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Madres reales

Ayer estuve viendo la película Las hermanas Bolena. No voy a entrar en críticas cinematográficas, que para eso ya está mi compañera de Sin efectos especiales.

Pero la película recoge cómo el gran (muchas veces) el único papel de las mujeres cuyo nombre ha pasado a la historia era ser madres de hijos sanos y varones que aseguraran la continuidad de dinastías y alianzas políticas.

Lo que se suele llamar el curso de la historia vamos.

Muchas mujeres nobles, incluso reinas, fueron asesinadas, repudiadas, encerradas, caídas en desgracia… por su incapacidad de traer al mundo herederos.

También es verdad que, por el contrario, otras tantas ganaron poder y preeminencia únicamente gracias a los hijos que tuvieron.

Pero lo más gracioso es que esa incapacidad para parir herederos en muchas las ocasiones no era en absoluto culpa de ellas.

El sexo del hijo lo pone el marido, así que las reinas que únicamente engendraban hijas y eran puestas en entredicho y vivían angustiadas buscando un varón realmente no tenían ninguna responsabilidad en el asunto.

En otros casos la culpa la tuvo la sífilis.

No es el único (por ahí anda por ejemplo Iván el Terrible), pero un buen ejemplo es Enrique VIII, que por cierto dicen que era un hombre instruido, inteligente y bastante apuesto en su juventud.

No hay pruebas médicas ciertas, pero todo indica que contagió de sífilis a sus muchas mujeres y a sus pocos hijos.

La teoría de la sífilis no asoma a la película.

Primero se casó con Catalina de Aragón. Y si algo se le daba bien a Isabel la Católica y a sus hijas era gestar y parir. Pero ella tuvo un hijo varón que murió a los pocos días de nacer y al menos cuatro abortos más, varios en el séptimo u octavo mes de embarazo. Sólo sobrevivió una niña, María, cuya supuesta sordera y problemas nasales apuntan a que padeció de sífilis congénita.

Como no le daba un hijo, Enrique VIII se divorció escindiendo a la Iglesia de Inglaterra del catolicismo y dando un golpe de timón a la historia para casarse con Ana Bolena.

Parece ser que la Bolena tuvo un aborto a los seis meses y otro a los tres meses y medio. Sobrevivió su primera hija pese a nacer algo prematura, la futura reina Isabel, que fue miope y estéril y con la que se extinguieron los Tudor reales.

Tras decapitar a Ana Bolena se casó con Jane Seymour que tuvo a Eduardo Vl, su tan ansiado hijo varón que nunca fue un niño sano y murió a los 15 años.

El resto de esposas reales: Ana de Cléves, Catalina Howard y Catalina Parr no le dieron hijos.

Podría haberse casado con 50 mujeres, el resultado no hubiera sido muy diferente.

Probablemente a partir de los cuarenta años Enrique VIII quedó impotente o estéril (o ambas cosas) por la enfermedad.

Imaginad la angustia de una mujer de hoy día, con su trabajo, sus valores modernos, su cabeza sin peligrar… que no puede concebir.

¿Sois capaces de imaginar ahora la angustia de esas mujeres de antaño criadas desde la cuna para crear herederos e incapaces de conseguirlo?