Es el fin de una etapa y también de un gasto importante. Pero lo cierto es que se me hace algo raro pensar que ya no tendré que volver a comprar pañales después de cinco años viéndolos ocupar medio carrito de la compra.
Julia lleva tres semanas sin pañal de día ni de noche con apenas dos accidentes sueltos.
Por la noche hemos instaurado la costumbre de hacer pis justo antes de dormir y se despierta siempre seca. De hecho, si tiene ganas a lo largo de la noche se despierta para pedir ir al baño.
Jaime sigue llevando pañal de noche, pero creo que me voy a animar a quitárselo, por mucho que no tenga tan claro que lo vaya a controlar tan bien como su hermana. Tal vez me sorprenda como hace un año con el pañal diurno, no lo sé. Pero creo que toca intentarlo en cuanto regresemos de las vacaciones.
Veo la pañalera en su cuarto llenita de pañales que ya no serán necesarios, pañales que mañana mismo regalaré a su prima pequeña. Y es una sensación rara. Era de las pocas cosas que aún me recordaban el bebé que fueron hace nada.
Me pregunto si vosotros también habéis tenido esa sensación.
Mis niños se hacen mayores.