Cada vez creo en menos cosas Un foro para pensar en lo divino y en lo humano

El método jesuítico para fumar y rezar

Era tan famosa la torpeza de un reciente presidente de los Estados Unidos, que hizo fortuna el chascarrillo de que su cerebro no daba para desempeñar dos tareas sencillas a la vez, como caminar y mascar chicle. Quizá sea una exageración, pues yo le vi por la tele caminar mientras hablaba en inglés, cosa que me parece mucho más difícil, si bien un sucesor suyo pasó a la Historia por su incapacidad para comer galletitas al tiempo que veía un partido de rugby por televisión.

El caso es que aseguran los expertos que la subdivisión de las neuronas para el trabajo y el cálculo abstracto tiene un límite, y que esa es la razón por la que se prohíbe conducir un vehículo mientras se habla por un teléfono móvil. Y menos en inglés, que supone un esfuerzo suplementario. El riesgo de perder el control es directamente proporcional a la atención necesaria para seguir una conversación. Por ejemplo, si te llaman de sopetón preguntándote cual es la raíz cuadrada de 27.517, o cómo hay que llamar a un tripartito de dos, como en Cataluña, es bastante probable que te olvides de dar la siguiente curva.

Es el caso de un amigo mío periodista, amante de la música, para el que una suite para violoncello de Bach pasa a ser un ruido más o menos molesto cuando está concentrado en la redacción de una noticia. Bach suena desafinado, extraño, desquiciante, pues mi amigo necesita todo el cerebro, y aun así le falta, para no perder el hilo sutil de la melodía. Yo le dije que le está bien por ponerse música mientras trabaja, que probara el método jesuítico de ponerse al trabajo mientras está escuchando música. Te enchufas primero a Bach y a continuación empiezas a trabajar. Si el trabajo sale desafinado, extraño y desquiciante, peor para el trabajo.

Y vosotros os preguntaréis por qué digo que es un sistema jesuítico. Me explico. Como sabéis, los jesuitas pasan por ser una especie de ingenieros del dogma dentro de la Iglesia, pues históricamente se las han “ingeniado” para buscar una solución airosa a las inevitables contradicciones de toda obra divina administrada por el hombre. Tengo un primo jesuita que, al cabo de los años, de tanto aplicar el método jesuítico propiamente dicho, se salió de cura y fundó una familia. Por suerte, años antes, cuando yo era un jovencito recién incorporado al vicio de fumar, mi primo ejerció sabiamente su autoridad moral para terciar en una discusión familiar que llevaba camino de convertirse en crónica.

Y todo por culpa del maldito tabaco. Porque si hoy se sabe que el tabaco produce cáncer, entre otros males, para mi padre tenía una consecuencia aun peor: era casi un pecado mortal (y en lo de mortal, mira por dónde, no iba desencaminado). Para complicar más las cosas, después de comer coincidían la hora del mejor cigarrillo del día con la hora del inevitable rosario, porque en mi casa formábamos la famosa familia unida que reza unida.

Lo cierto es que esa armonía a punto estuvo de irse a pique por una cuestión moral no pequeña de la que solo un jesuita bien formado podía salvarnos: ¿es lícito fumar mientras se reza el rosario? Llamamos a mi primo y le consultamos nuestra zozobra como a un oráculo. “No se debería fumar mientras se reza”, dijo, “pero Dios agradecería que le rezaseis, aunque estéis fumando”. Desde entonces, antes de que mi padre hiciese rodar entre sus dedos las cuentas del rosario, se oía un murmullo apresurado de cerillas en ignición dispuestas a elevar hasta el cielo nuestras oraciones, envueltas por fin en el humo jesuíticamente santificado.

Entre fumar y rezar, mi cerebro solo alcanzaba para una tarea de las dos. Pero creo que mi padre nunca lo notó.

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(Meditación para hoy: hoy tocaba hacer una reflexión sobre los cuatro millones de firmas del PP para pedir un referéndum contra el estatuto de Cataluña -aunque ellos creo que no le llaman así- que ayer presentaron en el Congreso, y que fue rechazado por todos los partidos políticos… excepto el PP. Pero me pareció que hay muchos más millones de españoles preocupados por el destino de sus almas y el valor de sus oraciones, que al fin y al cabo son para toda una eternidad, que no la dudosa utilidad de las firmas de Blancanieves, los siete enanitos, La Cenicienta, Miky Mouse, el Capitán Trueno y Asterix, que sólo sirven para enredar durante una legislatura. Aprender a rezar con provecho es muy práctico, sobre todo si el Partido Popular nos vuelve a gobernar algún día. Dios no lo quiera, Jesusito de mi vida que eres niño como yo.)

