿y lo bien que sienta?

-Pantalones de chándal: pero para llevar a la calle, es decir, si es el que tiene agujeros o manchas de cuando te dio por experimentar con las pinturas acrílicas, no vale. Inspírate en las colecciones de Tommy Hilfiger o en los modelos vintage que llevaba tu padre cuando eras pequeña, que ahora vuelven a estar de moda.

-Botín efecto calcetín: las hermanas Kardashian son la prueba de que este modelo de calzado es el complemento que no solo nos sienta bien a todas sino que nos va con todo. Da igual lo que contenga tu armario (a no ser que en tu casa el armario se use para guardar la tabla de planchar y los juegos de mesa que nadie usa, claro), si es ropa, la puedes combinar con esos zapatos.

-Cuadros descuadrados: vale, no es una prenda, pero hay tanta variedad que me parecía cruel escoger solo una pieza. La clave es que combines motivos geométricos diferentes. Las chaquetas o faldas a juego de Blair Waldorf estaban muy bien para 2010, pero para 2018 se llevan los cuadros descuadrados. Apuesta por mezclas en las mismas prendas o aquellos que no parezcan salidos del uniforme de un colegio privado.

Y ya que eres una adicta a las tendencias, recuerda que puedes seguirme en Instagram, Twitter o Facebook para más novedades.

Llevar las botas rancheras y no parecer salida de un ‘western’ es posible

De pequeña me encantaban las películas del Oeste. Tengo recuerdos de mis veranos en Galicia sentada al lado de mi abuelo, después de pasar la mañana en la playa, viendo juntos alguna de John Wayne.

JEFFREY CAMPBELL ESPAÑA

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Con esa experiencia en mis primeros años de vida era lógico que ahora que se han puesto de moda las botas cowboy me vengan reminiscencias de cuando aparecían en escena los protagonistas llevando las rancheras.

Sin embargo, eso no quiere decir que solo puedas ponerte el calzado de la temporada con unos pantalones vaqueros, una camisa desabrochada y un sombrero de rodeo mientras esperas a que se cruce en tu camino al metro un estepicursor (las bolas rodantes que cruzan los caminos del Salvaje Oeste).

Existen infinitas combinaciones que no te hacen parecer como que te acabas de bajar del caballo y que son ideales para que vistas en tu día a día sin necesidad de preocuparte por la interrupción de pieles rojas.

Vestidos o camisas largas son la opción más apañada. Añade las botas, el bolso en el que te entra el portátil y los apuntes y fuera. Que si hace fresco puedes sumar una cazadora vaquera, ya que sigue la temática pero no te hace parecer que vas disfrazada.

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Cowboy girl #NYC 🇺🇸🗽

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on my way to @nobitalai 🦕

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Las más estilosas de Internet (no solo lo digo yo, sus miles de seguidores comparten mi opinión) han encontrado en las botas rancheras con americana su combinación favorita llegando incluso a desbancar a la tostada de aguacate con chía o incluso al filtro de Kylie Jenner de Instagram.

Puedes llevar el blazer por encima de los hombros o a juego con la parte de abajo llevando un traje de chaqueta y pantalón. Lo imprescindible es que las botas sean las protagonistas.

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Milano bound 🇮🇹 #MFW

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Ahora confiesa, querida adicta a la moda, ¿te unirás a la tendencia?

¿Cómo combinar los estampados sin catastróficas consecuencias?

Hay dos cosas de las que estoy segura de que te has dado cuenta este otoño. La primera es que, aunque solo estemos en octubre, en tu supermercado del barrio están empezando a sacar la repostería navideña. La segunda, que en cuanto a moda se refiere, se llevan las mezclas de estampados.

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Combinar prendas con diferentes diseños no es una tarea sencilla, de hecho tiene el mismo peligro que cuando el dentista te dice que no te muevas y a ti te entran ganas de estornudar. Puedes crear un estropicio en un momento.

Hay ciertas personas que son expertas en dominar esta disciplina, pero la más famosa de todas es Olivia Palermo.

Si no te suena de nada el nombre, a modo de resumen, te diré que es una de las it girl más importantes del mundo (y que su perro se llama Sr. Mayordomo. Ya, no es una información especialmente relevante, pero a mí me resulta simpático).

