Por regla general, cuando una mujer que desea un embarazo compra un test cree que lo está y busca una confirmación. Si la prueba es negativa, lo que está pasando en menor o mayor grado es que un trozo de plástico le está diciendo que no conoce su cuerpo. Y decepciona. Y sienta mal.
¿Pero qué pasa si ese trozo de plástico no es tan listo? ¿Qué pasa si tu cuerpo acaba siendo el que tenía razón?
Cuando estaba embarazada de mi peque me hice cinco tests de embarazo. Hubo resultados para todos los gustos, pero no tuve ningún positivo claro. Y como soy tan irregular desde siempre, y como la química va a misa, ignoré las pocas pistas que me daba mi cuerpo.
La cosa fue así: el primero salió negativo, el segundo dió un positivo raro (si la raya debía salir vertical, se mostró horizontal), para hacerme el tercero acudí a mi matrona con la primera orina de la mañana (dicen que es la más fiable) en un tarrito y volvió a ser negativo.
Como seguía sin bajarme la regla volví a la semana siguiente a la matrona. El cuarto dió un positivo tan clarito que resultaba dudoso. Me emplazó para una semana más tarte. El quinto volvió a ser negativo y me mandó derechita al ginecólogo.
A esas alturas estaba embarazada de unas ocho semanas y aún no lo sabía. El ginecólogo vió algo en la ecografía, pero parecía un huevo huero (no se lograba ver el embrión dentro del saco). Así que me tocó seguir esperando un par de semanas más para saber si estaba embarazada o me tocaba un legrado.
Esa primera ecografía (cuyo resultado dudoso muestro en la imagen) fue el 29 de diciembre. El primer día de mi última regla había sido el 11 de septiembre. En definitiva, que el primer trimestre casi pasa entero sin que yo me entere. Todo por culpa de los tests de embarazo.
La verdad es que todas mis amigas y familiares no han tenido estos problemas con los tests. Con ellas han sido de lo más fiables. Pero cuando yo vuelva a tener dudas de si estoy embarazada no creo que me fíe mucho de lo que me diga ese cacharrejo.
¿A tí te ha pasado? ¿El test de embarazo te engañó?