“Por eso no me gusta MasterChef Junior, piensa en los que han sido expulsados y van a perderse el viaje a Disney. No me gustan los concursos en los que hay niños compitiendo así”, dijo mi santo tras ver la publicidad del tercer programa de RTVE, en el que los niños se van a cocinar a Disneyland Paris.
No es la primera vez que lo menciona. “No me gustaría que Julia participase en algo así”, me dijo ya en el primer programa, sabiendo que tenemos en casa a una cocinillas en potencia que disfruta mucho viendo este programa (también en su versión estadounidense) y Cocina con Clan y elaborando las recetas del libro Recetín, uno de sus regalos de reyes.
No le gusta ese tipo de competiciones en las que solo puede quedar uno con niños tan pequeños, algunos de tan solo nueve años. Tampoco le gusta ver las lágrimas y el disgusto que se llevan muchos niños que no logran convencer a los jueces con sus platos y que acaban de patitas en la calle al final del programa. Yo la verdad es que no lo tengo tan claro. Saber que no siempre se puede ganar en esta vida es un aprendizaje importante. Hay que saber perder y saber ganar y nunca es pronto para comenzar a interiorizarlo. También es clave aprender a domar la envidia, los celos y sensación de que el mundo ha sido injusto con nosotros.
Lo que a mí menos me convence de MasterChef Junior es simplemente el hecho de usar a niños para hacer negocio. Me chirría ver niños en los concursos televisivos así, en general. Que sí, que se llevan muchos aprendizajes de diferente tipo además del culinario, amigos, contactos y una experiencia que recordarán toda la vida. Tal vez incluso regalitos tipo tablet y, para un afortunado, dinero contante y sonante. Pero les está exponiendo demasiado a mi parecer a una edad a la que ellos no son conscientes de lo que eso implica.
Hay un niño, no voy a decir quién, que me consta que todo el mundo que ha visto el programa detesta en mayor o menor pedida. ¿Eso marca? ¿Y si eso marca? Que hasta les abren cuenta en twitter, con el circo romano que puede ser esa red social. Y fijaos por ejemplo en el otro pobre chaval al que ha puesto tantos en la picota por el desafortunado comentario de las mujeres y lo bien que se les da limpiar. Que sí, que metió la pata hasta el corvejón, pero tiene doce años y no es justo que arrastre ese sambenito toda la vida, algo que tal vez ocurra. Si yo hubiera sido responsable de la realización del programa probablemente no hubiera incluido ese fragmento, pero la audiencia y la resonancia en redes mandan. Quieren un programa blanco, hacer menos sangre que con los adultos, pero no hasta ese punto. He visto que comparto la reflexión con Mamás Full Time. Y hay un pequeño fragmento con tres niñas discutiendo si Jordi es más guapo que Pepe que también es terrible que lo hayan emitido.
¡Y lo vemos eh! Lo recalco por si no ha quedado claro. Eso sí, lo vemos grabado por fragmentos porque no sé a qué cerebro pensante se le ha ocurrido hacer programas infantiles que duran dos horas y media y acaban tan tarde. Pero vemos más el estadounidense. Y nos gusta más. Tiene una duración muy razonable de entre 40 o 45 minutos por programa, no supura publicidad encubierta y descubierta como el español, los niños se limitan a cocinar y además aprendemos inglés.
Por cierto, que gracias a mis compañeros de La Gulateca descubrí que el verdadero MasterChef proviene del Reino Unido, es un programa que lleva décadas y la versión Junior que lanzaron inicialmente era para cocineros amateurs de más de 16 años.
MasterChef Junior es para mí una dicotomía, os lo confieso. Espero que Julia no se empeñe nunca en intentar ir. Tiene cinco años, no creo que el formato dure tanto. Aunque nunca se sabe.
No soy la única que opina así. En mi página de Facebook pregunté al respecto hace unos días y había gente que coincidía conmigo:
Mamá sin complejos: No me gusta ni que los niños compitan ni que saquen beneficio económico descarado de ello.
Lali: Coincido contigo y voy más allá, no me gustan en general los programas con niños, compitan o no, me resultan raros… ni siquiera las series con mayoría de protagonistas niños…
María: Yo creo q no deberían competir de esa manera. Lo pasan fatal , se ponen muy nerviosos y no disfrutan lo q debieran.
Delfy: Bueno yo estoy en contra de que muchos se hagan ricos a costa de los niños generalmente.. De que cocinen no, ya que desde que tengo conciencia era lo normal siempre con vigilancia de un adulto y nunca como obligación.
¿Qué os parece a vosotros?
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