9 comentarios

  1. Dice ser Hilario Ideas

    Rajoy ha defendido la iniciativa de los populares de convocar un referéndum nacional para votar la reforma del Estatuto de Cataluña. Respaldada por cuatro millones largos de firmas, presenta el argumento de que el nuevo Estatuto de Cataluña supone la ruptura de la España constitucional y que, por lo tanto, todos los españoles tenemos el derecho de expresar nuestra opinión sobre este cambio de régimen en el que estamos inmersos.Esta reforma avalada, impulsada y propiciada por Zapatero, es la cesión ante el nacionalismo que todo lo devora. No estamos ante la elección de un alcalde que gestiona la buena marcha de un municipio. Es una decisión que no pertenece a unos pocos; nos pertenece a todos. Y por lo tanto todos debemos opinar. Para ignorar algo tan sencillo se busca la reedición del antidemocrático pacto del Tinell, un pacto que pretende la exclusión sistemática del principal partido de la oposición. ¿Se puede acaso gobernar de forma democrática con un pacto antidemocrático? Pues así es como se está gobernando desde Madrid y desde Barcelona.Hemos visto como, en el Congreso, el Gobierno y todos sus socios, ERC incluido, desprecian con prepotencia y soberbia los cuatro millones de firmas que piden un referéndum nacional. Es el estilo de un Gobierno que sólo entiende el «ordeno y mando»; un gobierno que nació en el Tinell y que no va a abandonarlo por más que en Barcelona ya no sirva para mantener al gobierno de Maragall. Y ese pacto, señor Zapatero, es intrínsecamente antidemocrático. El problema es que se han acostumbrado a gobernar con ese estilo, y eso es un auténtico peligro para la esencia de la democracia.Un acertado discurso de Rajoy, que tanto podría compartir la inmensa mayoría de los españoles, ha acompañado al parlamento a los más de cuatro millones de firmas que solicitan que se celebre en toda España un referéndum a propósito del estatuto soberanista catalán. A pesar de ser la iniciativa más respaldada de la historia de nuestra democracia, «el Gobierno del diálogo» –tal y como ha señalado Rajoy–, no le ha dedicado más de cinco minutos para rechazarla.Bien sabemos lo adormecida y neutralizada que está la sociedad civil catalana por la casta nacionalista que constituyen sus elites políticas y mediáticas.

