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Hasta Pocoyo y los bebés se rinden al Gangnam Style

No sé cuando se creó con exactitud, pero me lo pasó una amiga, madre reciente también, y me hizo tanta gracia que decidí que sería un buen post para encarar el fin de semana con una sonrisa.

Pocoyo es ídolo de niños de todo el mundo. Jaime y Julia conocen muchos de sus episodios y a todos sus personajes. Tenemos un disfraz, muñecos, cuentos y puzzles protagonizados por este niño de azul.

El bailecito con canción o la canción con bailecito (no sé si monta tanto uno u otro) de Gangnam Style es ignorado por Julia, pero a Jaime le encanta. Y sé de unos cuantos niños pequeños que son auténticos expertos haciendo el caballito.

Como muestra, un vídeo:

Hay incluso una versión hecha con bebés por ordenador:

Desde ‘La Macarena’ no se había visto otra igual…

¡Buen fin de semana!

Kitty, Pocoyo, Buzz Lightyear, Rayo McQueen, Dora, Mickey, Bob Esponja… y ahora Rebecca Bonbon

Lo de los iconos infantiles es como para estudiarlo con detenimiento. Es increíble como ya niños de poco más de un año reconocen a todos estos personajes, intentan pronunciar sus nombres con sus lenguas de trapo y van buscando los juguetes y alimentos que los portan (y que por llevar la franquicia son bastante más caros).

Y muchas veces he pensado que somos nosotros los que fomentamos esas pasiones. Cuando un niño tan pequeño, prácticamente un bebé, reconoce, palmotea y sonríe antre Kitty, Mickey o Pocoyo, todos los adultos que le rodean nos lanzamos a comprarle todo el merchandising de ese personaje. Me da la impresión de que somos peores nosotros que ellos, somos los mayores los que alimentamos ese culto a un bicho en concreto.

No me extrañaría que luego así sea más fácil en la preadolescencia caer en la devoción a Justin Bieber, Crepúsculo o Selena Gómez.

Y todo esto viene a cuento de una noticia que acabo de leer: la creadora de la ubicua Hello Kitty lanza nuevo personaje: una perrita llamada Rebecca Bonbon.

Que el dios que sea nos pille confesados…

La creadora del popular dibujo Hello Kitty, la japonesa Yuko Shimizu, visitó hoy Nueva York para presentar a su nuevo personaje, la perrita Rebecca Bonbon, un pequeño bulldog hembra que vive en la Gran Manzana.

Aunque la lujosa vida de Rebecca, a la que le gusta ir de compras, vestir bien y comer dulces, recuerde a las mascotas de herederas como Paris Hilton, la perrita «adopta las costumbres de cada país que visita», explicó a Efe la diseñadora con una sonrisa.

Shimizu creó hace 36 años a la gata más famosa de Japón, Hello Kitty, cuando trabajaba para la compañía Sanrio, que en la actualidad comercializa cerca de 50.000 productos en 70 países, la mayoría con la imagen de Kitty.

Rebecca Bonbon no ha alcanzado por el momento la popularidad de su pariente felina, pero ya forma parte de ropa y complementos dirigidos a niñas de Estados Unidos, Canadá, Japón, Francia, Brasil, Reino Unido, Alemania, Rusia o Corea del Sur.

«No conozco el porqué del éxito de Hello Kitty y Rebecca Bonbon, pero creo que tiene que ver con el hecho de que sean personajes tan bonitos es lo que las hace populares en todo el mundo», explicó Shimizu, quien aseguró que cuando creó a la gata «no esperaba que tuviera tanta aceptación».

A pesar de los reconocimientos que le ha brindado Kitty, la artista afirmó que ahora su personaje favorito no es otro que éste último y que ideó pensando en sus propias mascotas.

«La inspiración para crear a Rebecca vino de un bulldog francés blanco y negro que vi en una revista, me llamó la atención porque tengo un gato de esos colores», reveló Shimizu, que habitualmente obtiene ideas «de fotografías y libros de ilustraciones».

La dibujante, que es una ávida lectora, cogió su nombre de la novela «Rebeca», de Daphne du Maurier, mientras que el personaje debe su apellido a los bombones, debido a su carácter exquisito y sus preferencias gastronómicas.

El nombre de su más famosa creación ya lo obtuvo de una novela: Kitty hace honor al cachorro blanco con el que jugaba la protagonista de «Alicia en el País de las Maravillas», de Lewis Carroll.

