El año pasado os hablaba en este mismo blog de un libro que había descubierto que era una joya, tanto por la belleza de las ilustraciones como por su idea y ejecución: dar a conocer a mujeres a la que la Historia no ha hecho justicia, cuyos nombres nos suenan pero que no sabemos ubicar en el tiempo y explicar porque fueron sobresalientes a menos que alguna película de éxito haya recogido sus logros.
«Porque hay muchos nombres que no deben ser olvidados, porque la Historia no está completa sin nosotras«, explica su autora, Isabel Ruiz Ruiz.
He prestado ya en varias ocasiones y siempre con éxito esa maravilla que es Mujeres, uno de esos libros que ocupan un lugar de honor en la librería. Un lugar de honor con espacio suficiente como para dar la bienvenida al segundo volumen, que justo ahora está en preparación, con un crowdfunding abierto en Verkami.
En el primer libro encontrábamos a Concepción Arenal, a María Montessori, a Gertrude Ederle, a Virginia Woolf, a Marie Curie, a Clara Campoamor, a Hipatia de Alejandría, a Margaret Bourke-White, a Hellen Keller, a Dian Fossey o a Frida Kahlo.
En esta nueva colección de Mujeres encontraremos a Christine de Pizan, Simone de Beauvoir, María Moliner, Herda Taro, Hedy Lamarr, Malala Yousafzai, Nelli Bly, Wangari Maathai, Maya Deren, Hilma al Klint, Violeta Parra, Emma Goldman, Valentina Tereshkova, Ada Lovelace y Elisabeth Eidenbenz. De momento… Serán de nuevo dieciocho.
Como en el primer volumen, las preciosas ilustraciones van acompañadas de una pequeña biografía y una cita de cada mujer. «Supone un punto de partida para seguir investigando, para seguir descubriendo». Y como en el primero, la calidad en la impresión del libro es sobresaliente, con una edición de lujo, tapa dura, interior papel estucado semi mate 170 gramos a todo color, encuadernación cartoné cosido y tamaño A4.
Un instrumento perfecto para abrir los ojos y la curiosidad a nuestros hijos, también a nosotros mismos. Ojalá estuviera en todos los colegios.
He podido plantear unas cuantas preguntas a Isabel, para comprender mejor el valor y proceso de creación de este hermoso volumen ilustrado, del que yo ya soy mecenas.
¿Cómo decides las mujeres que aparecen? ¿Sugerencias ajenas, investigación propia?
Al igual que en el volumen uno, trato de hacer una selección que abarque todos los ámbitos, para que tod@s podamos vernos reflejad@s en un tipo de mujer. Seleccionarlas es la parte más complicada del libro, hay muchísimas mujeres que merecen formar parte de sus páginas. No he dejado de investigar desde que comencé con el primer volumen. Pertenezco a muchos grupos que tratan de rescatar la memoria de las grandes mujeres y continuamente estoy descubriendo seres maravillosos. También muchos de mis mecenas me escriben para sugerirme nombres. Me encanta que me descubran nuevas mujeres y estoy abierta a sugerencias para próximos volúmenes.
Imagino que el tiempo que te lleva terminar cada una es variable. ¿La que te resultó más fácil? ¿La más difícil? ¿Alguna anécdota del proceso de creación?
El proceso de creación de las ilustraciones parte de la lectura, primero me documento, me informo sobre sus vidas y luego recopilo imágenes de ellas. Mis retratos no son realistas, intento reflejar la fuerza que veo en ellas. Representarlas en una imagen. Y no siempre es fácil. Cuando comienzo a pintar siempre lo hago por los ojos, la mirada es fundamental en mi trabajo; si ésta no funciona, el conjunto tampoco lo hará.
El tiempo que dedico a cada ilustración, como dices, es variable. Hay mujeres que tengo muy claro cómo representar, y en otras ocasiones, me cuesta más dar con las claves que las caracterizan. Luego están los fondos, hay algunos más sencillos y otros que tienen mucho detalle y llevan más tiempo.
Si tuviera que decir qué mujer me resultó más fácil representar, quizás diría que Virginia Woolf. Fue la primera que pinté y sabía desde el principio cómo quería retratarla. En cuanto a la más difícil… me cuesta mucho decantarme. Cada vez que estoy con una de ellas me parece la más difícil, luego voy avanzando y resolviendo dificultades hasta que doy por terminado el trabajo. Entonces comienzo con otra y me vuelve a parecer la más complicada. Cómo el libro aún no está terminado se puede decir que la más difícil está aún por llegar.
¿Qué has hecho con las ilustraciones originales?
Pues por ahora las ilustraciones están en casa, guardadas en una cajita con mucho cariño.
Me están llegando propuestas de exposiciones, igual en breve puedo organizar alguna.
¿Intentaste publicarlo con alguna editorial o directamente optaste por el crowdfunding?
No he contactado con ninguna editorial para tratar de publicar el libro. El crowdfunding me parece una opción maravillosa para implicar al público con la cultura. El trato directo con los mecenas es muy enriquecedor. Si es cierto que una editorial tiene los recursos para hacer que la distribución del libro sea mayor, si no hay una implicación con la obra puede acabar olvidada en las estanterías de las librerías. Para autores que no somos conocidos, el crowdfunding es una manera de poder darnos a conocer y llegar a más personas.
¿Se puede saber cuántos ejemplares del primero has vendido?
El primer libro se editó también a través de crowdfunding, salió con una tirada inicial de 1.500 ejemplares. Se publicó en diciembre y en febrero ya estaba agotado. Volví a sacar una nueva edición gracias al apoyo de 26 librerías. Hice otros 1500 ejemplares y ya están a punto de acabarse.
¿Algún feedback de los lectores que te gustaría destacar?
Todos los comentarios de los lectores del libro han sido maravillosos y son un empuje fundamental para seguir trabajando.
Me gustaría destacar a mis mecenas docentes. Trabajaron en el aula con el libro y me enviaron los maravillosos trabajos que los alumnos y alumnas hicieron a partir de él.
También tengo muchas anécdotas. Te cuento una que me hizo especial ilusión cuando la compartieron conmigo: un grupo de amigas había participado en el crowdfunding de forma independiente, sin saber que lo hacían las demás. Querían hacerse un regalo de Navidad. La sorpresa llegó cuando descubrieron que el regalo que habían pensado, era el mismo libro, “Mujeres”. Lo que me emocionó de la historia es que al final, estas amigas quedaron para tomar café, intercambiar el álbum y celebrar juntas la maravilla de ser mujer.
Soy mujer y científica y creo que he llegado lejos en mi profesión. Pero meter con calzador a las mujeres creo que aburre un poco ya. Si no, mira la cantidad de comentarios que suscita y compáralos con el número de comentarios cuando traes un tema interesante.
27 septiembre 2016 | 16:07