    30 noviembre -0001 | 00:00

  2. Dice ser Mariano Rajoy

    Señorías, como es sabido, el Partido Popular, con el aval de más de cuatro millones de españoles, solicita al Gobierno la convocatoria de un referéndum.¿De qué se trata? Dicho en pocas palabras, solicitamos que los españoles puedan decir si desean —o no— conservar su Nación, su soberanía y su unidad en las mismas condiciones en que estaban cuando el señor Rodríguez Zapatero accedió al poder. Es así de sencillo. Y esto, naturalmente, sin equívocos, sin ambigüedades, sin juegos de palabras, es decir, llamando a las cosas de la misma manera que se les ha llamado desde 1978.Parece muy razonable.Nada justifica que la Nación, la soberanía, la unidad o la igualdad de los españoles sufran cambios porque cambie el gobierno.Y si ha de haber cambios en la Nación, la soberanía, la unidad o la igualdad de los españoles, nadie entendería que no estuvieran refrendados por todos los españoles.Es razonable, pues, querer conocer la opinión de quienes son los propietarios legítimos de todo el país, señorías. No de esta o de aquella parcela, comunidad, señorío, condado, o cortijo. Propietarios legítimos de todo el país, desde La Gomera hasta La Seu de Urgell.La gente, al parecer, se inquieta porque percibe que en España, además de un cambio de gobierno, se están produciendo modificaciones que afectan a la nación, a la soberanía a la unidad y a la igualdad de los españoles. Se inquieta porque sobre esas modificaciones nadie ha solicitado la opinión de los ciudadanos ni estos han delegado su autoridad soberana en nadie.¿Qué diremos, señorías, que estos temores son fantasías de la gente o que responden a lo que ven y a lo que oyen todos los días?No parece que sean fantasías. Los españoles ven que se ha derribado alegremente el consenso constitucional, que han desaparecido todos los equilibrios de la Transición, que se busca la satisfacción preferente de los nacionalistas, que no se escucha al Consejo de Estado ni se consulta al Tribunal Constitucional, que se menosprecia la opinión de la mitad de los ciudadanos, que, por primera vez, se imponen reformas que afectan a la convivencia de hoy y al futuro de todos sin más respaldo que una mayoría simple. ¿Puede sorprendernos que se inquieten?Los españoles perciben cambios que reducen su soberanía o la parcelan o, simplemente, la vacían de contenido real. Cambios que adelgazan el poder del Estado, reducen su eficacia y anulan su capacidad para intervenir en la vida nacional.Los españoles ven que proliferan presuntas naciones y realidades nacionales de nueva planta; que aparecen poderes para-estatales con vocación de co-soberanía; que ahora son los estatutos de autonomía los que señalan las competencias del Estado, las del Consejo del Poder Judicial, las del Tribunal Supremo; que son las comunidades autónomas las que pretenden dictaminar las prioridades inversoras y, a lo que íbamos, que, como consecuencia de todo ello, surgen vetos a la solidaridad y se extingue la igualdad de los ciudadanos. ¿Hay o no hay motivos para la inquietud?Los hay, porque a este proceso en marcha se le podrá llamar como se quiera —y no entraré yo en el juego de los nombres— pero, en sustancia, las reformas que patrocina y sustenta este Gobierno, significan la voladura del consenso constitucional de 1978 a espaldas de los ciudadanos. Por eso, muchos españoles piensan que estamos ante un escamoteo fraudulento de la soberanía.¿Y saben sus señorías qué es lo que más les inquieta? Lo que todavía pueda ocurrir. Porque existe una convicción extendida de que estas reformas, estas aventuras, estos experimentos, no los reclama nadie que sea numéricamente significativo; no los demanda ninguna razón quebrantada; no los exige ninguna injusticia antigua. Nada de eso. Son puros antojos de gobernante desorientado que, para dar gusto a sus socios y sin medir las consecuencias de sus actos, piensa que puede cambiar las estructuras del Estado como quien cambia los muebles de la Moncloa.En resumen, señorías:Más de cuatro millones de personas, apoyan la petición de un referéndum que tranquilice a los españoles sobre su propio futuro. Un futuro que les asegure la supervivencia de la Nación española tal y como la hemos concebido desde 1978 hasta hoy. Un futuro en el que todos los españoles sean iguales, permanezcan unidos, y conserven intacta la soberanía nacional que legítimamente les corresponde.Esto es lo que desea una mayoría ingente de españoles, una mayoría inmensa. ¿Quién puede negarse a ello y con qué argumentos?Comprendo que se nieguen quienes consideran que sus intereses son incompatibles con el interés general. Comprendo que se nieguen quienes esperan beneficiarse de esta situación que perjudica a la mayoría.¿Y el Gobierno? ¿Y el Partido Socialista? ¿Qué se proponen? ¿Hacerse los sordos, negar la evidencia, rechazar la demanda o escuchar a los ciudadanos?¿Nos van a decir que hay pocas firmas como dijo la vicepresidenta? ¿cuál sería la cifra que los socialistas consideran adecuada y digna de ser tenida en cuenta? ¿cinco, diez, cuarenta millones? ¿Cuál sería la cifra máxima? ¿Cuántas firmas hay que reunir para que el Gobierno se dé por enterado?Es evidente que no van a poder hacerse los sordos, al menos, gratis. Tampoco pueden negar la evidencia. Ni siquiera disimularla. Cuando los ciudadanos piden un referéndum porque quieren opinar, la respuesta no puede ser: Tranquilos. No pasa nada. Confíen en mí. ¿Qué broma es esta? No estamos, al menos todavía, en un régimen populista.Si lo que se quiere decir es: NO les hago caso porque no tienen razón, dígase NO de frente y por derecho: no les hago caso porque no tienen razón. Claro que a lo mejor no se atreven a decirlo porque saben que esto tampoco sería gratis.Señorías, ante una demanda tan legítima, tan en razón, con un respaldo tan vigoroso, no podemos ni siquiera imaginar que un gobierno democrático se oponga y la rechace. No sólo porque le costaría mucho encontrar razones para explicar tal rechazo sino porque derribaría por los suelos todas sus proclamas sobre el diálogo y el deseo de escuchar la voz de los ciudadanos. Esta es la voz de los ciudadanos. Es muy fácil escucharla. Y conviene hacerlo: al fin y al cabo, son ellos quienes encarnan la soberanía nacional, es decir, son ellos los que mandan.Señorías, creo que interpreto el sentir de la mayoría; pienso, como los españoles, que todo aquello que tenga que ver con la Nación española debemos decidirlo entre todos, y por eso, solicito formalmente la celebración del referéndum.Confío en que el Gobierno sepa estar a la altura de sus responsabilidades. Sabe, porque cuenta con sondeos que digo la verdad. Sabe que los ciudadanos quieren opinar. Y sabe más. Sabe también que si se les plantea la pregunta de este referéndum contestarán que sí, que desean que España siga siendo una única nación en la que todos sus ciudadanos sean iguales en derechos y en obligaciones así como en el acceso a las prestaciones públicas. Y que lo sean de verdad, con todas las consecuencias.Ustedes tienen la palabra.Muchas gracias, señorías.

