‘La decisión de Sophie’, la huella de la maternidad #unoalmes

La decisión de Sophie es un libro de William Styron que suelo recomendar. Yo lo descubrí adolescente, en una edición que rodaba por casa del Círculo de Lectores que fue propiedad de mi madre, un par de décadas después de que fuera un bestseller y cuando ya había pasado una década del estreno de la película de Alan J. Pakula protagonizada por Meryl Streep, Kevin Kline (fue su debut cinematográfico) y Peter MacNicole.

Imagino que tanto la película como el libro suenan como algo ‘viejuno’ y poco atractivo teniendo tanta oferta de lectura y entretenimiento audiovisual reciente, pero ambos productos merecen la pena.

El libro, publicado en los setenta, es absorbente y da unos volantazos que te llevan desde la historia de un aspirante a escritor convertido, por su trabajo en una editorial, en el primer muro con el que se encuentran otros escritores que quieren publicar, a la compleja historia de amor y dependencia de dos seres rotos y recompuestos y al horror de un campo de exterminio en la Segunda Guerra Mundial. Volantazos que conducen de la risa al llanto sin que la historia se salga del carril, una historia cuyo núcleo es la maternidad, por mucho que apenas aparezca ningún niño.

Un libro que se lee ágil, con un inicio maravilloso y una complejidad que se digiere con facilidad, que cuenta con un narrador, en los límites del protagonismo, dibujado con destreza, igual que el resto de los personajes. Un tipo inolvidable que en la película se diluye.

William Styron (1925-2006) fue uno de los mejores escritores americanos de su generación. Combatió en Japón en la Segunda Guerra Mundial y escribió su primera obra Tendidos en la oscuridad, con solo 26 años. Además de por el éxito de ventas internacional que fue La decisión de Sophie, se le conoce por Confesiones de Nat Turner, ganadora de un Premio Pulitzer.


El libro lo leí un par de veces antes de ser madre, pero la película no la vi hasta hace pocos años, teniendo ya a Julia y Jaime. Y tiene la escena más dolorosa de ver que yo recuerde en una película.

La película, de 1982, le valió un Óscar a Meryl Streep. Francamente lo merece. Su retrato de una mujer polaca, fascinante y quebrada, incluso cuando ya se encuentra a salvo en Estados Unidos y es amada, es perfecto en todo momento. Pero solo por la desgarradora escena del tren ya lo merecería.

Y, ojo, que a partir de aquí hay spoilers. Si alguien no ha leído el libro o visto la película y desea hacerlo sin saber nada del argumento, mejor si deja de leer.

La decisión de Sophie es la historia de una madre, porque una no deja de ser madre aunque haya perdido a sus hijos. La decisión de la protagonista, a la que hace referencia el título, fue tener que elegir a cuál de sus niños salvar la vida.

Solo uno de sus hijos podía quedarse a su lado, por decisión de un oficial sádico. El otro se separaría de ella e iría directamente a encontrarse solo con la muerte. Si ella no era capaz de elegir, deprisa, en ese mismo instante, morirían ambos.

Sophie sacrifica a su hija, más pequeña y más débil, para conservar a su lado a su hijo varón, mayor y más fuerte. También él moriría finalmente, pero esa decisión que tuvo que tomar y la pérdida de sus niños la marcaría para siempre. Como habría marcado a cualquier madre.

Lo lees, lo ves siendo madre de más de un hijo, y el corazón se te parte en dos imaginándote en esa misma situación imposible.

La única decisión posible es la de la protagonista. Optar por mantener a tu lado al niño con más posibilidades de sobrevivir.

Y yo tengo claro, teniendo ese criterio en cuenta, a cuál hubiera elegido. Y solo pensarlo me resquebraja. Aunque la realidad es que no me habría visto jamás enfrentada a esa decisión, habrían elegido por mí. Las personas con discapacidad fueron masacradas por los nazis en igual medida, o aún peor, que otros colectivos.

4 comentarios

  1. Dice ser Cristina

    Efectivamente, bestial la escena que da título a la novela y a la película. Yo no soy madre y me impresionó tanto que no puedo imaginar lo que supondría esa elección para alguien que sí lo sea.

    23 junio 2017 | 09:14

  2. Dice ser israel

    Cualquier padre moriria tratando de asesinar al que le proponga algo asi.

    Solo una mujer seria capaz de tomar la decision de a que hijo deben matar

    23 junio 2017 | 09:25

  3. Dice ser Lola

    En la novela, no en la película, Dr. Zhivago hay una escena por el estilo: un padre con sus hijos va en un trineo a través de la tundra siberiana y una manada de lobos lo persigue, el hombre toma una decisión drástica: echa a los lobos a uno de los hijos para mientras las fieras devoran al inocente tener tiempo para poder escapar. Dramático, ¿qué sabe uno lo que haría en un caso semejante? Aunque supongo que una decisión así te marcaría para el resto de tu vida.

    23 junio 2017 | 12:04

  4. Dice ser LaCestitadelBebe

    No he tenido el placer de ver la película ni leer el libro, pero por lo que decís debe ser impresionante. Personalmente prefiero leer el libro primero y después ver la película para ver la adaptación.

    Gracias por la recomendación, en cuanto tenga un ratito lo miraré.

    Besos!

    Anabel

    05 agosto 2017 | 14:17

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