Tiene tanta facilidad en mezclar que sabría llevar con gracia un delantal de pescadería de rayas con una falda hecha de tapizado de sofá de cachemira y nos convencería hasta de que quedan bien juntos.

Las combinaciones para principiantes son las que todas hemos probado alguna vez como introducción en las mezclas: algo de flores con camiseta de rayas, cuadros, lunares… Pero casi siempre pequeñas dosis o con diseños pequeños, ya que suelen ser aciertos asegurados.

Pero esta temporada toca radicalizarse con los estampados y llevarlos al extremo creando combinaciones que ni siquiera te imaginabas, pero que, una vez los veas, no concebirás volver a vestir de liso.

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Rainy day chic ☔️

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Hay dos normas del otoño de esta temporada que puedes seguir para tus mezclas más experimentales. La norma del color nos permite mezclar en un mismo estilismo prendas de motivos estampados diferentes que sigan la misma gama de colores.

Por ejemplo, ya que esta temporada el leopardo no es el rey de la jungla, pero sí el de los estampados, tiene matices negros, marrones, amarillos o anaranjados, todas las prendas que tengas por casa de esos tonos, pueden ir mezcladas con el print animal.

La segunda norma consiste en juntar diseños iguales que tengan colores diferentes, como es el caso de los famosos cuadros escoceses en clave descuadrada que esta temporada no se irán del armario ni con agua caliente.

Pero si eres una atrevida porque lo tuyo son los riesgos y hasta quitas el USB del ordenador sin darle primero a ‘Expulsar’, mezclar todo con todo, es la tendencia para ti.

Olvida el menos es más porque la fórmula ha cambiado, ahora más es más.

O al menos si eres Olivia Palermo, claro.

Cuatro consejos para vestir en el entretiempo (y no morir en el intento)

Estamos en ese breve momento del año en el que sales de casa y hace un frío digno del vuelo del grajo, llegas al metro y te asas de calor.

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Después te quedas fría en la oficina porque todos tenemos a un compañero que siempre pide encender el aire acondicionado y vuelves a casa sudando con un sol que más que propio de las 6 de la tarde parece del mediodía, pero en Benidorm y en julio.

Lógicamente con los cambios de temperaturas no sabemos cómo salir de casa. El armario está tan confuso que se hiere a sí mismo por lo que hay una serie de claves que puedes tener en cuenta a la hora de enfrentarte al entretiempo y no coger un resfriado en el intento.

En primer lugar ponte capas. Además tu madre me apoya firmemente en esto. Es el momento de empezar a combinar, uno tras otro, diferentes estratos de tu armario en tu cuerpo.

Según vaya avanzando el día puedes ir quitándote unas u otras pero resulta muy práctico que aproveches a usar esas chaquetas finas que en verano te sobran y en invierno no te sirven ni de adorno, por ejemplo, las cazadoras vaqueras.

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@georgia.pendlebury #lfw

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Saca el neón del armario, algo tienes. Úsalo. Es una tendencia que ha venido con fuerza desde los años 90 y que viene genial para contrarrestar la pereza que te da que ya te hayan mandado dos trabajos de grupo. Es también un antídoto genial a la pena que te da despedirte de las tardes de terraceo.

Prueba los clásicos otoñales y no estoy hablando de los nuevos cafés del Starbucks con motivo de Halloween. Las prendas de otoño, hablemos claro, son las mejores de todo el año.

Las llevas viendo con deseo desde las rebajas de verano y es una ropa que no tiene ni punto de comparación con la del resto de estaciones.

Saca las americanas, el jersey de cuello alto, las prendas naranjas, la falda de lana y disfruta de que puedes retomar (por fin) la relación con las botas, que aunque las conseguiste estirar hasta mayo porque te resistías a dejarlas, en estos meses las has echado mucho de menos.

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Trend alert: neon 🎾 #modebloggxtrends

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Y si tienes ganas de dejarte llevar por la moda más atrevida, combina sandalias y calcetines: parece una broma pero no lo es. Quizás el estilo que llevan los turistas cuando vienen a hacer vacaciones a España te pareciera algo hortera, pero desde hace un par de temporadas es tendencia y además ideal para estos días de cambios.

