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#desmontandoaEstivill en el Día Mundial del Sueño Feliz

Las últimas noches ha hecho mucho calor en Madrid, tanto que mi santo ha decidido dormir en el salón, que es la única estancia de la casa con aire acondicionado. Yo, que soporto mejor el calor y cuando me duermo parece que caiga en coma, me quedé en nuestro cuarto. Con la ventana abierta de par en par, nuestra habitación es soportable.

 Julia, que a sus tres años y tras un largo historial de colecho ya suele dormir solita, tiene el dormitorio más grande de la casa. Solemos dar el dormitorio más grande a los adultos, pero yo soy de la creencia de que a nosotros con que quepa la cama ya tenemos bastante, en cambio para ellos su cuarto es su mundo, su pequeño universo dentro de la casa, en el que no solo duermen, también juegan, estudian… por eso le dejamos ese. Pero la verdad es la ventana da a un patio pequeñito y es más caluroso.

La primera noche de calor Julia se durmió en su cuarto, como siempre. Se despertó pidiendo agua, claramente como consecuencia del calor. Y se hubiera vuelto a dormir en su camita, pero yo estaba sola en mi cama y me apetecía tenerla conmigo, así que la traje y dormimos juntas tan contentas. Ayer directamente me fui a la cama a leer y la invité a tumbarse a mi lado. Estuvo jugueteando en la cama hasta que apagué la luz y volvimos a dormir juntas.

 Hoy, 29 de junio, es el día  Mundial del Sueño Feliz #DiaMundialSueñoFeliz29J  y en twitter echa humo un hashtag que se llama #desmontandoaEstivill en el que muchos tuiteros, padres y madres, explican la felicidad que supone poder dormir con tu hijo, defienden el colecho y critican el dejar llorar hasta que el niño duerma y la pretensión de que un bebé debe dormir solo. También están subiendo fotos y enlaces pertinentes.

Yo, que sabéis de sobra por muchos posts previos que comparto esa visión, hoy quiero sumarme con este post.

¡Y que tengáis felices sueños compartidos!

Algunos de los tuits:

 @MaGiAdELmOmEnt0: Lactancia y colecho son aliados y no obstáculos para las madres y padres trabajadores #desmontandoaEstivill

@Akisa1111 RT porfa. Es muy importante! #DiaMundialSueñoFeliz29J http://t.co/lTJGuXOY  #DesmontandoaEstivill http://t.co/zDwNcgJw GRACIAS

@minuscula_eme: #desmontandoaEstivill Porque además, es un placer para ellos y nosotros. (foto) http://t.co/n8Iy5I2S

@PeaJenni: Mientras oyes un desgarrador llanto no duermes #desmontandoaestivill

@Pilar_Mtnez: #DesmontandoaEstivill Beneficios del colecho para la lactancia materna http://t.co/4japC0R3

@elenamayorga: Hoy celebramos el primer #DiaMundialSueñoFeliz29J #DesmontandoaEstivill http://t.co/ccORu87Z

@mmirDG: Cómo te sentirías si al llorar amargamente no encuentras apoyo de los seres que amas? #DesmontandoaEstivill

@TetaReina: Bienvenido a la República independiente de mi cama: Tres años y 6 meses desmontando a Estivill y a cualquiera qu… http://t.co/uJ0SNWNA

@matibascorner: El bebé humano es el animal q durante + tiempo necesita a sus progenitores,no le adiestres, acompáñalo en su desarrollo #desmontandoaEstivil

@arazu: El antropólogo Desmond Morris contra los «brutales» libros de cuidados para niños:  http://t.co/jVMsmoJ8 #desmontandoaEstivill

@karycuina: una imagen que me lo dice todo #desmontandoaEstivill http://t.co/fmfOtarO

@TriceMoon: Despertarse de noche no es una patología en los niños, es una conducta con sentido evolutivo #desmontandoaEstivill

@MartaLaAnjana: #desmontandoaestivill Cuando se deja llorar y llorar a un niñ@ hasta vomitar  eso tiene un nombre y es Maltrato.

