Cada vez creo en menos cosas Un foro para pensar en lo divino y en lo humano

El colaborador necesario

Estamos en semana de pasión. En mis años mozos y adolescentes en días así no se podía poner otra música que no fuese sacra, ni se podía exteriorizar ninguna clase de alegría. Recuerdo que el viernes de Semana Santa no abrían ni los bares, y estaba muy mal visto cantar o silbar en público. Las familias cristianas, o sea todas, por decreto, debían escenificar con el ejemplo del recato su dolor por la pasión de Cristo. Mi madre y mi abuela tenían por aquellos días una cara compungida muy especial, incomprensible para mí que disfrutaba de unas maravillosas vacaciones de primavera.

Y el culpable de todo había sido un tal Judas, el apóstol traidor que por treinta monedas de plata había vendido a su maestro a los ocupantes romanos. Ahora que parece que existe una reivindicación teológica de Judas Iscariote, como elemento imprescindible, a su pesar, como “colaborador necesario” de la labor redentora de Jesús, pues alguien tenía que asumir el papel de traidor, quizá haya que ponerse a pensar en un futuro en la reivindicación teológica del diablo. Porque sin la existencia del diablo, las religiones monoteístas se vienen abajo, sin la amenaza del castigo eterno se quedan sin clientela.

El diablo se nos ha presentado en la doctrina oficial de la Iglesia como un ángel, muy amado por el Padre, que ensoberbecido le echó un pulso por el poder a Dios. Y perdió, por gilipollas, que diría Berlusconi. Contado así, muy listo no era aquel angelito. Este episodio es el que más desconcierto intelectual me produce, aunque comprendo que en un momento de la Historia pudo cumplir su función, como una forma sencilla para las “almas sencillas” de explicar el mal, pues la existencia del diablo aclara ejemplarmente que el mal es una potencia externa a nosotros (a veces la posesión es física). Y digo que me desconcierta porque no comprendo cómo gente inteligente, y sin duda mucho mejor preparada que yo (aquí incluyo a mis padres), puede creer a pies juntillas lo que a los no creyentes nos parece una fantasía delirante, por no decir abiertamente estúpida.

En cualquier caso, es un problema de los no creyentes, pues para los creyentes “no existe ningún problema”. Pero visto desde fuera, ahora que se va a publicar el evangelio de Judas (¿pronto san Judas?) del que parece deducirse que la traición estaba pactada con Jesús, creo que la teología oficial debería ponerse manos a la obra de contemplar a Lucifer como otro “colaborador necesario”.

Por no hablar de la injusticia de que el castigo a Luzbel haya consistido en buscarle otra colocación, ponerle de príncipe (de las tinieblas, pero príncipe) como capo máximo de los torturadores.

Pero ese será tema para mañana.

9 comentarios

  1. Dice ser Johannes Paulus

    Papisa,lo que dices ya se planteó en una herejía de los primeros cristianos (el determinismo) que lamento no recordar su nombre. Todos somos libres, y nadie ha sido creado para el mal. Jesús sabía todo lo que le iba a pasar por las Escrituras. Lee los Salmos y lo descubrirás: Sal 41: «Aun el hombre de mi paz, en quien yo confiaba, el que de mi pan comía,Alzó contra mí el calcañal». Y el Sal 22 dice cómo iba a morir: «atan mis manos y mis pies, se pueden contar mis huesos», etc.Judas, al igual que el resto de los apóstoles, fue libre de hacer lo que hizo. Y el quiso entregar al Rabbí por 30 monedas. Y Pedro quiso apostatar no una ni dos, sino tres veces. Y la diferencia es que Pedro sí aceptó el perdón y Judas, no. Y también fue un acto libre de ambos.

    30 noviembre -0001 | 00:00

  2. Dice ser rufo

    Que el diablo es gilipollas se sabe hace tiempo.Por eso cae relativamente bien en la literatura, pues es bastante fácil engañarle. ¡Si lo hace hasta Homer Simpson! (el de verdad)Leí una vez una novela de ciencia ficción muy interesante, en la que dios era el malo y el diablo era el bueno, pues admitiendo que no había vida después de la muerte, dios trataba de amargar a los hombres el poco tiempo que estamos en la tierra y el diablo trataba de hacerles la estancia más agradable.Buena elucubración para la semana santa. Tendré que ir a confesarme un año de estos.