Shimizu abandonó Sanrio poco después de inventar a la gatita y se estableció como diseñadora independiente, pero ha mantenido sus señas de identidad en sus trabajos posteriores: como Kitty, Rebecca tiene un trazo simple y fácilmente reconocible, es dulce y luce un adorno en la cabeza.

«A los japoneses nos gustan las cosas bonitas», señaló Shimizu, en referencia a un aspecto de la cultura popular japonesa que ellos denominan «kawaii», que se podría traducir por «tierno» o «mono».

Así, personajes que en otras culturas estarían más restringidos al mundo infantil, pueden ocupar en Japón ámbitos como el transporte o incluso aparecer en avisos de carácter público.

Los protagonistas del videojuego Pokémon o el dibujo animado Doraemon son algunos de los que han trascendido su origen para convertirse en auténticos iconos en este país, pero la estrella indiscutible de este mundo es precisamente Hello Kitty.

El personaje se dibujaba inicialmente sentado y estaba dirigido a ilustrar pequeños objetos de regalo para niñas, pero su popularidad se disparó rápidamente y Sanrio comenzó a retratar a Kitty con todo tipo de poses y trajes.

El éxito de la gata nipona ha llevado a crear un mundo alrededor de ella, y además de formar parte todo tipo de productos, tiene su propia serie de televisión, un parque temático en Tokio y un espacio en los estudios Universal en la ciudad de Osaka, al sur de Japón.

Por si fuera poco, desde 2009 existe un hospital de maternidad en Taiwán en el que camas, sábanas, mesas, paredes o incluso la ropa de las enfermara están decoradas con su imagen.

El segundo cumpleaños de Julia

Hoy hace dos años que nació nuestro encantador cruce entre libélula y tsunami. Hoy lo celebraremos con la familia más cercana, unos pocos amigos y sus hijos pequeños en nuestro parque de bolas habitual. Hoy comenzará a vivir su tercer año de vida.

Es el día del entierro de la sardina y además de fiesta de cumpleaños será de disfraces. No os cuento de qué irán disfrazados, que quiero que sea sorpresa también para los que acudan.

Y tendremos una piñata de Pocoyo que lleva dos años y medio adornando su habitación. Se la regaló su tía a Jaime por su segundo cumpleaños y es preciosa. La confeccionó a mano un amigo suyo mexicano. La echaremos de menos, pero las piñatas están hechas para romperse.

Deberíamos haberla roto cuando Jaime cumplió tres años. Pero eso pasó cuando llevábamos pocos meses sabiendo de su autismo y aprendiendo a enfrentarnos a él y con Julia siendo un bebé muy pequeño, así que decidí que la reservaríamos hasta hoy.

Hoy también celebramos otro aniversario: el de nuestra boda.
Hace nueve años que nos casamos. Hemos decidido que, si podemos permitirnoslo, los abuelos se dejan engañar y las circunstancias son propicias, el año que viene celebraremos la década escapándonos unos días de viaje solos, sin niños.

Y mañana será mi cumpleaños. Por menos de media hora no cumplimos años las dos el mismo día.

Es curioso como a veces se acumulan las celebraciones familiares en las mismas fechas. Mi santo por ejemplo siempre celebró su cumpleaños junto a su primo y su abuelo, todos nacidos el ocho de junio.

Cumplo 35 años. Cuando comencé con este blog tenía 30 años. Este otoño podré celebrar mis cinco años en vuestra compañía.

Y ahora os dejo, que tengo que rellenar de chuches cierta piñata.

«ua, eyi, popo y pao»

La mayoría de los padres recientes dan por supuesto que sus hijos hablarán. Nosotros no lo damos por hecho, pero cada vez estamos más esperanzados. Vamos creyendo con más fuerza que nuestro hijo hablará, aunque no lo acabe haciendo como hablamos los demás.

Y es que nuestro hijo nos ha hecho un pequeño gran regalo de Navidad.

Jaime sigue avanzando. Despacito. Por lo que veo a mi alrededor hay niños con autismo que de repente dan un gran salto, luego están un tiempo estables, incluso tienen periodos de aparente marcha atrás. Mi niño no es así, o lo es de forma muy sutil. La impresión que tenemos los que le rodeamos es que va pasito a pasito hacia delante, con esfuerzo, lentamente, a su ritmo…

Pero sí que a veces notamos avances que nos iluminan a todos.

Hace una semana descubrimos que diferencia a los personajes de Pocoyo. Distingue a Elly, a Pato, a Lula y a Pocoyo. E intenta decir sus nombres. Le salen sonidos muy lejanamente aproximados (Elly es el más parecido), no siempre son los mismos sonidos. Pero lo intenta. Intenta decir sonidos diferenciados para cada uno de esos dibujos.