En función de la previsión meteorológica elige el grosor de tu calcetín y conseguirás unos pies abrigados (y estilosos) a prueba de viruje.

Las prendas de la nueva colección de Balenciaga que te puedes hacer en casa

No se puede intentar entender la moda de Balenciaga sin conocer un poco a Demna Gvasalia. Es como si quisiéramos describir el sabor de un helado de pistacho sin haberlo probado previamente. El diseñador que se encuentra detrás de la dirección creativa de Balenciaga ha hecho de todo, literalmente.

BALENCIAGA

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Atrás ha quedado el concepto que tenía Cristóbal Balenciaga cuando fundó la firma. Desde que llegó el diseñador georgiano lo feo se ha convertido en el nuevo negro.

Por tanto, ya que la firma es la meca de la irreverencia estilística, me veo en la obligación de compartir algunas de sus obras más alternativas para este otoño (y que te puedes hacer por tus medios).

BALENCIAGA

Por ejemplo la chaqueta denim con costura a la mitad, algo que con un poco de maña podemos imitar en casa si tenemos máquina de coser que resista el tejido vaquero (asegúrate de ello antes de destrozarla).

Una pieza que se puede combinar fácilmente con el top con guantes, que es muy apañado para las ocasiones en las que los de tu universidad no ponen la calefacción y te toca escribir con la mano congelada la práctica de Sociología.

BALENCIAGA

Las prendas de abrigo se convirten en algo tan grande que si vuelas con eso puesto en Ryanair seguramente te apliquen algún tipo de cargo por peso y por las dimensiones, ya que casi ocupan el asiento de la persona de al lado.

Por otro lado, la prenda de abrigo de bufanda con capucha me parece un invento fantástico. Creo que a todas nos ha llegado el dilema de un día de otoño de esos frescos en los que empieza a llover y no sabes si taparte la garganta porque hace frío o taparte el pelo porque si te mojas la cabeza te terminarás resfriando igualmente. Esta combinación lo soluciona y puedes ahorrarte los 495 euros cosiendo en tu casa ambas prendas.

BALENCIAGA

En Balenciaga cortan, cosen, pegan y repegan pero no tiran nada. Todos los retales pueden servir para crear otra cosa más adelante, como el ejemplo de las camisas o los vestidos. Ya nos enseñaron que, si tienes una prenda que no usas, puedes coserle otra encima y tener algo totalmente nuevo y alternativo.

BALENCIAGA

Por último, los accesorios, algo muy importante dentro de la casa ya que hablamos de los que hicieron negocio vendiendo una bolsa idéntica a la de Ikea. Hagamos juntas memoria.

¿Recuerdas el cajón de tu cuarto en el que guardas los tropecientos llaveros de la Torre Eiffel que te trae alguien de regalo cada vez que va a París (sí parece que es el único souvenir que te venden)?

Pues es el momento de recuperarlos y colgarlos de la cadena de un bolso así como el resto de souvenirs cutres que tengas por casa para hacerte un bolso como el de la firma. La diferencia es que de 1.390 euros que cuesta el modelo de Balenciaga, el tuyo te saldrá por menos de 50.

Y para terminar, muy en la línea de hacer moda de objetos cotidianos: los pendientes imperdibles XL. No te pierda la oportunidad de utilizar el elemento del escritorio para usarlo como accesorio y sin tener que gastarte los 350 euros que cuestan en la tienda. Eso sí, a ver cómo le explicas a tu jefa que es tendencia cuando te vea llegar con material de oficina por encima al trabajo.

Nueva moda: adiós transparencias; hola vestir como una monja

La película de La Monja ha tenido un gran impacto en nuestras vidas. Si tú también lo pasaste mal cuando en Youtube te saltaba el anuncio antes de ver el vídeo que realmente estabas buscando o si retirabas la vista de los carteles del metro, te entiendo. Yo también he estado ahí.

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Aunque no todas son tan terroríficas como la de la película, doy fe de que las de mi colegio eran un encanto (o casi todas), las monjas se han convertido en fuente de inspiración para la moda.

