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‘Crea tu libro’ de Marion Deuchars, un libro para jugar con el arte

imageDesde hoy van a tocar unos cuantos posts seguidos de libros. Es lo que tiene las fechas en las que estamos. Libros que nos han gustado, que recomiendo de corazón. Y voy a empezar por uno que no es un cuento al uso, sino un volumen que ayuda a los niños a aprender de arte, a conocer a los artistas más relevantes, que anima a explorar y ser creativos al tiempo que se van comprendiendo algunas técnicas.

Fue un regalo que recibió Julia en su séptimo cumpleaños y es realmente una maravilla para cualquiera que disfrute dibujando y coloreando.

Tiene una portada estupenda para entender lo que tenemos en las manos, pero un título que no ayuda demasiado: Crea tu libro. Así lo describe la editorial:

Crea tu libro con las técnicas secretas de los artistas más reconocidos de la historia del Arte. Pinta con Mondrian, Van Gogh, Andy Warhol… y descubre la fuerza expresiva de los colores. Y también podrás crear tu propia escultura móvil al estilo de Calder, pintar con una canica al estilo de Pollock o componer tu retrato cubista como Picasso.

Creado por Marion Deuchars y publicado por Coco Books, una editorial que tiene un buen puñado de títulos en la línea de este libro.

Os recomiendo encarecidamente que echéis un ojo a su amplio catálogo, porque tienen una línea bien definida que ha dado lugar a libros diferentes, que impulsan la creatividad, que intentan ofrecer algo nuevo a las abarrotadas estanterías infantiles de las librerías.

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La imaginación de un niño en un peluche

IKEA_SoftToys_SAGOSKATT_ColecciónUna amiga que sabe bastante de esto de dibujar me comentaba que ojalá nunca hiciéramos a nuestros niños copiar dibujos, calcar, colorear lo ya dibujado. Según ella, estamos homogeneizando una mirada única, sin influencias, maravillosa y sujeta a una mano que aún está aprendiendo a manejarse.

De ahí salen creaciones maravillosas. Enseñarles a dibujar, me decía, es otra cosa, debería ser enseñarles a hacerlo libremente, respetando su creatividad y su manera de ver y representar el mundo y aquello en lo que sueñan, no procurar que todos hagan casitas cuadradas con dos ventanas, una puerta y un tejado rojo equipado con una chimenea.

Yo, que no sé apenas nada de técnica de dibujo o de cómo instruir en ese arte, tiendo a estar de acuerdo con ella cuando veo lo que son capaces de hacer los niños pequeños. Ya os he contado que mis cuadros favoritos en casa son aquellos que han hecho mis hijos y que los tengo colgados en casa y animo a hacerlo porque es algo les llena de orgullo y les anima a seguir dibujando. El último en incorporarse a nuestra particular galería fueron unas amapolas. ¿Recordáis?

Respetar sus creaciones, darles mayor entidad, convertirlas en algo más y dejarnos inspirar por ellas sin pensar desde la superioridad de la edad adulta que somos capaces de hacer mejor cualquier cosa en la que se embarquen ellos.

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Una galería de arte en casa al alcance de todos

Con toda seguridad será pasión de madre, pero lo cierto es que Julia pintó ayer un cuadro, con su pequeña paleta de plástico, sus tres pinceles y pintura de dedos, que a todos en casa nos ha encantado.

Son estas amapolas.

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Llegan además justo cuando he acabado La sombra blanca, una recomendable historia de fantasmas ambientada en las trincheras de la Primera Guerra Mundial del escritor y periodista Carlos Fidalgo cuyas páginas están llenas de los pétalos de estas flores.

Julia no ha leído este libro, ideal para disfrutar en silencio y en penumbra, así que las amapolas han llegado por pura casualidad, por conexión mística entre madre e hija o porque Normandía aún está reciente y también llena de amapolas, las flores que se llevan a los soldados en los cementerios militares y que crecen en los campos que antes albergaron baterías de cañones y bombardeos.

Os dejo pensando la opción más probable.

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No es el único cuadro que pintó. También hizo uno abstracto. Y ambos ocupan ya un marco en nuestra particular galería de arte infantil. Mis cuadros favoritos de toda la casa.
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Que sí, pasión de madre, ya lo sé.

En cualquier caso tener una galería así, única y de nuestros hijos, está al alcance de cualquiera por muy poco dinero. Y a ellos les encanta ver que valoremos así sus creaciones.

Nosotros arrancamos con esta costumbre hace cinco años, os lo conté entonces como sugerencia de decoración. Los marcos son los mismos, saludos de Ikea, la pared es otra, también algunos de los dibujos. Los viejos siguen ahí dentro, agazapados dentro del marco tras los nuevos.

No es el único objeto de decoración que ha salido de sus manitas. Uno de los últimos es este tiranosaurio de madera que montamos juntas y que Julia ha bautizado, tras su paso por su paleta y purpurina, como el T-Rex arco iris.

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Si hay pequeños artistas en la casa, que se note. Ellos van a estar de acuerdo.