Y pocos días después hemos descubierto lo mismo respecto a algunos animales en los cuentos: el perro, el gato, la vaca…

La verdad es que no para de emitir sonidos pero le cuesta mucho hacerlos inteligibles.

Tampoco en el modo de empezar a hablar hay métodos estándar. Algunos niños pronuncian perfectamente cuando comienzan a hablar pero en algunos casos son poco espontáneos, no usan el lenguaje para comunicar.

Lo importante es fijarse sólo en tu hijo y en sus progresos, procurar no compararle con nadie salvo con él mismo.

Cuando 2009 se convirtió en 2010, no emitía ningún sonido comunicativo. Ahora que 2010 se ha convertido en 2011 lo intenta, tiene unas cuantas palabras (pan, dame, agua, upa, abre, regaliz, caramelo, patata…) y está intentado emitir nuevos sonidos.

Vamos despacio, pero seguimos en el camino.

Y quién sabe qué avances orales y comunicativos podré contaros cuando 2011 deje paso a 2012.

Pocoyo, uno de los héroes de mis hijos, premiado en la Mostra de Venecia

Leo en formulatv.com que el niño animado azul que todo padre reciente conoce sobradamente ha cosechado un premio más.

La serie de animación española ‘Pocoyó’ continúa arrasando en medio mundo. El último galardón cosechado, el Premio Kineo-Diamanti al Cinema Italiano de la prestigiosa Mostra de Venecia. José María Castillejo, presidente de la productora Zinkia, ha asegurado a Efe que recibir este premio es una ilusión.

«Nosotros cuando nos pusimos a ello, siempre quisimos hacer un producto global, que fuera aceptado y visto por los niños independientemente de su país de origen, de residencia o de la religión que tuvieran», ha confesado Castillejo para quien «En realidad buscábamos algo diferente para nuestros hijos, para que se entretuvieran y a la vez se educaran».

La serie, producida junto a ITV Global Entertainment cosecha multitud de premios internacionales, como un BAFTA británico en 2006 o la medalla de oro de la asociación estadounidense Parent’s Choice.

Por cierto, que siempre he pensado que a Pocoyo le faltaba una canción para terminar de ser un producto redondo. A falta de la oficial, os dejo con ésta:

Pocoyo, Cantajuegos… y ahora Jim Jam & Sunny

No es que en mi casa se vea mucha televisión precisamente. Todo lo contrario, se ve muy poca y en momentos más que escogidos (nada de tenerla puesta mientras comemos o como fondo de ambiente).

De hecho cuando en mayo de 2009 nos dieron el diagnóstico del peque una de las recomendaciones fue limitarla mucho para que no se perdiera dentro, entre las luces y la música. Y pasamos unos cinco meses sin catar ni un minuto sin que muriera nadie.

Ahora es un buen instrumento para que utilice el panel de peticiones (ya os hablaré de él si tenéis curiosidad) y para que nos pida más música signando.

El primer héroe catódico de mi hijo fue Pocoyo. Tras el niño azul vinieron los Cantajuegos, fenómeno de masas en toda regla y portada de nuestro periódico hace una semana, ahora los que causan furor son los británicos Jim Jam & Sunny.

Cantan mucho, por eso les encanta a ambos. Julia ya ha aprendido a decir «Saaaniiii» y a corear algunas de sus canciones. Los ha visto una de las terapeutas de Jaime y le han gustado. Desde luego los prefiere al tan de moda Bob Esponja.

Os dejo algunos vídeos por si no los conocéis:

Mi primer héroe infantil televisivo y el de mi peque

No recuerdo cual fue el primer programa que me enganchó en televisión, pero mi madre dice que me quedaba embobada con el bosque de tallac.

Mi santo recuerda chiflarse de bien pequeño con Ulises 31.

Pues mi peque, a sus 17 meses y medio, ha encontrado su primer héroe infantil: Pocoyo.

Gracias a youtube, nos sabemos de memoria todos sus episodios en castellano e inglés (incluso nos hemos visto alguno en portugués).

Entre los que más le gustan: el del teléfono, el de la muñeca de Elly, el de irse a dormir, el de «no tocar»…

Pero gracias a también gracias a youtube hemos encontrado su preferido. Con el que se troncha entero. Las carcajadas resuenan por toda la casa.

Lo han hecho un par de hermanitas y ya lo han visto más de 80.000 personas.

Aquí lo tenéis:

Creo que antes que Pocoyo fueron los Lunnis y los Teletubbies.

Cada generación tiene sus pequeños héroes catódicos…