    13 abril 2006 | 14:52

  3. Dice ser Johnymepeino

    No sé dónde habrá estado escondida tanta materia gris durante tantos años. Judas fue traidor y la doctrina de la primitiva iglesia, con una humildad sin parangón escribió las traiciones del resto de los apóstoles junto a la de Judas. Que ahora hayais descubierto el informe del PP sobre sus dudas sobre el 11M, resulta sospechoso que , tras siglos negando la Biblia, esta nueva la considereis «científica» y «definitiva». No prevalecerán las puertas del infierno, tranquilos.El paisaje de la antígua Semana Santa es tal cual. Lo digo para los jóvenes. La ha descrito tal cual.

    13 abril 2006 | 17:26

  4. Dice ser Papisa Juana

    Este evangelio de Judas no aporta ninguna novedad, a mi parecer, pues por simple lógica, si Jesús conocía su destino y misión (que iba al calvario para redimir a la humanidad del Pecado Original), y además queda claro en un pasaje de los evangelios canónicos que durante la Última Cena dejó claro que conocía que uno de los discípulos lo iba traicionar, entonces es evidente que en la mente de Jesús Judas formaba parte del plan divino. Eso sin remitirnos a la omnisciencia y omnipotencia de su Padre/alter ego Jehová, que tiene que ser responsable de todo lo que pasa o deja de pasar, por el hecho de poseer tales cualidades. En otras palabras, aun sin este evangelio de Judas explicándolo, el razonamiento teológico más elemental indica que Judas era un mandao (sic), como lo seríamos todos (en caso de que hubiera o hubiese un dios así de omnipotente que ha creado todo de la nada, es decir, de sí mismo). Se trata pues de una falsa polémica, basada en el error filosófico de sostener el concepto de libre albedrío al mismo tiempo que la tesis de un dios omnímodo.

    13 abril 2006 | 17:48

  5. Dice ser Aury

    ¡Coño, Saco… y dónde queda el PP en éste maravilloso artículo? Un olvido incomprensible.

    13 abril 2006 | 20:15

  6. Dice ser Listín... de teléfonos.

    Señor Saco: es usted un genio. Se hace una idea de una religión con una serie de puntos flacos, o muy flacos. A continuación la critica, la pone a parir, vive de eso… Todo perfecto, ya que usted busca los ingredientes , los cocina , se lo guisa y se lo come. Pero, coño, a eso va y le llama cristianismo o catolicismo, o iglesia jerárquica o lo que le convenga en ese momento… y ahí se pasó, eso no está bien, ya que lo que usted critica no es el cristianismo- del que no se enteró todavía en qué consiste ni pida explicaciones porque si se las damos ya sabemos su respuesta antes de decirle nada- no, ya que en relaidad su discuso es mas pesado que el de esos predicadores que aburren a las piedras, entre otras cosas porque siempre dicen lo mismo. En el caso suyo resultan interesantes las referencias a sus traumáticas experiencias infantiles y juveniles, que por cierto, jamás he visto unos traumas más productivos que incluso sirven para vivir bastante bien de ellos. Es paradójico, ya que a la gente los traumas infantiles les suelen amargar a la vida y a otros- como usted – se la arreglan y muy guapamente, proporcionando al mes varias veces ul salario mínimo interprofesional, que nos ganamos algunos sudando y no escribiendo siempre de lo mismo.

    13 abril 2006 | 21:30

  7. Dice ser Mili

    En lo único que estoy de acuerdo con los artículos del Sr. Saco es con su apellido. Nada podría caerle mejor.

    14 abril 2006 | 19:26

  8. Dice ser irene

    Sr.Saco…es usted la nueva Bestia negra de la iglesia, el Voltaire del siglo xxI…que mal lo debio pasar de pequeño para haber renunciado a la fe absolutamente…me sorprende pero me encanta que se rebelen contra lo que esperan de uno…un saludo de otra atea…pagana para ser mas precisos…jajajaun saludo

    18 abril 2006 | 17:25

  9. Dice ser Manuel Saco

    Irene, somos ateos gracias a dios.

    18 abril 2006 | 17:31

Los comentarios están cerrados.