StarWars Rebels y StarWars Phineas&Pherb: dibujos mejores que las últimas películas de George Lucas

Empezamos con Pocoyo cuando tenía menos de dos años, como casi todos los niños. Desde entonces hasta ahora que Julia tiene ya cinco años largos ha pasado por distintas series de dibujos predilectas, incluso un par de antiguallas que su padre y yo rescatamos para mostrarle: David el gnomo y Érase una vez la vida.

Cuando hay unos dibujos que le gustan mucho, intentó verlos. Quiero saber cómo son, lo que transmiten y también interesarme por lo que le interesa a ella. Y es entonces cuando descubres que hay dos tipos de dibujos animados: los que disfrutas y los que difícilmente aguantas.

La mayoría son difíciles de digerir cuando eres adulto. Por mucho que quieras es difícil disfrutar de Caillou, Mia&me o Peppa Pig a partir de cierta edad. Mi truco a veces es ponerlos en inglés, que le viene bien tanto a ella como a mí.

Pero los hay que están realmente bien y disfrutamos en familia todos juntos.
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Nuestros últimos descubrimientos al respecto han sido StarWars Rebels y la versión del Episodio IV de Phineas&Pherb.

Los segundos son divertidísimos, sin más. Muy bien hechos, ingeniosos e inteligentes. Un homenaje a lo mejor de esa referencia imprescindible de la cultura popular que es StarWars.

Los dibujos animados de StarWars Rebels son más irregulares, los dos primeros episodios que emitieron (y que me consta que vieron muchísimos adultos sin niños en casa), nos dejaron a muchos con un sabor de boca agridulce (lo de los wookies era un poco de vergüenza ajena), pero muchos de los siguientes episodios son aventuras muy bien hechas y respetuosos con lo mejor del universo de los jedis.

Fue mi santo el primero en decirlo en voz alta: «estos dibujos están mil veces mejor que las últimas películas de George Lucas». Y tiene toda la razón.

Lo cierto es que son un motivo más para tener una nueva esperanza en la película que está preparando Disney. No creo que llegue a la épica de las tres clásicas, pero seguro que no tienen tantas escenas que den vergüenza ajena como las tres últimas.

Por cierto, que Julia ha visto hace poco las tres clásicas y las ha disfrutado mucho. «Las películas de la princesa de las galaxias», las llama. Tenía que haberla grabado mientras veía la famosa escena en la que Darth Vader desvelaba su paternidad, aunque no se me olvidará la cara que puso.

Hablando con el arte, así se expresan las personas con autismo

Ayer se inauguró en Madrid una exposición muy especial que estará abierta hasta el trece de marzo en horario de diez de la mañana a nueve de la noche, también el sábado y el domingo.

Detrás de la exposición gratuita está ARGADINI, una asociación que trabaja con personas con discapacidad y personas con autismo en el ámbito de la cultura.

Tenemos como fines mejorar la calidad de vida, el desarrollo personal, educativo, social, cognitivo y emocional de personas con cualquier tipo de discapacidad e independientemente del colectivo o grupo social al que pertenezcan, así como contribuir a su integración social y laboral.

En estos momentos, la Asociación ARGADINI está trabajando basándose en las líneas del programa ARGADINI, Educación Emocional a Través de la Creatividad, para la integración cultural y social de las personas con discapacidad intelectual y trastorno del espectro autista, desarrollando actividades relacionadas con el mundo del arte en el Museo Thyssen-Bornemisza, Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía y Museo Nacional del Prado, y relacionadas con el mundo de la literatura, creando rutas literarias, actividades en bibliotecas y centros culturales, así como la tertulia “Escribir por el placer de contar” en el Café Gijón.

Utilizamos el arte como medio de expresión. Partimos desde los intereses de nuestros alumnos. Vemos sus puntos de vista, su perspectiva.

Detrás de las obras del proyecto Simbiosis se encuentran personas con trastornos del espectro del autismo (TEA). Hay que empezar a dejar de pensar que tras las expresiones artísticas que merecen ser contempladas sólo puede haber adultos, claro que puede haber personas con discapacidad o niños. “Hablando con el arte” lo llaman en esta asociación. Un buen nombre.

Esta exposición recoge una muestra de las obras creadas en distintos talleres realizados durante 2012. En ellas participaron alumnos del colegio al que va Jaime.
• Poesía bajo el blanco, con Boa Mistura.
• Reinterpretación de los objetos, con Alfredo Velasco.
• Fotografía, con Maria Jesús Burgos.
• Carboncillo, con Mónica Sánchez Robles.
• Collage, con Beatriz Arroyo.

Las obras están a la venta y el dinero recaudado se reinvertirá en el desarrollo del proyecto.

 

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Y por último un vídeo:

Esperando el sol, como agua de mayo

«Mamá, ya sé pintar nubes», me decía ayer Julia con dos post its en las manos que ahora están en la nevera. Es nuestra galería de arte infantil particular, junto con las paredes de su cuarto, con sus tres años recién cumplidos va controlando cada vez mejor el trazo de sus dibujos y le fascina descubrir lo que es capaz de hacer.

