(Roma-roma-ma-ah! Ga-ga-uh-la-la! Sí, tú también has canturreado Bad Romance)
A partir de 2008, el pop se pudo definir con otras dos palabras: Lady Gaga.
Con una estética imposible de definir, excéntrica y siempre sorprendente, la cantante norteamericana daba el cante independientemente de si abría o no la boca. Y de qué manera. Gaga siempre tuvo muy claro que sería fiel a su estilo. Y, lo que en sus años de colegio fue en ocasiones una carga, le ha granjeado más de una portada de revista.
Su último premio (Mejor Actriz de Miniserie) fue por su papel en American Horror Story: Hotel. Y aunque Gaga acudió sobria y elegante a la gala de los Globos de Oro, hay estilismos que pasaran a la historia no solo de la música sino de la moda.
Pese a que la versión refinada de la artista se está haciendo un hueco entre las ‘mejor vestidas’ cuando pisa la alfombra roja, hay una serie de cosas que no puedo más que echar de menos de la vieja, original, chiflada pero rematadamente genial, Lady Gaga.
1.Sus tacones infinitos. Lady Gaga no puso de moda las plataformas, ella ERA las plataformas. Cada par de tacones tenía unos añadidos en la parte delantera que fácilmente podrían haber servido para hacer contrabando de diamantes. Lo mejor es que la tía caminaba tan tranquilamente, como si en vez de unas calzas fuera en sus zapatillas de franela de andar por casa (que seguro que las tienes). Viéndola con semejantes alturas no podías hacer otra cosa que preguntarte cómo era posible que en cuanto tú te ponías algo con una pizca de tacón ya fueras andando como una cervatilla recién nacida.
Sus gafas de sol: de cigarrillos, ahumadas, oscuras, con brillos… Daba igual el momento y el lugar. Lady Gaga iba con las gafas de sol hasta la alfombra roja si era necesario. Hizo de ellas tal básico de sus estilismos que a algunas de sus figuras de cera no les falta el complemento.
El pelo. Pero no me refiero al pelo en cuanto a peinados, que eso llegará más abajo, sino al pelo como tejido. La cantante era una gran devota del furry. Lo bueno del pelo es que Lady Gaga lo hacía parecer hasta versátil y ponible: de outfit de concierto tipo Yeti de las nieves a vestido-del-Tio-Cosa-de-la-familia-Addams teñido de morado para posar en un photocall.
Máscaras y antifaces. «Seguro que con esta máscara peluda de pico dorado paso totalmente desapercibida» debía de pensar la cantante cuando salía a la calle con alguno de sus looks. Aunque claro, si eres norteamericana y ves eso por la calle, solo puedes pensar dos cosas: o están grabando un videoclip de Of Monster and Men o es Lady Gaga el ser que se oculta debajo. La artista vivía en un carnaval constante.
Tejidos imposibles e impensables. «Ehh Gaga, ¿a que no hay huevos de hacerte un vestido de papel?» Y llega Lady Gaga a la presentación de Artpop vestida con la portada de su disco. Donde tú ves desechos como virutas de madera o retales de neopreno, la cantante ve dos vestidos, un juego de guantes y un tocado para la cabeza. Es la reina del reciclaje.
Pamelas y sombreros de todo tipo, color, tamaño y gameto sexual que te puedas imaginar. Gaga se ha puesto en el pelo cualquier cosa: conchas, estrellas de mar, latas de refresco vacías, ramas de árbol, rastas, plumas e incluso una langosta. Lo más curioso es que en ella, esas cosas QUEDAN BIEN. ¿Tú te imaginas yendo a la boda de tu prima hermana con un tocado de langosta sin provocarle un disgusto a tu abuela?
El vestido de carne y el vestido de pompas. El vestido de carne con el que acudió a los MTV Video Music Awards fue el culmen de los estilismos de Lady Gaga. Filetes cubrían su cuerpo de la cabeza a los pies. Eso sí, debidamente atados con el típico cordel de carnicería. Podrás decir de ella muchas cosas, pero no puedes negar que cuida los detalles. De menor repercusión fue el vestido que echaba pompas, pero a mi parecer, igual de original. ¿La única pega? No lo veo yo muy cómodo a la hora de volverte sentada en un nocturno a casa después de una fiesta de la espuma.
Gorros nido que parecen salidos del armario de la reina de las nieves de Narnia. Perfectos para un bad hair day o para esos días de frío polar ártico.
Accesorios faciales aleatorios: nada es demasiado cantoso, pesado o peludo para pegarte en la cara si eres Lady Gaga. Esto en comparación con los cuatro polvos de purpurina que te pones en Nochevieja (y que ya te parecen cantosos) no es nada.
Peinados mil. Ríete tú de la colección de pelucas de Roger de American Dad. Desde el cilindro verde-aguamarina a la peluca que parece algodón hilado. Mi gran pregunta es ¿qué clase de fijador utiliza para que no se le resbale ni un milímetro? ¿Le clavan las horquillas en el cuero cabelludo? Si yo llevara cualquiera de ellas (aún con la laca tipo cemento armado que te ponen en la peluquería) acabarían torcidas, en el suelo, o, por lo menos, con algún mechón fuera.
Ahora que has visto los mejores looks de la cantante, ¿con cuál de las dos versiones te quedas? ¿La sobria y formal o la original e irreverente? Independientemente de la que te guste más, hay algo que la autora de Born This Way nunca cambiará: su mensaje.
Lo del pelo es obra, si no me equivoco, de Charlie Le Mindu, un diseñador, rompedor de los desfiles tradicionales, pionero en mostrar modelos sin ropa en la pasarela, intentando romper lo spatrones de siempre, seguramente convencido de que más que Arte de belleza es censura a la belleza el mundo de la moda. Hay varios desfiles suyos por ahí muy innovadores y despejadores de tabúes. Pam Hogg es otra genio que se atrevió a desnudar a modelos, ropa como complemento de belleza del ser qeu la porta, no claustro despersonalizador y deformador de formas. Chalayan lo hizo hace tiempo. En Canadá, Lodi, también se presentó pasarela con modelos donde la ropa era lo menos importante y lo más importante, a la vez. Cosas que pasan en este mundo; hablan de ser serios y con fundamento, proponen acabar con el paro, subir pensiones, rezar para salvar a otros porque parecn son peores, ver el sol bailando… Hay que ser serios, ponerse corbata, sí, y la vida tenerla como un estúpido tormento, efectivamente…. Pues no, viva la falta de seriedad oficial, qu een el fondo es la que manda sobre todas la shumanas serias pretensiones. Chispa vida total.
24 enero 2016 | 12:10
Ya no le hace falta vestirse como una mamarracha, prefiero la sobriedad y la elegancia de ahora al esperpento de antes,
24 enero 2016 | 14:37
Pues yo prefiero a la rara, a la extravagante, a la que se sale de lo común…al fin y al cabo, esa personalidad distinta al resto es parte del éxito del producto Lady Gaga.
Si ahora viste elegantemente, con sobriedad.y como una de tantas…como vimos en los Globos de Oro, para mí ha perdido gran parte de su esencia y de algo tan propio de ella que ha contribuido a su éxito casi tanto como sus canciones y su buena voz
Lady Gaga tiene que seguir siendo Lady Gaga
25 enero 2016 | 16:08