¿Querrías que tus hijos hubieran crecido en los (añorados) años ochenta?

10184313105_2d34f4ca48_o¿Muchos por ahí sufriendo el periodo de adaptación al colegio? Allá por 2012, cuando me enfrentaba al caos de horarios que era el periodo de adaptación al primer año de Infantil de Julia escribí lo siguiente en mi muro de Facebook.

Me he dado cuenta de que soy una superviviente: nací sin ecografías, de niña iba en coche sin cinturón y en las vespinos de mis primas sin casco, montaba a caballo con la coleta al viento, se fumaba a mi alrededor como en una peli de Bogart, en vacaciones desaparecía con la bici y ningún adulto sabía donde estaba hasta que volvía para ser alimentada, bebía leche directamente de la vaca y carne que no había pasado por controles veterinarios, me lanzaba encima de todo perro o gato que encontrase y me lanzaron al colegio sin periodo de adaptación.

Como dice una amiga, salvo lo de la bici y según a qué edades, nada de lo que enumero es realmente recomendable, ni siquiera legal en este 2016. Sobra decir que no se debe fumar junto a los niños, ni llevarlos en coches y motos a la buena de dios, ni alimentarse con productos que no tengan garantías sanitarias… Con mi comentario me limitaba a desahogarme un poco por el lío que tenía que montar para dedicar una semana a llevar a hija a intervalos crecientes de tiempo al colegio cuando la veía perfectamente preparada para estar cuatro o cinco horas seguidas allí desde el principio.

Llevamos unos pocos años de nostalgia setentera y ochentera que parece olvidar todo lo que de cutre, peligroso y rancio había en aquella época. Por mucho que exploten comercialmente hasta la náusea la nostalgia que los treintañeros y cuarentones podamos tener de nuestra infancia con musicales, conciertos o libros, no es una infancia que, si nos paramos a pensarlo, querríamos para nuestros hijos. Ni siquiera con tal de ver V en la tele y comprar seis chuches por cinco pesetas.

Me recuerdo como una niña feliz, sobre todo por los meses de verano en Asturias, en libertad y en la naturaleza. Eso sí es algo que me gustaría poder dar a mis hijos y que no depende de la década en la que estés creciendo. Pero el resto no lo echo de menos ni lo querría para ellos. En absoluto.

¿Esa EGB que tanto parece añorarse? Era un sistema educativo imposible para mi hijo y muchos niños con discapacidad que, si ahora lo tienen difícil, entonces era dramático. Igual que lo era para los niños con necesidades educativas especiales, un concepto que no existía. Déficit de atención, adaptación curricular, TEA, inclusión, charlas contra el acoso en el aula, apoyos en el aula… ¿Mande? ¿Lo ‘cualo’?

A veces he oído a gente defender que salíamos mejor preparados tras pasar por nuestra EGB y BUP. Me da la risa. Que el sistema actual sea francamente mejorable, que lo es, no quiere decir que nosotros saliéramos mejor preparados. Harta estoy de oír a gente reírse de los yanquis que no saben poner a España en el mapa cuando ellos no serían capaces de ubicar cualquier estado de los EE UU, no digamos ya de África o incluso Europa, que en literatura se limitaron a poco más que memorizar unas cuantas obras de autores de la generación del 98 y del 27.

Hablamos además de una sociedad que estaba muy lejos de ser igualitaria en cualquier sentido, menos respetuosa con las diferencias, en la que crecer saliéndote de la norma era como pasear por la selva en Vietnam. ¿Mejor que las anteriores? Sí. ¿Mejor que ahora? No. Cualquier tiempo pasado no fue mejor.

Sobre todo si lo que con más cariño recordamos de entonces son las series que ponían en la tele, unos cuantos juguetes, un puñado de canciones molonas, álbumes de cromos y chicles llenos de azúcar.

11 comentarios

  1. Dice ser Svenson

    Pero el resto no lo hecho de menos ni lo querría para ellos. En absoluto.

    hecho de menos….

    aaaarrrgggg

    08 septiembre 2016 | 09:15

  2. Dice ser Marco

    Desde luego que los chavales de ahora no saben hacer la O con un canuto.
    A parte de que se les mete en una burbuja y se les conceden todos los caprichos.
    Luego, claro. que pegan a los padres cuando crecen porque éstos ya no pueden hacer lo que los niños quieren

    08 septiembre 2016 | 09:27

  3. Dice ser Madre Reciente

    Comparto tu aaaarrrgggg Svenson. Escribir en la tablet con un corrector que pretende saber más que tú no es excusa. Ya está corregido y ahora voy a fustigarme un poco. Muchas gracias.

    08 septiembre 2016 | 09:31

  4. Dice ser Svenson

    De nada :). Y si no he comentado nada del artículo en sí, es que, a pesar de que para algunas cosas, sí siento nostalgia, en general, sí estoy de acuerdo con lo que dices.