«¿Sabes? Soy muy buena pintando nubes», insistía. Y no me extraña, es casi lo único que se ve estos días. Llevamos una semana entera de entretenimientos de interior: parques de bolas, juegos de mesa, consola (Disney Kinect sobre todo), visitas, dibujar (nubes), centros comerciales… y muy poquito parque.

No sé si coincidiréis conmigo, pero creo que la percepción de varios días de vacaciones lluviosos con o sin niños varía bastante. Antes de tener hijos no suponía ningún problema: Tardes de sofá y manta viendo la tele o leyendo, cine, compras, cafés o copas.

Con niños llenos de energía la cosa cambia, y por mucho que sea beneficioso que llueva, acabas deseando que escampe y poder ir con ellos al parque, a pasear, al zoo, al parque de atracciones, a practicar con las bicicletas.

Menos mal que ya queda poco
. A ver si pronto puedo enseñaros los soles que dibuja Julia.

¿Te imaginas que sus dibujos se convirtieran en muñecos de verdad?

Ayer me descubrió una amiga una iniciativa que me tiene fascinada. Se llama Child’ s Own Studio. Se trata de una madre canadiense que tiene una visión y unas manos maravillosas para convertir los dibujos de los niños pequeños en muñecos.

Desconozco el precio de sus trabajos, pero os aseguro que en cuanto los dibujos de Julia y Jaime sean más figurativos me plantearé encargar alguno.

Está teniendo éxito además. Parece que tarda entre 4 y 6 meses en entregar un encargo. En su web tenéis más información y aquí varias galerías llenas de ejemplos.

De hecho estoy por intentar convencer a mi cuñada de que lo intente. También es de lo más creativa, aunque no sé cómo se le dará la aguja y el hilo. Tal vez ella tenga que engañar a su madre para que le eche una mano si es que le gusta la idea.

Os dejo algunos ejemplos. A mí, sencillamente, me encantan.

¿Me ayudáis a desentrañar el misterio «hipo fumi»?

Mi hija lleva todo el día hablando de unos dibujos animados en los que se dice o se llaman algo semejante a «hipo fumi».

Dado que la jota la transforma en efe con frecuencia podría ser algo del tipo «hipo jumi».

Ha tenido que verlos en Clan o en el Disney Channel supongo, pero ni yo ni su padre estábamos presentes.

Después de interrogarla lo único que hemos sacado en claro es que «hipo fumi» es de color rosa y sale en la tele.

A saber…

Es el gran misterio a resolver. Pese a lo pequeña que es, puede ser terriblemente insistente.

«¡hipo fumi!» «¡hipo fumi!»

Si alguien puede darnos alguna pista estaríamos inmensamente agradecidos.

Y Julia aún más…

———

Pues efectivamente se trataba del equipo UmiZoomi. ¡Gracias por ayudarme a desentrañar el misterio!

Los dibujos animados, mejor en inglés

En mi casa, cuando se pone la tele con dibujos animados, siempre hablan en castellano. Bastantes dificultades está teniendo Jaime como para encima meterle otro idioma.

Pero de no ser por eso, probablemente haría como muchos padres que conozco, que directamente tienen configurados determinados canales en su versión original.

Algo irá quedando dicen ellos. Y probablemente tienen toda la razón del mundo. Uno (no el único) de los motivos por los que en España tenemos un nivel de inglés tan triste es por nuestra excelente industria del doblaje.

¿Vosotros lo hacéis? ¿Les ponéis los dibujos en inglés?

Luego están esos dibujos que están ahora de moda en los que directamente se hablan en spanglish.

Manny Manitas, Dora la exploradora y su primo Diego hablan a medio camino entre un idioma u otro. Aunque en versión original el inglés predomina más.

Por cierto, que como veo en esta noticia del periódico Latino, esos tres personajes que tantos niños pequeños adoran son de origen mexicano y están triunfando en todo el mundo.

Hay una encuesta sobre cual es el preferido
. Mis niños si tienen que elegir se quedan con Diego, que es probablemente el menos famoso. Manny le encanta a mi sobrina (y a mi santo).

Parece que hay muchos hay fuera también interesados en aprender español.

Mis cuadros favoritos

En casa tengo unos cuantos cuadros, alguno incluso firmado. Ninguno tiene valor monetario, pero a mí me parecen todos preciosos. Por algo los he escogido yo, claro 🙂

Pero mis favoritos están desde hace pocos días en la pared de la cocina. Los han hecho mis hijos, con pintura de dedos mucha ilusión y (salvo en uno de ellos, seguro que adivináis cuál) ninguna ayuda.

Con unos marcos comprados en Ikea por poco dinero y las obras de arte de mis hijos, la pared ha quedado estupenda. No hace falta gastarse demasiado dinero decorando… ¿no creéis?

Uno de ellos lo hemos titulado «el escorpión«, ese y el de arriba son cosa de Julia. El niño a base de esponja y pintura de dedos es de Jaime. Las manos que hay arriba de ambos.

¿Os gustan?