@mmirDG: Sigue tus instintos naturales de madre, esos que te dicen que corras a atender a tu bebé cuando llora!!! #DesmontandoaEstivill

@mentelibre_es: Los niños, cuando se sienten preparados, piden irse a dormir a su propio cuarto #desmontandoaEstivill

@fujitot: mi peke no se encuentra solo al despertarse en mitad de un sueño, duerme tranquilo, tus papas estan a tu lado #desmontandoaestivill

@Pilar_Mtnez: No hay nada mejor que dormir con mis hijas. Aqui os dejo mi experiencia #DesmontandoaEstivill http://t.co/RFG6lz9l

@psicopositiva: El método no enseña al niño a no despertarse, le enseña a no llamar, indefensión aprendida #desmontandoaEstivill

@valdorria: Día mundial del sueño feliz. Nada tan alucinante como despertar con la sonrisa de tu bebé a tu lado#desmontandoaestivill

@mentelibre_es: Dormir con tu hijo no es consentirle es acompañarlo respetuosamente en sus procesos madurativos. #desmontandoaEstivill

@unsaltamontesen: El Método Estivill sufrido en propia carne: el punto de vista del niño. #desmontandoaEstivill http://t.co/ohjDJeYq

La guerra del sueño

Un post de enero de 2008 es el que más comentarios tiene, muchos muy encendidos, y probablemente es el más leído.

Se titula El polémico método Estivill y ya os podéis imaginar de lo que trata si no lo habéis leído.

Por eso, por que soy consciente de la guerra del sueño que existe, me he parecido bien compartir con vosotros este post del blog Reflexiones de un pediatra curtido , que lleva mucho tiempo enlazado en el mío.

La guerra del sueño o la inútil discusión de métodos para dormir a los bebés

El primero la controvertida técnica conductista del Estivill – que no es suya sino de del experto pediatra americano del Children´s Hospital de Boston, Richard Ferber- expuesta en el libro Duérmete niño; el segundo, de acuerdo a la filosofía que la Dra. Rosa Jové expone en su libro Dormir sin lágrimas.

Nos muestran que hay dos formas de dormir al bebé. Dejándolo llorar en la cuna con un sistema de tiempos, que puede generar angustia tanto en los padres como en el pequeño que hasta que aprende a dormir asociándolo a una rutina con lloros consiguientes al salir los padres de la habitación , o bien ayudándole a dormir de una manera espontánea e incluso en este caso en la misma cama de los padres. Según esta autora no hace falta dejar llorar al bebé en la cuna para que aprenda a dormir y no se le malcría.

Ahora viene «la bomba atómica» que los padres seguidores de la Dra Jové dinamitarán en cuanto se enteren y los partidarios del Estivill adorarán si además les gustan los gadgets electrónicos. Se trata del «GoodNight Sleep Trainer», artilugio que sirve de «entrenador» para que el niño aprenda a dormir que, en el fondo, no es más que una pauta conductista con chip. La repera limonera. La «ferberización» se popularizó en Norteamérica tras la primera edición del libro de este médico y la «estivillización» es posterior (sería una copia). Ahora el Dr. Ferber ha publicado una nueva edición, veinte años después de la primera, en la que se ha moderado un poco.

Y usted, doctor, ¿de qué lado está? Pues no hablaré si no es en presencia de mi abogado pero mi sentido común me dice que ambos son buenos y malos. Soy listo ¿eh? Eso sí, en España se ha logrado dividir a los padres en dos grupos como si fueran sectas.

Ya sabéis que yo sí que me mojo y no me gusta un pelo el método Estivill.

Aunque jamás criticaría a unos padres recientes deseosos de dormir por utilizarlo o inspirarse en él. Que no dormir es muy malo…

Estivill, también tecnófobo

Ya sabéis lo que opino de Estivill y su siempre polémico «homenaje» al método Ferber para hacer dormir a los niños.