Después de los cortes en los vaqueros que dejaban parte de las nalgas a la vista, las transparencias estratégicas de Beyoncé o el escote underboob, la moda se recata, se tapa entera y se pone una toca en la cabeza.

Como en el arte, las tendencias estilísticas se van sucediendo pasando de un extremo a otro, por lo que pasar de una desnudez máxima a un estilo más pudoroso, cuadra bastante.

Ya seamos católicos o no (decir «¡Oh Dios mío!» cuando ves que te ha llegado el mail de que están las notas del examen subidas en la plataforma no cuenta) los desfiles de Max Mara o J.W. Anderson vienen con la moda novicia-de-convento-de-clausura Primavera/verano 2019.

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Perfecta tanto para darle la bienvenida al calor el año que viene así como para encomendar tu alma a un ente superior: diseños de vestidos anchos, siluetas rectas, largos por debajo de la rodilla y, sobre todo, tocas.

Tocas que son perfectas para esconder el pelo en los días en los que te levantas con la melena tan despeinada que parece que en vez de apoyar la cabeza en la almohada lo haces en una centrifugadora.

Así que el año que viene, cuando vayas por la calle y veas a una monja, fíjate bien. Si va de blanco, negro, azul o marrón con zapato plano es probable que sea auténtica.

Si en cambio va de color naranja, mezcla diferentes estampados o le cuelga un bolso tan pequeño en el que no cabe ni el Nuevo Testamento, tienes, ante ti a una fashion victim que ha sentido La Llamada. La de la moda, claro.

‘Scumbro’, el desaliñado estilo de Justin Bieber que se ha convertido en tendencia

Hay un nuevo término que deberías conocer en el mundo de la moda. Sí, lo sé, con lo que te había costado aprender outfit llego yo y te pido que memorices uno más (lo que hay que aguantar por estar a la última, ¿eh?). Pero este es un concepto importante porque se refiere a una corriente de estilo que están siguiendo muchos famosos hoy en día: el scumbro.

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El scumbro (que se lee /escambrou/) es un estilo que se ha puesto de moda y engloba a esos chicos que te cruzas por la calle mientras piensas “Madre mía, menudas pintas lleva ese”. Son también (y perdón por recurrir a los tópicos del aspecto, pero es que es cierto) quienes hacen que las señoras con las que se van a cruzar agarren más fuerte el bolso.

Puede que pienses que esa persona te pega más vendiendo drogas en una sangriada universitaria, pero, en realidad van totalmente a la moda, solo que es una moda así: irreverente, con accesorios muy llamativos y calcetines subidos hasta la mitad del gemelo.

Ah, y gorras, no nos olvidemos de las gorras.

Es como si un skater se hubiera hecho amigo de un cantante de rap y de su unión en una rave hubieran dado a luz a una nueva criatura: el scumbro.

Como decía, no te dejes engañar: hay varias diferencias entre el scumbro auténtico y el que cuelga las zapatillas en los cables telefónicos de tu barrio.

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Beauty and the beast

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El scumbro lleva su descuidado estilismo cuidado al milímetro. Además verás que le encantan marcas como Supreme. Son devotos del logo de llamas de Trasher, las camisetas con caras de raperos, los pantalones de chándal exclusivos (tipo los que lanzó Tommy Hilfiger con Lewis Haliton) y de las Air Max 97 OG.

Es probable también que les veas con camisetas desteñidas (efecto tie dye), chanclas con calcetines y todo mezclando colores que, hasta ese momento, no pensabas que se pudieran combinar como naranja y rojo, verde y lima o amarillo y azul cielo.

Algunos ejemplos son Pete Davidson, el novio de Ariana Grande; Fedez, el rapero italiano casado con la it girl italiana por excelencia Chiara Ferragni, o Justin Bieber.

Los tres sirven de perfecto ejemplo de cómo el estilo desarreglado ha encontrado en el armario masculino su máxima expresión (y ya está campando a sus anchas).

¿Cómodo? Seguro. ¿Bonito? Cuestionable. ¿Seguirá gustándote tu novio aunque vaya así vestido? Sin duda, el amor es ciego.

Otros ejemplos de scumbro. GTRES