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Fuera chupetes, carros, biberones, purés y padres mayordomos a los tres años

Hoy he tenido reunión en el cole de Julia. La hemos tenido todos los padres. Durante un par de horas los tutores de las dos clases nos han contado la adaptación de los peques, nos han explicado detalladamente lo que hacen en clase, los objetivos para el curso, el calendario de festejos y actividades conocido, han respondido a todas nuestras dudas y han insistido mucho en que debemos conducirles a tener una mayor autonomía, a dejar de ser padres mayordomos ya sea por las prisas o por la sobreprotección, algo que les beneficia a ellos (a los peques, no me refiero a los profes, aunque también) y a nosotros y a que ahora, con tres años y el cole ya iniciado, es el momento de abandonar los remanentes que quedan de la etapa bebé, que son chupetes, carritos, biberones y purés.

Lo cierto es que juego con ventaja. Julia nunca usó chupete, nunca ha tomado nada de un biberón y jamás quiso purés para desesperación de sus abuelas. Como ya os conté aquí en su momento en diferentes posts, el chupete no quise yo dárselo, del biberón no hubo necesidad debido a la excedencia que tuve y ella optó por comer de a poquitos comida cortada en trozos pequeños sin abandonar la lactancia materna.

El carrito es otro cantar. Es nuestro último recordatorio de la etapa de bebé. Normalmente no lo utiliza. Al colegio va y viene andando o en patinete. Son cuatro paseos de unos 15 minutos para un adulto o unos 25 a su paso. Pero reconozco que si tenemos excursión de todo el día a algún sitio que sepa que hay mucho tute, sí que a veces tiro de carrito.

También os digo que si mi hija estuviera muy enganchada a los chupetes o a los purés, trabajaría por lograr que los dejara, pero gradualmente y sin traumas, no en las tres o cuatro semanas que nos han dicho hoy en la reunión.

Una de sus primas también tenía hoy la reunión correspondiente en el cole, y también se ha insistido mucho en todo lo referente a mejorar su autonomía y abandonar hábitos propios de niños más pequeños. Me da que es el tema estrella en primero de Infantil en todos los colegios.

Recuerdo que en el cole al que va Julia, que era el de Jaime, en el primer curso nos entregaron dos circulares con el título A los tres años ya puedo… con una serie de tareas que los niños de tres años deberían poder hacer.

– Beber en taza o en vaso. Por supuesto hace tiempo que olvidé el biberón.

– No uso chupete desde hace bastante tiempo. Eso es de pequeñajos.

– Puedo comer solo utilizanod la cuchara o el tenedor.

– Ya puedo coger agua del grifo sin ayuda.

– Voy aprendiendo a ponerme el abrigo cada vez con menos ayuda.

– Ya sé desabrocharme la ropa y puedo desnudarme con poca ayuda de los adultos.

– Sé ponerme los zapatos aunque no los ate.

– Voy comprendiendo los peligros habituales y los evito (no me acerco a objetos peligrosos, tengo cuidado para no caerme, no me bajo de la acera…).

– Controlo de forma regular los esfínteres.

– Sé lavarme y secarme las manos sin ayuda.

– aunque disimule ya puedo recoger los juguetes con ayuda.

– Puedo jugar solo durante al menos quince minutos aunque todavía necesito que juegues mucho conmigo.

– Tengo un secreto: ya puedo colaborar en tareas básicas: llevar cosas a la mesa, guardar la ropa en el cajón…

Y además nos dieron una cuadrícula (es una pena que no la conserve) que puse en la nevera titulada “Yo solito puedo” con una lista de sugerencias. Os dejo algunas:

-Riego las plantas de casa.

– Hago un dibujo para ponerlo en mi habitación.

– Acompaño a los papás a la tienda y pido una de las cosas que vamos a comprar.

– Me acuesto yo solo en la cama y espero a que vengan los papás a contarme un cuento.

– Junto todos mis cuentos y los coloco en la estantería.

– Me quito los calcetines sin ayuda.

– Busco un tesoro que los papás han escondido en la habitación.

– Preparo el desayuno del cole y lo guardo en la mochila.

– Cojo el teléfono y aviso a los papás diciendo quién les llama.

– Me descalzo y me pongo solo las zapatillas.

– Elijo por la noche la ropa que me voy a poner mañana.

– Pongo los cubiertos en la mesa.

– Guardo los cubiertos en el cajón.

– Me enjabono yo solo en la ducha.

– Llevo mi ropa sucia a la lavadora.

Salvo la de la rutina de sueño, todas las demás Julia las hace. Cuando la tenía en la nevera pensando en Jaime, iba marcando las que ya había logrado. Aún hoy, faltan unas cuantas por conseguir. El viernes tendré otra reunión. Esta vez individual y en el colegio de Jaime. Ya os contaré.