Ayer andaban ya colocando las luces de Navidad por mi barrio. Queda poco para que las enciendan. Y este pasado fin de semana ya estaba la Plaza Mayor en Madrid con sus típicos puestos esperando a ser abiertos.
La Navidad está a la vuelta de la esquina y se nota en la decoración de las calles, en los turrones copando las zonas de los helados en los supermercados, en los anuncios de la Lotería y también, sobre todo cuando hay niños en la casa, en los catálogos de juguetes.
Todas las grandes superficies y jugueterías ofrecen estos días sus catálogos de juguetes, con su modelo de carta a los Reyes al final. Y en muchas casa es lectura obligada para concretar qué pedir. Pero viene bien a veces un paseo por alguna juguetería, para poder ver si lo que se promete en la foto se parece a lo que en realidad se quiere.
(GTRES)
En nuestra casa la norma es pedir un único juguete en cada casa (la propia, la de abuelos y tíos), así que hay que pensar bien lo que se quiere. Una vez decidido recortamos lo juguetes seleccionados de los catálogos o los imprimidos tras coger la foto en Internet y colgamos las dos cartas en la cocina, para que los Reyes las vean bien y para que los peques vayan creando expectación. Con Jaime es especialmente útil, así va viendo lo que va a llegar en mes y medio a casa. Jaime, por su autismo, aún no pide ningún juguete, así que somos nosotros con ayuda de su hermana los que elegimos aquello que creemos que más le puede gustar.
Y tras los catálogos y las cartas vienen las compras. No sé a vosotros, pero a mí no me gusta dejarlo para el último momento. Noviembre es un buen mes para asegurarte de tenerlo todo y no andar luego con agobios y carreras por no encontrar lo que han pedido. Además, suele ser en noviembre cuando hay mayores ofertas. Como mucho compramos los regalos durante los primeros días de diciembre.
En los últimos años estoy cogiendo la costumbre de comprarlos por Internet, por precio, por comodidad y por rapidez. Además, comprando online es más sencillo hacerlo a escondidas. Me consta que, entre los padres recientes que me rodean, también es una tendencia en auge.
Mi referencia a la hora de comprar online son Amazon y eBay, sobre todo la primera tiene una experiencia de compra y un servicio post venta fantástico. No por nada es el gigante del comercio electrónico. Aunque más vale acudir a esos sitios teniendo muy claro lo que se quiere comprar. Pero hay muchos sitios interesantes para comprar que se están poniendo las pilas digitales, como Dideco, Imaginarium o, desde hace pocos días, Disney Store.
Y a mí me gusta, siempre que puedo, comprar directamente en sitios más modestos: por ejemplo directamente cuentos a pequeñas editoriales o juegos de mesa, que ya sabéis que me encantan, en comercios online discretos.
¿Cómo os organizáis vosotros para elaborar la carta a los Reyes? ¿Y para comprar lo que piden?