    08 septiembre 2016 | 09:41

  5. Dice ser Don Pimpon

    Pues tanto tu, como el resto de los que somos treintañeros, vivimos esa infancia tan llena de «peligros» y tan «caotica» como la pintas y sin embargo ahora estamos aquí, somos adultos, con trabajo, felices (o no) y con salud, por lo cual se demuestra que todas las tonterías y controles que se hacen hoy en día a todo y a todos igual no son tan necesarios, porque en tiempos pasados los críos crecían igual de felices y bien sin tantas payasadas

    Yo sin embargo si me gustaría que mis hijos vivieran muchas cosas de esos años, sin tanto consumismo y tanto incívico egoísta que reclama muchos derechos pero no esta dispuesto a asumir sus deberes. Esa infancia donde los críos no amenazaban con denunciar a sus padres o donde los chavales eramos mas felices yendo con los amigos a jugar a las chapas a la calle que metidos en internet todo el dia viendo videos del YouTube

    08 septiembre 2016 | 09:42

  6. Dice ser almudenafer

    Todos todos de los que vivieron esa época no están aquí. Sólo hay que mirar las estadísticas de tráfico y las de fallecimiento de niños por accidentes.
    ¿por que pensamos siempre que nosotros éramos más felices que nuestros hijos?Mis padres también ensaban que su infancia sin tele, sin tocadiscos ni casrttes y sin casi juguetes fue más feliz que la mía. Y la EGB y el BUP mucho peor que su plan de bachillerato. Eso se llama nostalgia

    08 septiembre 2016 | 10:03

  7. Dice ser pattyeire

    En el cole de mi hijo, a partir del año, pueden entrar en la guarde y ojito con los horarios de adaptación.
    El horario podría ser de 8.30 (con madrugadores) hasta las 15.30 ahora en septiembre como los niños a partir de 3 años, pero no. Te tienen hasta octubre sin madrugadores y teniendole que dejar a las 9.30 y sacarle a las 13.30 sin comer y dormir, apra luego ya en octubre poder dejarle desde las 8.30 y darle la comida a las 12 y siesta a la 1 mas o menos.
    Eso mas que adaptación, me parece una locura para los pobres crios

    Mi bebe lleva desde el martes descuadrado total, sin casi comer a sus horas, durmiendose por los rincones, y despertandose cada dos por tres por la noche.

    08 septiembre 2016 | 10:43

  8. Dice ser Chakalote

    Estoy de acuerdo en que todos creemos que nuestra infancia fue la mejor. Yo pertenezco a los padres de los padres, en que los niños jugabamos con chismes compuestos por uno mismo; desde barquitos de corteza de pino, hasta trenes hechos con latas de sardinas usadas.
    Cada época tiene su infancia con lo mejor de la vida: la juventud. Pero una de las grandes diferencias de la actual con la mía, es la ausencia del sentido de la lucha por conseguir nuestro gol, que teníamos antes la mayoría.
    Sinceramente, creo que se abusa de la tecnología que acostumbra al niño al nulo esfuerzo y al mesianismo total.

    08 septiembre 2016 | 10:55

  9. Dice ser Angel

    Estoy de acuerdo en que la seguridad es mucho mejor. Estoy casi de acuerdo en que la formación es mejor (saben más de idiomas y de tecnologías, pero mucho menos de lengua escrita y oral y otros temas). He dicho que la formación es mejor, pero la educación es mucho peor. Cuando yo era pequeño no se me ocurría levantarle la voz (mucho menos la mano) a un adulto. Había respeto, a mí me enseñaron a levantarme de la silla en el autobús para que se sentara una persona mayor y a hablar a todo el mundo con educación.

    Además, ahora los críos juegan en casa, no al aire libre, tiene menos peligro, pero desarrollan muchas más alergias, tienen problemas de obesidad infantil y, me da la impresión, que no tienen tantas relaciones colectivas como antes. Ahora es difícil ver a un grupo de 30 – 40 críos jugando en la calle como cuando yo era pequeño a la pilla, al escondite, etc. Ahora son grupos reducidos y juegan en casa o, como mucho, en un parque.

    Un saludo.

    08 septiembre 2016 | 12:40

  10. Dice ser CUELEBRE

    Has dado en el clavo Angel. Que me expliquen a mi, si la obesidad infantil que inunda hoy nuestra sociedad, no será en un futuro mucho mas nociva que todo lo que nos pudiese ocurrir entonces. Por no hablar de alergias y demás. Entonces había cuatro gorditos y ya está. Estabamos todos fibrosillos e inmunes a todo.
    Dentro de 20 años nos daremos cuenta de lo devastador a nivel de salud que será el sobrepeso en nuestros hijos.
    Y cada vez con los sistemas inmunitarios mas deprimidos. Dentro de burbujas vamos.

    08 septiembre 2016 | 13:00

  11. Dice ser Manolo Longanizas

    Por lo menos en los años 80 el que quería podía estudiar carrera aunque fuera con becas sin bolonias ni masters ni mie..das, sabías que encontrarían trabajo más o menos estable y se podrían comprar una casa a un precio normal asumible. Pero los chavales de hoy en día qué? Mucha seguridad y mucha protección cuando son menores, pero al cumplir los 18 ¿qué va a ser de ellos? yo si tuviera hijos ahora estaría muy preocupado por su futuro.

    Y no estoy de acuerdo con que ahora hay más ayudas a la gente con necesidades, minusvalías etc.. y más tolerancia. Ayudas todos sabemos que las han recortado a la mínima expresión, familias enteras son echadas de casa e intolerancia, machismo, homofobia, palizas etc… sigue habiendo igual que siempre. Con la excusa de la seguridad el recorte de libertades ha sido brutal, y a pesar de todo el mundo es más inseguro que en los 80. Otra cosa es que la maquinaria de propaganda y lavado de cerebro de masas funcione a la perfección, gracias a las nuevas tecnologías de la información y nos creamos que vivimos en un mundo feliz. Será el de Huxley claro.

    08 septiembre 2016 | 16:28

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