He hablado aquí de eso en el pasado en uno de los posts que más comentarios ha acumulado y no voy a volver a hacerlo.

Por mucho que respete a los padres que lo hayan aplicado, él me despierta pocas simpatías por diferentes motivos.

Parece que a partir de ahora tengo un nuevo argumento: su tecnofobia. ¡Con lo tecnófila que soy yo!

Pues ayer mismo tuvimos una noticia del doctor en portada en la que se hacía referencia a una entrevista publicada en La nueva España.

Allí dijo, entre otras muchas cosas como que «media hora al día haciendo las cosas bien es suficiente para educar a un niño» o «un niño pequeño duerme mal porque tiene malos hábitos», que:

Los que critican mi método es que no han leído el libro o que han leído Internet, que es un foro en el que la ciencia brilla por su ausencia y en el que pueden opinar pederastas y asesinos.

Pues yo he leído su libro, lo he criticado, soy una usuaria activa de Internet y le voy a dar un consejo gratis y bienintencionado: debería usted ser más moderado y prudente en sus apariciones públicas y en las entrevistas a los medios.

De momento ya ha logrado reacciones como las del blog maikelnai, cuyo segundo párrafo suscribo letra por letra.

“Duérmete niño” aborda el eterno problema de los padres: cómo dormir a sus hijos pequeños. Lleva más de dos millones de ejemplares vendidos en todo el mundo, ha sido traducido a múltiples idiomas y confieso que era uno de esos libros que tenía en la recámara. Pero ya no… lo he borrado de la “cola”, se que es un libro controvertido que ha desatado debates entre expertos y padres, los primeros en contra y los segundos a favor, aún así… y sin leerlo, este señor, el conocido Eduard Estivill, me ha perdido como posible cliente y/o lector. ¿La razón? Su desafortunadísimo comentario sobre internet.

Es curioso, este hombre pasó una buena temporada en Estados Unidos, país al que acudió para formarse, aunque tal vez lo único que hizo fue “deformarse”. En aquel país tienen en alta consideración a la red de redes, una de las herramientas más útiles que jamás haya nacido fruto del ingenio humano. Sin embargo este hombre, en un irritante y rastrero ejercicio de simplificación al servicio de sus intereses

El polémico método Estivill

Ayer mencioné de pasada al recomendar a Rosa Jové y a Carlos González esté popular y polémico método conductista para hacer dormir a los niños, y me consta que levantó más ampollas de las que se pueden leer en los comentarios.

El enlace al que conducía es un artículo bastante bueno en bebesymas.com, que habla de sus pros y contras:

Por un lado, los fans a ultranza del método del Dr. Eduard Estivill. Padres que han seguido las indicaciones al pie de la letra y les ha dado éxito dicen que llevan al niño a la cuna y se duerme sólo sin llorar, que se acabaron las luchas a la hora de dormir y que ahora duerme el niño y ellos también.

Por el otro, los que critican sin pelos en la lengua. Opinan que es un método de adoctrinamiento que no trata los trastornos del sueño y que somete a los niños a los deseos de los padres, haciéndolos insensibles a sus necesidades básicas.

Antes de tener niños, antes incluso de plantearme tenerlos, el primer libro que compré para regalar a la primera de mis amigas que se quedó embarazada fue «Duérmete niño» de Eduard Stivill, responsable de la Unidad de Alteraciones de Sueño del Instituto Dexeus de Barcelona.

Es un libro tan pequeño que me lo leí de una sentada antes de regalárselo a mi amiga. Y me pareció que todo lo que contaba era de lo más razonable. Claro, que para mi un bebé era algo sólo un poco menos extraño que un selenita.

Luego tuve a mi propio bebé y me enteré de lo que era críar un niño en primera persona. Ni loca lo hubiera puesto en marcha.

La cosa consiste básicamente en dejar al bebé en la cuna. Y si llora que llore. Ya se acabará durmiendo.