    30 noviembre -0001 | 00:00

  3. Dice ser Agnóntico

    SI EL AUTENTICO CID ( EL OTRO NO ESTE )LEVANTARA LA CABEZA……..

    17 mayo 2006 | 01:35

  4. Dice ser TOM

    Dos preguntas:1- Porqué el PP no ha pedido firmas y referendum para el Estatuto Andaluz?2- Porqué no se ha pedido desde el PP un boicot a los productos andaluces como se hizo para Cataluña?

    17 mayo 2006 | 08:18

  5. Dice ser Goyo Tovar

    Sobre los 4 millones de firmas, coged un lápiz, seguid las cuentas según redacto en mi post de ahí al lado, mascad chicle y fumaos un pitillo. Todo ello, cosa por cosa; hasta que aprendamos a vivir y soportar a la vez las lcuras del PP.

    17 mayo 2006 | 08:55

  6. Dice ser rufo

    Dos preguntas para ver si alguien me saca de mi profundo desconocimiento:¿Qué interés puede tener el BBVA en custodiar unas acciones (que supongo serán de Repsol-Bolivia o como quiera se llame la empresa) de una entidad que ha sido nacionalizada?¿Porqué los seguidores del Real Madrid no están contentos al haber quedado segundos en «la mejor liga del mundo»?No hago más preguntas que no quiero seguir demostrando mi supina ignorancia.

    17 mayo 2006 | 09:15

  7. Dice ser Karen

    El PP nunca ha pedido un boicot a Catalunya. Y me vienen incluso a la mente unas declaraciones de Rajoy en televisión diciendo que eso era una estupidez.El estatuto catalán es especialmente dañino al resto de comunidades. Por eso el PP se ha volcado en estas firmas y no en otros temas.

    17 mayo 2006 | 10:00

  8. Dice ser irene

    Karen:¿Y entonces porque el estatuto de valencia que pide lo mismo que el de cataluña no es malo para los españoles?? sera porque Camps es el promotor de dicho estatuto y el Sr. Camps es del pp…¿es eso jesuitico Manolo?Cid: no son tantos los pequeños accionistas y ya se sabe que toda inversion comporta un riesgo…al resto de españoles que pagamos la gasolina sin descuentos y sus precios abusivos en gas y electricidad nos la trae floja (perdon por la expresion) que el amo y señor milloneti de repsol gane un par de millones menos este año, y dado que no es tonto (si no no tendria la pasta que tiene) ese señor seguira negociando con el «indio rojo cocalero» para explotar el oro negro y el gas, que por otro lado empiezan a escasear y le sacaran mucho mas rendimiento (100 dolares el barril de crudo), asi que no padezcas que ni los de Repsol ni los del BBVA (que gestionaban los planes de pensiones de los bolivianos)se arruinen, asi que no padezcas…saludos

    17 mayo 2006 | 10:20

  9. Dice ser EL CID

    anuq solo fueran validas un 25 % de las firmas¿deberia zp haber escuchado las voces discordantes con el dichoso estatuto?pero claro, las firmas solo valen su peso en oro si son de bujarrones, transexuales, musulmanes, terroristas, separatistas y demás faunacon el talante de este tio no se puede ir ni de aqui a la esquina, y es que con zp solo valen las amenazas y la fuerza, y ahí tenemos el ejemplo de evo morales, el amiguete de zp, que va a hacer que el bobo solemne pague la vaselina con que nos está dando por el buyaca a los accionistas de un monton de empresas españolasporque no nos olvidemos que el 5o % de los accionistas de las empresas expropiadas por el indigena son pequeños accionistas

    17 mayo 2006 | 12:36

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