Cada vez creo en menos cosas Un foro para pensar en lo divino y en lo humano

¿Qué prefieres, tuerto o desdentado?

La crispación en la política italiana tiene grandes parecidos a la de la política española, aunque mucho más tabernaria y virulenta. Los insultos de Rajoy al presidente Zapatero casi podrían considerarse discusiones bizantinas donde sólo se desenvaina el florete de la palabra. Llamarle bobo y perderle el respeto constantemente en nuestra “cultura política” puede tener su lado candoroso, como cuando los andaluces dedican a su mejor amigo aquello de “qué joío es el hío la gran puta”.

Hay tanta gente harta de la zafiedad, machismo y comportamiento mafioso de Silvio Berlusconi que los mítines hay que rellenarlos ya con adversarios políticos para hacer bulto. Uno de ellos se les fue de las manos y le saltó un par de dientes con un objeto contundente, lo que pronto Berlusconi interpretó como una señal divina: “fue un milagro que no me reventara un ojo.”

Está tan desacreditado que hasta su dios se ve en la tesitura de elegir entre el milagro de sólo romperle dos dientes o el de dejarlo tuerto.

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