Existe una serie de cosas que se pueden hacer: darle un osito, organizarle una rutina de sueño, si llora mucho asomarse por la puerta de su habitación y decirle cosas como «Cariño, mamá te quiere mucho, pero tienes que dormir solito».

Creo sinceramente que sirven más para consolar a los padres que al bebé.

Imaginen dar un osito, una rutina de sueño y una charla a un bebé de pocos meses aterrorizado por verse solo y que está pidiendo a gritos a sus padres que acudan a proporcionarle amor y seguridad con su presencia.

Claro que funciona, se dormirá seguro. Pero se dormirá sintiéndose abandonado, desatendido por sus padres.

Durante millones de años, si un bebé pasaba a solas la noche, casi con toda seguridad acabaría muerto: devorado por cualquier fiera, congelado, mojado…

Nosotros sabemos que está completamente a salvo en la cuna de su habitación. Él no lo sabe. Su instinto le dice que si de noche no está con sus padres, no verá la luz del día siguiente.

Tan sólo hay que ponerse en su lugar.

Un bebé que llora por que no quiere dormir solo, no sufre insomnio ni alteraciones del sueño, que es en lo que es experto Stivill. Puede dormir perfectamente si está acompañado, que es lo que su instinto le pide.

Y que nadie se me soliviante. No juzgo a los padres que lo han aplicado, juzgo el método mismo.

¿Queréis saber otro método infalible para hacer dormir a esos niños que se niegan a conciliar el sueño en su cuna sin llorar?

El colecho, que de paso reduce drásticamente el riesgo de muerte súbita. Ya hablaré al respecto largo y tendido en el próximo post.

Carlos González, Rosa Jové y cuatro libros que merecen la pena

Soy una lectora obsesa. Y digo obsesa porque cuando me da por un tema devoro todos los libros que puedo encontrar al respecto hasta que agoto el tema o me agoto yo. Además leo muy deprisa, así que me cunde mucho.

Igual que cuando me dió por los literatos rusos o por la cría de peces trópicales me dediqué durante meses a devorar en exclusiva libros sobre la materia, con la maternidad he expoliado librerías públicas, de pago y ajenas.

Y tras mucho leer, ahora no paro de recomendar los libros de Carlos González, mi pediatra favorito.

Escribe siempre desde el respeto, a los padres y sobre todo al niño. Que hay muchos que por cómo tratan a los bebés en sus libros parece que están hablando sobre cómo programar el DVD.

Ha escrito sobre alimentación infantil en «mi niño no me come». Un manual muy chiquitín con edición de bolsillo que quita hierro al siempre delicado tema de la alimentación y explica la mar de bien las famosas curvas de crecimiento y percentiles que traen por la calle de la amargura a muchas madres, sobre todo a aquellas que le dan excesiva importancia.

También ha escrito «Bésame mucho, cómo criar a tus hijos con amor», que te ayuda a entender porqué los bebés son como son y se comportan como se comportan.

Por qué quieren brazos, por qué lloran, por qué les gusta dormir con sus padres, por qué no quieren andar… Informa muy bien sobre el colecho y la lactancia materna. Y apoya la crianza natural y el amor como estrategia.

Y un tercero: «Un regalo de toda la vida», el manual definitivo sobre lactancia materna.

Carlos González es una autoridad al respecto y si lo leéis os aseguro que sabréis más sobre el tema que muchos pediatras y matronas.

Para terminar recomiendo un libro que no es del doctor González, sino de Rosa Jové: «Dormir sin lágrimas».

Rosa Jové es la antítesis del por desgracia famoso «Duérmete niño» del doctor Eduard Estivill, que sabrá mucho del sueño, pero que habla de los bebés como si fueran tostadoras.

No son biblias, no son manuales de uso de un bebé, ni siquiera hay que estar de acuerdo con todo lo que dicen, pero son de lo mejorcito que he encontrado, son muy informativos y creo que merecen la pena.