Lo he visto muchas veces y ahora vuelve a pasar: parejas que llevaban años de feliz convivencia negándose al matrimonio por cuestión de principios. Pero justo antes de buscar su primer hijo, durante el embarazo o al poco de tenerlo, correr a firmar los papeles, con o sin bodorrio.
Los motivos son diversos: asegurar herencias, llevarse los quince días de vacaciones, pensar que más que el niño no les iba a atar el matrimonio, relajo con el tiempo en esas férreas convicciones anti-boda…
Y a mí todo me parece genial, casarse y no casarse, casarse antes, durante o después, hacerse pareja de hecho, mantener la soltería junto a la paternidad. Todo es lícito y cada cual que obre como le parezca mejor.
Pero me gustaría saber realmente, si es que hay expertos por aquí o gente que los haya sufrido/beneficiado, los inconvenientes y las ventajas objetivas (legales, de gestiones, económicas) de casarse cuando llega el niño.